Restaurante Casa Salvador en Cullera
Restaurante Casa Salvador
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
31,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Nunca
Nota de cata PRECIO MEDIO:
47 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
5.7
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
4.9
Comida COMIDA
5.4
Precio medio entorno ENTORNO
7.6
RCP CALIDAD-PRECIO
4.4
Arroz de rape, cigalitas y setas
Sepia de Cullera a la plancha
Paella de raya con ajos tiernos
Meloso de pato y anguilas
Paella de langosta
Meloso de Argilés.
Paella de congreso.
Arroz meloso de reguerot.
Paella de raya y ajetes tiernos.
Vistas desde la terraza
Opiniones de Casa Salvador
OPINIONES
45

Había estado en otra ocasión cenando y me llevé buen recuerdo. Vamos a ver:

El entorno depende de donde te sientes. Las dos veces que he estado reservamos en la terraza y se estaba muy agradable. La entrada está cuidada pero si es verdad que demasiada mesa dentro.
El servicio del vino deja muchísimo que desear. Parece mentira que con la carta que tienen, sumiller y tanto premio no se esmeren. Yo estuve ojeando la carta de vinos unos 10-15 minutos, y a continuación vino un camarero y me preguntó que vino quería. Entendí que era el sumiller y le pedí que me recomendara él en función de la comida que habíamos pedido (gamba roja, calamares y chopitos tibios en salsa y arroz senyoret). Me trajo algo inpracticable ( no quiero dar datos por no herir susceptibilidades pero os aseguro que aquello no valía ni los 13€ que me cobraron por ello ""¡¡ después de releerme la carta 2 veces!"")y casi cuando llegabamos al arroz. Luego me enteré de que él no era el sumiller. En definitiva le salva la variedad de vinos que tiene pero nada más. Coincido en las demás opiniones (copas no adecuadas, etc).

La comida no aporta nada pero la verdad es que las dos veces que me han llevado hemos pedido arroz al senyoret y ha estado muy bueno.

Hola buenas noches, este restaurante esta en una zona inmejorable en el estany de cullera, pero para mi gusto podrian mejorar un poco los entrantes i los postres, asi como el servicio, ya se que hoy en dia es dificil encontrar buenos profesionales para el servicio pero es que.... bueno en general se puede visitar.

Ayer volví obligada después de 9 años sin ir, y no han mejorado nada, precios desorbitados, entrante calamar en su tinta muy normal y poca cantidad 18€, es el primer restaurante que conozco que la ensalada va por raciones de 7€/pers.Vino E. Mendoza 20€,copas sencillas plan bar, espacio minúsculo entre mesas. Y lo mejor de todo es el dueño sentado en su mesa en plan juez linier observando el comedor y de paso la caja. Además acostumbro a comer fuera todos los fines de semana, y éste es el primer restaurante de esta categoría en el que te ofrecen un chupito y luego te lo cobran 3€, y al comentario la respuesta es, si lo piden se cobra, es decir detalle con el cliente nulo.Llevar un restaurante implica también amabilidad.. ya me dijo hace 9 años el propio dueño que a ellos los clientes le daban igual xq todos los años hacia 1000 clientes nuevos lo de la fidelización al cliente no es desde luego su política de empresa.

No había estado nunca en este restaurante, iba con cierto escepticismo después de leer las críticas en esta página y no creo que vuelva. Un restaurante de esta "categoría" (al menos supuesta) no puede tener a la gente más apretada que en un convite de boda. Apenas hay espacio entre las mesas para pasar los camareros ni los comensales: "un 10 a la optimización del espacio". De entrantes tellinas (10 €) y chipirones fritos (13.50 €), correctos sin más. El arroz meloso de cigalas, rape y setas (20 €), técnicamente bien elaborado, materia prima de calidad aceptable y buena presentación pero, para mi gusto algo soso. Los postres correctos pero no creo que sean caseros y a 6 € por trozo de tarta me parece caro.
La carta de vinos es "enciclopédica" pero el servicio del vino INEXISTENTE: copas con forma adecuada grabadas con el anagrama de la casa baja calidad. Nos traen el vino (Pago de Carraovejas cr 2003) a temperatura y precio (25 €) aceptables, lo abren y nos dejan la botella en el extremo de la mesa y se van, no vemos ni el corcho. Al cabo de un rato al pasar por el lado nos preguntan si el vino esta bueno. Afortunadamente el vino estaba bien, pero en un restaurante de esta "supuesta" categoría y atendidos por un tal Julián (que por lo que he leído debe ser el sumiller) creo que merece un trato mejor.
Al final a 40 € por persona. Sinceramente me parece caro para lo que ofrecen y hay muchos detalles mejorables. En fin, será nuevamente ci

No habia ido nunca y no pensaba ir,pero amistad obliga,y un grupo de amigos me enredo en la peor experiencia gastronomica de mi vida.Casa Salvador es en definitiva como el vino a granel,poco gratificante.

Mas que un restaurante es un comedero venido a mas , y a mi el paisaje del estany...como decimos los del norte, si vamos a setas vamos a setas.

Lo que puedo comprender es que casa salvador obtenga un certificado de calidad ISO, pues todos sabemos como funciona el tema, y que la mayoria se tramitan para despues poder recibir subvenciones, pero lo que no me entra en la cabeza,es que la consellera de turismo entregue a este restaurante la placa qualitur,veis, el tramitar un ISO 9001 o 14001 ya ha dado su primer fruto. Y los que dara, cria fama y hechate a dormir.

Esta claro que hay gustos gastronomicos para todo,y diversas opiniones sobre lo que es una hosteleria de calidad, desde luego dar tropecientas comidas a saco en un turno para mi no lo es, parece ser que para la conselleria de turismo si.

Lo que no se que pinta un somelier en un restaurante de 1000 plazas querer y no poder.

No puedo estar más de acuerdo con Juan Such.
Buena gastronomía tradicional, impagable entorno, pero un total desconocimiento del vino.
Se tiene por tener, se le maltrata y es una mera comparsa de los alimentos.
Una verdadera lástima, porque este sitio debería ser emblema y símbolo de los restaurantes tradicionales valencianos.
Al sumiller le falta caracter para imponer sus hipoteticos criterios a Salvador, y a Salvador le sobra dinero para ser humilde.
Malas copas, pesima conservación del vino, y trato desmañado del mismo.

Nueva visita, en un día típico de mucha aglomeración (sábado). Si reservas, como en nuestro caso, en la terraza esa masificación no se nota excepto en la calidad del servicio, que se hace muy lento. Entrantes buenos aunque algo caros (croquetas de ibéricos, boquerones adobados, calamares a la romana) y estupendo arroz meloso de cigalas, rape y setas (20€). Lo peor ha sido el servicio del vino. Para empezar han tardado un montón en traer la carta, muy extensa y ambiciosa pero poco actualizada. Tras elegir el vino (un Palacio de Otazu Chardonnay - sin indicación de añada) han tardado mucho más rato en traerlo. Ya estabamos casi al final de los entrantes. Estaba caliente y lo han dejado en la cubitera, sin enseñarnos la botella previamente. Mirando por mi cuenta he visto que la añada era 2003, lo que me ha dado mala espina. Al final, después de probarlo (caliente) por mi mismo se ha confirmado lo peor: no estaba en buenas condiciones. Lo hemos cambiado, al menos no han puesto problemas, por un Castillo de Monjardin Chardonnay 2005 (14€). Las copas siguen siendo bastante flojas. En definitiva, entorno muy agradable (en la terraza), arroz excelente, entradas correctas y servicio con el vino muy alejado de lo que la carta de vinos parece ofrecer.

Hace unos días estuvimos comiendo en Salvador, y tardamos 2 horas y cuarto, pues el servicio de camareros es escaso,
era muy lento y mal servido. Tardaron mas de media hora en traernos el
pan y las bebidas. El arroz que habíamos encargado, tampoco estuvo a su
hora, podría narrar muchas mas cosas, los postres llegaban de uno
en uno, quiero decir, que traía uno, y a los 5 minutos, otro, y así
sucesivamente. Aprovechamos para pedir la cuenta con la llegada del último
postre, pues desistimos de tomar café, al final, tuvimos que levantarnos y pagar en la caja.Un mal servicio, para el precio que tienen.

He comido dos veces en este restaurante, y las dos han sido decepcionantes.
La primera porque entre otros entrantes pedimos sepia, y sorprendentemente vimos que en la bandeja de mariscos nos volvieron a poner una sepia entera. Y la sepia no es un marisco; además, el camarero nos debería haber aconsejado que no pidiéramos sepia porque íbamos a comerla como "marisco".
En nuestra segunda visita pedimos, entre otros platos, un arroz de raya y ajos tiernos. Pues bien, entre el arroz de la paella -¿dentro de la paella- nos apareció un cartón con la fecha en la que la raya había sido congelada (hacía mes y medio). Por otra parte, comimos dentro, en el comedor, que es grande, pero en cambio quieren aprovechar tanto el espacio para meter más comensales que te rozas con los clientes de las mesas contiguas.
Por otra parte, el restaurante es carísimo.
En conclusión: local nada recomendable. Una lástima, porque estoy seguro de que antiguamente, cuando no estaban "montados en el dólar", sí era un buen y atractivo restaurante.

Celebración familiar para 8 personas, mesa en la terraza del Estany (preciosa vista) y comida a base de entrantes de anguila, chipironcitos en su tinta y ensalada, todo excelente; de plato principal paella de langosta (muy buena) y el archifamoso arroz de conejo, ajos tiernos y alcachofa (excepcional, 10 sobre 10).

Bebimos albariño Gran Bazán, Nerola de Torres (xarel.lo, parellada), y Maduresa, bien servidos, sin envinar copas.

Sorbetes de postre, cafe, PX (excelente, no recuerdo el nombre) y gin-tonics de Bombay Shappire, muy bien preparados.

Precio alrededor de 60 € por persona (en su línea).

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