Restaurante Goralai en Zaragoza
Restaurante Goralai
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
25,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingo tarde y lunes
Nota de cata PRECIO MEDIO:
44 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.5
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.5
Comida COMIDA
7.9
Precio medio entorno ENTORNO
7.9
RCP CALIDAD-PRECIO
7.8
Opiniones de Goralai
OPINIONES
5

Coqueto restaurante en Zaragoza, junto a la Plaza San Francisco, una zona donde siempre ha habido buenos restaurantes, y casi siempre de perfiles similares aunque diferentes niveles: producto, cocina aragonesa, vasca... Y éste sigue la linea, integrándose en el grupo de cabeza.

Esperaba yo algo de corte muy tradicional y para mi sorpresa encontré una sala cálida, con moderna decoración en la que imperan los tonos vivos de gamas verdes y naranjas.

La atmósfera es clásica, pero el lugar moderno, una paradoja que no sé muy bien explicar.

Calidad en toda la equipación (mobiliario, enseres, cuadros…).

Cocina de mercado, de producto, con brochazos de autor. Yo diría que de influencias vasco-aragonesas.

Se trataba de una celebración, y del amplio menú yo elegí:

Borrajas salteadas con ajos y almendras, huevo escalfado y polvo de jamón.
Codillo relleno de setas y frutos secos en su jugo.
Sorbete de piña con espuma de coco.

… que nos sirvieron tras degustar unos logrados y variados aperitivos al centro.

Buen nivel, buen nivel en cocina. Bien de sabor y de presentación.

Las borrajas, en forma de flan, se alzaron sin duda con el premio de “Plato del Día”, pues conformaba un bocado exquisito esa combinación de la verdura de temporada, los ajos, las lascas de almendra, el jamón y el huevo poché encima; el codillo se deshacía en la boca, buena textura aunque adolecía de falta de fuerza; el sorbete logró su cometido, endulzó, desengrasó y refrescó.

Se trataba de una comida de grupo, ya se sabe que en estos casos hay que ser generosos con la calificación del servicio del vino. Así y todo, no faltó quien te llenara la copa, los vinos salieron perfectos de temperatura… Tomamos dos cariñenas de la misma casa: Viña Oria Blanco 2012 y Viña Oria Garnacha 2012, mejor el tinto que el blanco.

En cuanto al servicio, intachable, mucho oficio había ahí.

Éramos 2, un jueves por la noche. Pedimos el menú de 40€+IVA+bebida. Era una ocasión especial. Finalmente, la cuenta subió a 110€, sin café y con un vino de 17€ absolutamente inflado de precio. Es la única pega que le pongo a este restaurante, el precio de los vinos es exagerado. En nuestro caso, pedimos un reserva y nos lo hicieron degustar recién abierto...en fin, podrían tener un decantador. La verdad es que se trataba de un vino que yo no decantaría, pero por el precio debieron hacerlo...Por otra parte, nos ofrecieron algún aperitivos "gratis", así como un"final feliz" que no estaba mal.
Los platos excelentes, imaginativos, en su punto y cantidades razonables. Y los postres...excepcionales...
A pesar de mi crítica anterior, debo reconocer que he pagado más en otros sitios por mucho menos.
Conclusión: altamente recomenable a nivel gastronómico, servicio discreto pero eficaz y...carta de vino adecuada, pero inflada de precio muchísimo.
Larga vida al Goralai.

Cena de sábado noche en Goralai, restaurante acogedor, con buena separación de mesas, incluso alguna de ellas con paraban.
Nos sentamos en la mesa con una cerveza maña para ojear la carta, esta sorprende por su variedad de menús con diferentes precios y composiciones.Como todavía pesaba la comida de medio día, elegimos el menú más sencillo, con un mas que correcto precio de 18€ incluido pan, vino y agua.
Donde me desilusione bastante fue en la carta de vinos, no por que no hubiera variedad, si no por sus precio ( por ejemplo el Alto las Pizarras que tomamos a medio día en otro local, aquí costaba 6€ más).Se que este comentario esta de más pero, yo siempre he denunciado el abuso de los precios de vino en restaurante, y por eso aquí no pedimos ninguno, sacaron el de la casa que incluía el menú.Y por lo que vi, todo el local pensaba de la mismo forma, pues de las 25 personas que cálculo habrían allí, nadie tomó vino de la carta.Y no fue por que el de la casa estuviera rico....

Bueno pasaré a describir el menú, en el que podías elegir un entrante, un principal y un postre ;

En el entrante me incline por uńas maravillosas borrajas salteada con jamón, patata y huevo escalfado.Verdaderamente ricas.

En el principal elegí una merluza fresca en salsa de limón y ajos tiernos.Realmente fresca y con una salsa suave y muy acertada, buenísima.(este plato llevaba un suplemento de 4€)

Y el postre un Brownie de chocolate con su helado, genial.

Realmente cené de maravilla, con una ejecución sencilla y de gran calidad.El servicio es serio y eficaz, nos encontramos la mar de agusto.Por cierto aseos muy aseados.

Queda totalmente recomendado.

Y es que dicho restaurante se encuentra en la misma ubicación (y de hecho así reza en la propia tarjeta del restaurante) de otro conocido restaurante que ha pasado a mejor vida, La Aldaba. He de reconocer que a su anterior ocupante, sólo asistí en una ocasión, pero la mejora es más que evidente.

En primer lugar resaltar la decoración, llamativamente pintadas fachada, interiores, y mantelees en tonos naranjas y verdes, que contrastan con las tenedencias asépticas y minimalistas que imperan hoy en día, cierto riesgo, resultado aceptable, aunque sólo sea por salirse de la tónica. La decoración incluye obras de Jorge Gay, entre otros. Montaje de mesa, cristalería, y demás vestimenta, buena, cumple sobradamente. En lo referente al servicio, inmejorable, cercano, amable y sin saltarse la profesionalidad, debido a las fechas y la falta de clientela, estuvieron atentos los dos responsables de sala de la niña, teniendo en todo momento una sonrisa para ella, e incluso entreteniéndola cuando se puso más rarita (ya es la segunda cocina que conoce :D ).

En cuanto al servicio del vino, puede ser que sea donde tengo el mayor pero, carta relativamente corta, pero que podría ser suficiente, peca un tanto de convencional, pero lo pero es el precio de los vinos, bajo mi punto de vista deberían revisar precios, y es que están directamente multiplicados por dos (con dos salvedades creo recordar, el Blecua y el ¿Valbuena?). Nosotros nos decantamos por un Anayón Chardonnay (18€), y por un 8.0.1 (20€), como digo, el servicio, aun no teniendo nada que reprochar al mismo, no lo vale como para ese sobreprecio.

En lo que respecta a la comida, trabaja con menú cerrado (35 € + IVA), con algún que otro plato con suplemento. Bastante apetecibles todos ellos. Y pudiendo hacer unos entrantes conjuntos a base de dos medios platos sin recargo. La comida consistión:

Aperitivos por cuenta de la casa: Gazpacho de zanahoria y croqueta de cochinillo. Correctos.

Entrantes: Patata rellena de puerros y carabineros con coral de tinta de calamar, rico.
Vieira a la plancha con papada de cerdo y crema ligera de alubias blancas, muy bueno, y la salsa, realemnte ligera, completaba muy bien.

Principales: Yo me decanté por la Crepineta rellena de ternasco con verduras en salsa de oporto y colmenillas (3€ incremento). Muy bueno también, hacía tiempo que no veía las colmenillas en carta y ayudó. Cosistía en una especie de fardel pero con la carne de ternasco en lugar del hígado del cerdo. Pude probar el bacalao, cochinillo y el solomillo, y todo ellos bastante buenos, sin ningún pero.

Y los postres, compartimos dos a dos, la pasión por chocolate (ciertamente para chocolateros, pero muy bueno, y no nos cansó gracias a compartir segundos) y la Pasta filo con manzana y ciruelas al horno con helado de armagñac, refrescante, bien. Para acompañar los postres alguna copa de sauternes y de PX.

Total 5 Menús (a 35 €), los vinos (38 € de los dos), una botella de agua (3€), 3 cervezas al entrar y un nestea (12€), los 4 vinos de postre (23 €, también un poco excesivo), 5 cafés (3 de ellos carajillos) y una copa de Cardhu: 293 € de 5 personas, que aunque parezca una cantidad ya razonable, se fue mucho en el chorreo.

Resumiendo, mejora con creces a su predecesor, y es una opción a tener en cuenta, sin destacar tampoco por encima de otros buenos restaurantes, cumple con creces.

Mi pareja y yo hace poco descubrimos un coqueto restaurante cercano a la plaza San Francisco.

Menú cerrado de 32 euros con dos platos, bebida aparte, pero nosotros optamos por el menú degustación de 40 euros ya que éramos incapaces de decidir entre los platos de la carta.

Ensalada de pato con virutas de foie, timbal de verduras, lasaña de bacalao, marmitako de rape y carrillera de cerdo, todo exquisito.

El vino fué un Marqués de Murrieta reserva de 2003, que es mi debilidad.

Muy recomendable.

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