Comida de verano con el amigo Jerónimo (el Restaurantero) y respectivas acompañantes (las señoras por supuesto).

Teníamos ganas de volver a visitar de nuevo el “Korpi” en su nueva ubicación y con su nuevo formato de carta y esta vez si quiero subir el correspondiente comentario.

Aprovechamos un viernes de Agosto que abren a mediodía (excepto fin de semana V,S. y D., en verano solo abren en servicio de cenas), día de fuerte calor por lo que se agradecía una visita a la costa. Local pequeño, pocas mesas, muy acogedor y lleno ese día, parece que el lleno es la norma en cada servicio, lo que es una muy buena noticia. El servicio de sala a cargo de Anette, como siempre, mucho cariño y muy buena atención al cliente.

En cuanto a la cocina, aplaudir la oferta de pequeñas raciones que te permiten montar a tu gusto un menú degustación, gracias a los platos clásicos de siempre y algunas novedades que Pau va introduciendo. Comimos mucho, es lo malo o lo bueno de las pequeñas raciones y el ágape consistió en lo siguiente :

Anchoas con pan con tomate ( no podían faltar ). Excelentes.
Brick de camembert. Original bocado y presentación.
Helado de aguacate con anchoa y crujiente de pan con tomate confitado. No es un postre, plato muy original.
Canelones de carne a la crema de trufa. Otro clásico que no podía faltar.
Salmón marinado. Excelente y original presentación, lo peor es que pedirías varios platos sin parar, siempre se hace corto.
Tartar de atún. Ese para mi, nunca me lo pierdo.
Vieira amb cansalada a baja temperatura. La cansalada (panceta) buenísima, a mi me sobrarían las vieiras, pero este plato es un auténtico y sencillo mar y montaña.
Carpaccio de gambas. Otro clásico totalmente recomendable.
Gamba pequeña de Palamós. Bien, pero pequeña, la grande buena es inaccesible.
Taco de atún. Excelente punto de cocción. Otro clásico.
Pescado del día con verdura.
Raviolis. Buena elaboración y original presentación.
Huevo a baja temperatura con bacalao.
Brownie con toffe y sal. Original contraste de la sal, aunque a mi me sobraría.
Mousse de Iougurt con coulis de fresa. Muy suave y ligero.
Sopa de vainilla con regaliz salada y mandarina.

El pan es artesanal y de harinas especiales y elaboración propia, de una sola clase, pero acompaña muy bien a todo tipo de platos, incluso con tomate.

Podéis ver la pinta de algunos platos en el siguiente enlace, gentileza del Sr. Jerónimo López

http://www.flickr.com/photos/91517871@N08/sets/72157634998045681/

La fiesta la acompañamos con unas cervezas artesanas, elaboradas en la zona ( Mossa ) y un par de botellas de cava Colet Navazos, que lo considero excelente, lástima que sea tan complicado de encontrar en la restauración.

Resumiendo, disfrutamos de una muy buena comida, en muy buena compañía, con una cocina y un servicio de sala que siempre es una apuesta segura.

El cambio de establecimiento le ha dado sin duda más personalidad y identidad al Korpi. Un post:
http://ollesiolletes.blogspot.com.es/2013/05/la-cocina-de-korpilombolo.html

Después de perdernos este año la garoinada de Palafrugell teníamos muchas ganas de ir a pasar el día a la Costa Brava así que para allá que nos fuimos. Por la mañana aprovechamos para visitar las ruinas de Ampurias (muy recomendable si se está por la zona) y después de comer nos dimos una paseo por el camino de ronda y visitamos Sant Martí d’Empúries (también muy recomendable). Y en medio de todo eso… pues visita al nuevo Korpi, jeje.

Como ya ha comentado el granjefe, han cambiado de local, y por lo que nos comentaron, la cosa ha ido a mejor sin duda. El negocio ha pasado a ser totalmente familiar: Pau un los fogones y Anette en sala se bastan para llevar perfectamente este pequeño y coqueto restaurante de 8 mesas. Tanto la cocina como el servicio en sala continúan rallando a un nivel excelente.

La filosofía de la carta ha cambiado también respecto de la que tenían en el anterior emplazamiento. Ahora no hay menú y las raciones son más pequeñas para que uno pueda confeccionarse su menú degustación a medida, como hicimos nosotros. Paso a detallar lo que comimos:

- Degustación de aceites: excelentes AOVE con ese delicioso pan que elabora Pau con harinas ecológicas.
- Anchoas: y qué anchoas señor! En su punto exacto de sal y con una textura perfecta, acompañadas de un buen pan con tomate.
- Pulpo a la guindilla: presentado en una lata de conservas, muy bueno y bastante picante, pero bueno uno ya sabe que las guindillas pican, jeje.
- Vieiras con panceta confitada y coulis de mango: panceta confitada y marcada en la paella, que combinada con las vieiras y el coulis de mango hacen una combinación brutal. Por cierto, el plato no estaba en carta, nos dijo Pau que lo preparó expresamente para un colega veremero que se lo pidió unos días antes.
- Taco de atún “Balfego” con aceite de hierbas y tomate confitado: quería probar algo diferente pero al final no pude resistirme. Taco de atún marcado al punto que se deshacía en la boca. Excelente materia prima.
- Croquetas de chocolate y naranja: original postre. Crujientes croquetas de chocolate con mermelada de naranja.

Rosa y la peque se pidieron el huevo a baja temperatura con bacalao, guisantes a la catalana y trufa. Por lo que quedó de ellos deduzco que debía estar al nivel del resto de los platos. Probé también los mejillones en escabeche (muy buenos), la hamburguesa de vaca vieja con salsa bearnesa, una delicia, sabrosa, con una textura excelente, y el brownie de chocolate con escamas de sal y toffee. Mira que no soy nada amigo del toffee pero este no estaba nada pesado y la combinación con el chocolate y sobretodo con las escamas de sal es sobresaliente. La Marta se comió también unos canelones con crema de trufa, un clásico en la carta del Korpi, y una bola de helado de vainilla. Y Rosa los calamares con cus-cus, que comentó que estaban buenísimos.

Para beber, bien aconsejados por Anette, una botella de Edetania blanco 2011. Muy buen vino blanco de Garnacha blanca y viognier de la Terra Alta servido en copas Riedel. La carta de vinos es quizás un poco más corta pero continúa teniendo interesantes referencias.

Para acabar un par de cortados y, esta vez sí, un GT de Hendricks con fever tree, aprovechando que no íbamos a coger el coche en un buen rato.
El precio total (no incluye el GT, gentileza de la casa) fue de 90 €. Descontando lo que comió la peque calculo que salimos a unos 38 € por persona.

En fin, de nuevo una excelente experiencia en uno de nuestros restaurantes favoritos. Nos vemos este verano!

Tras unos meses cerrado, más de lo esperado a causa de los inevitables retrasos debidos a las obras y permisos necesarios el Korpilombolo ha vuelto a abrir sus puertas.

Pero no lo ha hecho en el antiguo local, el Korpi se ha trasladado a la Calle del Mar, nº 28 en pleno centro de L’Escala, a un local mucho más pequeño y “coqueto” que el anterior, únicamente ocho mesas.

Particular y egoístamente como cliente, me gusta mucho más que el anterior, especialmente porque tanto por su situación en el centro del pueblo, como por su diseño interior, se acabaron las mesas de familia numerosa con niños correteando entre las mesas.

Únicamente he encontrado a faltar la facilidad de aparcar prácticamente en la puerta, que teníamos en el antiguo local.

Dos días después de su reapertura y lleno absoluto, (afortunadamente habíamos reservado). Mesas bien vestidas con no demasiada separación entre ellas, copas Riedel y demás utensilios de alto nivel.

En cuanto a la cocina, afortunadamente todo sigue igual, sigue primando la materia prima de calidad, y los platos que aunque con algunas incorporaciones siguen siéndolos mismos. Lo único que ha cambiado es que ahora la cocina está a la vista, y podemos atisbar los tejemanejes de Pau en los fogones.

La Carta. En esta nueva singladura la carta se compone únicamente de tapas/raciones, una modalidad que permite a cada uno componerse el menú a su gusto y adaptarlo a su presupuesto, como dice el amigo Coro en el anterior comentario, siguiendo los consejos de la jefa y guiándote un poco con el precio del plato te haces una idea. Así que nos decantamos por:

Postre,

visita en agosto y pille la nueva formula ,de entrada me parece bien,ya
que tu mismo te haces tu menu. al ser la primera vez te pierde un poco porque no sabes si es mucho o poco lo que pides,pero entre los consejos de la jefa y un poco con el precio del plato te haces una idea.En cuanto a la calidad de la cocina y la ambalididad y simpatia en la mesas sigue el mismo nivel de siempre,comimos divinamente con la buena relacion calidad precio que nos tiene acostumbrado.

Después de leer muchas valoraciones favorables; decidí visitar este establecimiento,(en mi caso suele ser contraproducente; ya que las expectativas són altisimas, y acaba en decepción).
Però este no fue el caso, me sorprendió muy gratamente.
Són todos platillos lo que incita a un tapeo.
El local por fuera es sobrio, nada lujoso; tiende a engañar al cliente; mi buena impresion fue; cuando entré estaba el restaurante lleno y ademas de clientes aparentemente de la zona; o nacionales,(cuando veo guiris, huyo siempre...).
Me deleité con el embutido de presa y las croquetas. Las bravas originales, no estaban mal. La coca con anxoas riquisima.
Y lo que aun no me entra en la cabeza, es como pude comer gambitas de Palamos; por 6€;(espero que si Pau me llega a leer, me lo aclare). En total degustamos unos 9 platillos.

De postres elegimos unos helados del maestro heladero Angelo Corvitto.

En resumen una gran, gran cena...
P.D.: Me quedé con ganas de charlar con Pau; lo ví por allí; però tampoco me apetecía identificarme....

Viernes 15 junio noche. Se nota que no ha empezado la temporada de verano ya que a las 21:30 el restaurante está vacío. Más tarde llegará una pareja con lo que en total seremos 2 parejas. Se respira tranquilidad en este restaurante minimalista.
Observamos que la fórmula es un menú de 25€ al que se le puede añadir cualquier plato de la carta mediante suplemento. Buena opción en los días que corren. De todas maneras, decidimos olvidarnos un poco de los suplementos y escoger según los gustos ya que al final hemos venido a disfrutar.
Como aperitivos un minigazpacho con langostinos y unos guisantes con butifarra negra, muy buemos ambos.
Pedimos como entrantes ensalada de vieiras y panceta, muy buena, y bricks de verdura, buenos.
De principal me recomiendan filete de atún rojo, excelente y memorable. Mi pareja pide lenguado y tengo que acudir a su ayuda dado el tamaño enorme de la pieza, lo cual no me cuesta nada ya que está absolutamente exquisito.
Como postres, un coulant de chocolate con helado de mandarina, muy bueno y una sopa de vainilla con sorbete y crujiente de regaliz.
Para beber, cervezas para empezar y luego vino blanco a copas (creo que Verd Albera pero no estoy seguro).
En definitiva, una comida a un excelente nively con muy buenas materias primas. Para repetir cuando sea.

Local sencillo y acogedor, situado en una de las calles interiores de L’Escala, pueblo marinero al sur de la bahía de Rosas. Acudimos un día un tanto especial, pues el restaurante cerró con motivo de una quedada con varios compañeros del foro de Verema, con lo que el restaurante abrió solo para nosotros, disponiendo solo una mesa corrida y en forma de U.

La casa nos ofreció un menú cerrado pero echamos un vistazo a la carta y proponen una curiosa fusión de platos mediterráneos con toques escandinavos, a la imagen y semejanza de Anette y Pau y así podemos ver productos de la zona como pescados, mariscos o chacinas y platos de influencia sueca como el carpaccio de reno. Se proveen de un producto de categoría buscando los mejores proveedores de la zona y eso se hace patente en un interesante menú donde destacó la excelente anchoa del aperitivo, la mousse de erizos de mar con crujiente de butifarra negra, el mar y montaña formado por vieira y panceta, el suquet en espuma con atún rojo (del productor Balfegó), los canelones con besamel trufada y el excelente magret de pato del productor “L’Anec 5 aglans”. En los postres nos pareció excelente la sopa de vainilla con sorbete y crujiente de regaliz. En fin, un menú francamente complejo y basado en un buen producto, con sabores marcados y cierta originalidad, que nos muestra una cocina diferente y con personalidad en la zona.

A pesar de que el menú tenía los vinos ya incluidos (un fino Chablis La Sereine 2008 de La Chablisienne, un estructurado Contino blanco 2010, un potente Finca Espolla 2008 y un agradable Casa de La Ermita blanco dulce), echamos un vistazo a la carta de vinos y nos pareció bien seleccionada, algo corta en referencias pero muy bien escogidas bajo parámetros de calidad y originalidad, con predominancia de los vinos de la zona (Ampurdán y Cataluña en general), pero con presencia igualmente de vinos del resto de España y algunos franceses, completando una lista donde hay cosas interesantes que escoger, además a unos precios bastante ajustados. Copas de buena calidad y servicio atento y amable, siempre teniendo en cuenta la situación más festiva de nuestra comida, pero lo cierto es que todo resultó impecable y no hubo ningún problema de organización.

Interesante este local que nos ofrece una cocina original pero siempre basada en el excelente producto de la zona, con una oferta de vinos suficiente y bien escogida y con la amabilidad y buen hacer de Anette y Pau, dos excelentes anfitriones que consiguieron que más de 25 personas nos encontrásemos como en casa, comimos bien y nos lo pasamos mejor y lo tendremos en cuenta cuando volvamos por la zona, pues supone una opción distinta y de la calidad en una localidad turística y marinera.

Si desean ver una explicación más detallada de lo comido y bebido les remitimos a la entrada del blog:
https://www.verema.com/blog/eugenio/968264-gran-fiesta-sentidos-villa-mas-korpilombolo-ii

Lo único que no me encaja de los comentarios leídos en verema, son los precios. Comimos foie micuit con membrillo y cacao (algo indescriptible) y salmón con salsa de eneldo. De segundo, un risotto de setas con langostinos para dos personas que era absolutamente esquisito y dos postres. Todo eso con un vino del Bierzo, Godelia, por unos 80€ lo que viniendo de Barcelona me parece muy barato en relación a lo bien que nos lo pasamos.

Visitar este restaurante significa disfrutar, va mucho más allá que sólo cenar.

Poco que añadir a las excelentes y merecidas críticas que tiene este restaurante, también con una excelente y sugestiva carta.
Sólo añadir la propuesta actual de 3 tipos de menú diario de mediodia , a escoger entre diferentes y exquisitos platos:
Menú de 15 € IVA incluido
Primero, Segundo y Postre. Incluye pan, copa de vino, agua o refresco
Menú 13 € IVA incluido
Primero, Segundo y Postre. Incluye pan, agua o refresco
Menú 12 € IVA incluido
Primero,Segundo.Incluye pan, copa de vino, agua o refresco
Posibilidad de pedir botella de cava con un ínfimo suplemento (mínimo 2 personas)
Restaurante absolutamente recomendable y de visita obligada.