Hoy en nuestro día de descanso, fuimos a disfrutar de la comida y compañía de nuestros amigos de Tragaltres.

Pudimos disfrutar de su entrantes "Rollitos de salmón", "Canelones de setas", "Mollejas fritas con yuca y platano frito", el "Carpacio de manitas" y unas "Ancas de rana". Todos los entrantes muy buenos.
Y como plato fuerte pedimos "Solomillo a la ginebra con queso de cabra" (muy bueno), "Suquet de rape y gambas" (también muy bueno), "Costillar de cordero" (muy bueno) y como no su increíble "Steak Tartar" :).

De refrescos una Coca-cola, 2 ó 3 aguas, una kronemburg y una cerveza de barril Selecta, más dos botellas de un vino del Bierzo. Una botella de Agustí Torello Mata.

Cafés invitados

De postres pudimos disfrutar de un fantástico "Apfel Strudel", "Tarta de chocolate" y un fabuloso "Creps con grand mainier" realizado al momento delante de nosotros.

La única cosa mala es que trabajaran hasta final de mes cerrando el restaurante. Sorprende su retirada del ruedo, pero como grandes profesionales y amigos han preferido una retirada a tiempo.

Para todos aquellos nostálgicos y fans de un buen comer tan sólo nos queda una semana.

Lo siento por no poner precio, pero fui invitado.

Un fuerte abrazo a TODO el equipo de Tragaltes por haber coincidido en el camino y lo mejor en vuestra nueva etapa.

Después de mucho tiempo -demasiado- volvimos a Tragaltres... optamos por el menú Tragaltres maridado que por 35€ nos pareció excelente... Cocina tradicional, sin artificios, muy bien presentada, de las entradas me encantaron los buñelitos de queso sobre confitura de tomate y el carpaccio de manitas de cerdo, sin menospreciar los ricos canelones de rape y carabinero. Como plato principal medias raciones de merluza con langostinos... excelente y un buen magret de pato. Buena selección de vinos, que en el maridaje incluyó un cava BN de Ferret, un blanco valenciano: Cullerot, el tinto Tintoralba y una garnacha tinta dulce de postre... Buen servicio de sala. Buenas copas. El restaurante es amplio y diáfano sin que haya sensación de proximidad con otras mesas....

Primera visita a Tragaltres, animado pòr los comentarios en Verema.
Comida con mi mujer y nuestras dos hijas : los dos mayores optamos por el menú Tragaltres ( yo con maridaje de vinos y mi mujer sin vinos), que no detallaré pues ya ha sido muy bien explicado en anteriores comentarios. En mi opinión, se trata de un menú con una gran RCP, platos honestos y bien ejecutados del que destacaría el carpaccio de manitas de cerdo y la coca de verduras con romescu.
Nuestras hijas optaron por dos entrantes para compartir: berberechos al vapor (muy buenos) y croquetas caseras (también muy buenas), costillar de cordero lechal (según me dijeron muy rico)y de postre crêpes al Grand Marnier, que para su deleite prepararon ante nosotros.
El local tiene una decoración digamos curiosa, pero que no me chocó demasiado. Me gustó el techo alto.La mantelería, copas y cubiertos (que cambian con cada plato) muy bien y la atención del personal sobresaliente, muy amables y atentos.
Una agradable comida que repetiremos para probar su afamado steak tartar , el cual vimos preparar para otra mesa y que tenía una pinta estupenda.
El precio incluye lo ya comentado, una cerveza, agua, un refresco, una infusión y un (soberbio) café.

El fuerte de este restaurante es la comida (¿como debería ser?). Quiero decir que algunos aspectos secundarios son mejorables, pero quedan al margen por el buen hacer en los fogones y una RCP destacable.

La decoración de la sala, la vajilla, las presentaciones... aun siendo correctas, podrían actualizarse, modernizarse... El trato al cliente, sin embargo, nos pareció excelente.

Tomamos menú tragaltres con maridaje (35€):

Entradas: Carpaccio de manitas (realmente destacable), coca de verduras con romescu (menos) y canelón de rape y carabinero (muy bueno).

con Abadal Picapoll.

Pescado: Salmón con curri y manzana.

nos ofrecieron cava para maridar, pero preferimos seguir con el blanco.

Carne: Magrait de pato.

con un tinto de no recuerdo.

Postre: Brownie de chocolate, helado de vainilla y...

con un moscatel pasado por barricas (no recuerdo la bodega).

Valoración de la comida muy buena. Y mención especial para el CAFÉ: Especial.

Consta de 1 aperitivo, 3 entradas, pescado, carne y postre a 25€. Así mismo, existe la posibilidad de maridar el menú con 4 vinos, por 10€ más.
Las entradas son al centro, pero muy fáciles de compartir, nada que ver con algunos platos al centro que ponen en algunos locales en los que al final acaba calléndose todo por el camino.
Todas las elaboraciones son más que correctas, siguiendo la filosofía del restaurante de practicar una cocina sin complicaciones y con buena materia prima.
Descatable fue el rollito de salmón con guacamole y la coca de verduras y romescu.
Hubo cambio de plato y cubiertos durante todo el menú. Detalle que siempre es de agradecer.
Los vinos que nos ofrecieron en el menú nos gustaron y en particular un vino blanco cuyo nombre no recuerdo, elaborado con un tipo de uva que solo existe en una población de la provincia de Barcelona y en Francia. Copas Riedel y vinos a la temperatura correcta.
Servicio de sala amababilisimo
Muy recomendable

Local casi lleno a mediodía. Decoración clásica, sin nada que destacar, ni para bien, ni para mal.
El menú incluye dos platos y postre, todos ellos a elegir entre varias opciones, además de la bebida al precio de 16€.
Cocina claramente basada en el respeto a la materia prima, sin prácticamente manipulación.
Tomamos una sopa de melón con virutas de jamón, demasiado líquida, pero bien de sabor y con un interesante toque picante y un destacable entrecote con patatas. De postre, una tarta de avellanas que no me acabó de convencer, demasiado compacta.
Buen café e infusiones que no son de sobrecito.
Desconozco como es el servicio del vino fuera del menú de mediodía (realmente debería de ser el mismo), pero en nuestro caso se limitó a servir la primera copa y dejar luego el vino en la cubitera.
Servicio muy amable y profesional

Tragaltres es un restaurante de decoración clásica, con mesas no demasiado independientes, techos altos y con necesidad de una inminente actualización/mantenimiento. Herederos (parte) del antiguo Manduca de Manuel Candela, conservan algunos de sus platos estrella. Dejando al margen este asunto, y pasando al más importante, nos encontraremos con una carta correcta, con entrantes y aperitivos, carnes y pescados. Nos decantamos por ir todo al centro, y elegimos unos rollitos de salmón con guacamole (10€) con una materia prima fresca y muy correctos, una ensalada Tragaltres (10€) compuesta por productos frescos y sanos, abundante en ingredientes pero escasamente manipulados, muy buena, y por unas croquetas caseras (6€) muy buenas, de plato final su steak tartare (19€) magnífico, elaborado en la mesa, como debe de ser. Carta de vinos con presencia de muchas DO's, aunque la mayoria con un solo representante, a lo sumo dos. Copas Riedel para servir un Santa Rosa 2003 debidamente decantado (28€). Acabamos con sus no menos famosos crepes Grand Marnier (12€), de nuevo cocinados en la mesa, que acompañamos con dos copas de Tokaj 5 puttonyos (6€). Café muy bueno (2€).
En definitiva, buena propuesta culinaria, con una buena RCP y con un servicio correcto.

Nunca había visitado el Tragaltres. Después me doy cuenta que multitud de gente conocida lo frecuenta. Cocina honesta. Sin grandes pretensiones pero con excelentes productos. Servicio discreto y amable. Compartimos centro de mesa para probar varios platos: Alcachofas plancha espectaculares, excelente producto bien tratado (a veces no es fácil acertar lo mas sencillo), croquetas caseras como en casa, calamares rellenos de blanquet (mucho mejores que lo que probe hace un tiempo en La Matandeta), pulpo con cachelos confitados muy sabroso y canelones de carrillera de ternera que me sorprendieron por el sabor contundente, la suavidad de la textura y por no ser, a pesar del aspecto, excesivamente pesados. Un steak tartar bastante preparado en mesa muy aceptable, pero por poner una mínima crítica, debería prepararse sobre un bol de hielo para que la carne no se caliente, mejor con una yema de huevo en lugar de huevo picado y acostumbran a servirlo con patatas fritas (básicamente en Francia), por lo demás todo perfecto. De postre, unos crepes Suzette preparados en mesa muy dignos.

Buena calidad en los platos y muy buena elaboración de los mismos. El servicio es inmejorable para mi gusto: atentos, simpáticos, pero nada pesados. Se nota la profesionalidad. El precio no me pareció barato pero cené a gusto. 2 entrantes, 2 segundos, media botella de matarromera y cafés, 93 euros

Ya son muchas las veces que hemos acudido a mencionado Restaurante. Nunca hemos salido decepcionados por ningún detalle, al contrario, muy pero que muy satisfechos. La comida es magnifica, el servicio del vino bueno y el trato al cliente espléndido. Con humildad y las ideas muy claras se han ido ganando una clientela fiel, como es nuestro caso. Nuestra mas sincera enhorabuena, especialmente de los "peques" que poco a poco sus padres les vamos inculcando el placer que depara tan sano vicio.

Bueno, al lio. Esta vez tomamos:

Jamón ibérico con queso, rollitos de salmón con guacamole, puntillas con verduritas, croquetas caseras, carrileras con manzana y cebolla confitada y (2) merluzas a la plancha. De postre Tarta Sacher. Infusiones. Bebidas, agua y cerveza con gaseosa. Precio total: 128 €.

Un saludo.