Restaurante El Gordo y el Flaco en Bétera
Restaurante El Gordo y el Flaco
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

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Añadir vino por copa

Precio desde:
24,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
37 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.7
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.0
Comida COMIDA
8.4
Precio medio entorno ENTORNO
7.2
RCP CALIDAD-PRECIO
8.1
Alcachofas, foie y jamón
Burrata, tomate y aceite de trufa
Mero a la brasa
Canelones de ternera y boletus
Escombros
Ensaladilla rusa
quesos
sepia
alcachofas
Opiniones de El Gordo y el Flaco
OPINIONES
19

Trato amable y muy familiar.
Cocina excelente, sin importar si vas de carne, pescado o arroces. Todo lo hacen fenomenal.
Yo sugiero dejarse aconsejar por cualquiera de los hermanos que llevan el restaurante, siempre ha sido una verdadera satisfacción.
Platos de temporada y carta de vinos extensa, una vez más, para alguien como yo que le gusta la buena mesa pero no es ningún entendido catador de vinos, mi consejo, dejarse aconsejar.
En tres palabras: Como en Casa, pero degustando majares que tal vez no hagas o puedas hacer en la tuya.

Solemos ir bastante por que vivimos cerca , a nosotros nos encanta picar , las croquetas en todas sus modalidades , los chanquetes , las clochinas valencianas , el otro dia probe el tataki de atun y estaba espectacular , las carnes "black angus" , los postres elaborados por Maribel estan muy ricos.
Vino no somos muy aficionados pero siempre tienen grandes vinos a buenos precios.
Sobre la atencion de Salva y Pablo jovenes profesionales con largo y buen futuro.
El local acogedor elegante sin lujos.
En fin un restuarante honesto con gran producto y buen servicio.

Hacia tiempo que tenia ganas de ir a este restaurante. Cena para cuatro en la terraza que da al lateral de la fachada en una pequeña plaza.
Mesas amplias, bien vestidas, sillas cómodas, manteleria, cristalería, cubertería y vajilla de buen nivel. Luego , mas tarde, pude visitar el interior del local y , la verdad es que , en especial la parte de los dos reservados me gusto por su intimidad y por su decoración.
Todo lo que comimos fue al centro :
Cortesía de la casa :
>Papas, cacahuetes y empanada de morcilla >/b>. Papas para tomarse dos paquetes, cacos de los viciantes y empanada con sabor muy intenso a morcilla con una buena base de pisto.

Croqueta de pollo con curry Muy buena. perfecta de rebozado , perfecto el punto de cocción. Crujiente por fuera, melosa al morder y expandiéndose el sabor de menos a mas. Suave , pero con buen sabor
Pulpo a la brasa Pulpo cortado en rodajas, con un punto crujiente en el exterior y un sabor de brasa que se acrecienta en cada bocado al masticar. Excepcional en sabor y en textura 86
Montadito de sardina ahumada Excelente. Se sirve sobre medio panecillo tostado con tomate rallado de base. Sardina de muy buen tamaño, sabor muy alto y un punto ahumado justo. Para comerte unos cuantos montaditos de estos.
Tataki de atun Muy buena materia prima y muy buena elaboración. Se acompaña de lo que parece una salsa de soja , con combinación perfecta. Se corta solo y cada bocado es un autentico disfrute
Sepia sucia Me encantó. Sabor alto de playa, con la melosidad de la tinta que la envuelve , que lo acompaña en textura. Muy , muy buena
Lomo alto de buey de Kobe Bueno, me habían comentado , gente que sabe de comer carne bastante más que yo , que merecía la pena ir a este restaurante para tomar esta carne. Tenían (y tienen razón). Buenísima. Calidad altisima y ejecución perfecta. Si se juntan las dos cosas........Resultado soberbio. Simplemente me encanto. Carne de sabor enorme con ese punto justo de infiltración grasa que que se mezcla y te hace salivar al mismo tiempo que disfrutas del sabor.

De Postres , individuales, yo tome Tarta de la abuela. Para mi gusto , demasiado dulce (lo cual se solventa acompañándola del café)y que los ingredientes no quedan lo suficiente diferenciados entre si. Tal vez , y no deja de ser una opinión totalmente subjetiva , si la base de galleta estuviera mas presente, habría una mayor conjunción entre texturas , ya que el flan y el merengue tienden a ser un poco demasiado poco sólidos. Pero , dado que , según parece , el postre estrella es éste , el equivocado debo de ser yo.

Buen pan , y buen cafe.
Carta de vinos acorde a la crisis. Justa en referencias, ya hay espumosos, pero , la sensación es que esta marcada por lo que el cliente habitual solicita. En los tiempos actuales no estas la cosa para intentar hacer experimentos y , es normal, que si tienes un inmovilizado, por lo menos sepas que puedes venderlo con relativa facilidad. Creo que no es su guerra , pero por las poco que hablé con el Jefe de sala, la sensación es que si que les gustaría que lo fuera. Me parece que ansían un paso adelante en este aspecto, lo que pasa es que no parece que mucha gente les invite a darlo. Servicio de vino correcto. La temperatura de las botellas que bebimos estaban en su punto. Y , por lo menos te dejan la botella cerca , para que puedas servirte sin necesidad de esperar, cosa que , particularmente agradezco mucho.
Muy buen servicio de la sala. Joven , agradable, dispuesto y siempre con una sonrisa en la boca ( y una sonrisa de las que no parecen fingidas , otra cosa que no me gusta nada). Fue rápido , con esperas justas . Mejora un punto el entorno por el servicio.

Restaurante absolutamente recomendable. No creo que sea el restaurante del que busque una comida de autor con esferificaciones, deconstrucciones y presentaciones magicas. Si el que va alli busca eso , emho, se equivocara.
Ahora bien, si el cliente lo que quiere es es muy buena materia prima, de alto nivel, cocinada con el respeto y el conocimiento que esa materia prima requiere, si busca sabores puros , bien diferenciados. Si busca un sitio en que saben lo que son y les gusta ser lo que son sin pretender ser otra cosa. Si busca un restaurante donde la empatia esta presente desde el primer hasta el ultimo momento, acompañada de un cocina honrada hasta el extremo, entonces , si busca esto, si busca un lugar para disfrutar tanto de la comida como del trato , este restaurante tiene muchas probabilidades de ser su sitio. Desde luego , para mi , ya es uno de los mios.
El precio incluye lo descrito, dos botellas de Tantum Ergo 2007, una botella de Pago de Carraovejas 2010, dos botellas grandes de agua mineral (por fin un sitio con botella grande agua con gas), tres cervezas Alhambra y un martini.

Después de algunos contactos (buenos y malos) con la cocina creativa, una vuelta a la cocina de producto viene bien. Si hablamos de producto carne, sin duda una de las mejores referencias es este local de El Gordo y El Flaco que ni el Gordo está tan gordo (ya veremos después de la boda) ni el Flaco está tan flaco, pero ambos llevan muy bien un local que se caracteriza por producto de carne de Kobe, mejor dicho Wagyu (porque en realidad es de Burgos y no de Kobe). Incluso conviene encargar el dia antes para asegurar pieza.

Local ya descrito aunque algo menos de influencia de la "Viuda" (de la francesa, no del gaitero) de lo que esperaba por la descripciones anteriores, pero está muy presente. Tiene una mesa en un reservado para 4 ó 6 personas donde estuve la vez anterior, muy interesante para un evento reducido. El salon estaba casi lleno, aunque es un local con pocas mesas.

Buen servicio de sala de copas, cambio de platos. Carta de comida con predominio de lo que se va a comer: buenas carnes en diferentes opciones. También algunos entrantes interesantes. Carta de vinos no extensa, predominan vinos de gama (de precios) baja y media, con diferentes DO. Algunos fuera de carta sin diferir mucho de lo anterior. Ya hay espumosos en varios rangos de precios.

Comida para dos: unas papas y cacahuetes de cortesía con un Emina blanco para hacer tiempo mientras ves las cartas. Agua una botella. Seguimos con tinto: Hacienda Monasterio crianza 2009 muy bueno, bien de temperatura, goloso y contundente que costó de acabar, a pesar de ser buenos bebedores, quizás porque se alargó la comida y ganó algo de temperatura. Servicio de vino: dar a catar y botella en la mesa.

Para comer de entradas una sepia bruta con su tinta: de las mejores que he probado y que te obligaba a mojar pan. Una fritura tipo andaluz con buen material: colas de rape, salmonetes, algun boqueron y palayas, con poco reboce y poco aceite en buena ración y buen sabor.
Compartimos una hamburguesa de Wagyu bien hecha con interior levemente sangrante y exterior bien hecho pero que le faltaba un poco de sabor y parecía más preparada para la opción de añadir foie (o mejor, un buen AOVE) que para dejarla sin grasa interior, así se quedaba poco jugosa y no era por exceso de plancha; se acompañó de patatas fritas y pimientos de Padron en buena cantidad y bien hechos.

De plato fuerte y para dos personas, recomendadas como comedoras, un buen lomo alto de Wagyu fileteado: gran sabor, bien hecho aunque un poco menos hubiera evitado las puntas quemadas sin perjudicar al centro (no se preguntó el punto de la carne), acompañadas tambén (¿?) de otra fuente de patatas y pimientos de Padron estaba vez con doble ración de sal.

Al postre no llegamos y nos perdimos la tarta de la abuela de la otra vez que es muy recomendable. Al final como teniamos que hablar un buen rato, compartimos un helado (dos bolas) de dulce de leche en buen punto de dulzor con un Pedro Ximenez de bodegas Rey Fernando de Castilla agradable y rematamos con lo que le quedaba en la botella de XO Zacapa, alargando la tertulia hasta más de las 6 sin problemas en el local.

El precio, aun siendo alto, hay que tener en cuenta que eran una de hamburguesa y dos y media de lomo alto para dos personas (más de tres raciones reales), por lo que el total de 126€ podía haber sido compartido por tres personas y salir a 42€.

No es sitio de cocina creativa. Si quieres comer Wagyu (o llámale kobe) y alguna cosa más, ésta es la referencia en Valencia. Merece la pena coger el coche.

Restaurante de decoración... ecléctica, que ya ha comentado Aurelio en su anterior valoración. Me gusta, aunque me agobia un poco tanto elemento decorativo y todo el monográfico de la Veuve Clicquot, nada grave de todos modos y tiene mucha personalidad.
Tomamos ensaladilla de entrante: buena pero sin más, esperábamos una presentación algo más trabajada pero salió el plato de ensaladilla con los colines y listo. Estaba buena, con la mayonesa suelta e incluía maíz.
Tomamos una par de croquetas: las de jamón tampoco me entusiasmaron, la bechamel demasiado prieta y no demasiado especial de sabor. La de cabrales bastante rica, aunque se pasaron de fuego.
Pulpo braseado: Muy rico. De lo que más me gustó de la noche. El pulpo perfecto de textura, con el toque de la brasa y buena presentación.
Pasamos a la carne: Lomo alto de vaca gallega. El punto de la carne bastante bueno, aunque no preguntaron cómo lo queríamos. El caso es que al final esta carne con tanta grasa cuesta de comer si no la limpian bien en cocina. Entiendo que si la merma del producto la experimenta el cliente, parece que la imagen es mejor que si sale de cocina limpia. A mí personalmente me gusta más la carne que haya sido limpiada desde cocina, pero lo entiendo.
Tomamos de postre una tarta de queso casero bastante buena, una buena forma de acabar la cena.

El caso es que creo que no tuvimos mucha suerte o pillamos a cocina algo cansada. También he decir que llegamos tarde y, aunque nos aseguraron que no pasaba nada, creo que sí se resintió el trabajo de cocina.
Carta de vinos correcta pero escueta, no hay un solo vino espumoso (por lo que no entiendo qué hace tanta promo de la Veuve), vino que le va de maravilla a esta cocina. Tomamos un Enate Chardonnay 234 que, como siempre, no defrauda, es fresco y con buena acidez, lo que hace fácilmente maridable con casi todo. Buenas copas.
Prometo volver porque todo apuntaba maneras, pero finalmente no se materializó en lo que me esperaba.

Curiosísimo local, con dos salas principales, una interior y otra exterior. La decoración de la interior es temática: champagne Veuve Clicquot. La de la exterior, que fue donde estuvimos, es indescriptible (¿quizás Art Decó?). Al margen de la decoración, que me encantó, se trata de un espacio amplio, abierto, luminoso.

Un restaurante con atmósfera limpia, fresca, joven.

Correcta separación entre mesas y comensales, calidad en el equipamiento y detalles que suman: aceitito, variedad de panes, de azúcares.

Aventajada cocina fusión, sin complejos ni prejuicios, que contempla tanto creaciones mediterráneas como internacionales. Destaca en la carta la presencia de la carne de buey de Kobe.

Tomamos:

-----Entrantes:
Empanada criolla. Picantilla, sabrosa.
Alcachofas frescas salteadas con jamón ibérico y foie. Cuando una alcachofa es fresca y se trata bien, es una delicia.
Pulpo a la brasa. Buen pulpo, textura adecuada y ese toque del carbón…
Croquetas de pollo al curry. Cargaditas, cargaditas de curry. Olimos el curry ya cuando el camarero entró en sala. Una locura.

-----Principal
Corvina a la brasa. Perfecta.
Hamburguesa de Kobe. Gruesa y jugosa, reventaba de sabor. Excepcional.

-----Postre
Tarta de la abuela. Base de galleta, capa de flan de chocolate y cubierta de merengue. Muy rica.

Carta de vinos atractiva, bien servidos. Nos ofrecieron decantar el prioratí L'inconscient que pedimos (lo rechazamos pero agradecimos). Antes habíamos tomado una copita de algún chardonnay patrio que no recuerdo y posteriormente una de px con cuyo nombre tampoco me quedé.

Servicio amable y profesional.

Volveremos, y con frecuencia. Estuvimos realmente a gusto.

Fuimos este jueves lo conciamos cuando era la Bona Cuina ahora remodelado muy bien decorado , tomamos calamar a la andaluza fantastico , mini hamburguesas de Kobe riquisimas , nos pusiron como detalle empanada gallega casera , luego tomamos un entrecot de Black Angus excelente.Tarta santiago casera.
Tienen un reservado interior que es una pasada para alguna ruenion o celebracion lo reservaremos.
Tanto el trato con el servicio tanto del vino con el resto nos hicieron pasar una cena muy agradable.

Nueva visita a este muy buen restaurante por servicio y cocina, para degustar sus buenas materias primas y fantástica elaboración de las mismas, con buena presentación de platos al comensal.

En esta ocasión y previa solicitud, pudimos comer en el reservado habilitado y totalmente independizado con elegante decoración, para tres mesas, con muy buena presentación de las mismas, siendo la separación entre ellas muy correcta. En cuanto a la cubertería, cristalería y vajilla, de buen nivel, así como muy correctas las copas para el vino.

En esta ocasión éramos cinco comensales, iniciando con unos refrescos para combatir el calor reinante, siendo obsequiados como detalle de la casa con un sorbete de calabacín que estaba fresco y muy rico, y con unas albóndigas de bacalao caseras....aquí sin discusión, realmente muy sabrosas, finas y muy bien de bacalao. Como entrantes unas clochinas valencianas que estaban en su punto, muy ricas; calamar a la brasa con resultando con buena textura y sabor; boquerones en vinagreta, de buen tamaño y buena textura.

Como platos más consistentes é individuales, a pesar de coincidir, 3 de merluza de pincho del cantábrico y 2 de corbina salvaje, resultando ambos pescados frescos, de buena textura y en su punto.

En esta ocasión y como no podía ser todo bonito y perfecto, el fallo vino a través de la bodega. Tras avisarnos previamente de algunas carencias en su ya limitada carta, logramos un “sí..de ese tenemos” tras dos intentos fallidos...como dice el refrán, a la tercera va la vencida, así que logramos un Hacienda Monasterio Reserva 2007 (33 €), pero con tan mala fortuna de no avisarnos que únicamente disponían de una botella, así que al pedir otra fue cuando nos enteramos, por ello tuvimos que recurrir a un Viñas de Gain 2007 (22 €). Deberían habernos avisado previamente EMHO.

El trato como la vez anterior profesional y atento, sin esperas entre platos, lo cual es de agradecer.

Restaurante La Bona Cuina, tambien denominado El Gordo y el Flaco.

Local de corte y decoración moderna, con buena presentación de mesas y espacio bastante reducido, con poca separación entre mesas por lo que resulta bastante bullicioso, con poca privacidad, pero dispone al menos de un par de salas individuales y totalmente separadas, no muy grandes permitiéndote al menos independizarte del resto de comensales.

La comida para tres comensales rápida y muy sencilla consistió en una ensalada de tomate raf con ventresca y cebolla, siendo correcto y con buen sabor el tomate y en su línea la ventresca (12,50€), plato para compartir de callos con garbanzos (12,50€) bastante gustoso, Entrecot Vacuno de Galicia (30€), resultando la carne en su punto, bastante tierna y muy buen sabor, acompañada de plato de patatas paja (9€).

Como postres una tarta de queso para compartir (4,50€), no puedo decir que sea de las mejores que he probado...se puede mejorar y bastante.

La bodega no resulta especialmente amplia, fallando vinos de la carta aunque sí bastante tradicional, con diversas D.O. y de la Comunidad Valenciana, con unos precios bastante comedidos. En nuestro caso tomamos un Matarromera Crianza 2006 (24€). Las copas para el vino adecuadas. Cuidada la cubertería, cristalería y vajilla.

El servicio profesional, atento y bastante familiar.

Todos los precios indicados de forma individual figuran sin haber aplicado el IVA correspondiente del 8%.

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