Es un clásico de la estrella michelín, de los primeros de Bilbao y siempre ha estado en las quinielas de la zona, para la segunda, sin embargo le gano la partida el Azurmendi de Eneko Atxa , creo que por creatividad y modernidad , sin embargo es un sitio que mantiene su estrella y sus expectativas de una segunda, gracias a una buena cocina .

En las tres ocasiones que he estado siempre he pedido, su lasaña fría de anchoas y estoy hablando de un periodo de muchos años, sin embargo no me puedo resistir, pese a que en esta ocasión cogimos el menú gastronomico , que se basa en coger cinco platos de la carta mas un postre , menú que me gusta , pues tienes mucha variedad , toda la de la carta , además puedes escoger lo que quieras , nosotros escogimos dos pescados , aunque el tartar de atún , lo tomamos con los aperitivos , lo dicho me gusta este gastronomico , por los cambios que puedes hacer , no como en muchos casos que casi mantienen los menús degustación o muchos de sus platos , todo el año, o incluso de un año para otro.

Como ya he dicho empezamos con una lasaña fría de anchoas con sopa de tomate, si lleva muchísimos años en la carta , poco mas se puede decir , sencillo , y exquisito plato ,sopa de tomate , deliciosa, una fina capa de lasaña fresca , pero con una textura melosas y con sabor a algo lácteo, y una anchoas en vinagre muy ricas, combinado todo un plato que no se puede perder.

Rosbif de vieira , la vieira bien hecha , sin pasarse en la elaboración, cortada como un rosbif , pero poco mas de original tenia este plato , pese a estar en el apartado de la carta de sabores mas atrevidos.

Tartar de atún , muy rico y sabroso , nos encantan.

Aquí añadimos aparte del menú, un carpaccio de cigalas y vinagreta de beicon ahumado, es mi segundo carpaccio de cigalas , y estaba tan exquisito como el que probé con helado de vinagre y piñones en otro de mis restaurantes favoritos , con lo que he llegado a la conclusión de que la cigala en carpaccio es especialmente untuosa y sabrosa , cosa que a mi no me parece en otras elaboración , y que le va perfecto el acompañamiento de algo que tenga vinagre , helado o vinagreta.

Bacalao a la brasa con puerros jóvenes, buen grosor de bacalao, buena salinidad, y en conclusión buena elaboración.

Foie de pato a la brasa , hacia tiempo que no nos comíamos un foie , así, nos encanta , así que nos gusto.

De postre yo me comí un falso huevo, o lo que es lo mismo, cuajada de oveja ahumada con yema de mango , me gusto y mucho , no solo por la presentación, a huevo frito , hay os dejo la foto , además es que la mezcla estaba muy bien.

Mi mujer se pidió milhojas de manzana y pasta fresca horneada, espectacular sabor , buen trozo de manzana , rica y una pasta fina y crujiente, además de unas natillas por todo el plato , la verdad los postres de 10.Ademas nos pusieron unas aperitivitos al principio de la comida os dejo la foto.

Para beber un Txakoli , para mi el mejor que tenemos en Vizcaya, Señorío de Otxaran , a un buen precio ,para ser un sitio de una estrella y en general , pues es un vino que te vale entre 10 y 11 euros en tienda , aquí , 17+iva , agua incluida en el menú, así como los cafés , me tome un gin-tonic de 209 ,14+iva , esto de tomarse los gintonic, se esta poniendo de un pelo.

Cosa aparte es la comida de mi niña, la verdad es que es algo que no entiendo, ni entenderé, por un arroz con tomate, y menos mal que le dijimos que pusiese un huevo frito, bueno la opción nos la dieron ellos, pues eso por un poco de arroz, no llegaba a ser la forma del vaso de nocilla, que nos ponía mi madre, algo mas pequeño, 19€+iva , y eso mismo nos cobraron por las dos medias raciones de carpaccio de cigala , que si es algo currado y fuera de lo común , por dos bolas de helado de vainilla , 9€+iva , lo mismo que costaban nuestros postres en la carta , pero como pueden comparar , en fin , ya lo he comentado mas veces , no lo entiendo , pero que es así en casi todos los restaurantes de este estilo , es así.

La relación calidad-precio del menú para los adultos, esta muy bien, 69€+iva , 5 platos + 1 postre , mas cafés y agua , sin embargo para los niños, como en casi todos estos restaurante me parece mala relación.

El precio por persona es sin contar lo de la cría.

Después de visitar varios "clasicos" en una ruta gastronómica por Euskadi, este es posiblemente el que más me gustó y el que mejor relación calidad/precio propone.
Pedimos un menú gastronomico ( escojes 5 platos de la carta que es muy buena propuesta ).
Todo muy bueno, pero destaco las habas con huevo de corral ( impresionantes ), el entrecot de kobe y la falsa lasaña de anchoas.
Los postres pedí un falso huevo ( cuajada con mango haciendo de yema ) también excepcionales.
Tanto el servicio, como la carta de vinos ( precios ajustados ) también muy correctos. La carta también te la ofrecen en IPAD y en este caso está muy lograda, ya que ves fotos ( e incluso elaboración ) de los platos lo que te permite seleccionar con más criterio lo que vas a elegir.
El restaurante tiene una decoración particular que no te deja indiferente.
Acabamos con unos gin-tonics en la terraza. Para repetir.
Precio total: 220€ 2 personas.

He estado en varias ocasiones y siempre salgo encantado.

La atención, el sitio y, lo más importante, los platos.... me gusta todo.

Disponen de varios menús, todos ellos merecen la pena. No perderse las anchoas, el atún rojo, el carabinero, el foie, carnes, pescados, los vinos, etc. No sabría por dónde empezar... El precio, aunque elevado, es el más razonable de Bilbao si lo comparas con restaurantes de este nivel. Para mí, el mejor.

Comida para dos personas :

- Aperitivos de la casa: 2

- Entrantes para compartir emplatados para los dos comensales:

* Cochochas con almejas en salsa verde ( excepcionales).
* Lasaña de anchoas ( planto estrella de la casa).

Segundos:
* Atun rojo entreasado ( sublime).
* Lomo de rodaballo salvaje sobre una salsa de tomate.

Postres: Croquetas rellenas de chocolate ( abstenerse diabéticos) y falso huevo frito.

Vino blanco y vinoPX y moscatel chivite para los postres (menuda melopea pillamos).

Precio: 100 euricos por barba.

No es la primera vez que voy a Etxanobe,la última hace ya unos años,pero sí la primera que salgo con cierta decepción.
Como siempre,buena recepción,el comedor bien y el servicio perfecto,incluído el del vino y correcta despedida.
Lo que ha cambiado,la jefa de sala me gustaba más la de antes pero es cuestión de gustos.En otros temas seguramente será que me estoy haciendo más exigente con los años, pero creo que algunas cosas son inadmisibles en un restaurante con estrella Michelín.
Empezamos con la vajilla,¿puede ser que las 2 copas de la mesa,una estuviera con manchas de carmín y la otra rota por la base?.
La presentación de los platos,¿puede repetirse el adorno de salsa tomate en 2 platos consecutivos?
El ravioli que sirven sobre la perdiz escabechada,creo que era de una pasta asiática,estaba poco cocido,tan poco que con los cubiertos no pudimos romperlo y un osado que intentó comerlo de un bocado,casi se atraganta.
Y lo peor ¿puede admitirse que digan que sirven carne de Kobe?Creo que un restaurante con tanto prestigio como este no debe entrar a jugar al equívoco para justificar un precio de 40 y pico euros en un plato de carne que rondaría los 100 gramos.
Los postres creo que bajan un poco con respecto a los otros platos, el de Josefina Maguregui me resultó sabroso pero seco.
Los petit fours creo que tampoco están a la altura de la categoría del restaurante.
Un detalle más,lo del Ipad está muy bien pero también hay que cuidar la ortografía en la carta.
Simpático el tema de la toallita que se expande con el agua.
Carta de vinos manejable,variada,equilibrada y con precios ajustados.
No estuvo mal,pero no puedo evitar sentir una cierta decepción.Cuando le dieron a Eneko Atxa la segunda estrella me pareció excesivo,había estado allí unos meses antes,pero aunque las comparaciones son odiosas ahora entiendo que es merecida.

Por fín, tras varios intentos, esta vez sí...buen restaurante con aires de grandeza. Servicio impecable, atento, amable, pendiente sin excesos. Buen servicio del vino, aq se hechan de menos mayores conocimientos técnicos que permitan establecer diálogos a la altura de un grande. Posibilidad de confeccionar un menú con medias raciones a un precio razonable. Excelentes carabineros con sal de vainilla. Gustoso pulpo al horno. Un magnífico corzo sangrante y otras opciones de la carta que parece tender a estancarse en el tiempo. Aún así se perciben cambios, ganas de evolucionar y de colocar a Etxanobe a gran altura. Se pueden visualizar los platos en un Ipad, (curioso y algo lioso tb). Impactante crema de naranja con nitrógeno líquido, puesta en escena, textura, cambios en la misma, curiosidad y por supuesto muy rico. En definitiva, quiere mejorar y se percibe, arrastra un punto clásico que creo que lo lastra , pero estaba lleno..........

Cena para cuatro personas.
No veo necesario extenderme más en la decoración del local, hay suficientes referencias ya sobre él, e incluso fotos, sin duda se trata de un estilo original, que como no puede ser de otra manera, le reportará acérrimos detractores e incondicionales fans, lo que es probable que a nadie deje indiferente. En mi caso, como ya sabía lo que iba a encontrarme, pues pasó más desapercibido. Cabe destacar que el local se encuentra en una planta alta del palacio Euskalduna, por lo que una comida cerquita de los amplios ventanales nos permitirá una bonita visión de la ría de Bilbao. El resto del “entorno” del local es adecuado, amplitud entre mesas, bien el menaje, se cena cómodo, a pesar de que estuvo muy concurrido toda la noche.
La comida.
Optamos por el menú degustación.
Entrantes previos. Correctos, al “spaghetti” no acabé de cogerle el punto, algo insípido.
Menú.
Terrina de foie con compota de reineta suave. Bien sin más, el aparecer el adjetivo suave con la manzana reineta, hace pensar que no desean que ésta peque de intensidad. Una pena en mi caso, que como ya he contado alguna vez vengo de una tierra donde existen, antes más, unas de las mejores manzanas de esta variedad. La compota de manzana reineta, con toda su acidez, no puede hacer si no abstraerme a mi infancia, aunque bueno ésta era otra cosa.
Lasaña de anchoas en sopa de tomate natural batido. No puedo dejar de estar de acuerdo con los comentarios anteriores, lo mejor de la noche en mi opinión.
Crema de hongos y cigalita asada. Plato suave, pero rico, tanto los ingredientes por separado como en conjunto.
Chipirones encebollados, buen producto, pero sin sorpresas, unos chipirones encebollados.
Ragout de Kobe, pensaba que el “Kobe” o lo que sea, daría un toque distintivo al plato, así como lo da en otras formas de cocinado, dícese plancha, pues aquí yo por lo menos no noté la diferencia en la calidad de la carne. Esto fue lo que más me decepcionó, y no está malo para nada, pero no encontré ese plus. Me sorprendió que una carne teóricamente tan cara se elabore así, debí preguntar, pero se me olvidó. A ver si alguien nos aclara algo.
Prepostre. El cocinero-dueño del restaurante aparece en escena en este momento, Fernando Canales creo que es su nombre, nos pregunta por la cena y elabora con una pasta dulce unas bolitas que seguidamente introduce en nitrógeno, consiguiendo que exteriormente parezcan “congeladas” aunque al morderlas aparece la textura interior. Es un bonito detalle, principalmente porque el producto está rico.
Postres. Agradables por lo que dijeron mis compañeros y algo que probé, siento no poder decir más de ellos.
Cafés y unos dulces para acompañar, algunos de ellos muy ricos.
Vino.
Nos atiende el encargado del tema, le comentó que tenemos la tarjeta Verema y nos sirven una botella de champán. ¡¡Gracias!!.
La carta como pone en comentarios anteriores está bien, poco más que añadir. Nos dejamos aconsejar, como casi siempre, y nos sirven un Ánima Negra. El servicio del vino me decepcionó un poco también, bien el menaje, pero bueno se limitan a abrir y poco más, la botella no estaba en la mesa, aunque si en una de al lado, atentos al rellenar. No conocía el vino, pero lo encontré algo alcohólico, tuve la sensación de que quizás estaba algo alto de temperatura, al no estar excesivamente seguro y mis compañeros no objetar al respecto, pues supuse que sería el propio vino. En una mesa de al lado pidieron champán y no me enteré muy bien, pero algún problemilla tuvieron con la temperatura del mismo, y con este tipo de vinos si es un problema serio.
El servicio.
Atento y agradable, poco después de llegar nosotros se llenó el local, y sin problema. Eso sí, el encargado de los vinos casi se tornó inaccesible, pese a que él ponía todo de su parte. (También influyó esto en que no le interrogara un poco más acerca del tema temperatura).
Conclusión.
Sin duda es un local que quien lo visite tendrá un grato sabor de boca. El entorno, el servicio, la comida, es correcto y agradable, pero sin duda a mi me decepcionó un poco. No hay nada que objetar, pero casi tampoco que destacar, me siento muy identificado con el comentario del forero Bilbis acerca de la comida y sin duda esperaba una atención mayor o más cuidada del vino, claro, nosotros en general damos mucha importancia a este punto, por lo que somos más exigentes. Quizás sea eso. Y si, el precio es tirando a alto para la sensación final, y como digo poco hay que objetar en cantidad y calidad. No me emocioné como esperaba. ¿Las expectativas otra vez?
65€ precio por persona, sin vino. AN. 32€.

Gran cena en Etxanobe. El producto es sensacional y los platos, además de sabrosos, mantienen sabores de toda la vida con toques más contemporáneos. Sobre todo los aperitivos. Unas esferificaciones de tomate y un trocito de salmón marinado al final de una especie de ampolla de plástico que dentro tenía un jugo, creo recordar, que de bacalao emulsionado.

La decoración es ciertamente barroca y un poco pomposa, con esos techos con telas de motivos frutales. Las lámparas también son excesivas...pero tampoco molestan si comes bien, como es el caso. La "jefa" de sala tiene aires estrictos, pero nos dejamos en sus manos para el menú y nos confeccionó uno muy completo. Acompañamos con cava, Juvé y Camps, y tras los aperitivos nos adentramos en él. La ensalada de bogavante no tenía mucho misterio, pero sí sabor...el de los trozos ya peladitos del bogavante. Luego la lasaña de anchoa fresca con una base como de salmorejo. Deliciosa. Las kokotxas al pil pil que arribaron más tarde a nuestra mesa también fueron contundentes y con una salsa perfectamente emulsionada. La siguiente delicia fue el huevo poché con foie. Al principio nos pareció, nada mas verlo, un poco simple, pero fue probarlo y pasar a otro estado mental. Para terminar, ya sin hambre, un solomillo merecedor del mito "que buena carne se come en Euskadi". A los postres, la tarta de Josefina, otra buena ración de sabor y -en este caso- de dulzura- Con los cafés, petit fours y la sensación de haber comido en uno de los mejores sitios de Bilbao. Buen servicio, muy atento, y unanimidad a la hora de valorar su estrella Michelin, a pesar de la ya mencionada decoración y de que no se obsesionen con ser rompedores. No siempre es necesario...ni contingente

Desde hace unos años visitamos cada cierto tiempo el Etxanobe, incluso celebramos nuestra boda con la familia más allegada en él y desde entonces al menos 1 vez al año volvemos para celebrar nuestro aniversario. Tengo que decir que pese al buen recuerdo que tengo de cada visita que hemos hecho, ésta ha sido tal vez en la que mejor hemos comido. Para mí es sin lugar a dudas el mejor restaurante de Bilbao (por ubicación, por comida y por carta de vinos)y de los mejores de Bizkaia.

De las posibilidades que había (carta, menu degustacion,menu gastronómico,..) nos decantamos por el menú gastronómico, por 69E+iva se eligen 5 platos de la carta y además incluye postre, agua y café. Tomamos :CARPACCIO DE CIGALAS (éste por invitación de la casa),LASAÑA FRIA DE ANCHOAS,CARABINEROS, chipirón estofado con wasabi y arroz venere,LUBINA asada en su jugo y ENTRECOT DE KOBE asado y troceado, todo espectacular!! Por destacar algo, aunque para mi estaban todos a un nivel muy alto, no fallaba ninguno, destacaría la lubina: punto perfecto y sabor espectacular. Completamos esto con Crema de naranja con NITROGENO LIQUIDO (te hacen la "performance" con el nitrógeno en la mesa) y una tostada con helado de yogur y pétalo de rosa caramelizado, ambos muy ricos.

Para beber tomamos una copa de champagne Taittinger (es la invitación para los socios de Verema), un Clos Martinet del 2005 (muy bueno, aunque es verdad que hasta la lasaña nos vino mejor el champagne) y para el postre, nos invitaron a una copa de Ximénez-Spínola PX Viejo que estaba increible.

Creo que la carta de vinos merece una mención especial, no es demasiado larga pero creo que si que está bien pensada, hay un poco de todo y sobre todo el precio porque los vinos están realmente ajustados, como ejemplo recuerdo: Clos Martinet 2005 43E, Allion 2005 45E,...

El servicio fue muy bueno. Es cierto que en ocasiones anteriores nos ha tocado alguna camarera un poco "más torpe" pero esta vez ha sido todo perfecto y tanto Fernando Canales, como el Somelier han estado todo el tiempo pendientes de que todo estuviera bien.

Un buen restaurante especialmente para los que visiten Bilbao, las vistas del nuevo Bilbao tanto por el día como por la noche son espectaculares. Reservad con antelación y pedid mesa con vistas.

De nuevo en Bilbao decido repetir en esta casa.
La carta sin cambios aunque con algunas sugerencias fuera de la carta. Noté también mayor servicio en sala. En esta ocasión había un atento sumellier que me ayudó a escoger el vino.
Cena para 1 pax:
Varios detalles de la casa, de los que destaco: Una morcilla de chipirón increíble y un pintxo de atún tojo asado con soplete sublime.
Entrante 1: 1/2 ración de ensalada de centollo recién desmigado. Muy fresco pero me resultó un tanto anodina la elaboración. Le falta algo. No sé.
Entrante 2: 1/2 ración de revuelto de perretxicos. Estupendos, de rechupete.
Segundo: Bacalao a la vizcaína. Todos mis miedos sobre el bacalao (síndrome chicle y/o salado) superados con nota alta. La salsa, para mojar.
Postre: Milhojas de manzana y pasta fresca horneada sobre una sopa de natillas. Clásico muy bueno pero se presenta demasiado caliente.
En la sobremesa me ofrecieron un surtido de chuches en la mayoría de los casos muy conseguidos.
Vino: En esta ocasión me aconsejó un Txakolí Señorío de Otxarán 2008 (17€ + IVA) perfecto de temperatura y, por supuesto, conservado en cubitera. Copas adecuadas. Muy atentos a rellenar.

Precio total: 92,93€ (inc. IVA).

Reflexión: Numerosos detalles al principio y otros tantos al final. Cesta variada de panes. Y NO COBRAN PAN Y SERVICIO. 0€. Sin embargo en el Zortziko, te cobran 4€ por mucho menos. No lo entiendo hablando de restaurantes posicionados a un mismo nivel (al menos eso creo).