Sorprendente.

Local de ambientación rústica a las afueras de Lérida, abierto hace unos 6 años. Tiene un pequeño salón de unas 7 u 8 mesas, y un salón interior mayor que, cuando lo visitamos, estaba ocupado por un grupo bastante numeroso. Es espacioso y las mesas son de un tamaño aceptable. Tiene una cocina de leña alimentada con encina, con la que prepara unas remarcables carnes a la brasa. Dispone de armario climatizado para la conservación del vino.

De entrada, mal rollo. Telefoneé a primera hora de la mañana para avisarles de que seríamos 5, en vez de los 4 que comuniqué al realizar la reserva. No habían escuchado el mensaje del contestador automático y, lógicamente, no habían preparado la mesa para 5. Nos han intentado "colocar" en una mesa redonda para 4. Después de un pequeño tira y afloja, nos han instalado en una mesa para 6. Los camareros no entendían el catalán, y tampoco dominaban el castellano. Una vez sentados a la mesa, ha aparecido el dueño y, a partir de ese momento, todo ha ido como la seda.

Vajilla, cubiertos y cristalería típicas de restaurante. Las copas de vino eran de "Dinastía Vivancos" ??? La copa del gin-tonic, de Cardhu...

De entrada:
- Cargols a la llauna: muy buenos. Ni uno sólo quemado y de un tamaño mediano todos ellos. El allioli, más que correcto para un restaurante. La salsa vinagreta también estaba muy bien, con un toque picante muy agradable.
- 2 tostadas con foie. Deliciosas. El foie con muy buen punto de cocción y con una capa de especias que lo acompañaban perfectamente. El dueño nos obsequió -gratis- con unas copitas de un moscato italiano con un punto de aguja que combinaba perfectamente con el plato.
- Centro de vieiras a la brasa. Simplemente con un poco de sal. Sublime.
- Tataki. Tartar de atún rojo muy bien aliñado. Según explicó el propio dueño, llevaba escalibada casera. Diferente al que se suele encontrar en otros restaurantes.

Plato principal:
- 2 rodaballo salvaje a la brasa. Muy buen punto de cocción. Acompañado de unos ajos fritos. Con un sabor digno de mención.
- Arroz con conejo y caracoles. No he dejado ni la muestra. Simplemente delicioso.
- Fideuá. El caldo base, excelente. El plato tenía mucho sabor a pescado. La cocción, muy buena. Incluía una cigala y unas cuantas almejas. Diferente a la tradicional.
- Brocheta de carne y verduras a la brasa. Enooorme. Lo hemos pedido para mi hijo de 4 años. Nos ha servido como entrante para todos los demás, aprovechando las salsas de los caracoles...

Postres:
- 2 croquetas de chocolate. A mi me han parecido un poco fuertes, pero a mi mujer y a mi hija, más aficionadas que yo a ese tipo de chocolate, les ha encantado.
- Mousse de chocolate blanco y puré de fresas. Pura glotonería. Me lo he comido porque no me veía capaz de dejarlo.

Vino: Cristiari blanco 2007 (15,5? por un vino que cuesta unos 9,-? y servido en copas de una bodega de Rioja) y una sangría que prepara el propio dueño (estaba riquísima y no nos la ha cobrado).

2 cafés (uno de ellos doble y corto para nuestra amiga acostumbrada al café italiano), 3 botellas de agua, 5 raciones de pan con tomate (el tomate, regulín), las 2 salsas de los caracoles, un habano Trinidad Colonial (tiene 3 de las 4 vitolas que conozco de esta marca) y un gin-tonic, a propuesta del dueño. Total: 287,19?. Para aquellos a los que no les salgan los números, de la cuenta final he restado lo que ha tomado mi hijo de 4 años, y el resto lo he dividido entre 4 comensales.

Comentarios:
- Las raciones son más que generosas. Cuidadín con las indigestiones.
- En nuestro caso, excepto los caracoles y los postres, el resto de los platos eran fuera de carta.
- La calidad del pescado se explica por la relación del dueño con el norte de España. Casi todo el pescado y el marisco se lo traen directamente de allí. Ha sido una sorpresa incluso para mí, que soy de Lérida.
- El dueño es un forofo de los whiskies. Tiene algunos que valen una pequeña fortuna.
- Para los amantes del Gin-tonic, éste llevaba una tónica, Fever Tree, que no había probado en la vida. Lo cierto es que he alucinado cuando he visto cómo preparaba el dueño el Gin-tonic: copa globo llena de hielo, el zumo de media lima, un par de cucharadas de azúcar de caña, la tónica "rara" y una ginebra que no he podido ver debido al diablillo de mi hijo, y que se me ha olvidado preguntar la marca. Remover con una cucharilla, y listo. Me he bebido medio por que estaba, aunque no me guste, muy frío y, ya que no tenían ningún licor estomacal de los que me gustan, ayudó a bajar la sobredosis de comida.
- También nos obsequió con un vasito de tequila que, aunque cueste un ojo de la cara, no es apto para estómagos sin alicatar (fuerte de narices); licor de piña con algo más que no recuerdo (agradable); un vino con hierbas que prepara en la casa (insípido); y unos licores que no llegamos a probar. Si fuese desconfiado, pensaría que nos quería emborrachar. jajaja. De hecho, hemos tenido que esperar una media hora para atrevernos a coger el coche... para ir al recinto ferial que está a 5 minutos escasos.

No comento la carta ni los vinos, ya que están en la página web, así como varias fotos del restaurante: http://www.eltupidelhorta.com/castellano.html

La puntuación de la comida incluye el hecho de disponer de un pescado y un marisco con una calidad difícil de encontrar, incluso en Barcelona, y tratado de forma más que correcta, tanto en crudo como cocinado a la brasa o como ingrediente de algún plato.

Aviso: el restaurante no tiene ningún cartel ni rótulo en la puerta. Hay que apuntarse bien la dirección para no acabar en alguno de los 2 locales que hay cerca, y que no tienen nada que ver con éste.

  1. #1

    Bernie

    Com et cuidas...
    No vius malament, no, jajaja

  2. #2

    Gabriel Argumosa

    Te felicito por la exposicion(no habia leido) y tienes razon una vez más en lo de los camareros.

  3. #3

    Magiccc

    La verdad es que soy uno de los que ha ido en grupo.
    Són poco serios en el restaurante. Un grupo muy numeroso, habiamos concretado un precio cerrado.
    Cuando fuimos a pagar, SORPRESA.
    El precio se ha incrementado en 2 euros, por que habeis tomado mucho vino!!
    casi todas eran mujeres (MAESTRAS), no pedimos nada EXTRA de lo acordado, no salimos ni a 4 botellas por persona aproximadamente.
    En conclusión que le ponen mucha cara dura.
    La comida correcta, pero el trato del servicio y el incidente final...
    PUES MUY MAL.
    el comentario del grupo fue... aqui no volvemos mas.
    ha pasado tiempo y por lo que se, de esos 40 no ha vuelto nadie.
    saludos

  4. #4

    Francescf

    Supongo que lo de las 4 botellas por persona es un error. Sería 1 botella cada cuatro personas.

    Desgraciadamente es muy usual que un restaurante empeore mucho cuando se trata de grupos numerosos. Y los menús cerrados no son santo de mi devoción. Suelen dar mal resultado... culinariamente hablando. Es muy difícil cocinar para 40 personas a la vez si no dispones de los recursos suficientes, y no suelen disponer de ellos.

    Tal vez deberíais darle una 2ª oportunidad... pero de 4 en 4 ;-)

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