Conste que fui con toda la ilusión del mundo. Reserva hecha hace 6 meses y con suerte.
Nos sientan en la mesa, nos dan a elegir menú largo o corto, y tuve que convencer al personal de que quería el largo. Nos traen agua y carta de vinos, y el primer plato. Nadie se presenta como sumiller. Nos traen un complemento al primer plato, y nos dicen que empecemos ya que se nos acumula el trabajo. Solicito por favor la presencia del sumiller para que nos oriente. Acude una persona joven que no se presenta, pero que no es el sumiller oficial. Le solicito un champagne, me recomienda uno que no conozco, pero que acepto ante la presión que se comienza a notar en el ambiente.
Traen el segundo plato, con un pelo que se ve desde lejos. Cuando lo comento se quedan un poco escamados, y nos retiran el plato para traer uno nuevo. Me dicen que debe ser de un cepillo de la cocina, pero el señor pelo tenía hasta su raíz. Con este comienzo ya te aumenta el agobio y te dan ganas de irte. A todo esto, la mesa de al lado se levanta y se va, también por el motivo de la presión ejercida por el personal.
Decidimos quedarnos y a partir de aquí la cosa se va encauzando. Buen ritmo en los platos, en general de muy alto nivel como no podía ser de otra manera.
Nos invitaron a una copa de amontillado y otra de tinto por las molestias.
Pagamos y nos vamos.
Se echa en falta al jefe y dueño del restaurante, creo que parte del precio es por conocerle y saludarle. En su defecto, comprendo que no puede vivir allí (antes sí lo hacía), creo que debería haber alguna persona con más experiencia que dirigiera la sala y que diera la cara ante cualquier incidente. Alabo el gusto por contar con personal joven, pero creo que alguien con más tablas debería estar allí, en mi caso al menos lo eché de menos, y creo que la mesa de al lado también.
La comida bien, algún plato en la memoria, pero no compensa el esfuerzo hecho tanto económico como para reservar (en mi caso además viaje, hotel,etc.).
En fin, mis esfuerzos en la próxima ocasión irán hacia otro lugar. Una pena y espero que solo fuese un mal día.