Restaurante Coque en Humanes
Restaurante Coque
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

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Añadir vino por copa

Precio desde:
81,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingo noche y lunes. Semana Santa y agosto
Nota de cata PRECIO MEDIO:
140 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.3
Comida COMIDA
9.1
Precio medio entorno ENTORNO
8.5
RCP CALIDAD-PRECIO
7.8
Mario y sus cochinillos
Pasión de chocolates
Liebre con castaña, trufa y su consomé al Armañac
Puerro con tierra orgánica de maíz, zanahoria encurtida en crocante de cebolla y rabanito osmotizado en soja con remolacha
Bodega
Bodega
Bodega
Cochinillo masajeado con aceite antes de hornear
Menúa
Opiniones de Coque
OPINIONES
32

A pocos kilómetros de la capital encontramos este restaurante familiar, en el que tras ponerse al mando de la cocina el menor de la saga, Mario Sandoval, se ha convertido en un referente gastronómico de la cocina madrileña, acumulando diversos premios y reconocimientos (estrella Michelín incluida)

Cocina tradicional de vanguardia, trabajando con técnicas sofisticadas una base tradicional, y un exquisito trato al cliente, son las notas más destacadas de Coque, un restaurante donde podremos disfrutar de una muy placentera experiencia gastronómica.

Muy curioso fue el recibiento de la casa, al comenzar la cena con un aperitivo en su moderna bodega. Tras éste, subida al salón. Amplio decorado a caballo entre lo clásico y lo moderno, con mesas amplias y realmente agradable.

Como agradable es el trato que dispensan en Coque. Te hacen sentirte a gusto durante toda la velada, muy bien atendido, de manera cordial y muy profesional.

En su carta, una veintena de platos, la mayoría de corte moderno y realizados a base sofisticadas elaboraciones. Creatividad, buena materia prima y mucho trabajo en la cocina para la presentación de cada plato. Además ofrecen un menú degustación compuesto de dos aperitivos, cinco entrantes, un pescado, una carne y dos postres.

En esta, mi primera visita a Coque, opté por el menú degustación. Todo sabroso y muy bien presentado. Interesantes combinaciones de texturas y sabores, y muy agradables versiones de platos típicamente castellanos. Quizás a alguno de los platos le faltó "redondez", que la combinación de los diversos ingredientes dieran como resultado una perfecta conjunción en boca... Aunque en otros de ellos sí que consiguen lograr una deliciosa explosión gustativa. Del menú que me sirvieron destacaría por encima del resto, los dos aperitivos "Cocido madrileño emulsionado" y "Emulsión de gachas con torreznos de ibérico y huevo de codorniz escalfado" (ambos combinando el intenso sabor del guiso tradicional con la suave textura de su preparación, creando un juego de sabores y texturas en boca realmente delicioso) y el "Coulant de trufa" (delicada y sabrosa y con una jugosa yema de huevo en el interior).

En cuanto a su carta de vinos, presentada en una pantalla táctil, es extensísima, con multitud de variedades de diversas partes del mundo, clasificada digitalmente de manera geográfica; sinceramente, me parece más práctica la habitual carta en papel, con una selección de referencias atractiva y numerosa, pero sin avasallar. Pero bueno, interesante, amplia y novedosa sí que es... Y el servicio del mismo, realmente impecable.

En definitiva un restaurante donde gracias a su profesionalidad, al cuidado que ponen en su trabajo y, sin duda, al talento de Mario Sandoval en la cocina, podremos, sin duda disfrutar de la visita.

Por no extenderme demasiado, una opinión más detallada podéis verla en http://gastronomodesaparecido.wordpress.com/

Primera visita y muy buena sensación.

Nos recibieron en la entrada y nos acompañaron a la bodega a tomar una copita con un aperitivo (impresionante, por cierto, con todos los tipos de vinos y bebidas), después pasamos por la cocina para saludar a Mario Sandoval y charlar un poquito con él. Todo esto nos pareció un muy buen detalle, sobre todo la visita a la cocina, nos gustó el ver a todo el mundo allí trabajando y preparando los platos que luego comeríamos.

Nos sentamos en el comedor de arriba, moderno pero acogedor, el restaurante estaba lleno (y a veces había demasiado ruido de todo el mundo hablando)

Al traernos la carta nos comentan que han suprimido la misma y ha dejado tres menús en función del hambre de 50, 65 y 85 €. Optamos por el último, 6 entradas, más dos pescados, dos carnes y dos postres. Antes nos sirvieron dos aperitivos.

Gran comida, los platos en general a gran altura destacando los ñoquis de guisantes y alcachofas, sopa de almendras con foie, el revuelto de espárragos y perrechicos.... y sobre todo el cochinillo. Comida de sabores tradicionales con un toque y técnicas muy modernas. Hubo un plato al que no encontré la gracia, no me gustó nada, el tendón de ternera de lidia.

Capítulo aparte los postres, nos sirvieron dos, mi chica se quedó con las ganas y añadimos uno más (para los dos). los tres, eXpectaculares :-)
Eso sí, a mi chica le pareció que hubiera sido un buen detalle por parte del restaurante el que la hubieran invitado al último postre extra.

Otro gran detalle llegó a la hora de pedir infusiones y tes. Tienen un carro enorme con todos ellos. Todas naturales.

El servicio bien, con algún despiste a la hora de rellenar el vaso del agua, más por culpa de que yo creo que no se ve lo que hay dentro (por el color de vaso) que por dejadez...

En cuanto al vino y al tener que conducir de vuelta mi pareja, opté por tomar unas copas de blanco, el primero no lo recuerdo, sí que era de Madrid, el segundo chivite blanco. Ambas a 10 € la unidad. Sí que echamos un vistazo a la carta de vinos digital y estuvimos un rato jugando y viendo la gran bodega que tienen, me pareció que los precios estaban algo subidos en comparación con algún otro restaurante del mismo nivel. Por ej, ossian 06 a 40 €. El servicio del vino y la temperatura perfectas.

Para rematar un gin tonic de una marca propuesta por la casa llamada sij que no conocía a buen precio 10 €.

En resumen, gran comida. Volveremos.

Visita a la casa de los sandoval, una familia enamorada de lo que hace y profesionales incondicionales, todos los lujos que a dia de hoy pueden haber dentro de un local, entras en la bodega y te sumerges en un paseo por las mejores referencias del mundo, pasas a la cocina y un mario muy cercano te explica a conciencia la filosofia del negocio su cocina y su horno magico, unica palabra que define esa maquina de la gastronomia que llena de gozo a todos los que provamos el cochinillo. El menu glorioso con tecnicas modernas, domina con maestria todos los conceptos de la cocina de vanguardia, inolvidable el homenaje a la gastrobotanica de Santiago Orts y Rodrigo de la Calle, vinos desde un aubry brut, un blanco de la zona puerta del sol, fermentado en barrica y terminamos con un borgoña ¿¿... gin tonic y un cafe de libro asi como el pan, servicio agil, local tranquilo, simplemente un grande.

Había que ir a Humanes para probar la cocina de Mario Sandoval. El cochinillo lacado valía la pena. El hojaldre de anguila ahumada tambien, así como la emulsión de garbanzos o la sopa de frutas y pétalos al postre....El precio bien, para lo buena que estaba la comida. Lo peor la decoración de la sala, supuestamente con arte "contemporaneo". Se supone que el salón superior se distingue del castizo de abajo por estos toques "modernos" pero el resultado es un poco pastiche. No me quejo más porque fuí a comer y no a un museo....

Poco que añadir a la nota de Ramico.
Aunque estuve una semana antes, mis impresiones son prácticamente idénticas. Yo pienso que el Bocusse D'or y la estrella le llegaron demasiado joven y es ahora cuando Sandoval está realmente maduro como cocinero. Algo similar ha pasado con el personal de sala. La plantilla se ha renovado y ha mejorado ostensiblemente, supongo que al jubilarse algún antiguo camarero que debía trabajar para los padres.

La cocina muy pensada y con muchas recetas tradicionales renovadas y mejoradas.Sin altibajos. Impresionante el besugo escabechado con esferas de pimiento y rábano licuado.

La bodega de contenido muy bien para su categoría y de diseño vanguardista.

Pongo fotos que son más descriptivas

  • Cochinillo masajeado con aceite antes de hornear

    Cochinillo masajeado con aceite antes de hornear

Ya ha llovido desde mi primera visita, y cuando decidimos hacer una escapada a este magnifico restaurante lo primero que pensé es en como habria afectado a Mario el paso de buen cocinero a chef mediatico, no sabia si tanta tele y tantas gaitas habrian cambiado el panorama.

Todo a mejor, impresionante la bodega por variedad, por calidad y por el espacio tan magnifico en la que la han ubicado. Mientras saboreas un oloroso y un aperitivo de cocido-mini estas entre cientos de referencias y verdaderas joyas enbotelladas.

Hicimos una pequeña incursión a la cocina, Mario y Jose nos atendieron con mucha amabilidad, con confianza, agradando y compartiendo una pequeña charla sobre esto y aquello.

Nos prepararon el salon que hay en la planta de calle, asi que sin problemas de espacio.

Todos los platos magnificamente presentados y ejecutados, las pequeñas mozzarellas de increible textura, el huevo castellano riquisimo, el besugo, increible el atún rojo.

Terminamos con el cochinillo lacado que nada tiene que ver con el tradicional segoviano, asi que no cabe comparación, es otra cosa. Suave crujiente, sin apenas grasa, muy rico.

Para el postre nos prepararon unas migas de chocolate, ricas y suaves.

El servicio de vino, como no podia ser menos de la mano de Rafa, sobresaliente, asi como el de sala en general, cuidadoso, atento y profesional.

Para los entrantes y primeros Finca la Colina 2006 + La Pola 2005

Para los segundos Scamandre 2004 + Domaine Des Lises 2006

  • Menúa

    Menúa

Fuimos a cenar un viernes y la primera sorpresa fue que la sala no estaba ni a la mitad. Tal vez por eso el servicio fue magnífico. El servicio de vino también fue muy bueno, con carta de vinos digital (la única que he visto hasta el momento). Menú degustación muy bueno (quizá el mas largo-estrecho que he tomado hasta la fecha). A mi me ha parecido de lo mejorcito de Madrid, con el inconveniente del viaje hasta Humanes (no por el pueblo, por supuesto, sino por la incomodidad de tenber que coger la carretera después de cenar). Factura, 270 euros, bastante razonable. Ami me sorprendió gratamente. Lo recomiendo.

Este fin de semana, después tener desde hacía mucho tiempo una visita pendiente a este restaurante, nos decidimos a visitarlo un grupo de ocho comensales.
La comida, muy bien presentada, se basa, más que en fusión, en mezcla de sabores. Tanto que en ocasiones nos parecía estar comiendo lo mismo. El cochinillo, sencillo y sin tantas acrobacias en la elaboración, es excepcional. La mejor torrija que he probado en mi vida.
En cuanto al trato recibido debo decir que ha sido el peor de cuantos restaurantes he visitado. Con un afán, rozando lo vulgar, por intentar vendernos vinos de más de 100 €, cosa que al final consiguieron al decirnos que el vino que habíamos pedido se les había agotado y que nos lo iban a sustituir por otro similar. Habíamos pedido una botella de 70 €, pues la que supuestamente era similar, costaba 190 €. Vergonzoso.
Evidentemente, demostrando más educación que ellos, no protestamos y cuando el camarero nos dice que para cerrar caja nos traerá la cuenta, se ofrece para invitarnos a una copa, nos las sirven, pero, increíblemente, nos las incluyen dentro de la nota.
Al decírselo, simplemente se encogen de hombros. Mario Sandoval estaba allí y fue consciente de todo.
No volveré a regalarle a este señor ni un duro más de mi dinero.

En plena fiebre de MadridFushion 07, fuimos a degustar y lo hicimos.
Pedimos el menú degustación, compuesto por 23 muestras gastronómicas, de las que sólo fallaron 2 (una por insípida y otra por salada); el resto un festival de texturas y sabores.
El servicio en sala perfecto, sin ningún reparo o falta.
A destacar la extensa y digital carta de vinos. Con multitud de referencias nacionales e internacionales, a un precio no prohibitivo. El servicio y la vajilla impecable, de sobresaliente. Sólo una pega: El sumiller de un sitio así, debería poder proponer un vino o una serie de vinos que mariden bien con el menú degustación; no fue el caso. La elección fue un vino correcto pero muy caro del que pagamos más marca que otra cosa. Vinos caros sabemos escoger todos.
Como he dicho: fuimos a degustar (disfrutar) y lo hicimos. Salimos muy satisfechos y pudimos cruzar unas palabras con Mario Sandoval que se interesó por nuestra experiencia en su restaurante. Repetiremos...
Para la reflexión: ¿por 125€/pers. se puede tener algún fallo?.

Como el compañero Pedro, una decepción. La carta de vinos es decepcionante así como su servicio. La comida tiene muchos altibajos y lo malo es que los bajos son muy bajos.
Uno de los platos que llevaba una cigala, estaba para “;pedir la cuenta”;.
Quizás los platos tradicionales estén mejor terminados, los creativos no emocionan.

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