Restaurante JM en Valencia
Restaurante JM
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

Añadir tipo de cocina

Añadir vino por copa

Precio desde:
27,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
40 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.0
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
4.6
Comida COMIDA
7.7
Precio medio entorno ENTORNO
4.6
RCP CALIDAD-PRECIO
7.4
gamba roja
pescaditos
croquetas
sepia
berberechos
gamba rayada
racion caldereta
caldereta
pescaditos
calamares
patatas bravas
Opiniones de JM
OPINIONES
11

Un lugar de los que llevas visitando toda la vida (más de 30 años) y que se mantiene sin cambios, más allá de mesas en la acera y un nuevo comedor que ya estrenamos en la anterior visita. Hoy había reserva en la (falsa) terraza pero inclemencias del tiempo y la presión de los trabajos de montaje de la falla, aconsejaban pasar al interior; el madrugar en horario te permite esos cambios porque el local está lleno y doblará todas las mesas. No hay cambios y el negocio familiar (con alguna ayuda en cocina y fuera) funciona a pleno rendimiento. Afortunadamente no hay cambios en la calidad de su producto. Bueno algún cambio hay: el código QR que ha sustituido a la carta y al cantar platos a pie de mesa; también el número de mesas en la zona vieja ha disminuido por exigencias Covid. Como siempre, Vicente al mando organizativo, intentando complacer a todos.

La carta de vinos , también en el QR, ha mejorado en cantidad y visibilidad; por supuesto, y dado que aquí lo fundamental es el producto de mar, predominio de blancos y espumosos (destacable sección) con mayor variedad de la que recordaba. Una pena que las copas sean de bar y desde luego impropias para un Kripta o champagnes de Laurent Perrier. No hay ni cata ni primer servicio, se limita a buena temperatura y enfriador más que básico. No ha sido nunca su guerra el cuidar el vino y es una pena ahora que si tiene mejores vinos en carta. Nosotros, y a petición de gewürztraminer para la cumpleañera, nos quedamos con Viña Esmeralda 2020, que me pareció más seco que anteriores añadas; además una grande de agua sin gas que en botella de plástico queda demasiado básica.

Dos para comer y renunciando con resignación a la reserva previa (imprescindible) de la caldereta siempre recomendable, pero su abundancia impide tapear y no hay opción de caldereta para uno. Lo que pedimos:

. pescaditos fritos: palayas, salmonetes y boquerones con un rebozado ajustado y bien fritos sin nada aceitoso final. Recomendables.

. croquetas de gamba y carabinero: 4 piezas de buen tamaño con rebozado exterior crujiente y el interior cremoso; sabor justito. Bien.

. berberechos: muy buen tamaño, cantidad correcta, poco tiempo de hervor (casi crudos) con lo que se mantiene mucho sabor a mar aunque a algunos les podría parecer poco hechos. Bien.

. sepia a la plancha: de tamaño medio, muy tierna, buen sabor y buen aliño. Recomendable.

. gamba roja: 6 piezas de buen tamaño perfectas de paso por plancha, jugosas, carnosas, sabrosas. Excelentes.

Para terminar nos saltamos la posibilidad de postre (serán unos buñuelos falleros a posteriori) y tomamos un feo pero muy sabroso cremaet y un buen café con Baileys. No hubo mucha sobremesa porque la barra ya tenía gente esperando.

La cuenta sube mucho por las gambas (a 190€/kg), casi la mitad de la factura. Pero es difícil renunciar a un capricho como ese cuando sabes que la calidad no va a fallar.

  • gamba roja

    gamba roja

  • pescaditos

    pescaditos

  • croquetas

    croquetas

  • sepia

    sepia

  • berberechos

    berberechos

Un local de barrio de toda la vida pero con un material de alto nivel apoyado en su propia pescadería (cruzando la acera) y con una ampliación del local a la planta baja contigua (no recuerdo que estuviera antes) con comunicación por la cocina lo que ha duplicado las opciones de mesas que siguen estando llenas y algunas duplicando servicios. También es local para almuerzos pero más en el concepto de tapa que de bocadillo, aunque en carta hay hasta 15 opciones de bocadillos entre 4-6€.

El servicio de las dos salas y la barra (donde manda el jefe) y creo que en parte de la cocina está llevado por la familia más unas ayudas extras y aunque algo desorganizados, se afanan por no retrasar lo que va saliendo de cocina que aunque de elaboración mayoritariamente de plancha y sin planteamientos decorativos, es un no parar por la continua demanda de los muchos (puede que más de 100 servicios) en una comida. La vajilla y cubiertas cumple justito sobre unas mesas con mantel y servilletas de papel, y colocadas en filas de forma casi militar (en la zona nueva) haciendo casi imposible el paso frontal entre ellas.

Para beber tiene una carta de vinos con mayoría de blancos y de costo bajo (lo que debe tener salida) y advierte de las faltas. Las copas son malas y "variadas" con la excusa de que se han acabado (¿habrá hecho huelga el lavavajillas?) porque estamos al final del servicio. Empezamos con un vermut traído ya servido y unas cervezas, seguimos con agua grande y con un correcto albariño, dejado sobre la mesa, Castell de Fornos 2018. Más variadas las opciones de precios de cavas y algún champagne. Muy clásicos los tintos y tres rosados testimoniales.

Para comer, y con el necesario encargo previo, teníamos de principal la caldereta, así que vistazo a la carta de comidas con su fuerte en los entrantes a modo de raciones de barra de bar, más opciones de marisco y pescados más que suficientes; las carnes casi todas básicas y los postres clásicos de tartas y helados. Uno de los cuatro comensales llega con retraso y con el servicio inicial de bebida pedimos algo de picar para esperar y nos remiten a los platos de carta. Así que sabemos que no habrá chupitos finales. Hay un menú del día a buen precio y con buena aceptación, en el que casi todos los pedidos incluían calamares de segundo.

Al final la fiesta de los cuatro consistió en:

. patatas bravas: las pedimos para la espera inicial y solo valieron para eso; la salsa demasiado líquida. Nada que reseñar.

. calamares rebozados: buenos tiernos, bien rebozados. Ración correcta.

. pescados: buen rebozado y fritura; buena variedad: pocos boquerones, palayas y algún salmonete pequeño. Bien.

. 2 gambas rayadas por persona (160€/kg): de buen tamaño (total 510 grs), con el tiempo justo de plancha, muy carnosas y jugosa, bien de sabor. Tan caras como buenas.

- caldereta de pescado y marisco x 3: con una ración menos que comensales sabiendo que aquí no se regatea cantidad; servida en su cazuela al centro y con abundantes tropezones de pescado (rape en especial) y marisco con cigala, gambón, pechos de cangrejo y patas de tamaño pequeño... y suficiente caldo y patatas bien cocidas que pisaditas para trabar el caldo (y evitar mojar un pan muy básico). Una delicia. Al final estaba algo frío porque parece que tardó en ponerse en mesa algo más de la cuenta, pero cayó todo el perol y no era fácil. Muy recomendable y encargable para llevar a casa (17,50€/ración).

. solo uno se atrevió con postre de helado de turrón: clásico corte y referido como correcto.

. dos correctos cremaets, un café y un carajillo permitieron algo de sobremesa mientras ya se preparaban mesas para el turno de noche.

Un aviso general del jefe de que "nos vamos" los hace ver que somos de los últimos de la sala. También fuimos de los últimos en sentarnos. En el interior, para bien y para mal, todo sigue como hace 40 años, o eso parece. Ya se sabe que para triunfar o lo haces bien o diferente, y aquí siempre se ha tenido buen género y una sencilla y bien hecha elaboración en cocina.

El precio subo a muy bien porque, sin el capricho de las gambas, hubiéramos bien comido, incluyendo una botella de vino, por 28,20€.

  • gamba rayada

    gamba rayada

  • racion caldereta

    racion caldereta

  • caldereta

    caldereta

  • pescaditos

    pescaditos

  • calamares

    calamares

  • patatas bravas

    patatas bravas

Hay locales donde tiene un plato que es el que te hace de imán para volver y aquí es la caldereta. Tras muchas dudas, incluso anular la necesaria reserva previa de caldereta, optamos por algo más "veraniego", como una parrillada compartida.

Local que se basa en el producto y no en la comodidad, mantel ni otros complementos. Clásico bar de barrio.

¿El vino? Pues blanco y valenciano. Resultó ser Murviedro Sauvignon Blanc 2016.

Para comer nos proponen que, mientras marcha la plancha, unas clotxinas valencianas con buena ración, buen sabor del caldo, molusco de buen tamaño y color claro; un punto de más de pimienta.
La bandeja llevaba buen calamar a la romana, viera de tamaño correcto aunque algo aceitosa, cigala tamaño medio bien de plancha, sepia con buena textura, quisquilla buen tamaño y sabor, gamba roja de tamaño medio y perfecta de sabor y punto de plancha.
De pescados habia una dorada entera de ración y una buena ración de san Pedro.

Para postre un café irlandés para cada uno. Flojo de presencia, mucha chantilly, bien de licor y sabor.

Lo malo es que se nos quedan para otra ocasión los pescaditos, la puntilla, las tellinas...

Comida para dos en local lleno al máximo en un local con producto como bandera, no en vano la pescadería de enfrente es su despensa.

Encargo por teléfono de caldereta, imprescindible, en la reserva, aunque luego siempre apetece muchos de los platos que aparecen por las mesas: frituras, mariscadas....

Para beber, ante la disyuntiva verbal de verdejo o albariño, optamos por albariño, que resultó ser un Leiras 2015, algo ácido y seco, bien de temperatura con enfriador que se quedó corto.
Las copas de vidrio de 30 dioptrias.

Unos entrantes casi innecesarios:
. pescaditos: boquerones y algun salmonete y palaya: bien fritos, tersos, nada aceitosos.
. tellinas: pequeñas, sabrosas, buen punto que las deja jugosas, buena ración.

Un capricho que entró por los ojos:
. 6 gambas rayadas plancha: bien hechas (un poco menos tampoco estaría mal), tamaño medio o un poco más. Producto sensacional. Precio: 32.50€ (250 grs).

Principal: la caldereta de marisco: merece la pena ir solo por pronbarla; bien hecha, muchos tropezones de gambón, cigala, cuerpo de cangrejo, pescado y esas patatas guisadas en el caldo cncentrado. El pan mejorable.

Para postres:
. helado de turrón: bien de sabor.
. piña: ración de fruta en buen punto de madura que es lo poco que tiene que ser.

Sin cafés ni extras, la cuenta fue de 100,00€. Curiosidades de la vida.

Cuando uno acude a este clásico local del barrio de Monteolivete, sabe a lo que va...espacio reducido, manteles y servilletas de papel, vajilla deficiente....y se acepta.A cambio puedes disfrutar de un producto fresco y rico. En nuestro caso tomamos.
Canaíllas (ricas), pulpo a ala gallega (algo duro, pero correcto), zamburiñas (a 1,5, ricas).
De principal, caldereta.(buen sabor, con tropezones, y ricas las patatas.
De bebercia, jarras de cerveza, una de turbio, cremaets y gins.
Hasta aquí, lo esperado....pero un "detalle" empañó una correcta comida...
A falta de mas de una hora de la fijada en la reserva, y al enfermar uno de los comensales, llamamos para comunicar que seriamos 6, y no 7 los presentes...la sorpresa llegó al pedir la cuenta. Nos cobran 7 raciones de caldereta(15)!!!! feo detalle!!
NO me parece aceptable que, avisando con antelación suficiente, nos cobren las referidas raciones; de hecho, le comente al dueño qué hubiera pasado si en lugar de 7, nos hubiéramos presentado 8...¿hubieran cobrado 7 raciones también?....el dueño, sonrió.
Colorín, colorado....

Un lugar interesante por la relación precio/calidad, de toda la vida (comentamos que más de 25 años) y que no solo se mantiene viendo pasar crisis tras crisis, sino que está lleno entre semana y mantiene un marisco aceptable y unos precios correctos es que está marchando por el camino correcto. Hacía mucho tiempo y de hecho ha ampliado el comedor con la planta baja vecina, que no iba a por su famosa caldereta. Desconozco si aún se puede encargar para casa como antes.

Les cuesta sacar la carta e imagino que porque no siempre hay de todo (nos fallaron las tellinas) y suelen cantarte de viva voz lo que hay y sobre todo lo que se recomienda. Pero haberla hayla. En el tema de vinos ocurre lo mismo, aunque en la columna del fondo tienes aquello de Rioja crianza (¿?), Rioja reserva, valenciano… sin saber qué hay de cada. Elegimos un blanco Murviedro 2014 por la uva: sauvignon blanc. Servido a buen temperatura y con enfriador y a buen precio (8€). Las copas de tienda de todo a 100. Además un agua grande, muy grande, de litro y medio, envase de plástico, sobre un mantel de papel, con servilletas de papel, ventilador en lugar de A.A., mesas juntas, ruidos de la cocina… Como cualquier bar de barrio.

Para comer dos:

. pescaditos fritos: boquerones de tamaño pequeño, perfectamente pasados por la freidora. Algún salmonetito se coló y se agradeció.

. huevas de sepia: hay hasta que se acaban de limpiar las sepias; bien de plancha y sobre un aceite con ajo y perejil. Correctas sin más.

. gamba rayada, de las grandes, a 5€ la unidad. Bien de plancha y bien de sal. Tres para cada uno. Un lujo.

. Encargo telefónico: caldereta para dos como principal: la caldereta está perfecta como recordaba: buena dosis de pescado y marisco (una gamba rayada, dos cigalas, 2 nécoras partidas, cuerpo de centolla… y sobre todo un fondo muy bueno con su punto de picante agradable, patatas cocidas perfectas para pisarlas y llenarlas del caldo y casi comer con cuchara.

Cesta de pan básico con dos cafés del tiempo buenos y la invitación a mistela de cooperativa, agradable. ¿El precio? Pues si no te vas a las gambas, cigalas, y mariscos de precio, tiene un menú de dos entrantes a elegir (no sé cuales), la caldereta, pan y bebida por 25€, y sales para que te cueste cenar.

Volveremos por la antigua mariscada que era siempre la opción B.

Comí hace unos días con dos amigos en JM una caldereta para tres. No hizo falta nada más, aunque primero tomamos una tellinas excelentes con unas cervecitas. Casi todo lo que se sirve en este restaurante está realmente bueno.

La caldereta (en realidad es un suquet de peix) la bordan en este sitio. Un sabor insuperable y el remate final de los huevos fritos "trinchados" en la cazuela con el poco caldo que quedaba al final, para mojar una viena de pan. (Para los muy puristas he de advertir que el marisco probablemente sea congelado; pero ello no desmerece la calidad del plato)

A destacar la amabilidad del propietario y de los camareros. Lástima que el servicio del vino no esté a la altura de la comida que ofrecen. Tomamos dos botellas de vino blanco, correctas, una de Rueda y un chardonnay valenciano. No tienen cubiteras y el frescor del vino se mantiene (poco) con unas, digamos, "enfriabotellas". De todas formas, es un sitio muy recomendable.

volvimos a salir los "carrozas" y nos fuimos al jm haciendo la reserva
el local lleno,como siempre,pedimos de beber una jarra de cerveza,un
quinto y ademas dos cañas,una bot.de gramona y una de vino turbio.
para comer la caldereta de pescado y marisco,que es clasica de ahi,
de tapas un plato de cal.romana buenos,un calamar de playa,bueno,
esgarraet en pimentons,seis anchoas,de postre un surtido,populachero,
tres cafes y un cotado tocadito de whisky.el postre sobra.el cava nos lo bebimos en copas de vino,todo esto no le merma en nada al rest.por
que los que vamos ya lom sabemos.

Bar en el barrio de monteolivete,a base de mariscos y pescados .Tomamos 6 gambas ,4 cigalas pescaditos ,pulpo ,clochinas y cava marques de requena. Nada a resaltar, pero si se quiere tomar marisco a buen precio este es el sitio .por ciertio era jueves y estaba lleno dentro y en la terracita No hay carta te cantan lo que tienen

El mejor restaurante popular para productos frescos del mar, en plan tapeo. Calidad de la materia prima buenisima, sin llegar a los niveles de Ca Sento y compañia. El mejor calamar de playa que he comido, el resto de tapas todas riquisimas, nos hartamos de cerveza y nos salio a 18 euros, la mejor calidad-precio que he visto en mucho tiempo. Sus clasicos son el vino turbio y la caldereta, pero todo excelente. Lugar de estetica popular y pequeño, pero muy recomendable para los tiempos que corren.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar