Espacio impresionante , diseno un poco frio , pero totalmente dedicado a la cata en perfectas condiciones. Sumilleres muy implicados , comida muy bien ejecutada (rissotto con trufa, lievre a la royale), gran seleccion de vinos del mundo (excelentes rieslings de Alemania , Austria, vin santo del Montelpuciano, etc...). Una critica: se usa una pantalla informatica para la seleccion de vinos, poco practica ! Precio medio : 60 euros , muy interesante para Barcelona.
Estuve cenando cuando hacía dos meses que abrieron. No escribí en su día por falta de tiempo. Decoración súper moderna, local elegante, trato bueno. Referencia de vinos impresionante y el libro digital, buena idea, pero les falta pulirlo y pienso que con tantas referencias te pierdes.
Es una buena idea la zona de la comida, con un hueco para dejar los vinos. si que es cierto que la comida no está a la altura de los vinos. algo flojo. en nuestro caso, habian muchas referencias con setas, demasiadas. incluso nos pusieron un foie con setas que no me pareció muy correcto. la nota fue elevada para la calidad de la comida.
un local interesante para tomar vinos, pero ojo con la comida.
Impresionante espacio integral dedicado al vino, situado en una céntrica zona barcelonesa. Consta de una pequeña biblioteca, un "wine-bar", un amplio comedor, una sala de catas y un recibidor. El diseño y el interiorismo están muy cuidados, con soluciones a la última, como los enfriadores automáticos de vino en las mesas. Las mesas del restaurante son corridas, algo que resta intimidad y las del "wine-bar" demasiado "de diseño", lo cual les resta algo de comodidad. Entra muy bien por los ojos, pero quizá le falta encanto.
La carta de menú es algo escueta. Se muestra proyectada en la pared. Esta vez me decidí por comer de raciones, y cierto es que la oferta es exigua (4 opciones), pero todas de la máxima calidad, muy apetecibles. Pedí un jugoso y bien preparado marinado de atún y un sabroso huevo pochado con trufa. Con estas raciones y un postre (un goloso glaseado de mandarinas) salí satisfecho y contento. Los precios de 5'5 euros la ración me parecieron correctos. Los de la carta normal eran más bien elevados.
La carta de vinos es espectacular. Presentada en un tablero electrónico, tiene la ventaja de su fácil actualización de y poder contemplar imágenes de las botellas, aunque su lectura es más lenta que la de una carta tradicional. Hay cerca de 4000 referencias de todo el orbe, con especial profundidad en vinos del nuevo mundo. Me resultó especialmente destacable la oferta de Madeiras viejos del siglo XIX. Precios por lo general muy aquilatados. Servicio y coperío de primer nivel, con una fantástica oferta de vinos por copas que resulta muy aprovechable, todo a cargo de un profesional sumiller, César Cánovas.
Monvinic es producto de la pasión de un hombre que, a parte de una gran fortuna personal tiene en su sangre mucho vino, Sergi Ferrer-Salat. Es algo más que un restaurante o una vinoteca, es un espacio integral del vino que sin duda se ha convertido en una visita imprescindible para todos los que nos gustan estas cosas. Volveré sin duda, esa carta tiene muchas cosas por descubrir e indagar. Un lujo en Barcelona.
Anoche estuvimos cenando en el monvinic y la verdad es que fue fantastico. El local es moderno, con un interiorismo muy cuidado y para mi, acertado. Fantasticos materiales y detalles por todos los lados, excelente.
Los sumillers, fantasticos. A nosotros nos atendio Isabelle (ex bulli y ex lavinia tambien), perfecta. Da gusto, con sus recomendaciones pero siempre atenta a las opiniones del cliente, un lujo poder compartir opiniones y aprender. Una gran fan de los vinos de jerez/montilla-moriles, en todas sus variedades. Con Cesar tuve el gusto de "coincidir" alguna vez en el raco d'en cesc, pero no aqui. Tambien destacar la labor de Ramiro, un profesional simpatico que da mucho juego y se agradece, genera complicidad y sonrisas. Muy buen equipo en sala, estos tambien ganarian la eurocopa seguro, otro 10 para el seleccionador.
Nos quedamos los ultimos y pudimos ver la bodega, la sala de catas, etc. Recomendable.
La cocina de Sergi Meià a nosotros nos gusto mucho, no lo conocia y fue un buen descubrimiento, si señor! el arroz meloso de conejo y cigalas, excelente, el pichon, los calamares, el pan, y los postres! perfecto. Salió a saludar, un tipo muy agradable y simpatico dispuesto a compartir con los clientes su saber hacer.
Sobre la mesa corrida entiendo que lo que se busca es compartir opiniones sobre el vino y creo que esa proximidad facilita el camino, aunque por supuesto resta intimidad. Por otro lado es un wine bar, pero no hay "tapas" (aunque creo que se puede pedir medias raciones), en este sentido "es lo que es" y conviene saberlo, aunque quizas tambien se pueda echar de menos y limita las visitas (si se busca ese aspecto de "tapas"-vino).
Desde luego, un lugar fantastico se mire por donde se mire.
Los unicos peros para mi, son las variaciones de la intensidad de la luz, sube y baja constantemente de manera lenta pero perceptible, me resulta extraño. Ah ... y el cafe uhmmmm no me acaba de convencer el tema "infusion" aunque da juego a Ramiro con sus "cortos" :-)
Nuevo proyecto de Sergi Ferrer-Salat(5 a taula) dedicado exclusivamente al vino en todas sus facetas.Local moderno y bien pensado.Dispone de una biblioteca,de una sala internet,un wine bar y finalmente la parte gastronomica con dos larga mesasa para compartir.
Es un sitio que como bien dice su nombre está dedicado al vino.Carta con,actualmente,2500 referencias....llegaran a casi 4000,una pasada!!! la carta de vinos,claro,es digital con varios parametros de busqueda:por país,por tipo de uva,elaborador,precio etcetc...Hay dos somiller:Isabelle Brunette(ex vinya del senyor) y Cesar Cánovas(recó d'en cesc)a nosotros nos atendió Isabelle.Resulta muy dificil elegir un vino,entonces la mejor opcion es hacer copas o flyers(medias copas)....elegimos esta ultima opcion.Isabelle nos hizo probar 8 vinos:4 blancos y 4 tintos de varios paises(Borgoña,italia,argentina,nueva zelanda)y un palo cortado y un reciotto de soave.....todo muy muy interesante,vinos q normalmente es casi imposible probar,un lujazo.Un PERO ,para mi,evidente,es la comida:no está al altura!nada estaba malo pero tanpoco es para tirar cohetes,además bajo mi punto de vista,nos es un sitio para hacer un primero y un segundo....no sé a mi apetecia mas disfrutar del vino acompañandolo con platitos o pequeñas propuestas...habioa platos muy contundentes como el cordero o las quenelles de marisco y no habia foie y solo tres quesos....mmmmmmmm,tambien hay q decir que llevan menos de un mes abiertos...y otro PERO q a mi no me gustó,pero es un problema mio porque a otros seguramente no molesta,es compartir mesa...poca intimidad y sensacion de "estan escuchando lo q digo"...mmmmmmm