Como he comentado en anteriores reseñas Cal Sagristà es una apuesta segura. Después de unos meses sin acudir, aprovechando las fiestas de Pascua lo hemos visitado de nuevo. Nuestra sorpresa ha sido que el restaurante ha cambiado de propietarios y no encontramos a Sió y Marisa.
En esta ocasión nos inclinamos por el pastel de porros y los huevos revueltos con ajos tiernos y gambas. Los segundos, rape con verduras, filete con salsa cabrales, magret de pato y cochinillo al horno. Todo como es habitual porque el cocinero es el mismo. 

De postres, un variado del excelente carro de postres que, según nos comentaron, ha cambiado de pastelero y faltaban algunos clásicos.

De bebida, un tinto de Peralada muy rico, Malaveina.

Tuvimos ocasión de hablar con los nuevos propietarios, pareja, él al menos con experiencia sirviendo en Compartir y Norai ambos en Cadaqués. No es lo mismo, evidentemente, trabajar de camarero que llevar el negocio como propietario.

Le deseamos muchos ánimos y suerte y que mantengan el nivel de servicio, de regularidad de la propuesta gastronómica y de calidad y distinción que nos ofrecieron sus anteriores responsables. Le propuse ampliar la carta a platos de temporada y a nivel de vinos ampliar opciones más allá de Celler Peralada. 

Nueva visita para cenar, en esta ocasión en familia. Y una vez más Cal Sagristà es una apuesta segura. Sin la presencia de Sió, alma mater del restaurante, pero con la dirección de Marisa el nivel sigue siendo alto.

Éramos 6 comensales y citaré los platos solicitados sin entrar en detalle porque todos ellos estaban a un muy buen nivel. Carpaccio de atún, pastel de porros, pasta fresca con langostinos, filete con foie, filetes con cabrales,... Y el carro de postres marca de la casa que te obliga a guardar un pequeño rinconcito en el estomágo.

Un Masia Carreras tinto, excelente siempre de Martí Fabra, 100% carinyena.

Cal Sagristà es mi primera recomendación cuando alguien me pide un restaurante de la zona. Y siempre ha gustado.

Espacio cálido, servicio próximo y profesional, muy buena calidad - precio.

Recomendación segura.

Parada para comer, el lunes 10 de julio, en el restaurante Cal Sagristà, ubicado en el bonito y monumental pueblo de Peralada, en el Alt Empordà, donde nos habíamos dado cita con nuestros amigos, Jaume y Conxita (Socdesitges y su mujer).

Este restaurante situado en pleno centro histórico, no lejos de la antigua muralla medieval, con casi 40 años de existencia, fue la antigua casa del sacristán de la población y ha guardado el encanto de épocas pasadas.

Su cocina, tradicional catalana puesta al día, es honesta y está elaborada con productos de calidad.

Su interior es muy amplio y agradable, bien decorado, con mesas bien vestidas, bien separadas las unas de las otras, vajilla y cubertería clásicas y buenas copas.   

El servicio de acogida y de sala, llevado a cabo por la que supongo, era la propietaria, ayudada por un camarero fue muy bueno, cordial, próximo, y profesional.

El servicio del vino llevado a cabo por la misma persona fue correcto. Descorche, primera cata, y seguimiento aleatorio. El vino escogido no estaba a la buena temperatura y tuvimos que esperar que se enfriase...

Mientras ojeábamos la carta nos sirvieron un pequeño aperitivo a base de salchichón y butifarra catalana.

Comimos lo siguiente :

Entrantes :

Amanida de llagostins amb pesto. Ensalada de langostinos con pesto. Por lo referido estaba buena.

Carpaccio de gambes amb tartar de tomata i advocat (2). Carpaccio de gambas con tartar de tomates y aguacate. También buena

Croquetes de pernil i de marisc. Croquetas de jamón y de marisco. Buena ración (8 unidades) y muy buena elaboración.

Platos principales :

Rap amb melmelada de tomata i formatge fresc (2)  Rape con mermelada de tomate y queso fresco. El pescado en su perfecto punto de cocción, la asociación con el queso fresco tibio sorprendente y por lo escuchado no dejará un recuerdo imborrable para los comensales que lo tomaron..

Garrí al forn amb patates casolanes i espàrrec (2). Cochinillo al horno con patatas caseras y espárrago. Bien cocinado y ración abundante.

El pan fue bueno.

De postres tomamos :

Flan (2),Tiramisú  y Helado de vainilla. Los tres correctos. El helado de vainilla consecuente (4 bolas).

Para beber tomamos una botella de agua de 1l y una botella de vino blanco Pazo das Bruxas DO Rias Baixas 2022.  Bodega Torre Penelas (Bodegas Torres). Cepajes : 100% Albariño ." Una vez vendimiada la uva, realiza una maceración en frío durante 6 horas, para pasar luego a fermentar en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada, 15-16°C." Vino de color amarillo brillante, fresco, suave, y largo en boca. Fue una pena que no pudiésemos disfrutarlo en su justo valor pues como ya he dicho anteriormente se nos sirvió fuera de temperatura y no llegó a alcanzarla durante la comida.

Finalizamos con unos buenos cafés.

La  cuenta ascendió a 45,70 €/persona. Muy buena RCP. Una comida bien elaborada compartida en muy buena compañía. Si se presenta la ocasión me gustaría volver para ver la estacionalidad de la carta, pues he podido leer varias de ellas de distintas épocas y son todas muy similares sin casi productos específicos  de temporada, lo que me parece muy importante. A seguir en una próxima visita

Cal Sagristà es uno de nuestros restaurantes preferidos en l’Alt Empordà y está situado en Peralada, monumental pueblo situado en el mapa mundi por su castillo - casino, festival de verano, vinos y su buena propuesta gastronómica.

Tener casa cercana me permite visitar sus restaurantes con cierta frecuencia y Cal Sagristà en nuestra primera opción. Situado en una muy bonita casa en la parte antigua del pueblo, con mesas bien separadas, con la elegante y cercana atención de su responsable Sió y de la siempre atenta Marisa y con una carta de cocina catalana que tiene una regularidad sorprendente. En nuestra última visita escogimos una escudella y unas croquetas de marisco y de jamón excelentes de primeros y un pastel de porros y pasta fresca con langostinos. Todo muy bueno y como decía antes, siempre con una regularidad digna de destacar.

De postres, un muy bien surtido carro de postres, poco habitual en la mayoría de restaurantes, con gran variedad de postres caseros.

Carta de vinos con dominio de referencias ampurdanesas sin olvidar otras DO catalanas y españolas.

Y con el buen tiempo disponen por las noches el comedor en una romántica y deliciosa terraza interior que es un plus a su ya interesante propuesta y sus mesas están solicitadísimas. Tiene una relación calidad - precio inmejorable.

Queda menos para reservar mesa en la terraza y rezar para que el viento o el mal tiempo impida una nueva cena romántica. 

Web: Lamentablemente no disponen de página web.

Facilidad para aparcar:
- Complicado, mejor dejar el coche y andar un poco.

Situación y Entorno exterior:
- En pleno centro histórico de la población y en lo que creo fue un convento de religiosas.

Entorno interior y Servicio de mesa:
- Decoración relajante y “monacal” de acorde a su antiguo uso.

Trato del personal:
- Agradable, especialmente por parte de su propietaria.

Especialidades:
- Tradicional catalana con toques de modernidad.

Claridad carta:
- Sin problemas, clara y precisa.

Platos probados y precio:
- 13 €.- Carpaccio de atún. (No acabó de gustar, el marinado desvirtuaba completamente su sabor)
- 9 €.- Croquetas. (½ ración de Jamón y ½ de marisco, Riquísimas)
- 17,75 €.- Bacalao Sagristà. (A pesar de ser una de las especialidades tampoco encajó)
- 13 €.- Rabo de buey y hígado de pato. (Muy bueno)

De postre:
- No pedimos postre.

Bebidas:
- 11,25 €.- Cava Peralada Brut Nature.
- 5,50 €.- Agua, infusión, cafés y Pan.

Cuenta:
- 71,60 €.- Dos personas (Pan, 1€ por persona)

Relación calidad precio:
- Buena.

Lo mejor:
- Platos tradicionales.

Deberían mejorar:
- Para mi gusto, quizás debería afinar algunos platos, aunque para gustos los colores.

A quien podrías encontrar por allí:
- Amantes de la buena mesa, trabajadores del Castell y otras empresas de los alrededores, muy adecuado para parejas.

A quien probablemente no encontrarías por allí:
- A los habituales de los Mc’s, de los Pan’s, y otros por el estilo.

Recomendable:
- Sí.

Comentarios:
- Aunque ese día algún plato no estuvo a la altura de lo esperado, una buena opción para probar buena comida tradicional catalana en un entorno romántico, ese día la verdad es que yo desentonaba un poco ya que estaba de bricolaje náutico y mi aspecto no era el más apropiado.

Estuve aquí hará un mes y aún me sigo acordando y tengo ganas de volver. Restaurante en un precioso pueblo,decoración exquisita, trato muy cordial,comida casera y echa con mucho cariño.el foie de primero excepcional y el bacalao buenísimo,los postres no sabes que escoger de ese carrito de pasteles caseros.sin duda merece la pena escaparse un día hasta allí,volveré!!!!!!!

Restaurante familiar de trato exquisito. Cocina elaborada y de gran calidad con excelente materia prima; carta de vinos corta y con mayoría de referencias de la zona. Croquetas de marisco, carpaccio de gambas, escalivada, carrillera de cerdo con risotto de setas, bacalao (excepcional), buenos postres caseros, refrescos, cervezas café y licores: 112,62 €. Destacable el trato dispensados a mi hijo de 4 años, al que le sirvieron sin apenas demora un plato combinado de una excelente merluza a la plancha con patatas fritas y un helado casero.

Entre las callejuelas de esta pequeña y maravillosa localidad ampurdanesa, se esconde este entrañable local con una cocina “de la terra”, sencillo en la decoración, con calidad en sus productos, con buena presentación en sus platos , excelente y muy importante “agradable” servicio de mesa y si le buscamos un pero , solamente una carta cortita de vinos, don de el 50% de la misma son logicamente peraladas.
Brandada, carpaccio de atun, 2 Bacalaos exquisitos,un cava gran claustro peralada,aguas postres, cafes y xupitos 90€ (2 pax) .
Carro de tartas-postres excesivo en su variedad.
Muy recomandable, repetiremos .

En Perelada, Alt Empordà se esconde esta pequeña joya. Un restaurante altamente recomendable, platos de gran calidad, excelentes materias primas y buena elaboración. Los raviolis, deliciosos, las galtas muy recomendables. El carro de postres hará las delicias de los más golosos. Gran entorno, gran lugar, excelente relación calidad precio. Por fin un Bib Gourmand que se lo tiene merecido!
El vino? Bueno hay cosas más importantes que el vino. Correcta selección de vinos de la zona, tal vez el punto a mejorar. Por lo demás perfecto.