El tiempo no pasa

Un local de barrio de toda la vida pero con un material de alto nivel apoyado en su propia pescadería (cruzando la acera) y con una ampliación del local a la planta baja contigua (no recuerdo que estuviera antes) con comunicación por la cocina lo que ha duplicado las opciones de mesas que siguen estando llenas y algunas duplicando servicios. También es local para almuerzos pero más en el concepto de tapa que de bocadillo, aunque en carta hay hasta 15 opciones de bocadillos entre 4-6€.

El servicio de las dos salas y la barra (donde manda el jefe) y creo que en parte de la cocina está llevado por la familia más unas ayudas extras y aunque algo desorganizados, se afanan por no retrasar lo que va saliendo de cocina que aunque de elaboración mayoritariamente de plancha y sin planteamientos decorativos, es un no parar por la continua demanda de los muchos (puede que más de 100 servicios) en una comida. La vajilla y cubiertas cumple justito sobre unas mesas con mantel y servilletas de papel, y colocadas en filas de forma casi militar (en la zona nueva) haciendo casi imposible el paso frontal entre ellas.

Para beber tiene una carta de vinos con mayoría de blancos y de costo bajo (lo que debe tener salida) y advierte de las faltas. Las copas son malas y "variadas" con la excusa de que se han acabado (¿habrá hecho huelga el lavavajillas?) porque estamos al final del servicio. Empezamos con un vermut traído ya servido y unas cervezas, seguimos con agua grande y con un correcto albariño, dejado sobre la mesa, Castell de Fornos 2018. Más variadas las opciones de precios de cavas y algún champagne. Muy clásicos los tintos y tres rosados testimoniales.

Para comer, y con el necesario encargo previo, teníamos de principal la caldereta, así que vistazo a la carta de comidas con su fuerte en los entrantes a modo de raciones de barra de bar, más opciones de marisco y pescados más que suficientes; las carnes casi todas básicas y los postres clásicos de tartas y helados. Uno de los cuatro comensales llega con retraso y con el servicio inicial de bebida pedimos algo de picar para esperar y nos remiten a los platos de carta. Así que sabemos que no habrá chupitos finales. Hay un menú del día a buen precio y con buena aceptación, en el que casi todos los pedidos incluían calamares de segundo.

Al final la fiesta de los cuatro consistió en:

. patatas bravas: las pedimos para la espera inicial y solo valieron para eso; la salsa demasiado líquida. Nada que reseñar.

. calamares rebozados: buenos tiernos, bien rebozados. Ración correcta.

. pescados: buen rebozado y fritura; buena variedad: pocos boquerones, palayas y algún salmonete pequeño. Bien.

. 2 gambas rayadas por persona (160€/kg): de buen tamaño (total 510 grs), con el tiempo justo de plancha, muy carnosas y jugosa, bien de sabor. Tan caras como buenas.

- caldereta de pescado y marisco x 3: con una ración menos que comensales sabiendo que aquí no se regatea cantidad; servida en su cazuela al centro y con abundantes tropezones de pescado (rape en especial) y marisco con cigala, gambón, pechos de cangrejo y patas de tamaño pequeño... y suficiente caldo y patatas bien cocidas que pisaditas para trabar el caldo (y evitar mojar un pan muy básico). Una delicia. Al final estaba algo frío porque parece que tardó en ponerse en mesa algo más de la cuenta, pero cayó todo el perol y no era fácil. Muy recomendable y encargable para llevar a casa (17,50€/ración).

. solo uno se atrevió con postre de helado de turrón: clásico corte y referido como correcto.

. dos correctos cremaets, un café y un carajillo permitieron algo de sobremesa mientras ya se preparaban mesas para el turno de noche.

Un aviso general del jefe de que "nos vamos" los hace ver que somos de los últimos de la sala. También fuimos de los últimos en sentarnos. En el interior, para bien y para mal, todo sigue como hace 40 años, o eso parece. Ya se sabe que para triunfar o lo haces bien o diferente, y aquí siempre se ha tenido buen género y una sencilla y bien hecha elaboración en cocina.

El precio subo a muy bien porque, sin el capricho de las gambas, hubiéramos bien comido, incluyendo una botella de vino, por 28,20€.

  • gamba rayada

    gamba rayada

  • racion caldereta

    racion caldereta

  • caldereta

    caldereta

  • pescaditos

    pescaditos

  • calamares

    calamares

  • patatas bravas

    patatas bravas

  1. #1

    Joan Thomas

    Esta visita si que fue la buena para degustar la caldereta y por lo que leo no será la ultima. El capricho de la gamba me parece buenísimo, hubiera hecho lo mismo.
    Saludos

  2. #2

    Abreunvinito

    en respuesta a Joan Thomas
    Ver mensaje de Joan Thomas

    Pues con la foto te va a parecer aún mejor.
    Saludos

  3. #3

    Joan Thomas

    en respuesta a Abreunvinito
    Ver mensaje de Abreunvinito

    Efectivamente, vaya pinta tiene todo.
    Saludos

  4. #4

    Abreunvinito

    en respuesta a Joan Thomas
    Ver mensaje de Joan Thomas

    Hay quien encarga la caldereta para casa... en nochebuena!!
    Saludos

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