Restaurante La cueva del cura en Valdevimbre
Restaurante La cueva del cura
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
20,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
27 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.0
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
4.6
Comida COMIDA
6.8
Precio medio entorno ENTORNO
8.8
RCP CALIDAD-PRECIO
7.4
Paletilla
Tortilla guisada
Cecina y queso
Opiniones de La cueva del cura
OPINIONES
9

Visita familiar el pasado febrero.

Muy buena calidad de los platos destacando las mollejas y la tortilla guisada, sin olvidarnos de las carnes

Toda la review aquí:

Visita a la bodega La Cueva del Cura en Valdevimbre, León

Primera etapa del periplo leonés.

Directos en vena, a Valdevimbre, la capital del pietro picudo, célebre también por sus numerosos restaurantes-cueva. A uno de ellos fuimos, uno de los más populares (si no el más), La Cueva del Cura.

El lugar es precioso, singular. Una enorme cueva-bodega del siglo XVII (en realidad la unión de varias de ellas) reconvertida en restaurante hace ya más de dos décadas. Tiene numerosos “huecos”, de todos los tamaños, es inmensa. Y los fines de semana… se llena. Tremendo negocio.

Éramos una pareja y nos ubicaron en un hueco-sala de los principales. Al tratarse de un día de entre semana a mediodía, no había mucha gente.

Cocina leonesa tradicional, tiene fama por su tortilla guisada y sus carnes.

Pedimos, todo al centro:

Cecina. Correcta.
Lengua curada. Una delicia de embutido, el mejor plato de la jornada. Jugosa, sabrosa, con ese toque ahumadito…
Morcilla de León. Mucho miedo... Esas morcillas norteñas tan ácidas son de las pocas cosas en el mundo que me sientan mal… pero no me pude resistir. La de León se presenta siempre en cazuela de barro y deshecha, la sirven como un paté grueso, y se unta en el pan, por cierto, gran pan. Rica. Y no me sentó mal.
Tortilla guisada. Le tenía yo ganas a este plato, no lo había probado nunca pero había oído maravillas de él. Un auténtico chasco. Se trata de una tortilla de patata que una vez hecha se cocina de nuevo en una salsa de tomate, pimentón a saco y pimientos. El guiso estaba muy rico, pero la tortilla pésima (una constante en nuestras andaduras gastronómicas leonesas, las malas tortillas que contrastaban con todo lo demás de allá, que está siempre bueno). El huevo parecía excesivamente batido y cuajado, y la patata en lugar de frita como cocida.
Chuletillas de lechazo al sarmiento. Buena textura pero no andaban sobradas de sabor.
Leche frita. Bien, caseras, bien.
Canutillos de Mercedes. Agradables, comedidos de azúcar, considerable hojaldre con el relleno de una seria crema pastelera.

Bebimos, cómo no, un prieto picudo rosado, el que nos aconsejaron como el mejor de la carta, un 3 Palomares pietro picudo rosado 2013 que fue servido en copas aceptables. Un buen vino, pero a mi gusto excesivamente “chuche”. En los rosados me gustan las fresitas, no tanto las chuches de fresa.

El servicio, familiar, cercano e implicado.

Bueno, pues una comida corriente con alguna grata excepción, en un pueblo y en un entorno especial.

Hay que ir. No sé si a éste o a otro, pero si se va a León hay que pasarse por alguna de las cuevas de Valdevimbre.

Más de lo mismo, pensábamos que iba a ser algo más de lo que realmente fue.

Ya conocíamos algún otro Restaurante - Cueva del entorno y todo el mundo nos había hablado muy bien de la Cueva del Cura, pero francamente es más de lo mismo...

La cueva en si es bonita, si es la primera vez que entras en una sin dada te sorprenderá pero poco más... La carta correcta, precios medio - alto y servicio un tanto lento y mejorable.

En nuestro caso tomamos un revuelto de ajetes que estaba correcto, unas carilleras y rabo de toro (más bien de vaca), un tanto grasientas pero buenas de sabor.

Carta de vinos corta pero adecuada.

Llegamos a León a la hora de la comida abrumados por la amplia oferta gastronómica a nuestro alcance, y los pocos días que teníamos para saborearla, así que empezamos a descartar restaurantes posponiendo su visita para una próxima oportunidad.

Nos decidimos por uno de los que nos pareció más típico “La Cueva del Cura”, impresionante entorno que no pasaré a describir para no repetir lo escrito en anteriores comentarios.

Recordaba haber comido en una de esas cuevas hace años en otra visita y me dejó muy buen recuerdo, es un restaurante “turístico” pero ¿acaso yo en León no soy un turista?

Como dice el amigo Gavelar en esos sitios turísticos tienen sus especialidades y es recomendable ceñirse a ellas por dos motivos, suele ser los platos que tienen más por mano, y si estas de visita lo lógico es probar las especialidades de la región visitada.

Así que nos deleitamos compartiendo,

Una ración de queso y cecina, nada que ver con la cecina que nos venden en los supers de Girona. (ya hemos contactado con una carnicería de Astorga para que hace envíos a domicilio, jeje)

Media tortilla guisada, uno de los platos típicos de la zona y uno de los descubrimientos del viaje, no la habíamos probado y nos gustó mucho a todos. Ojo que llena, y las raciones son muy abundantes.

Seguimos con:

Una espaldita de cordero a la brasa, acompañada de unas patatas fritas, muy buena y en su punto exacto de cocción.

Unas chuletitas de cordero a la brasa, más o menos tan ricas como la paletilla.

Uno de Bacalao ajoarriero , rico, rico, rico….

Para finalizar,

Canutillos y Leche Frita

Todo ello lo regamos con varias cervezas con y sin alcohol y una botella de vino de la zona, Prieto picudo, 3 Palomares Tinto Crianza que no estaba mal, y cafés invitación de la casa.

En mi opinión es una opción muy recomendable para los viajeros que visiten la zona.

En el pueblo hay otros restaurantes similares que supongo brindarán más o menos la misma oferta, por lo que la competencia entre ellos garantiza una cierta calidad y unos precios ajustados, y para los que venimos de fuera un entorno muy especial que no tenemos la suerte de disfrutar habitualmente.

  • Paletilla

    Paletilla

  • Tortilla guisada

    Tortilla guisada

  • Cecina y queso

    Cecina y queso

Es este uno de esos sitios tipicos, a los que acudes cada cierto tiempo, (si vienes de vacacciones a León no dejes de visitar un restaurante-bodega de valdevimbre), es cuanto menos curiodos cenar (o comer) dentro de una bodega. Rcp buena, servicio cordial (sin más ni menos), vino centrado en la D.O tierras de leon, algo del Bierzo y los habituales riojas y riberas (por favor no pidas peras al olmo, si estas en haro pide rioja, si estas en Jumilla...y si estas en Valdevimbre prueba un prieto picudo,) servicio del vino se limitan a abrir botella (y tuya es ), copas de batallas. En contradicción con mi comentario nos decantamos por un Impresiones (vino de una bodega del pueblo Los palomalores, pero echo con Verdejo de la provincia de León). Respecto a la comida todas, o casi todas las cuevas del pueblo, tienen unas especialidades tipicas, mejor centrarse en ellas, (embutidos de león, Chorizo al vino, tortilla guisada,lengua, pastel de cabracho, bacalao, carnes a la brasa). raciones conviencentes precios comedidos, y el tipismo del sitio lo convierten en una opcion a tener en cuenta.

De fin de semana en la Bañeza, pensamos ir a cenar a Valdevimbre porque teniamos un grato recuerdo de la Cuava de los Poinos y por otra parte nos animaron los comentarios recientes sobre la Cueva del Cura y sobre todo la carne. Ir a El Capricho es eso..un capricho que se paga pero bien empleado en mi opinion.
Pues bien, la cena consistió en morcilla de León muy buena, unos callos correctos, poco grasientos pero con cierto gusto a "sebo" y un chuletón que pesó poco mas de 1 kilo. Y es en esto en lo que tengo que disentir de los comentarios anteriores. La calidad era mediocre. La carne con exceso de grasa y tendones y con un tufillo podrido que no era ni mucho menos el de la maduración de la carne.
Tomamos Pardevalles Gamonal que se limitaron a dejar en la mesa.
En cuanto al servicio, correcto pero excesivamente rapido. CReo que al ser sabado por la noche y dada la afluencia de publico pensaban doblar turno ..
El precio muy ajustado pero ya digo que merece la pena darse "el Capricho" ...si de comer carne se trata.

Yo fui una de las personas que disfruto la comida en compañia de kintiman, con lo cual no voy a desarrollar los platos, sin embargo si hacer mencion especial al chuleton, aproximadamente de un kilo, en pieza pequeña y de gran grosor, beta estrecha marcada, escaso cumulo de grasa, de gran sabor y una textura que puedes llegar a confundir con la del solomillo. En cuanto a su preparación, simplemente extraordinaria, en un punto perfecto, una carne de la que hacen que te salten las lagrimas de los ojos, a su vez acompañada con un vino prieto picudo del cual no habia oido hablar pero que marina a la perfeccion con la carne y realmente sabroso.

EL restaurante invita a pasar un gran rato, como asi fue, recomendable al 100 x 100 para pasar un momento especial junto a gente que lo merece.

Restaurante situado en Valdevimbre, pueblo situado a 17 km de Leon y centro neuralgico de la produccion de vinos de la variedad Prieto Picudo. Como su nombre indica, son cuevas excavadas en la tierra, antiguamente utilizadas como bodegas, en el que un largo corredor va dando paso a comedores anexos de diverso tamaño.
Mesas, cristaleria y vajilla de lo mas basico, servicio algo lento debido a la afluencia de gente.
Cuatro comensales a la mesa, nos decidimos para compartir por 1/2 racion de embutidos de Leon 11€, generosa racion y de muy buena calidad, morcilla de Leon 3.50€, servida sin piel, muy rica y 1/2 ensalada mixta 4€, tambien generosa racion.
De segundos, dos compartimos un chuleton de aprox. 1Kg 30€, hecho a la parrilla y perfecto de punto, de los mejores que he probado y los otros dos parrillada de carnes 30€, compuesta de costillas al ajillo, solomillo, entrecot y chuleta, carnes de primera y con el punto de parrilla perfecto, todo acompañado de patatas fritas y pimientos. No pudimos con todo.
Mencion especial al pan, raciones gigantes y de una calidad superior.
Un solo postre de tarta de queso 4€, mas bien mala.
En el apartado de vinos, tienen una escueta carta centrada en los vinos de la zona y dos o tres vinos de otras D.O cercanas, nos decidimos por dos botellas de Pardevalles Carroleon 06, sin duda una grata sorpresa.
Para los cafes, te dejan una jarra llena de cafe y otra de leche y te sirves a tu gusto, muy buen cafe e invitacion de la casa, asi como a los chupitos, uno de orujo con miel ( con sabor a miel de verdad) y otro de Johnny Walker de tamaño los dos considerables.
Sin duda para mi es una visita obligada si se visita Leon o sus alrrededores.

En vladevimbre, localidad cercana a León Capital, puedes encontrar números restaurantes peculiares como este. Solamente por comer dentro de la bodega ya merece la pena la visita, si a esto le unes el trato familiar (quiza en exceso incluso), buenos productos elaborados sin artificios,y precios contenidos hacen de este lugar una opción a tener en cuenta. Con Respecto al vino, predominio de los vinos de la zona, como no podia ser de otra manera, con algún rioja y ribera (aunque pedirlos aqui se considera casi un pecado).

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