Restaurante La Matandeta en Alfafar
Restaurante La Matandeta
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
25,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
36 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.1
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.4
Comida COMIDA
7.5
Precio medio entorno ENTORNO
7.9
RCP CALIDAD-PRECIO
6.8
Paella de marisco
Canutillos tibios de crema
Helados de chocolate y caramelo con brownie y sorbete de mandarina
Puding con helado
Arroz del Senyoret
Calamar con Blanquet
Arroz a Banda
Pulpo a la brasa
Surtido de postres
Croquetas de cocido con curri y queso de cabra
Coca de morcilla y cebolla
Arròs del senyoret
Arròs negre
"pasteló" de la abuela
gazpacho de pescado de roca
carpaccio de sepia "bruta"
Opiniones de La Matandeta
OPINIONES
23

Salimos a comer el domingo pasado, porque era el cumpleaños de mi suegra. La carretera que te lleva hacia la playa de El Saler estaba cortada. Así que entramos aquí. Mi suegra no quería porque tiene una amiga que trabaja en uno de los de Pinedo. Pero ya era tarde. Bendita la hora! No había probado en mi vida, un arroz abanda hecho a leña de tal calidad. Y además con ajoaceite casero, o al menos lo parecía. All i pebre también a leña. clóchinas a la marinera y un timbal de verduras, además del huerto que cultiva el cocinero, con bonito en aceite. Pero lo más gordo del tema es que cuando les dijimos que era el cumpleaños de mi suegra., hicieron callar a todo el comedor para sacarle una tarta y cantarle el cumpleaños feliz. La tarta se llama el pastelón de la abuela. Mi suegra lloró un buen rato, y yo me sentí feliz.
Para repetir.

Fuimos el pasado viernes. Comida de empresa. En la terraza. Buenas entraditas. Arroz del señoret, hecho a leña.
Los postre, impresionantes. Bebimos cervezas Alhambra y blanco Verdeal Verdejo. Salimos a treinta y dos euros por barba. Las vistas de los arrozales desde la terraza donde comimos impresionantes. No lo conocía, me llevaron los compañeros del trabajo. Para volver y recomendar.

Aunque vivo en la zona y llevo muchos años pasando por delante de la puerta, nunca se me había ocurrido entrar.
Fueron unos amigos de Sevilla, que se hospedan en mi casa los que hicieron la reserva. Habían oido hablar de ellos, allí en su tierra.
Para empezar, no te da la sensación de que estés en un restaurante. Parece una casa particular que los dueños hubieran abierto para tu disfrute. Cerámicas de muchas partes de España y una hermosa pinacoteca.
Comimos en la terraza, que da directamente sobre el Marjal de arroz. Una coca de hojaldre con morcilla y cebolla,
un carpaccio de sepia con aceite de ajo y perejil, aromatizado con rayadura de limón y después el calamar con blanquet. La dueña, que junto a su hija atendía el comedor, nos contó la historia de este plato, porque yo pensaba que se trataba de un plato de cocina tradicional. Lo he probado en otros restaurante de la zona. Y después del relato, me acordé de la película "Armas de mujer" cuando Melanie Griffith metida en el ascensor con su antagonista, Signouey Weaver, le dice al dueño de la empresa: "ande pregúntele cómo se le ocurrió hacer aquella inversión".
Después llegó el arroz. Una paella de pato, pollo y conejo, por supuesto con caracoles. Hecha a leña. Como ya no la encuentras en ningún sitio de la zona. Nos estamos acostumbrando a los arroces muy finitos, porque están marcados al fuego y después secados en horno. Y nos quedamos tan panchos. Un arroz a leña supone lo siguiente, ninguna paella se parece a otra, son artesanales. Te puedes comer el mejor arroz del mundo, pero también el peor. Como Curro Romero, que te puede dar la mejor tarde de su vida, pero también el mayor disgusto.
De postre, el pastelón de la abuela. ¡Dioses! Desde que murió la mía no probaba esa receta.
Mis amigos quedaron encantados de haberme descubierto algo que tenía tan cerca de casa.
Bebimos cuatro Ambar Export y un Ocho Cuerdas. No os digo el precio de la comida, porque a mí me da risa.
Había escuchado opiniones muy controvertidas a cerca de ellos. No me extraña. Es una familia como una piña. Cada uno de ellos, con mucha personalidad. Y las personas con carácter, suelen tener enemigos. Como decíamos
en los años setenta, acerca de Menorca.... ¿Te ha gustado? Pues no se lo cuentes a nadie.
Me han gustado y salvo aquí, por hacer algo de justicia, no se lo pienso contar a nadie.
No quiero que pierdan su encanto.

Llevaba un montón de tiempo oyendo hablar de los arroces y el sitio de La Matandeta. Vaya decepción. Un arroz a banda desabrido y pasado de cocción. Y para comerlo tuvimos que esperar casi dos horas desde que llegamos hasta que nos lo trajeron. Pocas y poco creativas las entradas y carta de vinos insuficiente en vinos valencianos. Poquísima amabilidad en el servicio, que parece que te estén haciendo un favor al servirte. Encima nos cobraron como si hubiéramos estado en un restaurante de 1ª.

El local está magníficamente ubicado entre campos de arroz. El edificio es algo viejo y destartalado, los manteles y la vajilla también, pero todo desprende un aroma muy entrañable.

Fuimos 4 personas a comer y optamos por unos entrantes y arroz:
-Croquetas de puchero con curry. Muy buenas. Las corquetas contundentes, con mucho sabor, y la salsa bien suave.
-Pulpo a la brasa. Excepcional. Una lástima que la ración sea algo escasa.
-Arroz de alcachofas y huevas de sepia. El arroz en su punto... tal vez algo duro. En cuanto al sabor, la alcachofa se apoderaba y dejaba poco lugar a las huevas.

Los postres merecen atención especial:
-Capricho de Helena. Compuesto por brownie, con cemoso de chocolate blanco y negro, más un sorbete de mandarina y trocitos de naranja congelada. Realmente son muchos postres en uno, un auténtico plato principal. Impresionante.
-Pastelón de la abuela. Galleta maria, chocolate y natillas... Otra ración de energia y sabor. Muy bueno.
-Natillas de chocolate. Este es más sencillo, pero también está muy logrado.

Bebimos agua y unas cervezas Mezquita. Disponen de una amplia carta de vinos y cervezas.

El servicio atento y muy familiar, mucho. A mi me hizo sentir cómodo.

El precio, 34 euros por persona.

Un lugar que no deja indiferente. Para mi, una experiencia muy recomendable.

El lugar me encantó, tanto el edificio, como la terraza y los campos de arroz rodeando el restaurante. En pleno Parque Natural de la Albufera. Destacable.
El servicio desbordado e incapaz de llegar a todo.Terraza llena después de toda la semana vacía.
Comimos croquetas de puchero, carpaccio de sepia "bruta", pulpo a la brasa, gazpacho de pescado de roca y "pasteló" de la abuela. Muchos altibajos.
De beber nos recomendaron Rebel.lia 2005, un vino de garnacha tintorera, merlot y tempranillo, con seis meses de barrica, cuando habíamos pedido un tinto joven fresco para acompañar a los platos pedidos. Salió oxidado, pero nos dimos cuenta cuando habia perdido el frio de la cava. Culpa nuestra seguramente. No lo pudimos terminar.
Una decepción, cuando esperaba mucho más de este restaurante.
Está claro que no fue el día, había mucha gente y no podían llegar a todo, los platos tardaban en salir y no estaban en su punto. El pescado completamente seco, me lo dejé.
Si tengo ocasión de volver espero tener más suerte.

http://www.ojoalplato.com/archives/2321

  • "pasteló" de la abuela

    "pasteló" de la abuela

  • gazpacho de pescado de roca

    gazpacho de pescado de roca

  • carpaccio de sepia "bruta"

    carpaccio de sepia "bruta"

Nunca se habia comentado que la cocina autóctona estaba ligada con la modernidad y la creatividad, aqui lo tienen, como un restaurante de siempre se une al carro vanguardista y propone unas jornadas gastronómicas en torno al aceite de oliva de la Comunidad Valenciana.
Adjunto el menú:

- Bombón de Arbequina d'Ontinyent con jamón (grandiosa muestra de creatividad en la cual un bombón caramelizado engloba el aceite puro y explota en boca entremezclándose con los sabores únicos del jamón.
- Ensalada de caballa con toques cítricos, aderezada con Serrana de Espadán.
- Carpaccio de magret de pato con peras al vino tinto y gelatina de Villalonga de Turís.
- Falsas migas de Blanqueta de la Canal de Navarrés con verduras.
- Sopa de aceite de cornícabra de la Costera con pescadilla de playa y costra de cítricos.
- Codorniz confitada, con un toque de salvia, acompañada de crema de patatas aderezada con Grosal de La Cañada de Bíar.
- Cremas frías de Kiwi y caki con gelatina de Farga.
- Semifrío de yogur aderezado con Borríolenca y salsa de frutos rojos en bizcocho de aceíte de Picual.

Se merece una visita por la genialidad del producto, y la maestría de Rafa al volante del transporte de "mercancías peligrosas" que con buen saber y experiencia marida en un santiamén. Todo aderezado con la calidez de su hija que le acompaña en sala y el "padre de la criatura" y "culpable" su yerno en los fogones.

Fuimos en verano, en la terraza, elegimos el pescado como si estuviéramos en la Lonja, lo hicieron en papillot a la brasa, exquisito. El ambiente peculiar, como sus aseos...Un pescado muy bueno y una carta de vinos (en este caso blanco) muy buena. Qué buena noche.

Estuve este jueves pasado comiendo en este restaurante no siendo mi primera vez, me volvio a sorprender Ruben con un guiso trdicional de Luvina en salsa (parecido a un suquet) y la verdad es que disfrute como un enano comiendome este plato, cosa dificil el encontrar este tipo de guisos en los que el pescado no este pasado de coccion y lo que en realidad se disfruta es el caldo que contiene el guiso, no fue asi en esta ocasion ya que el pescado mantenia su sabor original y la salsa estaba deliciosa, tambien me sorprendio una ensalada la mar de sencilla y nunca mejor dicho lo de mar ya que contenia unos mejillones cocidos que estaban deliciosos en su justo punto de coccion y con un sabor marino intenso. A los postres no fui capaz de llegar .
Todo esto lo regue con un vino blanco de Albariño Moraima que me recomendo Rafa y me comento que lo habia descubierto en la ultima feria que se celebro en Ourense, estaba excelente.
Este Restaurante tanto por el entorno en el que se encuentra como por la atencion que te prestan y la calidad de su cocina es un lugar al que hay que acercarse y dejarte llevar.
Disfrute al maximo por eso lo recomiendo a todos aquellos que quieran disfrutar de la gastronomia de verdad y sin saltos mortales.

Hoy Comidita con la Mari en La Terraza del Rest. La Matandeta.Dando cuenta de un pago del Vicario 50% Merlot 50% Cabernet Sauvignon.Rodeado de Arrozales recién segados y con el viento de Levante refrescandome la azotea , por un momento he creído que estaba en la Tierruca.

MINUTA; Jornadas gastronómicas de la siega del arroz

Salvaje y Senia crujientes con Romescu
Venere con mejillones y nopales
Senia a banda
Bomba con pulpo a la Brasa y parmentier
Basmati con salvia y carré de cabrito en su jugo
Sémola de bahía y espuma de carnaroli con leche y gelatina de piña
Surtido de panes de harina de arroz con aceites

Atrevimiento por parte de Rubén el trabajar con un menú degustación basado en el arroz, solventado de una manera impecable.

Atendidos por Rafa,y su mujer M. Dolors, tan grata ha sido su conversación como el menú degustado, con esta cuadrilla siempre se aprende algo.

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