La verdad que Guetaria en general y sus asadores son una experiencia. Y Kaia Kaipe es leyenda viva. El rodaballo, las kokotxas. el lugar el mar ..aquí parece distinto. Intentar una visita a la bodega ..realmente deslumbrante . Como en días previos , siempre lleno..nos gusta a todos

Si vas un día festivo y más si es al mediodía ...reserva imprescindible;incluso es difícil encontrar aparcamiento relativamente cercano,afortunadamente lo hicimos cerca del Museo Balenciaga  que visitamos posteriormente.

Mesa amplia en la galeria acristalada con vistas al puerto,en un día de sol maravilloso.

Vieras a la brasa,con acompañamiento de una salsa de cítricos y ¿apio-nabo?:2 unidades  perfectas,plenas de sabor.(20 euros)

Yo 1/2 sopa de pescado,con 2 buenas almejas y variados pedazos de pescado,fondo magnífico .Pleno sabor a mar(9 euros)

Mi pareja prefería rape al casi obligado rodaballo,nos sirvieron un estupendo ejemplar de 1,3 kg a la brasa(45euros/kg)  ; perfectamente limpio y emplatado. Como no podía ser de otra forma,perfecto de punto y sabor.

Cafe(2) muy bueno,al igual que un pan de masa madre  ,con un sabor y textura de mucho nivel.

Agua San Pellegrino (3) y Txacoli  Txomin Etxaniz 2017(15).

Servicio,vajilla y copas de notable alto.

Carta de vinos amplia,con posibilidades para todos los gustos y bolsillos

Como único reproche:Carta con precios "SIN IVA",que son los reseñados en mi comentario 

Restaurante con excelentes vistas del puerto de Getaria, cuna de Juan Sebastián Elcano, y por lo tanto, con mucho sabor marinero.

De entrante, Pulpo a la brasa sobre parmentiere de patata.

A continuación, la estrella del restaurante, Rodaballo a la parrilla (excelente sabor y punto exacto de cocción).

Postre: Coulant de chocolate con helado de mango.

Bebida: Txacolí de Getaria.

Excelente calidad de los productos, con un rodaballo a la parrilla, perfecto.

Está vez me toca rehacer la crónica pués aunque la hice en su dia se borro  uno que es perezoso pués.... A ver de que me acuerdo!!

Recuerdo un domingo esplendido. Un solazo en octubre como si de agosto se tratase. Recuerdo que estaba Getaria a reventar, con mucho público francés como imagino sea costumbre dada su cercanía. Recuerdo disfrutar de las vistas mientras tomabamos algo Mila y yo en una terraza cercana al restaurante.

Llegamos al restautrante, mucha, muchisima gente en la terraza, en el interior; el sitio es enorme y creo que me quedo algo corto con esa apreciación. Un recibimiento perfecto, la mesa pegada a la puerta de entrada al restaurante, vamos una "maravilla". Pero estamos en una terraza, en un dia estupendo y con ganas de disfrutar!! 

Aquí se vienen con las ideas claras, pescado de segundo a la brasa seguro. De primero habiamos visto en alguna parte que había ostras, pero ni rastro de ellas. Así que tuvimos que variar nuestro plan inicial!! Como aperitivo, una rica ventresca con cebolla y aceite. El pan es normalito, pero aún asi es imposible no rebañar un poco en el plato!!

Para compartir nos decantamos por lo siguiente:

- Pulpo a la brasa con puré de patata. El punto a la brasa, perfecto. El puré, buenisimo. ¿La ración? Diminuta; más que la pata de un pulpo parecía la de un pulpito. Aún así, cojonudo!!

- Cocochas en tres texturas. Brutal!!! A la brasa terrible, albardada buenisima, y con pil-pil... dejaba a la altura del betún a las anteriores!

Con el segundo tuvimos un dilema, la verdad es que hay cuatro cosas para elegir a la brasa. Vimos Rey y como hace mucho que no lo comemos lo pedimos, justo la mesa de al lado se lo había pedido... al final nos decantamos por un rodaballo. Durante nuestra estancia debieron sacar al menos 20, por algo será. Buen producto. Si ya de por sí el rodaballo nos encanta, con el sabor a brasa más aún. No dejamos ni las espinas en el plato.

Ahora los postres!! Mila se decantó por unas natillas que pasaron sin pena ni gloria por la mesa y por mi parte, elegí un postre que vi en el comentario de Gastiola y cuyo nombre no recuerdo, así que podeís imaginaros el recuerdo que me dejó. Ni fu, ni fa.

Dos café finalizaron la comida, buena comida, de un estupendo domingo. Un domingo que fue regado por un Champagne rosado cuyo nombre ya ni recuerdo (y eso que juraria lo apunté,,,) ; estaba bueno, pero no a la altura del Billecart para nuestro gusto. Amplia, muy amplia carta de vinos y destilados.

Lo dicho, buena comida, buen trato y buenas vistas!! 

Día importante, pues a las 13h del domingo 19 de marzo teníamos cita, en el bonito pueblo pesquero de Getaria, nada mas y nada menos que con Jon Ander (Gastiola) y su compañera Arantza delante del restaurante Kaia Kaipe que nuestro amigo había seleccionado para festejar nuestro encuentro y que se concretizó en una muy buena elección.

El restaurante está situado junto a la iglesia gótica de San Salvador, dominando el puerto pesquero y ofreciendo bonitas vistas al Cantábrico. Tiene dos pisos, en los bajos se encuentra una terraza invierno/verano y en el primer piso el comedor principal, de corte clásico, de estilo marinero y con grandes ventanales para poder contemplar el mar. Nos situaron en una mesa ubicada en un altillo en un ángulo del comedor desde la que divisábamos prácticamente toda la sala y el mar. Debe tener una capacidad para unas 70 personas. Las mesas están bien vestidas, son bastante amplias y están bien separadas las unas de las otras. Buena vajilla y buenas copas. El servicio de sala es bueno, de trato amable y familiar. El servicio del vino, aparte el descorche, lo efectuó perfectamente Jon Ander. Cabe destacar que tienen una bodega con casi 40 000 botellas de 1000 referencias.

Su cocina dirigida por el Chef Txomin Urkiri es de producto, de temporada, con platos tradicionales de la cocina vasca y su especialidad son las brasas. La parrilla, está situada a pie de calle, en la terraza, donde preparan los pescados procedentes de la lonja de Getaria y los mariscos de su vivero,. El restaurante tiene un plato Michelin y un sol Repsol.

Hecha la somera presentación, pasaré a relatar, lo que comimos y bebimos los cinco comensales.

Primeramente, mientras decidíamos que íbamos a escoger, nos ofrecieron un aperitivo a base de atún con cebolla y remolacha (Foto en el primer comentario) que estaba bueno.

Optamos por compartir la mayoría de los platos, a veces todos los comensales y a veces en función de los gustos de cada uno...

He aqui el detalle,

Como entrantes, tomamos los cinco comensales :

Gambas a la plancha (2 raciones/5 personas) Cuatro buenas gambas en su perfecto punto de cocción, fresquísimas .

Hongos (bolletus edulis) con huevo de corral (media ración/persona) . Como os podréis imaginar, estaba riquísimo.

y para compartir entre 3 comensales :

Txangurro al horno Muy rico. Puro mar.

Como plato principal

Jon Ander y Arantza tomaron un Sapito ( rape) a la parrilla con patatas de 1,250 Kg, que tuve la ocasión de probar, gracias a que Arantza no pudo terminarse el plato y nos lo repartió entre Jon y un servidor. Muy rico, fresquísimo y perfectamente cocinado. Puro producto de gran calidad.

MC tomó un Salpicón de bogavante Riquisimo, el océano en el plato.

Anaîs, nuestra hija, y yo compartimos un Lenguado a la parrilla de 1 Kg. En su punto perfecto de cocción, delicioso.

El pan que acompaño la comida fue muy bueno.

Las fotos de los siguientes platos, dado que en Verema solo pueden cargarse seis, aparecen en el primer comentario

Postres :

Milhojas caramelizada que por lo que me pareció, Arantza degustó con placer, o sea que debía estar muy bueno.

Torrija caramelizada La misma opinión que con el postre anterior pero en este caso el afortunado fue Jon Ander.

Flan de queso MC lo encontró muy rico.

Helado de queso (2) Anaïs y yo también lo encontramos muy bueno.

Para beber, Jon escogió, para empezar un vino espumoso Eugenia Txomin Etxaniz DO Getariako Txakolina 2015 Bodegas Txomin Etxaniz , Cepajes Hondarribi Zuri . 15 meses de crianza, ligero, refrescante, afrutado, persistente, burbujas muy abundantes y muy fácil de beber, Me gustó, pero lo encontré un poco mas ácido que los otros espumosos a los que estoy acostumbrado.
Seguimos con una botella de vino blanco de crianza Aitaren Txakolina 2015 DO Getariako Txakolina Bodegas Aitaren. Cepajes 100% Hondarribi Zuri, fermentado en barricas y en cámara frigorífica durante 27 días, 4 meses de crianza en barricas de roble francés. Me pareció un vino con personalidad, untuoso, elegante con buena acidez, largo en boca. Me gustó.

Finalizamos con 5 buenos cafés con petits-fours (Foto en el 1er comentario) y rematamos el encuentro con dos gin's tonic Bulldog y un Johnnie Walker Etiqueta negra.
La cuenta ascendió a 92,19 €/ persona. Buena RCP. Excelente restaurante de pescado, marisco y de producto de proximidad. Gran maestría en el arte de la parrilla. No conozco Elkano, pero este desde luego tiene el listón muy alto. Se llenó hasta la bandera. Fueron tres horas y media de buen comer en compañía de dos personas excepcionales, que mas se puede pedir... Si volvemos por Gipuzkoa repetiremos. Recomendable.

Nueva visita al Kaia, van muchas. Como siempre, magnifico comer, beber y ver las mesa de alrededor. Magnificas almejas a la marinera, kokotxas a la parrilla y un rodaballo imponente, grueso, muy bien hecho. La carta de vinos espectacular a muy buenos precios, algunos me cuesta encontrarlos más baratos en distribuidora de forma que no sabes que elegir. Localización magnifica, servicio familiar para lo bueno y lo malo. Postres ricos, caseros. Terreus 2011 y Egly-Ouriet Grand Crú Rosé. Estas dos elecciones marcan el precio final

Le teníamos muchas ganas a este clásico guipuzcuano que acaba de cumplir 50 años de cocina tradicional. No fue fácil elegir entre Elkano y el Kaia-Kaipe, pero las estupendas vistas al puerto de Getaria hizo que nos decantáramos por el segundo. Además todo el mundo resalta el trato familiar y afable de su servicio (¿?).

Aquí se rinde culto al mar y sus productos de temporada, como no podía ser de otra manera. Reservamos unos 10 días antes sin saber que realmente son dos restaurantes en uno: abajo, más informal con ambiente de taberna y con terraza verano/invierno (Kaipe); y arriba, con el comedor principal de ambiente más clásico con motivos marineros (Kaia). Por lo que he visto en su web, han inaugurado un nuevo comedor privado muy discreto y elegante. Afortunadamente y sin preguntar, nos reservaron mesa en el comedor del Kaia y además junto al ventanal desde las que se puede disfrutar de las vistas al puerto (a esas horas con mucho movimiento) y a la Isla de San Antón .

Servicio en la misma línea de siempre: muy profesional y caras demasiado serias. La camarera que nos atendió, al menos, muy amable. Nos tomó nota una señora ya muy entrada en años que debe ser la "ama" del restaurante (seriedad ante todo). Pues como pasó en el Rekondo unos días antes, ni se les pasa por la cabeza por romper el hielo ofrecernos un aperitivo.

Un único pan blanco muy rico. De aperitivo de la casa, un taquito de atún marinado.

Comida para tres:

- 1 y 1/2 de Pimientos del piquillo rellenos de centolla: Riquísimos. Sin salsas ni leches en bote. Naturalidad y generosidad en el relleno.

- 1 y 1/2 de Txipirones: Magníficos ya casi calamares. Los pedimos a la parrilla y resultaron de vértigo: limpios y sabrosos. ¡Qué ricos!

De segundo:

- Merluza a la Vasca: Plato tradicional que no podía fallar. Se presentó la cola de una merluza fresca, fresca. Carne tersa y delicada. Magnífica y suave salsa. Unas señoras almejas de acompañamiento. ¿Qué más se puede pedir?

- Rodaballo a la parrilla (68€ kilo + IVA): No podíamos fallar y mi chaval y yo nos decantamos por uno de los reyes del mar. Pedimos no quedarnos con hambre y nos presentaron, ya cocinado, una pieza de 1.4 kilos bestial, con una salsa muy ligera a base de aceite y vinagre de sidra (no se aprecia ajo). Perfecto el punto del pescado. Carne de lo más delicada del mundo: blanca, hojosa pero firme. En fin, una maravilla.

De postre:

- Pantxineta: Sigo con la idea de seguir probando todo aquello que ha encumbrado la gastronomía tradicional del País Vasco. Postre típico, típico. El mejor que he probado en décadas. Recién hecho pero presentado a temperatura moderada: hojaldre delicado y crujiente, relleno de crema pastelera, fluida y con sabor (para nada frecuente hoy en día).

En la sobremesa y con un café, tres mini-madalenas riquísimas con claro sabor a almendra. Al ver nuestra cara de satisfacción, volvieron a servirnos otras tres.

Impresionante carta de vinos. Lógicamente, mucho riojano pero la presencia de vinos internacionales no es despreciable. Precios para nada abusivos. El servicio lo llevó la camarera (descorche y a correr). Lo tenía claro ese día que tenía que ser un blanco riojano; pedí Viña Tondonia Reserva 2002 (33.50€ + IVA), servicio perfecto de temperatura y con copas Schott Diva.

Precio total: 252.56€ (inc IVA, servicio de pan a 2€, vino, café a 2€ y botella de agua de 1 litro a 3.80€)

Nota 1: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría un entrante, un segundo (olvidándose de besugo y rodaballo) y un postre, con IVA, servicio y sin bebidas.

Nota 2: ¿No sería más correcto presentar el pescado antes de cocinarlo y esperar la aprobación del cliente?

Poco valorable mi opinión de este restaurante, para mi es algo más que un restaurante. La amabilidad, el trato que me dispensa Igor es un lujo. Si a eso se acompaña, que no me he comido rodaballos mejores que allí, y ese día cayo otro, pues no hay mas que explicar. He comido piezas mejores en este restaurante pero nunca decepcionan. Sopa de pescado que podría llamarse crema de pescado. Bodega espectacular a precios supercorrectos, algunos mejores que en tienda, cayeron Viña Tondonia Blanco Reserva 1991 y 2002 y un Colorin Blanco Teso La Monja (dulce) invitación de Igor. Un lujo, sitio, compañía, atención.

Algunos pocos restaurantes, no cambian mucho y deseas que así sea. Podría ser el caso de Kaia Kaipe. Su vajilla, el establecimiento, las vistas, el producto, vigentes ayer y vigentes hoy. Extraordinario producto del mar y extraordinario manejo del mismo. Gran rodaballo...Carta de vinos brutal, con referencias múltiples, añadas antiguas, buen trato del vino y todas las posibilidades para disfrutar y experimentar con el mismo. Servicio amable, busca el confort del comensal , el goce....

Getaria es uno de esos sitios cerca de San Sebastian que merece la pena conocer uno (museo Balenciaga, el puerto, ver la bodega Txomin etxaniz...etc), y uno de los lugares de pereqrinación cuasi-obligatoria deberia ser el Kaia, para empezar pidan que te enseñe la bodega (no es, ni de lejos tan espectacular como la del rekondo pero tiene su aquel...más de 100 referencias de champagne), anexo a la bodega cuentan con otro local en el que tienen un vivero para el marisco con agua del mar bombeada desde el puerto...acojonante, todo esto junto con la parrila de la entrada que te da la bienvenida hace que sepas que vas comer bien muy bien. Manteles impolutos , buen coperia, servicio atento y un servicio de primera, diria que un pescado a la brasa es lo más aconsejable, besugo fue el elegido para la ocasión ( a 65€ kg...no me parece excesivamente caro), de sobresaliente, un poco de foie para amanecir la espera del besugo. en el apartado de la bebencia un txacoli del pueblo Txomin etxaniz (una de las bodegas,"por fuera" más bonitas que he visto), y un rioja viejuno a un precio más que correcto un Viña vial del 82, que pedi para recordar buenos tiempos pasados pensando que estaria muerto-inbebible y fue la sorpresa de la comida, que buenos vinos hacia Paternina. La felicidad debe ser algo parecido a estar viendo entrar los barcos pesqueros en el puerto de Getaria mientras disfrutas de un pescado increible hecho a la brasa.