Me sorprende el último comentario, pues desde hace unos 4 años vamos con mi familia unas cuantas veces al año. Estuvimos el día 27 de agosto pasado y una vez más, pudimos comprobar que sigue el mismo dueño (José María: trato familiar, amable, educado y con sus características y sabias sugerencias sobre platos y vinos a elejir -merece la pena dejarse aconsejar-), con la misma camarera (ràpidez a la hora de servir, amable, familiar, educada) y a la hora de saborear los platos, creo que también sigue el mismo/a cocinero/a, (todo delicioso). Creo que es el sitio ideal para celebraciónes especiales y si tienes un compromiso con el que quieras quedar bien en cuanto a cantidad y calidad de los platos no dudes en ir y dejarte aconsejar por el dueño. No te arrepentirás. PD. en cuanto al armario de los vinos, continua en su sitio y bien surtido (commo siempre ha estado).

Ayer escribio un ampilo comentario sobre este restaurante, pero parece que no se ha registrado, por lo cual insisto de nuevo.

Fui el primero en introducir este restaurante de Lleida, mi ciudad natal, para mi esra de los mejores, pero en los 4 ultimos mese he vuelto de nuevo y el restaurante ya no tiene nada que ver, de lo cual quiero alertar a los comensales que acudan para disfrutar de la buena comida y buen vino.

En mi opinio, el local se ha traspasado, ya que el propietario y excelente asesor que tomaba nota en las mesas ya no esta, en su lugar hay una mujer que creo que no entiende su trabajo. Entre otras cosas, el ultimo dia que fui hace poco mas de un mes, un bonito armario de madera que albergaba excelentes licores, brandys y whiskys, de repente estaba completament vacio; me sirvieron un vino en malas condiciones y creo que mal conservado, parte de los vinos de la carta ya no estaban disponibles, no havia ninguna sugerencia fuera de la carta (cosa que anteriormente era un punto de calidad a destacar en este restaurante, ya que segun la disponibilidad del dia de materia prima de primera calidad, ofrecia con excelente preparacion exquitos platos culinarios); y lo que mas me enojo, es que la carta esra la misma, Y LOS PRECIOS TAMBIEN, pero la calidad era pesima, por poner algun ejemplo, la señora del restaurante no tiene ni idea de foie, me lo confunde con un pate o una mouse, un solomillo lleno de nervios, crudo e incomentible, pies de cerdo a la brasa macerados al cava, plato recomendado y exquisito, se convirtio en unos pies de cerdo a la brasa (supongo) sosos y sin gusto, tienen una reduccion de PX pero no tienen PX para servir (creo que no saben ni lo que es). En fin, un desastre, se salvaria se rebajan los precios a la mitad, ya que la calidad es menos qeu la mitad.

No se donde estara el atiguo propietario, pero donde este seguro que ara las cosas con una calidad suprema como hacia en este restaurante, y sobretodo sus buenos consejos y buen hacer. Ahora debo recomendar no acudir a este restaurante, ya que en el 2010 esta hundido y creo que tiene los dias contados, que lastima.

Avui ens hem comportat i hem fet dieta :-)

Amuse gueule de tartar de tonyina.

Aperitiu:
- Cargols a la llauna
- Carxofes a la llauna
- Centres de vieira

Plats principals:
- Entrecot de vedella
- Rellom de bou
- Costelles de cabrit a la milanesa

Postres:
- 2 Trifàsic de torró de Xixona, yoghourt i xocolata
- Crep de poma confitada amb toffee i xocolata calenta

Tot acompanyat de força aigua, una ampolla de Rioja Alta 904 1995 i una altra de Ferret Gran Reserva Brut Nature rosat 2003. Cafès i petit fours. I un Trinidad per a arrodonir el tema.

El Restaurante "El Tupí de l'Horta" en el barrio de Pardinyes de LLeida (justo delante del campo de futbol) es de aquellos que promete cuando lees la carta y sus sugerencias , pero que a la hora de la verdad , el verbo del propietario es mucho mejor que su comida ...que no es mala , ni mucho menos pero...De primeros un buen tataki de atun ( para mi muy condimentado y poco sabor a atun que es de lo que se trata-16,5 € ) pero bueno y bloc de foie ( decepcionante , era una mousse de foie-14 € , se ponga como se ponga) . De segundo rodaballo salvaje a la brasa . Piezas excelentes y gran tamaño, de diferentes grosores ambas , y mismo tiempo de cocción ( supongo ) Resultado uno muy bueno y el otro crudo . Y a 26 euritos la ración exijo el pescado al punto ...o eso creo.Calidad del producto muy buena . No quisimos postres ( estábamos a tope ) . Vino : Un Riesling Scwmitges (20€ , en la tienda unos 12€) servido a temperatura ambiente ( quizás a mi me guste muy frio el vino blanco pero creo que estaba caliente ) que a medida que se enfriaba ganaba en calidad con un suave afrutado y una punta ácida al final. No soy entendido en vinos pero a mi me gustó . 3 cositas . En un restaurante con dos salas , una regulín y una bastante bonita , lo lógico seria llenar primero la bonita no? Pues aquí no y no tiene más importancia pero nos tuvimos que combinar con los comensales de la mesa de al lado para levantarnos y lleno no estaba ,eso seguro . La segunda : Porque hay más sugerencias que platos en la carta ? Espero que no sea para esconder los precios . Tercera : Al final montaré un blog o una ONG o lo que sea para que los restaurantes dejen de servir cosas que no pides y que después te cobran ( el - buenísmo- pan con tomate ). Si ; ya se que puedo devolverlo o quejarme o no comerlo , pero no me negaréis que corta un pelín el rollo, si entras en este tipo de discusiones En fin que queréis que os diga creo que será uno más de los restaurantes de LLeida que arrancan con fuerza y poco a poco se van hundiendo por el público ilerdense , no muy abierto a excentrecidades pero exigente como nadie con el producto , el servicio y la relación Calidad-Precio.El Rodaballo a la Brasa en Getaria y en Lleida... caracoles

Supongo que esta vez íbamos más preparados. De entrada, nada fuera de carta. Queríamos probar la carne. Pocos aperitivos, que luego no hay quien coja el coche.

Aun así, fue mejor de lo esperado. Nos pusieron en el comedor del fondo, más bonito, para mi gusto, que el otro. Las mesas, bastante espaciadas. Las nuevas camareras son infinitamente más agradables y competentes. Las copas esa vez fueron Cardinal C&S. Creo que la serie Open Up. Los nuevos vasos para el agua también me gustaron. La vajilla, mantelería, cubertería, acorde con el resto.

Amuse gueule de tartar de atún para comenzar. Delicioso.

Con los entrantes, no pudimos resistirnos a los cargols a la llauna y las vieiras. Ambos deliciosos, sobretodo la vinagreta de los caracoles. Para mi mujer, que no gusta de los caracoles, una ensalada de ventresca con queso y judías verdes (12,80€). Según ella, espectacular de sabor y original en la combinación de ingredientes.

Los platos fuertes, después de resignarnos a no pedir pescado de nuevo (sigh!):
- 2 solomillos de buey a la brasa poco hechos (20,-€/ud.) con una guarnición algo escasa, pero deliciosa. Tiernos, sin un sólo nervio. Se cortaban casi sin querer. Muy sabrosos. Carne procedente del País Vasco.
- Entrecot de ternera a la brasa (17,50€) muy buena pinta, aunque demasiado hecho para mí. Pero era para mi mujer :-)

Y llegamos a los postres. Por no repetir lo de la anterior visita:
- Sorbete coco choco (4,10€)
- Croquetas de chocolate (6,-€) - Demasiado fuertes para mí, pero mi hija no pudo resistir la tentación.
- Trifásico de turrón (5,50€) - Me dijo el dueño que se comía de abajo para arriba. Como yo no estaba por la labor, lo mezclé todo y pa dentro. ¡Riquísimo! Acompañado de una copita de PX malagueño (5,50€) que no conocía y del que no recuerdo el nombre. Un PX con una acidez poco común.

3 botellas de agua de 1 l. (3,-€/ud.), una botella de Pago de los Capellanes Reserva 2005 (35,-€) servida a su temperatura y un cortado (1,90€). El dueño me invitó a lo que quedaba de una botella de brandy Luis Felipe. Tres pequeños sorbos que me supieron a gloria.

Creo que será la última vez que comente este lugar. En esta visita, Josep Mª -el dueño- acabó regalándome una botella de vino y yo le prometí que le buscaría un proveedor de vino de hielo y le conseguiría una botella de Caligo... Tengo mis dudas sobre si la valoración estará condicionada o no por lo anterior. Os invito a que lo visitéis. La comida no ha cambiado respecto a mi anterior comentario: Excelente.

Local de ambientación rústica a las afueras de Lérida, abierto hace unos 6 años. Tiene un pequeño salón de unas 7 u 8 mesas, y un salón interior mayor que, cuando lo visitamos, estaba ocupado por un grupo bastante numeroso. Es espacioso y las mesas son de un tamaño aceptable. Tiene una cocina de leña alimentada con encina, con la que prepara unas remarcables carnes a la brasa. Dispone de armario climatizado para la conservación del vino.

De entrada, mal rollo. Telefoneé a primera hora de la mañana para avisarles de que seríamos 5, en vez de los 4 que comuniqué al realizar la reserva. No habían escuchado el mensaje del contestador automático y, lógicamente, no habían preparado la mesa para 5. Nos han intentado "colocar" en una mesa redonda para 4. Después de un pequeño tira y afloja, nos han instalado en una mesa para 6. Los camareros no entendían el catalán, y tampoco dominaban el castellano. Una vez sentados a la mesa, ha aparecido el dueño y, a partir de ese momento, todo ha ido como la seda.

Vajilla, cubiertos y cristalería típicas de restaurante. Las copas de vino eran de "Dinastía Vivancos" ??? La copa del gin-tonic, de Cardhu...

De entrada:
- Cargols a la llauna: muy buenos. Ni uno sólo quemado y de un tamaño mediano todos ellos. El allioli, más que correcto para un restaurante. La salsa vinagreta también estaba muy bien, con un toque picante muy agradable.
- 2 tostadas con foie. Deliciosas. El foie con muy buen punto de cocción y con una capa de especias que lo acompañaban perfectamente. El dueño nos obsequió -gratis- con unas copitas de un moscato italiano con un punto de aguja que combinaba perfectamente con el plato.
- Centro de vieiras a la brasa. Simplemente con un poco de sal. Sublime.
- Tataki. Tartar de atún rojo muy bien aliñado. Según explicó el propio dueño, llevaba escalibada casera. Diferente al que se suele encontrar en otros restaurantes.

Plato principal:
- 2 rodaballo salvaje a la brasa. Muy buen punto de cocción. Acompañado de unos ajos fritos. Con un sabor digno de mención.
- Arroz con conejo y caracoles. No he dejado ni la muestra. Simplemente delicioso.
- Fideuá. El caldo base, excelente. El plato tenía mucho sabor a pescado. La cocción, muy buena. Incluía una cigala y unas cuantas almejas. Diferente a la tradicional.
- Brocheta de carne y verduras a la brasa. Enooorme. Lo hemos pedido para mi hijo de 4 años. Nos ha servido como entrante para todos los demás, aprovechando las salsas de los caracoles...

Postres:
- 2 croquetas de chocolate. A mi me han parecido un poco fuertes, pero a mi mujer y a mi hija, más aficionadas que yo a ese tipo de chocolate, les ha encantado.
- Mousse de chocolate blanco y puré de fresas. Pura glotonería. Me lo he comido porque no me veía capaz de dejarlo.

Vino: Cristiari blanco 2007 (15,5? por un vino que cuesta unos 9,-? y servido en copas de una bodega de Rioja) y una sangría que prepara el propio dueño (estaba riquísima y no nos la ha cobrado).

2 cafés (uno de ellos doble y corto para nuestra amiga acostumbrada al café italiano), 3 botellas de agua, 5 raciones de pan con tomate (el tomate, regulín), las 2 salsas de los caracoles, un habano Trinidad Colonial (tiene 3 de las 4 vitolas que conozco de esta marca) y un gin-tonic, a propuesta del dueño. Total: 287,19?. Para aquellos a los que no les salgan los números, de la cuenta final he restado lo que ha tomado mi hijo de 4 años, y el resto lo he dividido entre 4 comensales.

Comentarios:
- Las raciones son más que generosas. Cuidadín con las indigestiones.
- En nuestro caso, excepto los caracoles y los postres, el resto de los platos eran fuera de carta.
- La calidad del pescado se explica por la relación del dueño con el norte de España. Casi todo el pescado y el marisco se lo traen directamente de allí. Ha sido una sorpresa incluso para mí, que soy de Lérida.
- El dueño es un forofo de los whiskies. Tiene algunos que valen una pequeña fortuna.
- Para los amantes del Gin-tonic, éste llevaba una tónica, Fever Tree, que no había probado en la vida. Lo cierto es que he alucinado cuando he visto cómo preparaba el dueño el Gin-tonic: copa globo llena de hielo, el zumo de media lima, un par de cucharadas de azúcar de caña, la tónica "rara" y una ginebra que no he podido ver debido al diablillo de mi hijo, y que se me ha olvidado preguntar la marca. Remover con una cucharilla, y listo. Me he bebido medio por que estaba, aunque no me guste, muy frío y, ya que no tenían ningún licor estomacal de los que me gustan, ayudó a bajar la sobredosis de comida.
- También nos obsequió con un vasito de tequila que, aunque cueste un ojo de la cara, no es apto para estómagos sin alicatar (fuerte de narices); licor de piña con algo más que no recuerdo (agradable); un vino con hierbas que prepara en la casa (insípido); y unos licores que no llegamos a probar. Si fuese desconfiado, pensaría que nos quería emborrachar. jajaja. De hecho, hemos tenido que esperar una media hora para atrevernos a coger el coche... para ir al recinto ferial que está a 5 minutos escasos.

No comento la carta ni los vinos, ya que están en la página web, así como varias fotos del restaurante: http://www.eltupidelhorta.com/castellano.html

La puntuación de la comida incluye el hecho de disponer de un pescado y un marisco con una calidad difícil de encontrar, incluso en Barcelona, y tratado de forma más que correcta, tanto en crudo como cocinado a la brasa o como ingrediente de algún plato.

Aviso: el restaurante no tiene ningún cartel ni rótulo en la puerta. Hay que apuntarse bien la dirección para no acabar en alguno de los 2 locales que hay cerca, y que no tienen nada que ver con éste.

Excelente restaurante, con gran variedad de platos dentro y fuera de la carta, sus especialidades a la brasa estan en su punto óptimo, alguno de sus platos típicos son los caracoles a la llauna y los pies de cerdo macerados al cava a la brasa; notable carta de vinos, algunos de ellos con muy buena relación calidad-precio.
Un restaurante que debe ser visitado si os pasais por Lleida.

Raciones enorrrrrrrmes.Excelente calidad tanto en entrantes como en segundos platos. El Foie al PX mmmmmmmmmm. Rovellones ( niscalos) con esparragos ¡¡?? De segundo probamos el atun a la brasa, en su perfecto punto y de sus 32 postres caseros elegimos los que nos parecieron más adecuados para un dia laboral. De vino un Alos de Costers del Segre. Muy bueno por 12 euros. Precio a unos 50 euros por barba contando 4 entrantes , 3 segundos y 3 postres + vino,agua cafe... Una experiencia para volver. Uno de los platos "estrella" es el rape a la brasa. Sirven un rape entero por persona, de un tamaño que no está nada mal. Conviene reservar. Si no pierde calidad con el tiempo sera un punto de referencia en Lleida