Restaurante Bar Tomàs en Barcelona
Restaurante Bar Tomàs
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
5,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Los miércoles
Nota de cata PRECIO MEDIO:
10 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
4.9
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
2.6
Comida COMIDA
6.4
Precio medio entorno ENTORNO
4.7
RCP CALIDAD-PRECIO
7.2
Huevos Fritos con Bravas Bar Tomás de Barcelona
Opiniones de Bar Tomàs
OPINIONES
13

Hace unos años, cuando quería quemar adrenalina me acercaba al Noguera Pallaresa a hacer rafting, o cogía la moto y me corría la “dos mares” (Port Bou/Irún) por caminos forestales. Poco a poco, la cosa se fue relajando, y casi sin darme cuenta cambié la balsa de rafting por la canoa en aguas tranquilas, y la “Transalp” por los palos de Golf, hasta llegar un momento en que cuando quiero quemar adrenalina me voy al Bar Tomás y me pongo “morao” de bravas con huevos fritos.


El otro día por cuestiones de trabajo tuve que bajar con un compañero a Barna, y llegada la hora de comer entre las opciones salió el Bar Tomás, así que como el otro también tenía el mono de Bravas la cosa no necesitó de demasiada discusión.


A estas alturas todos sabemos lo que es y lo que podemos esperar del Bar Tomás, cualquiera que venga a quí esperando encontrar un maravilloso servicio de vino en un entorno espectacular, que se ahorre la visita y que deje sitio a los demás que hay cola. Aquí se viene a lo que se viene, a comer las mejores Patatas Bravas de Barcelona y parte del extranjero.

No nos hizo falta ni mirar la Carta, teníamos muy claro lo que queríamos:


Para la espera,

  • Una tapita de “fuet” y una de boquerones, muy bueno el fuet y muy buenos los boquerones.

  • Y dos de Huevos fritos con Bravas. Un conocido torero describiría este plato simplemente con dos palabras, “im presionante”. Impresionantes las patatas, impresionantes los huevos, e impresionante la salsa.
    He tenido la suerte de comer en algunos de los mejores restaurantes del mundo, y de probar platos que tanto por su materia prima como por su elaboración harían la delicia del gourmet más exigente, y sin duda que estos Huevos Fritos con Bravas ocuparían uno de los primeros puestos en el ranking en mis preferidos.


    Para beber:


  • Cuatro cañas, y dos carajillos de coñac.


    La Cuenta


  • Ascendió a 23,35 Euros, para dos personas. Al repasarla veo que se han olvidado de cobrar los dos carajillos, a ver si en mi próxima visita me acuerdo y se los pago, porque no creo yo que haya sido gentileza de la casa, jajaja.





    • Huevos Fritos con Bravas Bar Tomás de Barcelona

      Huevos Fritos con Bravas Bar Tomás de Barcelona

    No solo de bravas vive el hombre.
    Si las Patatas Bravas del Bar Tomás están deliciosas, acompañadas con un par de huevos fritos están de muerte.
    Después de un seminario matinal en una famosa multinacional coreana y viendo que para comer nos habían preparado un catering con cosas incomibles, decidimos llegarnos al Tomás para saciar nuestro apetito.
    Una de bravas (2,25€) con dos Jarras (1,35 € c/u) mientras esperábamos mesa en la que pedimos, dos platos de Patatas Bravas con Huevos Fritos (5,95 € c/u) acompañados por otras dos jarras, y finalizando con un par de carajillo de coñac.
    Precio total 23,95€, y comimos de película.

    Tomás es un clásico que ha conseguido que la mayoría lo tenga como el sitio de referencia para comer patatas bravas en Barcelona. Situado en el tranquilo y coqueto barrio de Sarrià, está siempre frecuentado por vecinos, adolescentes de los colegios de la zona, y demás clientes que fieles al local o guiados por la fama que le precede, se han desplazado hasta allí. Realmente son buenas, aunque no me atrevería a decir que son las mejores de la ciudad. Buena fritura que se presenta acompañada con alioli y con una especie de refrito de pimentón. También tienes otras tapas y la posibilidad de comer algún plato, pero son las bravas el santo y seña de la casa. Hacía unos 22 años que no regresaba al lugar, pero todo sigue igual: Bar de barrio de toda la vida, donde su encanto es precisamente ese. No es un sitio para tomar vinos, sí cervezas. Su enclave permite continuar el aperitivo o acabar cenando por allí. Siempre me ha llamado la atención que en Barcelona, una tapa tan popular como esa, haya tenido sus principales exponentes en la zona noble: Casa Tejada, Turó, Mandri y Tomás... o por lo menos antes así era, y por lo que veo sigue siendo en el caso de éste último.

    Bar de tapas con mucho ambiente, en zona alta de BCN Sarria, sabado noche cierran a las 22'00h, los camareros graciosisimos como si te conocieran de años. De tapas para 2 comensales fueron 4 de bravas muy ricas, 2 de croquetas, 1 de empanadillas y 1 de boquerones en vinagre, todo ello sin pan que dicen que no trabajan con pan, de beber 4 Voll Damm, vale la pena repetir por las bravas y la gracia de los camareros.

    Después de más de tres años de mi primer comentario de este archiconocido local, veo que ya habéis relatado casi todo lo que se puede decir. Pero os dejáis algo... para seguir alimentando la mística que rodea a las bravas que se sirven aquí, se ha publicado un libro que se presentó en el mismo garito hace unos días: http://lasbravasdeltomas.blogspot.com
    Yo sigo visitando el Tomàs cada 2-3 semanas. Sí, estoy enfermo de bravas, y si no os lo creéis, podéis visitar http://bravasbcn.blogspot.com para certificarlo.
    Por cierto, otra opción muy estimable es comer un plato combinado al mediodía. Se compone de: huevo frito, bravas y lomo o pechuga o botifarra o albóndigas o filete de ternera...
    Un colesterólico ágape, sin duda.

    Poco mas hay que decir de este local que no hayais dicho ya; vive de su super bravas y punto.

    Llevo acudiendo al Bar Tomas, años y años, lo conoci cuando estudiava hosteleria en Sant Ignasi, Sarria.
    Siempre ha estado igual, no es mas que un bar o tasca de pueblo, como hacia tal vez 50 años, no ha cambiado nada, la decoracion es sobria, cutre y arcaica, parece que la gente tenga que ir a jugar al domino o a las cartas. La sillas muy incomodas, el local bullicioso; los camareros, campechanos, tranquilos, como si te conocieran de algo se toman confianzas...
    Todo eso es irrelevante, dado a que las bravas son excelentes, las patatas estan fritas a la perfeccion, y son de gran calidad, el allioli casero, y su salsita picante deliciosa.
    Vale la pena ir solo por las bravas, el resto de tapas no vale la pena probarlas, os decepcionaran, mejor repetir dos o tres veces de bravas. Por cierto es paradojico, que en un bar tan cutre me encontrara yo a la infanta Cristina y Urdangarin, comiendo bravas....
    En cambio jamas he vist a nadie cuando

    Se trata de un bar clásico en Barcelona. Abierto hace más de un siglo en un barrio que antiguamente era el pueblo de Sarrià. ambiente del estilo, mucha gente (lo cual significa algo), rústico y añejo. Soy de los que creo que una renovación, manteniendo el estilo clásico, sería positiva, pero los dueños no lo creen igual y lo tienen lleno, así que: si algo funciona, mejor no tocarlo.
    Si quieres algo tranquilo y snob, no vayas, directamente. Si te gusta el bullicio y comer a lo clásico y como antaño, lugar recomendable. No es un lugar de vinos, también hay que decirlo, ni de comidas excelente. Es un lugar para charlar y recordarte lo que ha cambiado España en 20 años. Las tapas, correctas: croquetas regulares, ensaladilla normalita, bravas excelentes (siguen siendo las mejores de Barcelona y del mundo, por lo menos las que he probado hasta ahora), plato combinado normal. Tomamos el vino de la casa, que era bastante correcto. La cuenta: 20 euros por barba...muy buen precio. La atención de sala, algo atolondrada, teniendo en cuenta que estaba a tope, pero en la línea del local. A mi me gusta y volveré...

    Fui hace más de 5 años con un compañero de Facultad. No me gustó. Mucho ruido y pocas nueces.

    Volví el lunes pasado con la familia. Quería que mis hijos lo conociesen.Las patatas bravas están bien, pero no para que digan que son las mejores, ni de las mejores de Barcelona. El resto de tapas:
    - buñuelos: insípidos
    - croquetas: (sigh)
    - empanadillas: pasables
    - banderilla (atún en escabeche con pimiento rojo): raro, raro, raro...
    - torera (la banderilla de toda la vida con pepinillo, cebolleta, pimiento, aceituna y guindilla): como las que compro en el "super"
    - aceitunas: no pedimos
    - ensadilla: no pedimos
    Y no recuerdo que hubiese nada más.

    La verdad, no entiendo la cola en la puerta para llevarse comida a casa. Para entrar no había prácticamente cola. Nos sentamos en apenas 2 minutos.

    Lo del servicio de mesa, mejor no comentarlo. Igual que el vino, que la mayoría sustituye por cerveza.

    El local es una tasca de las de hace dos siglos, sin que hayan cambiado mucho la decoración desde entonces.

    Supongo que la gente va por la fama que tiene, pero es un sitio absolutamente prescindible. En Barcelona hay alternativas mucho mejores, excepto para las patatas bravas que, por algún motivo que desconozco, cuestan de encontrar.

    Igual me paso otros cinco o seis años sin volver. Hasta que se me olvide esta visita.

    Llevo dos años viviendo en Barcelona, y fui al tomar las bravas al segundo mes de llegar. Ahora siempre llevo a la gente que viene a visitarme de fuera. Las bravas? no se si son las mejores pero están muy buenas, el resto de tapas? de cantina. Pero hombre! forma parte de la vida de una monton de gente de esta ciudad. Y encima es barato... todos los que escribimos en esta web deberían conocerlo. Por cierto todos deberíamos comentar la mayoría de sitios con "solera" que hay en las grandes ciudades.

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