Segunda visita,
Esta visita por comida de negocios. Cuatro comensales.

Nos decidimos por no pedir el menu del día.
De entrantes croquetas de setas y de jamon, correctas
Pan de cristal con matrimonio, bien, buenas anchoas.

Ensalada con pollo queso de cabra caramelizado ..., correcta.

Patatas bravas. Bien

Hamburguesitas de buey, buenas pero demasiado hechas.

Entrecot con chimichurri .... Bien.

Me ha desencantado. La primera visita me gusto, esta no me ha dicho nada.

Una pena.

Postre: Helados caseros

Dos botellas de vino albariño. No tenian ningun rueda, ni somontano.

Me ha defraudado.

Acudimos el jueves a medio dia. Local a medio gas , como todo en general excepto algun privilegiado. Podias elegir entre la carta habitual ( tapas a compartir ) o un menu del dia que constaba de dos entrantes y luego un principal a elegir y un postre. Todo por 12,90€ iva incluido.
Asi que decidimos pedirnos el menu con fideua de carne y ademas un par de tapas . El menu constaba de una coca de lomo de horza y pimientos , buena y con presencia y un salpicon de pulpo.Ampliamos con unas hamburguesitas de sepia, con sabor a fume de pescado y un pan tipo chapata , buenas y originales y con unas marineras murcianas ( rosco de pan, ensaladilla y anchoa ) con una ensaladilla buenisima y una anchoa doble 0.
Como principal, una fideua de cabello de angel con esparragos y conejo, sensacional.Pese a ser menu, te sacan la paella a la mesa( no emplatan de una grande). Ninguno de los cuatro habiamos probado nunca una fideua con fondo de carne y nos maravillo.
El postre era un brownie blanco con helado de dulce de leche, muy bueno.
El vino que tomamos fue el Castro Valltiure( 2 bot), gran acierto , un mencia potente a la par que elegante, servido a temperatura correcta en copas schott.El servicio ,mas que digno, dando a oler el tapon y dando a probar el vino.
La carta me parecio muy completa, pese a su tamaño, no mas de 150 referencias, ya que tenias a elegir vinos de muchisimas DOs.
Cafe Illy muy bueno.
Sin duda lo mejor de todo la fideua,el precio global del menu(muy competitivo)y el local, que con esa bodega a la vista , sigue siendo , pese al paso del tiempo, de los bonitos en la ciudad.

Pues eso, volvimos después de mas de un año y cualquier parecido con lo anterior es pura coincidencia. Ea la carta (¿que carta?) de tapas pedimos las brabas y las mini hamburguesas, por el gran recuerdo que nos brindaron las que nos tomamos hace ya. No voy a cometer el error de compararlas por que no tienen parecido ninguno. Las hamburguesas eran especialmente infumables. Las bravas y su espuma de ajoaceite....dejémoslo ahí. Mención a parte es la carta de vinos. ¿que quedarán de la antigua, un 10%? mas o menos, y encima de algunas referencias no había. En fin, no vuelvo.

Paseando por Ruzafa, hemos decidido probar La Lluerna. No la conocíamos.

Iba un poco asustado por los últimos comentarios, de hecho pensaba que el sitio me defraudaría, pero no ha sido así.

Dos y media de la tarde, y sólo una mesa ocupada, nosotros éramos la segunda. Al entrar al local la música estaba muy fuerte, cosa que han corregido a los dos minutos sin decirles nada.

El servicio, correcto y amable, nada que objetar.

Hemos tapeado un poquito: bravas (buenas), tosta de entrecot (excelente) y raviolis de rabo de buey (normalitos). Las raciones, generosas.

Estábamos llenos y no hemos pedido postre, pero tenían muy buena pinta.

Y por cierto, había en la carta un arroz del día que tenía un aspecto delicioso. La próxima vez seguramente lo pidamos.

Para beber, una botellita de Finca Antigua 2008 que ha defraudado. El servicio del vino, correcto.

Esperaba un desastre de local y me he encontrado con una opción más que respetable para tomar algo por la zona de Ruzafa.

Repetiremos seguro y no tardando mucho.

Pues eso, que visto lo visto, no puedo ni imaginarme como seria antes.
He leido a muchos compañeros foreros y parece como si hubiera ido a un local diferente.
Fuimos a cenar ayer noche y la verdad es que nos gusto mucho. La sala principal estaba casi ocupada por completo. Clientela muy heterogenea, eso si.
El servicio fue rapido y eficiente , a la vez que atento , pese a tener mucha carga de trabajo por camarero. Podia ser mejor, pero para un local de tapas, sin pretensiones de estrellas y con unos precios muy logicos para estos tiempos, mas que suficiente.
La carta de vinos nos parecio bastante bien estructurada. Para tener solo algo mas de 100 referencias encuentras casi de todo; muchas denominaciones, clasicos , modernos y precios de lo mas razonables. Pedimos una botella de Avi, un vino de Alicante que desconociamos y nos sorprendio gratamente. La temperatura perfecta y bien servido en copas Schott.
Ya que la idiosincrasia del local son tapas a compartir, nos dejamos asesorar por una simpatica camarera y pedimos varias. Empezamos con una ensalada con fresas y queso stilton, luego un par de croquetas ( buenisimas las de setas ) , seguimos con un milhojas de foie . Despues llego un calamar a la plancha con la tipica salsita verde, muy bueno de sabor y con una estetica muy original. Para terminar, un secreto iberico con patatitas paja.
Pese a estar bastante llenos, nos atrevimos con un postre, un volcan de chocolate, como un coulan. Muy bueno, tambien , buena textura , buen chocolate.
En fin , todo muy bueno , precios razonables y raciones de buen tamaño , de hecho creo que podian cenar tres con lo mismo que pedimos para dos.
Repetiremos, seguro.

He ido a la lluerna, muchas veces y la bajada de calidad de las últimas es alarmante.

Por todos los gratos momentos que este sitio me proporcionó en el pasado seguiré asistiendo, pero el crédito se agota.

El servicio en las mesas no es lo que solía ser y algunos de los platos que hacían, han bajado el nivel peligrosamente.

Vamos a espabilar que este sitio es un gran sitio y esta claro que un bajón lo tiene cualquiera.Estamos a tiempo.

A mi me invitaron recientemente a este restaurante y, aunque previamente me informé en nuestra página sobre a dónde iba a ir, me fui al espacio con curiosidad.
Coincido en lo que últimamente señalan los comentarios: el servicio está fatal! Lo que no consigo entender es como los responsables actuales no se dan cuenta de tan tamaño defecto.
En definitiva, lo que comí estaba bien: un timbal de pulpo y un arroz con pato y setas.
Debe ser que el cocinero "arrocero" no se ha marchado del proyecto original de este restaurante, porque realmente el arroz estaba muy acertado.
El postre pasó sin pena ni gloria, y los cafés consiguieron destacar.
Mención a parte el vino, cuyas dos referencias que solicitamos no estaban disponibles.

En los últimos meses, este restaurante ha pasado de ser una de las mejores opciones de la ciudad a ser un lugar que no recomendaría a nadie.

Desde que cambiaron de dueños, el servicio es pésimo, el encargado desagradable y, para colmo, han puesto turnos y horarios estrictos, de forma que pueden levantarte de la mesa aunque no quieras marcharte.

La última vez que decidí ir (será la última) estuvimos más de media hora esperando a que nos trajeran una cerveza (porque no había manera de que nos tomaran nota de la cena) mientras el encargado estaba sentado en la barra sin inmutarse.

Un desastre y una pena, haber echado por la borda el buen trabajo que se había hecho hasta el momento.

Creo que mi titulo lo dice todo!!el servicio espantoso, hacia tiempo que no me sentia tan incomodo, el tema de los vinos, ha perdido el encanto que tenia!En el tema de la comida bien, no como hace un año y pico, pero la comida estaba buena!!

Pedimos:

Una ensalada cesar, ración grande y buena
Bravas,como siempre( a mi acompañante le encantaron)
Milhojas de foie, muy bueno
Tiramisu, lo mas flojito de la cena, estaba bueno!
Para beber, un albariño Pedralonga, muy bueno para mi gusto!
alfinal pagamos 49€

No creo que vuelva hasta que no hagan mejoras en el servicio, antes daba gusto ir alli, ahora tira para atras ( por lo menos para mi)

Estoy totalemente de acuerdo con Almafuerte. La Lluerna par mi es un buen restaurante calidad-precio que solia visitar con amigos a los que queria impresionar. Esto ha cambiado totalmente este verano. El servicio pesimo, sobre todo de unas chicas que se creen mejor que nadie y que ni te saludan al entrar, es como si te estuvieran haciendo un favor porque cenes alli. Realmente una pena.
Otro tema es la comida, que además de subir en precios no tiene la calidad que tenía.
En fin, solo volvere al restaurante si veo a Luca o Miquele por ahi, seguro que todo mejora en ese momento.