Gracias al hilo por el cual nos enteramos del cierre inminente de La Cuina de Boro, olvidamos toda posibilidad y nos centramos únicamente en ir a despedir a esos grandes profesionales, en especial de Mayte que es con quien hemos coincidido en alguna que otra ocasión. Asi pensado y asi hecho, viernes velada.
Encontrar aparcamiento justo al lado es algo con lo que no contaba, por tal motivo entramos un poco antes de la hora reservada. Al llegar a la puerta y llamar al timbre nos recibe Boro, el cual gentilmente nos acompaña nuestra mesa. Al fondo se encuentra Mayte realizando los últimos preparativos de la noche. Al vernos acude a saludarnos y nos ponemos a su disposición.
El local amplio, diáfano, espacioso, su techo alto y con decoración clásica y con muy buen gusto nos anima a cambiar impresiones. Una pena pensamos, qué preciosidad de local, sin duda uno de los entornos más hermosos de la ciudad.
Como siempre ojeamos las cartas pero a Mara le apetece probar los platos más característicos los cuales han echo que la cocina de Boro sea una de las grandes de Valencia. La cocina totalmente tradicional con alma mediterránea es sencillamente sensacional y el disfrute está totalmente asegurado. Transmitida la información a Mayte asiente y nos indica que ningún problema, enumerando los platos que vamos a tomar. En cuanto a los vinos por razones obvias la carta esta al 25 % de su capacidad habitual. Una vez revisada nos decidimos por un Gomariz X 2011 y posteriormente con un Abadía Retuerta S.E. 2009. Mayte, sumiller de reconocido prestigio nos presenta el primer vino, envina, nos lo da a probar y le comentamos que para mi esta a óptima temperatura, en cambio para Mara tiene un exceso de frío. Mayte hábil deposita media botella en cubitera y la otra la sirve en decantador. Una rápida y gran maniobra por su parte y todos contentos ;-)
Previamente decir que como manda nuestra tradición pedimos un par de Perucci perfectamente preparados.
Mientras Boro nos sirve de primer aperitivo una Cremita de verduras comentamos los detalles de sobremesa. Buenos cubiertos, buena vajilla, cristaleria Riedel y Schott…. interrumpe Mara y me dice: ¿Has visto una mantelería de hilo asi aquí en Valencia? Observamos y acariciamos con mimo mientras mi memoria se pone a trabajar rememorando cantidad de visitas pasadas. No logro recordar una calidad igual aquí en Valencia, quizás Alejandro del Toro pienso para mi fuero interno, pero creo que no la iguala. Por cierto, ese primer aperitivo sencillo pero apetecible. Seguimos…
- Taco de bonito en escabeche, tomate y sopa de ensalada
Un plato fresco en donde el ensamblaje de ingredientes encandila. Un delicioso bonito con su sabroso escabeche, ricos trozos de tomate y un fondo de sopa de ensalada en donde cada cucharada te invita a otra.
- Milhojas de verduras gratinado
Cuadrangular y homogéneo milhojas cuajado con huevo y crema de leche que en cuanto lo desnudas te descubre sus finas láminas de verduras. Plato caliente, delicioso y un buen gratinado.
- Seta rellena trufada
Una seta de gran tamaño rellena de rica carne picada con trufa espolvoreada. Un plato inconmensurable, un plato que emociona, un plato que solo por él bien merece la visita. Un plato obligado…
- Arroz meloso de rape, cigala y setas
Es bien sabido que los arroces son uno de los buques insignia del restaurante. Solicitamos a Mayte la posibilidad de tomar uno y entre los que nos sugiere nos inclinamos por éste. Arroz en su punto, una melosidad que se mastica, un rape fresco que se deshace solo mirarlo, unas ricas setas que con su sabor ensalzan más si cabe el arroz, y sobre las cigalas mejor que opine Mara ya que le permití que se apropiara debidamente de la mía ;-) en cualquier caso con gesto de aprobación da a entender que el sabor de la cigala se ha mezclado perfectamente con el resto de ingredientes. Boro indica: El sabor de las cigalas tiene que estar en el plato y no en ellas mismas.
Aquí se presenta el segundo vino. Finiquitamos el blanco y nos dedicamos en cuerpo y alma a ese tinto que nunca falla.
- Cochinillo, chutney de mango y confitura de frutos secos
Una ración de cochinillo que no destaca por su diámetro sino por su deliciosa textura e impactante sabor. Una pieza cocinada a baja temperatura perfectamente elaborada en donde todos los elementos armonizan, nada sobra, nada falta, todos desarrollan su papel a la perfección. Estamos ante otro plato imprescindible.
- Bomba de chocolate con plaliné de avellanas
Lo siento, soy un adicto al chocolate cuando visito un restaurante. Mayte sugiere este postre y me descubro ante su nuevo acierto. Una rica y rebosante bomba de chocolate, una dulce manera de acabar el festín.
Acabamos con un par de cafes y sendas copas de cava Agusti Torello Mata. Nuestra intención por brindar con Mayte para desearles suerte en su futuro es interrumpida por ella misma. En un tono distendido y calmado pero con cierta tristeza indica:
Ruego me disculpéis, pero no es un buen momento para brindar
Mara y yo lo entendemos perfectamente. En ese instante sobran las palabras pero la conversación prosigue y no se interrumpe en ningún momento. Hablamos de todo un poco, de sus orígenes, de sus inquietudes, de la vida…. Mayte después de tanto tiempo trabajando para ella y para su familia va a dejar de hacerlo. Boro merece un descanso el cual se ha ganado con creces y se jubila. La crisis ha engullido otro de los grandes, pero la vida sigue. La Cuina de Boro ha sido fiel a sus principios y a su tradición, no ha cambiado su manera de pensar y su filosofía se ha mantenido inalterable hasta el final. Pudiendo cambiar, alterar sus ideas y cambiar las propuestas no lo han hecho, se han decidido a morir con las botas puestas. Mara y yo nos emocionábamos escuchando a Mayte, porque es un absoluto ejemplo de valentía. Por eso y aunque tú no quieras, Mara y yo brindamos por el futuro, porque gente como tu hacen falta en la sumillería y el trato directo con el cliente. Os deseamos lo mejor y no me quiero olvidar de Salva ni de tu padre, ellos también son autores materiales del éxito. Para todos vosotros un afectuoso y sentido abrazo.
Ahora si, ha llegado el momento en que verdaderamente las palabras sobran…