Restaurante Casa del Vino. La Baranda. en El Sauzal
Restaurante Casa del Vino. La Baranda.
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
18,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Mayo
Nota de cata PRECIO MEDIO:
25 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.1
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.1
Comida COMIDA
5.4
Precio medio entorno ENTORNO
9.2
RCP CALIDAD-PRECIO
6.5
Opiniones de Casa del Vino. La Baranda.
OPINIONES
9

En tanto que perteneciente al Cabildo Insular, la gestión de la Casa del Vino va variando con el tiempo en función de quién se adjudique el concurso.

Recientemente se produjo uno de estos cambios, y ayer con motivo de una celebración familiar nos reunimos en el restaurante, resultando que:

El edificio sigue siendo la joya que siempre ha sido,por tanto el marco incomparable sigue estando ahí. Sin embargo, ya no existe propiamente distinción entre restaurante y tasca, todo se ha convertido en una tasca. Han desaparecido los manteles y la distinción que caracterizaban al restaurante, la otrora elegante carta ha pasado a ser una carta plastificada más propia de una hamburguesería.

De los platos de pescado de la carta faltaban la mitad, y lo mismo ocurría con las opciones disponibles de la carta de vinos. El servicio totalmente amateur fue deplorable. La mitad del almuerzo discurrió sin vino porque éste estaba tan caliente que no podía beberse. Insistimos una y otra vez en que lo enfriaran y sólo al final conseguimos beber el vino a su temperatura.

Finalmente como entrantes tomamos:

Una ensalada de tomate, manzanas, cebolla, queso y pan tostado con queso rulo de cabra gratinado, que estuvo aceptable.

Unos chopitos y calamares a la romana que fueron lo mejor del almuerzo.

Un crepe supuestamente relleno de hongos y diversas salsas, que fue simplemente incomible.

Los platos principales fueron cada cual un despropósito mayor. Mi bacalao relleno de gambas y bilbaina de jamón, quedó en un bacalao guisado, muy mal presentado y desabrido, servido con mojo. El salmón que otros pidieron, una suela a la plancha incomestible. Los solomillos, supuestamente de carne fresca: duros, desabridos y de pésima calidad y factura.

Nos fuimos sin postre porque no aguantábamos la indignación. Bebimos muchas botellas de agua con gas y sin gas y vino blanco seco de Güímar VEGA LAS CAÑAS 2011.

Es una vergüenza que un sitio tan emblemático de Tenerife esté gestionado de esta forma. De embajador de la cocina canaria ha pasado a ser un "fast food" del mal gusto. Un atentado contra la gastronomía. Marketing Negativo para la isla.

Está situado junto a un interesante museo de la D.O. de Tenerife y su carta de vinos está en consonancia, amplia gama de vinos de la zona y un buen servicio del vino.
La terraza de este restaurante es uno de los mejores escenarios que puedan imaginarse sobre todo para cenar, con el Teide majestuoso y un ambiente new age muy conseguido.
Cocina bien trabajada sobre todo los pescados tanto emperador como salmón, aunque como se mencionó en un comentario anterior tira más para cortes modernos que tradicionales canarios.

Restaurante para pasar un buen rato, tanto por la cocina como por el ambiente.

La Casa del Vino es ese sitio al que se lleva a quien no es de la isla para deslumbrar gastronómicamente desde la canariedad mejor entendida.

El entorno es un lujo de casona rural del Siglo XVII magníficamente restaurada por el Cabildo Insular en lo que fueron parte de los cimientos de una acertada política de recuperación del sector vitivinícola insular y del paisaje de medianías.

Al margen de la sala de degustación donde el personal es siempre excelente, cuando se trata de elegir entre la tasca y el restaurante, siempre elijo la tasca,y esto, a pesar del muy discutible servicio.

El mojo y las papas, excelentes, la ropa vieja con pulpo, o las garbanzas con bacalao cuando las ponen..., la carne fiesta,...buenísimo todo, y una excelente selección de "vinos del país" (vinos de Tenerife), hacen de la casa del vino un lugar de imprecindible visita.

La terraza de la casa del vino de Baranda es una platea espectacular para contemplar el atardecer isleño. Si después de haber catado más de 15 vinos en el espacio dedicado a estos menesteres, uno se decanta por la tasca o el restaurante, la velada puede ser muy agradable.
Vajilla cuidada, pan de matalauva.
Asombra la poca afluencia a un espacio tan cuidado, dos mesas en el restaurante y cinco en la tasca. Asombra que en la isla, estos días, la afluencia a los restaurantes parece ser muy baja.
Buena carta de vinos, todo tinerfeños, pero impacta la ausencia de vinos del Hierro, de La Palma, y evidentemente de Gran Carias o de Lanzarote, y con precios correctos. Contiempo Vidueño 16€, copas de Humbolt tinto dulce 2001 4,75
Generosa la ensalda Biológica, de excesvo nombre, y corrctas, sólamente la croquetas de jamón y mucho pan rallado, delicadas las papas de color y sabrosos los mojos.
Una colección de platillos todos bien presentados y ricos, algo fríos, los 4 quesos probados.
El servicio distante y nada simpático, efectivo, pero casi funcinarial. Nada que ver con el personal de la sala de catas, entregado y espléndido.
Precios más que aceptables. La sociedad que lleva el establecimiento fomentado por el cabildo insular, Sánchez Bacallado, cumple.
Muy recomendable

Para degustar cocina canaria hay mejores sitios con el entorno no tan cuidado, pero la cocina si se adorna en exceso deja de ser cocina canaria para convertirse en cocina "cara"

Enclavada en una casona canaria del siglo XVII, donde el Cabildo Insular de Tenerife ha desarrollado una gran labor acercando a todos los visitantes el conocimiento de los vinos de la isla y de la producción de miel. Dentro del complejo tenemos diferentes salas: Sala de audiovisuales, museo de la vid y el vino, sala de degustación, museo de la miel, venta de productos canarios, etc.
Nada mas entrar al restaurante se percibe que es uno de esos establecimientos de restauración donde indudablemente vamos a comer bien. El servicio es muy profesional y el maître nos aconseja perfectamente. Observamos que su carta de vinos solo contiene caldos de la isla de Tenerife en sus cinco denominaciones de origen con una gran variedad de ellos (blancos, tintos, rosados, brut, etc
En nuestra visita pudimos probar Montaditos de Aguacate,Quesos de cabra asados con mojos,Ropavieja con Pulpo (la conocida garbanza pero con pulpo), Lomo de Cordero Lechal relleno con sus mollejas, Hojaldritos de Magret de Pato y Abadejo a la espalda. Todo perfecto. Catamos un vino blanco Contiempo.La mezcla de variedades de uva (Vidueño, Marmajuelo, Gual, Verdello, Moscatel y Malvasia) le confieren un color amarillo pálido con reflejos dorados y un aroma de fruta madura. Tanto el servicio de copas como la temperatura es perfecto. Con cafes y chupitos de arujo, la comida para 4 personas 135 euros. Un sitio altamente recomendable

La Baranda es uno de los pocos edificios del S. XVII que existen en esta isla. Es un cuadrado que deja al descubierto en su interior un gran patio. Fue restaurado hace unos diez años por el Cabildo Insular de Tenerife y destinado al vino cuando aún empezaba la primera DO tinerfeña a aparacer y todo eran proyectos. Tiene un pequeño museo del vino y tienda dignos de ser visitados y un lagar canario en su precioso y empedrado patio interior. Sala de conferencias y exposiciones y una tasca y restaurante hechos en madera clásicos y bien cuidados. También tiene una excelente terraza en la que podrás disfrutar como en ningún otro sitio de una estival puesta de sol sobre La Palma mientras paladeas, por ejemplo, ese virtuoso Humboldt Tinto. Podrás encontrar todos los vinos que se producen en Tenerife y ni uno más. La cocina ha cambiado de rumbo en varias ocasiones y vive un excelente momento ahora mismo. Diría cocina canaria + mediterránea con algun elemento innovador. Buen servicio del vino, añadas correctas, carta 100% tinerfeña pero aún así amplísima. Yo diría que es un "must" en Tenerife para el amante del vino.

Carta de vinos extensa, con gran cantidad de vinos de Tenerife aunque ni uno de fuera (ni tan siquiera de Lanzarote). Correctas copas, buena temperatura, buen trato del vino en general. El jefe de sala conoce de lo que habla. Sabía de memoria, por ejemplo, que el Hollera tradicional tinto lleva algo de Listán blanco. Muy rico este vino por cierto.

Comida excelente, de factura muy moderna e innovadora (chupa-chups de codorniz, caramelo de ciervo...), con buena materia prima, buena presentación... Supongo que hay platos más tradicionales, pero no nos pudimos resistir...

Local tranquilo con pocas mesas (siete), personal atento y amable (nos regalaron la copa de vino dulce de los postres: Humboldt blanco), edificio clásico y bello. Quizá la cercanía con la tasca donde había algo de barullo sería el único pero.

Unos 30 euros por persona, sin vino. Para volver si el destino me devuelve a está magnífica isla.

Cocina creativa con raices canarias. Excelentes elaboraciones. Carta de vinos muy completa en cuanto a referencias locales. Copas mejorables, especialmente tratándose de la casa del vino de Tenerife.

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