Restaurante Di Vino (RESTAURANTE CERRADO) en Segovia
Restaurante Di Vino (RESTAURANTE CERRADO)
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
20,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
36 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.2
Comida COMIDA
7.1
Precio medio entorno ENTORNO
8.5
RCP CALIDAD-PRECIO
5.9
Opiniones de Di Vino (RESTAURANTE CERRADO)
OPINIONES
11

De vuelta de las vacaciones por tierras alicantinas decidimos hacer un último alto en el camino y hacer noche en Segovia.
Después de las mas de 5 horas de coche, una duchita, una pequeña siesta y a patear la ciudad, que prácticamente en una hora la tienes vista.
Paramos en dos o tres sitios a tomar unas cañas con sus consabidas tapas y llegando la hora de cenar y huyendo un poco del típico binomio cochinillo/ribera del duero, optamos por este restaurante en teoría regentado por el Nariz de Oro 2002 y digo en teoría porque no le vimos el pelo, en su lugar nos atendió un señor mayor, todo voluntad pero el hombre no creo que esté ya para muchos trotes.
Tras tomar un par de cañas en la zona de barra con unas ricas tapas de calabacín relleno de queso de cabra pasamos al comedor, muy elegante, con sus paredes de piedra adornadas por un innumerable número de botellas, sus mesas perfectamente vestidas, con su menaje de calidad y cristalería Spiegelau.
Tras echar un vistazo a la carta optamos por un menú que ofertaban a 30€ vino incluido:
- Vichyssoise con verduritas crujientes, la verdad es que estaba buena, pero me resultó curioso que se presentase en caliente, normalmente es un plato que se sirve frío.
- Atún sobre puré de patata y beicon crujiente, finísimo filete de atún, demasiado hecho y muy correoso, plato para olvidar.
- Rabo de toro al vino tinto, la verdad es que estaba bueno, tierno, jugoso, se desprendía facilmente del hueso y la salsa estaba muy lograda.
- Bricks rellenos de queso feta y menta bañados en miel, la verdad es que no comprendí este postre, demasiada intensidad del queso con un toque de sal importante que desbarataba cualquier intención de convertirlo en postre.

En cuanto al vino, la verdad es que tienen una carta con referencias bastante interesantes pero con precios bastante subiditos, íbamos a pedir un Ossian que tenían a 34 eurazos pero el buen hombre nos insistió mucho en que probáramos el vino incluido en el menú, si la memoria no me falla era un Torre de Barreda 2011, vino bastante vulgar y del cual nos trajo la botella ya abierta, pecado mortal.
En definitiva, decepcionante velada que en este lugar por lo menos no se volverá a repetir.

fuimos a este restaurante después de leer las críticas en verema.

local agradable, con una decoración particular (gustos son colores)y un enfoque de negocio interesante y peligroso, mezcla zona de tapeo y restaurante.
el propietario Nariz de Oro 2002 una persona encantadora, amable, cercano...fantástico.
algo justo de memoria en los platos pues alguno que oímos en otra mesa en la nuestra no llegó...
el resto del servicio? pues no había, bueno, sí que había, pero era el de la zona de tapas, que no distingue entre servicio de vino y tapa a dos euros, y servicio de un vino a treinta y cinco...

nos dejamos aconsejar por el vino y cayó un Cumal de 35 € de uva local, prieto picudo... duro al principio, muy tánico y que después de oxigenar/descansar fue excelente.
el servicio cuando el propietario estaba al quite fue bueno, cuando dependía del camarero de la zona de tapas, no existió, por suerte el decantador estaba más o menos cerca y pudimos darle curso....

la comida tiene una RCP cara...
unas setas de cardo con puntitos de jamón y un carpacció de bacalao con carabineros, correcto, pero algo escasos y en concreto con el bacalao, con poca aportación de valor.

a modo de ejemplo del servicio "taperil", cuando nos trajeron las setas, nos pusieron un plato a cada comensal y repartieron... pero al ver que el plato de setas y los de los comensales eran iguales, pensaron, para que repartir el segundo si es el mismo??? pues nada... "aquí lo tiene usted, le dejo este y me llevo el que le he puesto por que asi se come toda la sal y menos trabajo.."

el cochinillo correcto, y el rabo de toro muy pobre.
por 20 euros hace falta ofrecer algo más que cantidad... francamente fue una decepción, por que incluso habia trozos algo secos...
uno espera algo más por esos euros, sino mejor desayunar en el bar del polígono que por un tercio de precio ofrece algo similar....

hay que invertir en el personal, si no al final sólo tienes las copas Spiguelau tratadas como si fuesen vasos de barro... y es una lastima porque el propietario muestra muchas ganas...

Lo primero que llama la atención es el magnifico local, con varios ambientes, para disfrutar plenamente de la comida, bebida y la compañìa. Admiro a las personas que arriegan y gastan su dinero (y el que no tienen), para que los demás podamos asistir a unas horas de felicidad.
Si además añadimos que es una comida alejada de la tipicidad de la zona, moderna y en algunos casos atrevida, junto con unos vinos excelentes, bien conservados, servidos "como toca" y sobre todo bien explicados, teniendo tambien la posibilidad de una magnifica conversación con Lucio, en la que ves su pasión por este mundo, pues ese coctel tiene que ser necesariamente bueno.
Muchas gracias por las 3 horas tan felices que pasamos allí.
Enhorabuena.

Restaurante excelentemente decorado y acondicionado. Nos ubicamos en la parte superior del local. Servicio muy atento y correcto. Perfectos todos los detalles de sobremesa. Cristaleria Spiegelau.

2 Comensales. Tomamos un menú degustación el cual relato a continuación. Sin ningún pero. Todos los platos estaban estupendos. Maridamos la cena con un Numanthia 2002, decantado por Lucio y con las explicaciones pertinentes en referencias a dicho vino.

Aperitivos

- Crema de Sopa Castellana.
- brocheta de sepia con vinagreta de aceituna negra

Entrantes

- Carpaccio de solomillo con parmesano rallado y reducción de módena.
- Raviolis de piquillo confitado rellenos de queso de cabra al aroma de vainilla.


Pescado

- Lomitos de dorada sobre tomate Provenzal acompañado de tapenade


Carne

- Pechuga de pato marinada en miel y especies, con chutney de frutas y reducción de PX.


Postres

- Dulce de queso sobre mermelada de higos y reducción de módena.
- Brownie de chocolate negro sobre salsa mentolada.

Aperitivos - Inv.
Pan - 3 €
(2) Martini bco. - 6 €.
(2) Menús - 96 €.
Vino - 45 €.
(1) Café - 2,20 €.
(2) Copas de Moscato D'Asti - Inv.

Total - 152,20 €. IVA Incluido.

Volveremos.

Un saludo.

Cena para 7 personas en un restaurante con buena presentación. Las mesas bien decoradas con suficiente separación, si bien las copas de agua estaban hacia abajo ¿?. Dos de los 7 comensales habian estado hace unos meses y comentaron que habían cambiado la carta y que habian subido los precios. Carta de vinos interesante con precios comedidos: por ejemplo recuerdo un casa gualda a 15 euros (lo bebi hace una semana en otro restaurante a 22). Fuera de carta habia un elenco de platos tal vez mas numeroso que los que estaban en carta, lo cual para mi es algo negativo ya que siempre te cuesta asimilar los platos que te dicen y al final no recuerdas los primeros ¿tan dificil es ponerlos en carta o tener una carta homogenea? Tardaron 35 minutos en tomarnos nota desde que nos sentamos. Nos trajeron unos canapes individuales (invitacion): un pure de verduras mondo y lirondo y un canutillo de jamon con queso dentro. Creatividad cero.
Para los entrantes unas croquetas normalitas y una tabla de quesos, algunos de ellos de escaso sabor.
Platos: dos solomillos, una ternera de nebraska, dos pechugas de pato que segun los comensales estaban bastante bien. Un risoto con carabineros y alcachofas muy muy normalito, y unas chuletillas de cabrito sobre una grandisima montaña (creo que para hacer bulto en el plato porque no tenia ninguna decoracion) de patatas paja, algunas de pescuezo.
Tres botellas de agua, y dos de vino: un pago de florentino 2004 y un martue 2006, aunque en la carta ponia 2004. Bien servidos.
4 cafes y un te, sin postres. Nada de petifours y nada de invitacion licores, etc. que para 256 euros que costo la cena, digo yo que un detallito no esta demas.

Precioso local restaurado, ganandole a la cueva inferior un salón avobedado precioso. Muy concurrido y con dos barras relativamente pequeñas, por lo que hay que esperar a que alguna mesa se quede libre.

Bueno el atún con melón, la brandada de bacalao de lo mejor de la tarde y buen corte de jamon.

Impecable servicio de vino, variedad, buenas copas y temperatura de servicio, como no podía ser de otra forma de la mano de Lucio.

Muy recomendable para salir un poco de la cocina tradicional que nos encontramos en estas ciudades de arraigado cochinillo asado.

El local es céntrico, y es muy complicado aparcar por la zona. Esta bien decorado, tiene dos ambientes en dos alturas diferentes, la inferior es para fumadores, y esta situada en una cueva, muy bien recuperada en la restauración del local.

Fuimos en dos ocasiones a tapear, las raciones no están mal, alguna mas floja, como la tabla de queso que resulta un poco plana en variedades, y nos agrado el tartar de atún con melón. Pero en general bien.

En cuanto a los vinos es mejor dejarse asesorar por Lucio, nariz de oro del 2002, que acierta siempre de pleno.

Sin duda una opción muy recomendable si estas por la zona.

Acogida y servicio excelente - carta de vinos bien estructurada con precios muy acequibles. Hemos tomado un menu degustacion que nos ha gustado mucho. El sitio es muy agradable y cambia de los restaurantes clasicos de la ciudad

Excelente restaurante al lado de la Plaza Mayor de Segovia. La cocina de elevado nivel y la carta de vinos excelente, pero lo mejor sin duda alguna el trato recibido, tanto por parte de Lucio como de Henar y el resto del personal. Si estáis por Segovia, no os lo perdáis porque merece la pena. Respecto al precio, he de deciros que en algún otro sitio de Segovia se paga bastante más con una calidad mucho menor.

Servicio excelente. El local se sale de lo común. Contraste entre lo moderno y lo antiguo perfectamente combinado. Los viernes, pequeño concierto de música clásica que ameniza agradablemente la cena. La comida también excelente. Platos originales elaborados con productos de la época. Hay que destacar las virutas de Foei con Pedro Ximénez y el dulce de leche. Antes de empezar a comer te obsequian con un aperitivo y después de la comida con una copita de mistela. Un gran acierto el tener como sumiller del local a Henar Puente, campeona de España de sumilleres 2005.

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