Restaurante Oleo (CERRADO) en Valencia
Restaurante Oleo (CERRADO)
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

Añadir vino por copa

Precio desde:
20,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingo y lunes noche
Nota de cata PRECIO MEDIO:
43 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.1
Comida COMIDA
7.5
Precio medio entorno ENTORNO
7.1
RCP CALIDAD-PRECIO
6.2
cochinillo
corbina con praliné y huevas
canelones de pato
Opiniones de Oleo (CERRADO)
OPINIONES
40

Primera vez que visitamos el local. Nos sentamos en la zona de barra (manteles individuales y servilletas de papel) para probar algunas de las oleotapas. Nos decidimos por un menú de tapas del que disponen de martes a jueves (18 euros por persona, bebida aparte) que consiste en cinco tapas a compartir más un postre.
- Ensaladilla rusa: para mí, estupenda en la ligazón de los componentes. Mi acompañante la encontró algo salada.
- Croquetas caseras de jamón
- Tataki de atún con cebollitas en salmuera: punto del atún conseguido.
- Mini hamburguesas de ternera: curiosas, como curioso el pan estilo brioche en que se sirven.
- Canelones de pato con bechamel de especias: posiblemente el plato que más me gustó. Sabroso y nada seco.
- Postre: Brownie casero de chocolate con helado de yogourt.
Como curiosidad señalar el papel de estraza en el que se sirven unos cacahuetes y aceitunas para la espera, así como el pan (es agradable ver que hay locales donde el pan no se considera un simple acompañamiento).
De beber tomamos agua mineral y una copa de un vino de Fontanar dels Alforins (¿Obscur?) del que no tenía referencias. Las copas son Schott Zwiesel. Correcta atención durante toda la cena y salida de los platos sin esperas. Con ganas de volver para probar más tapas de la carta.

Como cierre a la semana gastronómica del València Cuina Oberta elegimos el menú que ofrecia a mediodía el restaurante Óleo. La verdad es que tenía ganas de conocer la cocina de Vicente Patiño. El Restaurante, situado frente a las atarazanas, es acogedor, el salón agradable, bien dispuesto con una separación de mesas correcta. De aperitivo platito de encurtidos (olivas y coliflor) y rosquilletas, muy buenas, acompañamos con la cerveza cruzcampo gran reserva, servicio de pan con aceite.

Como entrantes tomamos primero Naranja, almendra, sardina ahumada y panes huecos, buen contraste de sabores, sorprendente el sabor de la crema de naranja junto a la sardina y los panecitos, muy bueno. El segundo entrante Falsa empanadilla de atún y sésamo, original reinterpretación de la tradicional empanadilla, bajo una crema de pisto se esconden trocitos de atún y pequeños trocitos que recuerdan a la masa de la empanadilla. Buena presentación y sabor muy conseguido.

El plato principal era Rossetjat Negre de Rape y Calamar, el fideo fino perfecto de cocción, plato realmente sabroso.

Y finalmente de postre Pera, toffee y yogurt, muy bueno.

Acompañamos la comida con vino blanco Casta Diva de Alicante (19 €).

Sin duda me pareció muy interesante la propuesta culinaria de Óleo y esa combinación de originalidad, en la confección de los platos , y tradición en los sabores. Quizá faltaría reforzar un poco la atención del servicio para realzar las sensaciones en sala, si bien fue en todo momento correcto. Me quedo con ganas de volver y probar más platos.

Nueva visita con motivo de Cuina oberta apreciando los mismos defectos y virtudes que en mi anterior comentario.
Platos realmente brillantes en los que se nota la buena mano del cocinero como el cremoso de almendras o el plato de guisantes y 'pilotes' pero otros platos con claras deficiencias como la ternera glaseada algo seca, con falta de sabor y con abundandia de grasa o incluso algún plato sin acabar, como la torrija, que estaba sin caramelizar (lo advertimos y nos dijo el camarero que era así, cuando la torrija era bastante diferente al del resto de comensales cambiando en aspecto y sabor)
Es una pena porque es un restaurante en el que hay talento y profesionalidad, pero con ciertos aspectos que acaban dejándote un sabor agridulce.

La verdad es que es la segunda vez que voy a visitar esta "taperia moderna" y con el saber hacer del cocinero hace de cada velada especial, y mucho. La tapas fantasticas, el servicio me encanto, y el ambiente muy tranquilo. Volvere de nuevo.

Restaurante alejado de los circuito habituales y cuyo chez Vicente Patiño, que ganó un premio al cocinero revelación en Madrid Fusión en el año 2007, elabora una cocina valenciana de autor, apoyada en las últimas técnicas culinarias.
El local tiene una decoración moderna, con una buena iluminación y separación entre mesas.
Tienen dos menús, además de uno a mediodía. Optamos por el menú corto, que fue el que nos recomendaron, formado por 1 apertivo, 3 entradas, pescado, carne y postre a 43€.
Empezamos con el aperitivo, un cremoso de bacalao con muy buen sabor y con un toque crujiente que le daban unos frutos secos. Uno de los mejores aperitivos que he probado últimamente.
Las entradas fueron:
-Salmorejo de tomates asados. Plato simple pero con un sabor muy agradable.
-Cremoso de almendra tierna, agua de tomate y quisquilla. Me gustó mucho la crema de almendras en combinación con las quisquillas aunque el agua de tomate no aportaba demasiado al conjunto, al tener un sabor demasiado neutro.
-Guiso de callos de bacalao con alcachofas. Guiso rico y sustancioso, pero para amantes de las texturas gelatinosas.
De pescado nos ofrecieron sargo con rustido de alcachofas y sepia, que en mi caso salió con un fallo grave de cocción, ya que habían partes del pescado completamente crudas. Se devolvió a cocina y fue subsanado el error
La carne fue cordero con manzana, bien el punto de cocción pero con exceso de grasa en algunas partes del cordero.
Todos los platos llegaron a la temperatura correcta y se mantuvieron a dicha temperatura de principio a fin, cosa que se agradace.
De postre toffe de regaliz, helado de pera, pimienta. Un postre muy suave con un interesante toque que le daba el tofe de regaliz. Perfecto para acabar la cena
Poco que añadir a lo que se ha comentado respecto al vino. Solamente resaltar que nosotros optamos por pedir un par de copas de vino y que fueron llenadas con una cantidad ridícula, muy por debajo de la medida correcta. Incluso pensamos que nos estaban dando el vino a probar.
El servicio de sala me pareció de lo mejor, con gran profesionalidad y educación, preguntando siempre si podían retirar el plato y pidiéndonos disculpas por los fallos resaltados.
Se agradece el detalle de no cobrarnos los 4€ del servicio
En definitiva, un restaurante recomendable, pero con algunos fallos, que no dudo que serán subsanados.

Restaurante con dos ambientes muy diferenciados (tapas en la entrada con taburetes altos ) y comedor en la parte interior. Nosotros estuvimos dentro , por lo que no puedo opinar sobre el entorno de las tapas. Decoración minimalistas con buena separación de mesas, con mejor cristalería y vajilla que cubertería.
Como aperitivo de la casa un muy buen cremoso de bacalao con mucho sabor y una excelente textura. Tomamos posteriormente diferentes platos con resultado en general satisfactorio , pero con valoraciones dispares. De los entrantes habría que destacar por encima de los demas el Rustido de alcachofa y sepionet, un muy buen guiso con muchisimo sabor y una materia prima de calidad alta. Tambien estuvieron con buena nota las Laminas de presa Ibérica en adobo con turrón a la piedra y el Cremoso de almendra tierna, tomate, quisquilla con una conjuncion de sabores original y muy lograda . Mas contundente y con una mezcla muy original ,Oreja Ibérica estofada, granada y "generoso". No la pobre , pero quien la tomo resalto la originalidad de la mezcla de la fuerza de la oreja con la frescura de la granada.

De segundos , steak tartare (correcto, quizas con algo de falta de sabor en la carne), muy buen bacalao con acelgas y pelota dulce y decepcion con un plato de pasta , no por los ingredientes , sino por el punto de coccion demasiado pasado de la pasta.
De postre chocolate con infusion de frutos rojos que los comensales que lo tomaron dijeron que estaba bueno.
Muy buen pan y excelente el cafe.
Carta de vinos algo escueta , pero con referencias interesantes y con precios (en su inmensa mayoria contenidos). Buen servicio del vino , rellenando las copas , sin necesidad de que tuvieramos que pedirlo
Muy atento el servicio de sala. Amable, cercano, predispuesto a agradar al cliente y con una notable profesionalidad.
Es un restaurante que la sensacion que a mi me ha aportado es que esta constreñido. Su cocina busca, teniendo bases muy clasicas, una tendencia innovadora y original sin abandonar sus origenes. Platos como la Oreja o el Rustido son una clara demostracion de esa tendencia. Son clasicos , pero aportan diferencias que le dotan de personalidad. En general se trabaja con una buena materia prima y se la trata con respeto y sabiduria. La sala quiere agradar , y lo consigue. Se preocupa por el cliente y , como ya he dicho , el trato es cercano. La carta de vinos tiene cosas originales e interesantes. Todo esta bien, pero , quizas falte una apuesta mas fuerte por la personalidad que se nota que existe y que, en la actualidad solo se asoma con timidez. Entiendo que los restaurantes , al final, son un negocio y como tal se tienen que tratar. Pero no deja de ser una pena que , gente con potencial , ideas y profesionalidad no puedan dar ese paso hacia delante que definitivamente les meteria en la pista de despegue.
Aqui hay material potencial para despegar y volar alto, otra cosa es que las circunstancias se lo puedan permitir. Por el bien de los que nos gusta este tipo de cocina espero que se pueda producir.
El precio es con vinos (Gotin del Risc 2007 y Veraton 2007), sin dos postres , con un Gin tonic ,un Armagnac, una copa de Sauternes y un cafe cortado con nata liquida.
El precio del servicio es 4 euros persona

...Según como le va.
Yo no puedo más que hablar bien de este sitio.
Es verdad que probé la carta de tapas. Cinco tapas bien presentadas y de calidad, un plato de pescado compartido y uno de carne también compartido, raciones pequeñas pero suficientes después de las cinco entradas, cuatro postres compartidos, dos botellas de Juan Gil 12 meses, 20 euros cada una, cafés, cervezas, agua, copas de oporto y vino de hielo. Todo para cuatro personas a 59 euros por cabeza. No puedo decir que sea caro.
El servicio del vino bien, las copas Schott y los vasos de agua Spiegelau.
No dudo que haya mucha diferencia entre la barra de tapas y el comedor.

Se puede ver la cuenta en esta dirección
http://www.ojoalplato.com/archives/2779

  • cochinillo

    cochinillo

  • corbina con praliné y huevas

    corbina con praliné y huevas

  • canelones de pato

    canelones de pato

Noche de Jueves así estábamos en la zona de barra solo nosotros y un grupo de cuatro personas. Yo prefiero la carta de la zona de barra a la de comedor porque permite probar diferentes tapas hasta que te sientes satisfecho.

El servicio excelente, pero claro teníamos casi un camarero en exclusiva. A pesar de ello a veces les daba por servirte la bebida y otras tenías que hacerlo tu.

Las tapas sensacionales sobre todo si ya has acudido otras veces y ya sebes cuales pedir: buñuelos de bacalao, croquetas de jamón, canelón de pato, bravas,... Tomamos un cava, Gramona III

Los taburetes son cómodos, pero giran con demasiada facilidad y tienes que estar toda la cena poniendo los pies de forma que se mantenga el asiento quietecito.

Escribo este comentario en caliente pero soy consciente de ello y por eso lo hago ahora, cuando a penas han pasado 3 horas de ésta mi primera y anuncio que única experiencia en este restaurante que, por otro lado, tenía ganas de conocer. Reservamos para 4 personas y nos pasaron a la zona interior, diferenciada de la barra. Por ello (no lo sabíamos ni nos advirtieron) no hemos podido probar ninguna de las tapas que otros foreros han comentado en anteriores opiniones. De hecho al preguntar por ellas (por las tapas) se nos ha dicho que existían 2 ambientes diferenciados y que no podían servir en el restaurante lo que se servía en la barra si bien nos han indicado que nos acercarían la carta (aún la estamos esperando) y podrían hacer una excepción.

El local es de apariencia moderno, muy correcto y nada que objetar. Sí a la relación calidad/cantidad/precio. Hemos huído de los menús degustación porque nos apetecía probar alguna de las especialidades. Pedimos anchoas (3,25 euros/unidad) pero sólo les quedaban 2. Ni el calibre ni la calidad ni la presentación (sobre un excesivo lecho de tomate) las hacían merecedoras a mi opoinión de ese precio. Nada que objetar a la coca de verduras ni a la quisquilla de Santa Pola. La ostras (8 euros/ unidad) también estaban buenas. La presa ibérica (anunciada como láminas de presa ibérica) podría definirse como 'virutas' de presa (quiero creer que lo era) cortadas como si un mínimo carpaccio se tratara (sumando los 4 platos -32 euros- dudo que se llegue a media pieza de presa). Esto ha sido la comida. Debo añadir los 'chuscos' (rebanadas mal cortadas) de pan por las cuales han cobrado 4 euros por cabeza (según la carta: servicio de pan -el mencionado-, petit fours -inexistentes-, aperitivo -imagino que el detalle de la casa, servido al principio, que aún estoy esperando que alguien nos explique en qué consistía).

Las bebidas, otro punto aparte. 4 vermouths como aperitivo, 2 de ellos servidos en vasos descascarillados (eso para mí no es un problema pero denota una falta de atención) y vino servido en copas Schott (una de ellas también dañada en la base). Pedimos un Megala (20 euros) pero en seguida nos advierten que han tenido un problema con el proveeedor) y que de los 8 (creo) vinos valencianos anunciados en la carta (deberían pues rectificarla) sólo disponen de: una botella de Mestizaje (no figuraba en carta y no nos apetecía) y el Quincha Corral (más de 50 euros). Pasamos a pedir Ribera de Duero y el Pago de Capellanes solicitado (28 euros) tampoco lo tenían. Nos ofrecen un Pago de Carraovejas (30 euros) que a la postre nos será facturado como Arzuaga.
Resumiendo: 4 vermouths, 1 botella de Pago de Carraovejas, 1 coca, 2 anchoas, 4 ostras, la quisquilla y las 'virutas' (que no láminas) de presa ibérica, el pan y 2 cafés (que creo no nos han cobrado) para 4 personas, ni más ni menos que 174 euros. Lo siento pero para mí, acostumbrado a moverme por ahí, a frecuentar muchísimos de los restaurantes de los cuales se habla en esta web, incluso a opinar sobre algunos de ellos, casi siempre en clave positiva, se me hace difícil hablar mal de un local por respeto a quienes lo regentan y trabajan en él, pero hoy no he podido evitarlo. Otros detalles, como faltas de ortografía en la carta, son para mí secundarios aunque hacen cierto daño a la vista.
Mal, muy mal, creo deben mejorar muchas cosas y en tiempos como los que corren no les auguro (ojalá me equivoque) un futuro muy prometedor. Nosotros, por nuestra parte no volveremos.

Primera visita a esta local de atractiva estética minimalista. Era sábado noche y elegimos la zona de tapas (la zona del restaurante estaba llena, aunque es bastante pequeña). Chorro de aire acondicionado demasiado frío (algo demasiado habitual en muchos locales valencianos) y taburetes incomodos cuando llevas sentado un buen rato. Por lo demás, el entorno es agradable aunque algo frío. La carta de vinos no es muy amplia pero tiene una acertada selección. Eso sí, muchas de las referencias no estaban disponibles (tuve que pedir hasta tres vinos para poder beber por fin un Viña Mein (20€). Pedimos una serie de "Oleotapas" para compartir entre cuatro. Excelente ensaladilla rusa (6€), patatas bravas (6,5€), sepia, patata y mahonesa (7€), muy buenos buñuelos de bacalao (6€), calamar playa a la parrilla (13,50€), coca de dacsa con caballa (muy buena, 8,5€), un sabroso entrecot trinchado con patatas panadera (17€) y finalmente un original postre de ron y lima (un granizado bastante conseguido, 6€). La oferta de tés es amplia y de bastante buena calidad. El servicio de mesa era bastante lento en algunas ocasiones. En definitiva, un local atractivo con una oferta de tapas creativas y muy bien presentadas pero a precios excesivos. Deberian ofrecer un menú de tapeo con un precio cerrado y más ajustado.

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