Estuvimos la semana pasada aprovechando un fin de semana en León.
Las imágenes de la web y algunos comentarios habían despertado nuestra expectación. La bodega es similar a otras de la provincia, techos elevados y cónicos simulando estar excavada en la loma. En el momento de la llegada había bastante humo que empezó desaparecer gracias al efecto de un ruidoso aspersor.
Algún cliente haciéndose fotos con el propietario mientras trocea la chuleta. Nos entregan las cartas y el propietario se acerca a señalarnos en ésta la que dice es su mejor carne –buey a 70 euros el kg- pero nosotros llevábamos intención de tomar vaca de trabajo y así se la pedimos a la chica que nos tomó nota junto a una ración de cecina de buey y una botella de Emilio Moro –estaba agotado y tomamos Elias Mora crianza-
El maestro de ceremonias se acerca para mostrarnos la chuleta de vaca asignada y que tenía no menos de un 70% de grasa. “Es que la carne es así, estos animales tienen mucha grasa” nos dice. Como restaurador me pareció algo injustificable sabiendo que existe un concepto de nombre escandallo y lo que es el despiece de vacuno. Nosotros íbamos a comer carne, no sebo que debiese tener otro precio. Cada uno que saque sus conclusiones.
Le preguntamos si el buey –recomendado- tenía tanta grasa y nos dijo que mucha menos. Nos invita a verlo y si no nos interesa volver a la vaca.
Por supuesto, no tenía más de un 30% de grasa. Lógicamente tomamos buey a 70euros por 1700 gramos y no sebo de vaca a 48 euros.
No me quiero extender pero estoy seguro de que no tomé la chuleta que me mostraron. La cantidad de grasa infiltrada era muy diferente. De todas formas tenía muy buen sabor y la textura era muy buena.

La cecina, muy buena y nos invitaron a cafés y chupitos.

Como bien dice el comentario anterior, restaurante situado en un pueblo cerca de La Bañeza sin ningun encanto en particular.
De arquitectura similar a las cuevas-bodega de Valdevimbre.
Recibimiento a la puerta, que da la casualidad que es la propia cocina, donde tienen espuestos los chuleteros y se ve la parrilla y las pilas de leña.
Comedor tipo cueva con varias estancias excavadas en la arcilla, mesas de madera en plan rustico, vajilla y cuberteria correcta y cristaleria Riedel.
Para compartir pedimos una ensalada mixta 7.5€, con buena variedad y de gran tamaño y un revuelto de boletus 9€, muy rico, grandes trozos de boletus y de gran sabor y de segundo el plato estrella de la casa, chuleton de buey a 70 €urazos el kilo, en este caso pesando 1,400kg se nos fue a un precio de 98€, primero te lo presentan en crudo y posteriormente aparece en escena el dueño, Jose Gordon, todo un profesional de la carne, con una gran destreza te filetea el chuleton en varios cortes sin desaprovechar un gramo de carne, eso si, entre hueso y grasa se genera bastante desperdicio que has pagado a precio de oro, pero la carne que queda lo vale con creces, puro sabor, pura mantequilla, gran infiltracion de grasa en la carne, el extasis de los carnivoros.
La carta de vinos es amplia, centrandose sobre todo en las denominaciones de Castilla y Leon y Rioja, aunque haciendo mencion a muchas otras DO españolas y algun que otro vino internacional, precios no muy grabados, elegimos un Marta Cibelina 07 a 21€, buen vino servido correctamente.
Terminamos con unos cafes y unos chupitos de orujo de cafe (dejandote la botella para que te sirvas los que quieras), muy ricos e invitacion de la casa.
Si eres amante de la carne, al menos merece la pena una visita.

Reciente visita a este templo de la carne, animados por los comentarios de este foro y su reciente mención en "The Guardian". Aprovechamos el puente de San Jose para hacernos una escapadita 4 personas a la Bella Ciudad de Leon.

El Local Se encuentra en un pueblecito cerca de la bañeza, entorno rural a mas no poder aunque sin ningun encanto en particular. Restaurante con mesas grandes y bancos de madera tipo sidreria en el subterraneo de una antigua bodega familiar. Bastante ruidoso y poco ventilado cuando pasaba alguna carne humeante.

Tengo que decir que la Cocina es estupenda, con C mayuscula, productos de calidad excelente y bien tratados. Colmenillas rellenas de lagostinos al ajillo, bien aunque ese producto aceptaria un trato algo menos aceitoso. Chorizo de Buey estupendo y morcilla casera algo floja.

Vamos con las carnes, Chuleta de trabajo (no habia buey) para 3 y 3 picañas de buey. La chuleta te la presenta en crudo antes de pasarla a la cocina 1.7 kg de chuleta que luego sin el hueso y sin la grasa (ninguna) se queda corta para 3, aunque bien para 2. El punto y sabor de la carne es de 10, excepcional, la mejor vaca del mundo. Pero que te cobren 1.7 kg cuando en realidad te comes unos 800 gr, te amarga un poco la sobremesa.

Decepción inmensa con las picañas, 2 llegaron frias a la mesa y a petición nos pusieron un plato de barro para rematar nosotros la faena. Pero amigo, una picanya es esto http://www.youtube.com/watch?v=CIQOIzTYz5E&feature=related y aquello era un filete escualido de picaña. Totalmente decepcionante.

El sitio merece la pena para el chuletón, su buey, su embutido, etc. De beber comenzamos con un prieto picudo 100% con 12 meses de barrica que despues cambiamos por un valdeorras de mucho mas empaque. 278 € 6 personas. (1 de ellas no comió carne)

Fuimos exclusivamente a comer ese buey autentico del que tanto hacen gala. La verdad es que excelente. La carta es amplia pero dado que ibamos a comer carne solo tomamos unas colmenillas rellenas de langostino muy buenas. El chuleton pesó 1,5 kg para dos personas y nos dejo satisfechos. El kilo esta a 70 euros. Hay que insistir en el peso de la carne porque si te descuidas te pone mas de 1 kg por persona lo que es exagerado y encarece la cuenta.
El vino regular dado que aunque la carta es sugerente pedimos un par de referencias y no las tenian (y eran de la zona)
En resumen, buena carne, ambiente agradable y servicio muy amable.

Una bodega del paramo leones adaptada a restaurante, no es la novedad, el trato por la carne y hacer de esta una filosofia de vida si.
extensisima carta de platos populares y de productos de chacinas de la tierra a precios ajustados, tomamos una cecina de buey increible, una ensalada con vinagre de modena que anunciaba la carta(donde estan los grandes vinagres de Jerez) el dia que estubimos no habia buey y comimos vaca de trabajo, Gracias por no engañarnos como hacen incoscientemente muchos, y otros conscientemente.
carne sabrosa y con buen punto, lastima del frio incomodo que hacia en el local, con lo que al segundo bocado se te enfria la carne, que intentaban compensar con platos refactarios. bloque de postres caseros. la bodega espectacular en numero y referencias, servicio pobre, atento pero con muchas carreras.
gracias por defender las buenas carnes.

Selección sorprendente de materia prima, más sabiendo los tiempos que corren...

Se trata del establecimiento donde se come la mejor carne del mundo, según las revistas Time y Vogue. Sin duda, y sin exagerar, se trata de uno de los mejores que personalmente he probado, y mira que he visitado sitios en Cantabria, Asturias y El Pais Vasco.

Se encuentra en Jimenez de Jamuz, un pequeño pueblecito leonés, entre Astorga y La Bañeza, dedicado desde siempre a la agricultura y a al a la cerámica

Canales pesadas procedentes de bueyes auténticos de origen nacional, gallegos, leoneses, zamoranos algún portugues de los Tras Os Montes.

O sea, machos castrados de unos 10 años de edad, que no han dejado de comer forraje a lo largo de su vida, por lo que el grado de infiltración grasa es brutal.

Los elige José Gordón, su propietario, en persona, de forma individual, en vivo. Tras su sacrificio les da su pertinente maduración en cámara de al menos 40 días. Chuleteros enmohecidos. Mantequilla en la boca. Nada que ver con la vaca lechera vieja rematada a pienso de los daneses de Skare ni a los bueyes jovenzuelos del proyecto de Valles del Esla que nos encontramos por media España.

Como no, el secreto también está en que se elaboran a la parrilla de carbón de encina o al horno de leña con un toque de maestro.

El resultado es abrumador: SABOR pleno y una JUGOSIDAD y TERNEZAS extremas.

Como está al lado de la A-6 no dejeís de visitarlo si vaís de camino a Galicia. Un tajo de cadera resulta una solución muy económica. El chuletón de buey evidentemente hay que pagarlo ( unos 60 €/kg ), pero también siempre merece la pena.

La carne se acompaña de raciones típicas leonesas ( morcilla, cecina de bodega, embutidos ahumados), así como setas de temporada.

250 referencias de vinos, como no, sobre todo Mencias del Bierzo y Prieto Picudos de Tierras de León, así como la colección personal de José Gordón con añadas señaladas de Vega Sicilia y los mejores Châteaux de Francia (desde 1950 hasta 1980). También orujos auténticos, potentes.

Para acabar, la decoración y el ambiente son una pasada !!. Mesas de madera recia en nichos excavados en la tierra. Superrústico, ya que es una antigua bodega de principios de siglo escavada en la tierra. Muy recomendable porque obtienes criterio sobre la carne de verdad y el trato es muy afable por parte de José.