Restaurante Taberna de la Daniela en Madrid
Restaurante Taberna de la Daniela
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

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Precio desde:
17,60 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
32 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.0
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
4.6
Comida COMIDA
7.4
Precio medio entorno ENTORNO
6.2
RCP CALIDAD-PRECIO
6.3
Opiniones de Taberna de la Daniela
OPINIONES
12

Viaje propiciado por un amigo un poco "zumbao", que hace dos meses me comunicó que había comprado dos Billetes AVE ida y vuelta para hoy y que reservase para comer un cocido. Pude arreglar las cuestiones laborales y que fuimos para Madrid, en el día de San Isidro.
Reservé en La Daniela por recomendación de amigos del foro (de Madrid se entiende)que me indicaron que mejor en el de General Pardiñas, ya que hay varias sucursales.
Antes, visita al Mercado de San Miguel, tabernas varias y cierta carga de cañas y tapas. En eso Madrid, nos da sopas con honda y muchas....
Llegados a La Daniela esperamos en la barra, otras dos cañas con tapa y enseguida al comedor. Cocido pleno:sopa muy sabrosa sin ser pesada (pedimos otra sopera más que nos sirvieron sin mayor problema y sin sobre coste; mi amigo además de zumbao es una auténtica lima)y el cocido en dos vuelcos que pedimos junto con la sopa y nos sirvieron sin problemas. En verduras, garbanzos pedrosillanos en abundancia y muy tiernos, repollo, patata y zanahoria abundantes. En carnes morcillo espectacular, pollo de corral, chorizo, TUÉTANO,jamón muy bueno, tocino abundante y morcilla (de Burgos, lo único que hubiésemos preferido fuese de cebolla) Bueno a reventar.
Otras dos cañas, Matarromera crianza y dos carajillos. No pusieron las dos cañas de la barra y al advertirlo nos dieron las gracias y que cuando volvamos nos invitan a dos más.
Tres camareras, una japonesa (que parecía de Chamberí por la forma tan coloquial como hablaba del cocido) otra argentina y una tercera de la tierra, cada una amable a más no poder.

Si no me pillara tan lejos y mañana no tuviese que trabajar lo de hoy y lo de mañana, volvía YA. Recomendable sin dudas.

acudimos por recomendación
restaurante tradicional donde comer el fantástico cocido madrileño (tan emparentado con el sancocho sudaméricano o la olla barrejada catalana).

alicatado a media altura, mesas muy juntas, camareros de edad avanzada, servicio suelto y con desparpajo, y unas raciones descomunales que justifican los casi 30 euros por persona...

postres muy justitos y básicos

mantelería, loza y demás, correcto....

recomendable para cumplir con el papel de turista, pero discutible la repetición...

No hay visita madrileña en época de frío que no conlleve un buen cocido madrileño, es de ley. Y realmente es lo que dan de comer en La Daniela en sus cuatro ubicaciones en la Capital (la original del Barrio de Salamanca pegando a Velázquez en General Pardiñas). El último degustado en la misma puerta del Cristo de Medinacelli, notable igualmente: tres vuelcos que llaman, sopa primero seguida de los garbanzos con repollo y el resto de la carne (patata, jamón, chorizo, etc...). La sopa potente, bien hecha, y el resto lo mejor, con unos garbanzos estupendos, que yo al menos, mezclo con la primera. Si uno mira a su alrededor todos están cocido en cuchara, por algo será, y no por el precio (con vino y unas cervezas antes, la cuenta sale a más de 40€ por persona). Cómo no, la caña servida como Dios manda, con cuerpo sin mucho gas y manchando el vaso en cada sorbo.

Lo malo? estrecheces de los locales, hay que rentabilizar el último hueco a base de garbanzos, que por el precio, lo hacen y bien. Y quizás un servicio 'dejado'...

No he podido disfrutar de su cocido pero he tapeado otras especialidades y la verdad es que no está mal, buen pulpo y buenos revueltos, con buen vino

Había estado en alguna ocasión de picoteo sin saber nada del local. Me encantaron sus tortillas.

Tenía ganas de volver, así que me he pasado por ahí para tapear algo en la barra ( restaurante a tope ). La tosta de cocido es sorprendente y muy buena. La sopa de fideos me ha encantado ( un pelín grasa pero muy rica ) , y la tostada de huevos de codorniz con chorizo también muy bien ( un poco salado el chorizo pero bien ).

Teniendo en cuenta que es una "taberna", los detalles de la sal del chorizo o la grasa de la sopa los dejo como algo anecdótico, entre otras cosas porque tampoco era nada exagerado.

La verdad es que he disfrutado. De precio está muy bien ( las tostas a 3.50€ aprox. ).

Las cañas bien tiradas, camareros atentos pero el vino tirando a caliente ( Viña Mayor ).

En fin, que si se está por la zona vale la pena pasarse a tapear

El ambiente del restaurante es muy castizo. Fui con un par de amigos y la verdad que nunca había tomado un cocido tan bueno fuera de mi casa. Se sirve una cantidad muy abundante, que en mi opinión es dificil de acabar. Recomendado para todas las personas y sobre todo para aquellas que quieran saber de verdad como es un cocido madrileño.

No hemos tenido oportunidad de comer en la Taberna de la Daniela, pero si de tapear en su concurrida barra. Con cañita de cerveza su correspondiente tapita de cortesía en las dos ocasiones que pudimos ir, que consisitió en un platito de ropa vieja (genial para hacer base en los estómagos cuando acabas de empezar la ronda por las Cavas...) si bien el plato es un pelín graso, se agradecen unos garbanzos con su ternera y sus restos de repollo y patatita salteados por la sarten. También cuenco de sopa de cocido en barra, al igual que el resto de la clientela, en este último y frío domingo. Merece la pena aprovechar su especialidad en cocidos para iniciar un ronda de tapas por la zona.

El título creará polémica, pero de eso se trata, de fomentar la participación. En cualquier caso es lo que pienso. Hemos probado, La Bola, Buenaventura, Malacatín, Casa Carola,y alguno más, y nos quedamos con el de la Señá Daniela. Caldo soberbio y materia prima de primera calidad en los otros dos vuelcos. Servicio campechano. Especialmente abarrotado el de General Pardiñas, donde suele haber dificultades hasta para llegar a la zona de comedor.
Imprescindible reservar, y aún así la hora de la reserva será orientativa.

Ambiete de típica taberna madrileña con un comedor interior con muy mala acustica y otro menos ruidoso pero más bullicioso. Doblan turnos a las 2 y a las 3:30, las mesas muy juntas y dependes de la suerte respecto del número de comensales que te toca al lado para tener mucha o poca estrechez... En todo caso aglomeraciones aseguradas para ir al baño. Todo el mundo con los baberos (no servilletas) colgados, la verdad es que la escena es graciosa.

Servicio castizo 100% que va juego con el resto del local.

La carta de vinos pésima, las copas peores todavía y cara, nosotros como casi todo el mundo optamos por el vino de la casa... pero vamos que allí se va a comer cocido y eso lo hacen bueno. En la mesa te esperan cebollitas y guindillas. Llega la sopa que fue lo que más me gustó, muy gustosa, sin problemas para repetir. Luego los garbanzos, patatas... para acompañar hay dos salsas de tomate con comino y sin él, estaba bueno sin más. Finalmente la carne, espectacular la ternera y el resto bien.

Para rebajar unos sorbetes de limon que cobraron a 6 euros... Terminamos con un buen cafe y unas copas de pacharan que vino de lujo.

Todo por unos 35 euros persona, salí con una sensación de "ni frio ni calor", todo bueno pero sin destacar, de hecho me gusta más el cocido de casa pero tampoco estuvo mal.

Si quieres un buen cocido este es el sitio adecuado buen caldo y escelente carne una autentica gozada que te recuerda los inviernos fríos que pasabas de pequeño ante semejante manjar, postres sorbetes, y vino de la casa lugar pintoresco muy agobiante, bullicioso pero con ese encanto de antaño el servicio casero y sipatico seguro que repito
creo que es una buena opcion en este tiempo

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