En esta, segunda visita al laureado, cocinandos, llego a la extraña conclusión que en ocasiones la consagración no siempre trae la consolidación, y me explico.
Al igual que pudo comentar algún otro compañero, menú degustación correcto, con peros, y esos peros son que los platos no marcan y ciertamente, pasado el tiempo...se olvidan, eso puede tener muchas lecturas, y por cierto un consejo, es el cuidado de la temperatura, mi último plato estaba frio y las mollejas que acompañaban el roasbeef podrían haberse usado como arma arrojadiza, si bien el resto de platos era correcto.

Pedimos la opción maridaje, digamos que el Rueda lo hubiese puesto en la parte media y acompañando al pescado y el Penedés en primer lugar, discretos ambos, bien el tercero en discordia.

El trato ciertamente, no me gustó,bastante frío e impersonal, la forma de servir el vino no fué la correcta,como anécdota, la camarera al servir, derrama el vino fuera de la copa manchando la misma y en vez de cambiarla, va a por una servilleta, ya que no llevan lito, y la limpia superficialmente,volviéndola a depositar. El segundo de cocina se veía visiblemente nervioso por la demora de algún comensal de mi mesa en terminar su plato y es que en una cocina vista...todo se vé, incluidos gestos y aptitudes.
Dejamos a un lado un pelo en mi plato, el cual aparté discretamente y sin decir nada,observando que en cocina ninguno llevaba gorro y finalizamos con otro plato manchado en su borde.
Me llamó también poderosamente la atención el tipo de personas que configurábamos el comedor, y aparte de comensales cuyo maridaje era coca-cola, cosa que respeto, que hay de todo, también se encontraba algún despistado con gorra de beisbol, camiseta manga corta en invierno y deportivas, curioso.
La música ambiental se debería de mirar y mimar,el ambiente es importante y ya que la decoración no acompaña en esceso, al menos golpes de diferencia, como arreglar dispensador de jabón del baño...
En verdad que puedo parecer crítico, pero me gustó mas la atención y comida de antes que ahora,y es que no podemos olvidar que cuando consigues reconocimento como la estrella Michelín la gente va a valorarte y tener espectativas como tal.
A parte que ya no cocinan dos,a mitad de servicio era, cocina-uno.

He esperado unos días a colgar el mi opinión porque no sabía si era positiva o negativa. Como dicen los comentarios anteriores sólo sirven un menú que cambia cada semana. Todo lo que tomamos estaba bien cocinado y bien presentado pero lo malo es que unos días después no logro recordar ningún plato. Quizás en el lado positivo el plato de pescado, bacalao fresco en un punto de cocción perfecto con un ligero toque de curry (o eso creo). En la parte negativa el postre, una especie de crema-helado con fruta y que para mi gusto resultó insípido (aunque reconozco que lo mío es el chocolate).
Por lo demás el entorno, el servicio de vino y el ambiente en general está a la altura de lo esperado en un restaurante de este nivel. Para beber empezamos con un godello del bierzo y luego seguimos con un magnun de mencia. Ambos servidos correctamente (temperatura, rellenado de copas, etc.) Para terminar cafés, copas (excelente gin tonic con manzana verde) y mignardies.
Añadir que el precio fue correcto para lo comido y bebido ahora bien la cocina no llega a lo esperado (teniendo en cuenta que la expectativa era alta). Quizás lo que falta es un toque mayor de creatividad, arriesgar un poco.

Cada año, cuando Michelin hace publica la guía tratamos de conocer a través de sus "premiados" algún nuevo restaurante. Este año, un compañero de la oficina que nos lo recomendó y a pesar de los 330 kilometros hicimos viaje a León para conocer la propuesta de Yolanda y Juanjo los DOS que COCINAN en COCINANDOS.
Es una propuesta que parece arriesgada para un lugar como León: no hay carta un menu único que varía cada semana de 6 platos, y que Juanjo y Yolanda concretan los domingos noches... La propuesta no puede ser más fresca y la RCP probablemente sea la más competitiva de España: 32 Euros el menu y un maridaje (Cava, blanco, tinto, y dulce) por 13 euros.... Es un menú bien equilibrad y bien ejecutado en un ambiente abierto -hasta la cocina esta abierta a la sala- joven y dinámico. Buen servicio de sala bajo la supervisión de Juanjo y eso que estaba completo.
Muy buen trabajo.
Que suerte tienen en León y pobres Yolanda y Juanjo cada week end para crear el menú siguiente!!

Este fue el menú:

Cocido a nuestra manera,

Sopa de castañas, su polvo y un ravioli de setas,

Esponja de bacalao, granada, escarola, pimientos asados y crema de ajo,

Merluza cocida al vapor, Chutney de manzana, su infusión y su crujiente,

Solomillo de vacuno a la parrilla, patatas confitadas con níscalos y nube de queso de Valdeón.

Bizcocho de mandarina, rulo de chocolate blanco, nata y chocolate

Como siempre más info y fotos en:

http://www.noselepuedellamarcocina.com/2009/11/30/cocinandos-la-sorpresa-michelin-en-leon/

Sin duda el restaurante de moda actualmente en León, comida imaginativa, rompedora, y lo más importante sabrosa, carta de vinos bien escogida, con sorpresas interesantes e imposibles de encontrar en cualquier otro lugar de la provincia. Cenar (o comer) en el cocinandos siempre resulta una experiencia agradable, no te dja indiferente. Pero como todos sabemos las modas tienen sus peligros, y me temo, que este lugar esta cayendo en alguna de ellas, si normalmente das 15 cenas , no puedes ampliar a casi el doble porque se resiente el servicio, la atención, la calidad de la comidad?!, y sobre todo el ambientillo tipo Macdonals, vamos que no hace falta hilo musical, si a esto unimos un incremento de precio...espero que sea un leve desliz y retome a su linea habitual.

Si viajas a León, y no sabes donde comer, no te molestes en buscar, acude al cocinandos.
Acertarás seguro, con un menú degustación de seis platos que se va alternando en el tiempo dependiendo del producto de temporada. cocina de vanguardia, trato profesional y sin embargo amable y cercano, local agradable,...y sobre todo una carta de vinos distinta, imaginativa y sorprendente para aquellas personas que como yo, están cansadas de cartas de vino de siempre lo mismo, comerciales, mal actualizadas y abusivas en precios.
Muy aconsejable mirar su web www.cocinandos.com y estar seguro de que la gran mayoría de ingredientes del menú son de nuestro agrado. no obstante, si algo no gusta, o se tiene alguna alergia, os darán alguna alternativa sin problemas.
La verdad, dudaba de poner la opinión, porque sitios como este, no conviene que los conozcan mucha gente por el miedo a que se llenen.
cierra domingos y lunes. NO PASEIS POR LEON SIN PARAR A COMER AQUI.

Teniamos muchas ganas de ir a este restaurante ya que habiamos leido y oido maravillas de el. Fuimos 4 amigos y alucinamos ya desde que llegamos. Nada mas sentarnos y antes de que nos dieran las cartas nos pusieron unos crujientes de queso, elegimos los vinos para toda la comida dejandonos asesorar ya que la carta es bastante extensa. La comida no la tubimos que elegir porque solo tienen un menu degustación de 6 platos. Empezamos con un cuajo de mejillones escabechados por ellos y chips de boniato que era una bomba, se te abrian todas las papilas gustativas. Seguimos con una sopa de cebolla, rulo de pan y espuma de queso parmesano, despues un salteado de langostinos ( 2 de un tamaño hermoso) con alcachofas fritas y un guiso de manitas de cerdo super finas, todo esto iba muy bien decorado con unas hojas de rucula y acelga roja. De pescado era un tacazo de bacalao confitado, con botillo, y espuma de berza, cerrabas los ojos y sabias que estabas en León pero sin matar el sabor al bacalao, una conjugación de sabores muy bien coordinados. Luego un lomo de vacuno perfecto, sangrante acompañado de una salsa y crujientes de ajo tierno y unas perlas de mostaza y tapioca. De postre unas fresas marinadas con vinagre, unos daditos de gelatina de pimienta, helado de queso y una espectacular esponja de fresa, casi volatil.
Nos acompañaron los cafes con una nube de almendra amarga y una minimadalena de frutos rojos. Para beber tomamos una botella de champagne Varnier farnier, otra de prima y otra de Ultreia de Valtuille que nos parecio buenisimo. En cinco dias que estubimos en Castilla Y León este fue sin duda el restaurante que mas nos gusto, creo que sera dificir mejorar esta comida. Estamos deseando volver a León solo por ir a este templo a flipar. Pagamos 58€ por persona, hasta el precio es increible.

Una fantastica esperencia de sabores, estubimos este sabado comiendo y nos encanto. Empezamos con una lamina ni fina ni gorda de rosbif acompañado de un cremosisimo helado de mostaza y un crujiente de pan de semillas, seguimos con una sopa concentrada de pulpo con un sabor a pulpo y cebolla tostada buenisimo, y unos tacos de pulpo a la plancha con un punto de coccion perfecto, despues un huevo escalfado tecnicamente perfecto, una espuma de patata y tartufo y un salteado de setas de temporada ( boletus edulis, trompetas de la muerte, pie azul y shitake), el pescado fue la apoteosis, atun caliente pero casi crudo con costrita por fuera, una mahonesa de wasabi y una esponja o nube de soja super potetente que al mezclarla con el atun te probocaba en el paladar una explosion de jugos increible. Terminamos los platos salados con un taco de presa de cerdo iberico asada, acompañada de un rissoto de lengua curada y pimientos del bierzo asados, que igual que el plato anterior era un torrente de sabores inmejorable. El postre era uno de esos postres que te comes sin parpadear aunque no te gusten los postres, crema de queso cuajada, espuma de calabaza y gelatina de citricos un 10 para el postre, Con los cafes nos pusieron una crema de tofee y chocolate y unas galletas de mijo (buena carta de infusiones. Pedimos recomendacion para el vino y nos pusieron para empezar un muscadet del Loira Pierre Luneau Papin L,edor 19€ muy bueno y despues un viña al lado de la casa 23€ sin comentarios (fantastico (vinos muy bien elegidos para el menu y a buena temperatura y precio). Local agradable buen servicio, fantastica cocina y precio de rision 46€ por persona. Esta comida en cualquier sitio y a inferior nivel 70€, En nuestra proxima visita a León repetiremos sin dudarlo y hare lo posible para que sea pronto solo por comer aqui de nuevo.

Coincidimos en las jornadas de Buscasetas y el menu fue muy bueno, ningún plato emociona pero ninguno defrauda. Menu consistente en aperitivo (Crema de Boletus con brandada de bacalao) Bueno / de entrantes (sopa de niscalos con vieira y fruta de la pasión) Excelente combinacion (Pasta con huevo escalfado y trufa) Un clasico, el pescado (Merluza con patatas, caldo de cecina y trompetillas de la muerte) perfecto el punto de la merluza, finalizamos con un (Foie a la plancha con verduras, setas y salsa de mostaza) estupendo tambien.
Lo acompañamos todo con un albariño criado sobre lias "Tomada da Sapo", que acompaño el menu perfectamente.
El postre (Mouse de castañas con helado de manzana asada...) Muy, muy bueno tanto la combinacion de texturas como los sabores intensos y la presentacion.
Cafe muy bueno (tiene carta de cafés y tés).
Carta de vinos completisima, referencias nacionales de muchas D.O y algunas internacionales. Tambien tiene Magnums de varias referencias, lo que es muy de agradecer.
El servicio correcto sin agobiar.
En fin, una gran apuesta culinaria y una RCP imbatible.

Nunca salgo defraudado de este Restaurante, completamente diferente de lo que estamos aconstumbrados en León, un menu único que varia cada semana, con elaboraciones innovadoras sin estridencias. carta de vinos amplia con predominio de vinos de León (Bierzo, D.O Tierras de León), pero sin olvidarse de otras zonas (de los pocos sitios en la ciudad donde puedes encontrar Champagne Rosa por ejemplo). Muy recomendable el maridaje de vinos con el menu (14 euros).
Servicio correcto aunque algo apresurado a veces. En defenitiva si estas ahito de comer cecina, chorizo, botillo y quieres un restaurante diferente en León, cocinados es una opción a tener en cuenta.

El restaurante presenta un menú fijo , con un entrante, dos medios primeros y dos medios segundos, junto con un postre. El precio es de 29€ más IVA, sin bebidas.
Nuestro menú fue el siguiente:
- Versión del tigre. Curiosa la interpretación de los clásicos tigres de mejillón, envueltos en pan cortado bien fino, sin concha de mejillón, y con una salsa con un toque picante deliciosa y de textura muy cremosa.
- De primero una sopa de boletus con espuma de tomillo, que se agradecía porque en León ya hacía fresco, y donde la espuma de hierbas aromáticas daba un toque muy especial a la sopa de setas.
- El segundo primero fueron unas verduras salteadas con vieiras a la plancha. Las vieiras en su punto, pero las verduras tenían el mismo timepo de cocción, con lo que la elección del puerro con zanahoria y judía verde no ofrecía una textura adecuada. Para mi gusto el puerro necesitaría bastante más timepo, porque se hacía difícil de comoer. Una lástima.
- El primer segundo fue una deliciosa merluza con salmorejo (ellos le llaman pan con tomate, pero era más parecido al salmorejo cordobés poco pasado o al arranques roteño) Venía acompañado de una salsa a la trufa. Este plato me pareció impresionante, más tomándolo en León. El pescado estaba en su punto, la mezcla del pan con tomate y la salsa a la trufa producía una combinación peculiar y al mismo tiempo sorprendente al llevarla a la boca, con sabores que no se mataban unos a otros. Impresionante.
- Después llegó una carne que componía un plato en el que todo encajaba perfectamente. Cochinillo confitado con brocheta de manzana y cebollas. Logrado el cochinillo, y muy acertado el acompañamiento a la carne. El cochinillo estaba jugoso y al mismo tiempo con la piel perfectamente crujiente, mientras que el acompañamiento de manzana y cebolla asad permitía el reducir la grasa del cochinillo sin hacerse pesado. Un logro de plato.
-Finalmente lo que en toda mesa de golosos no puede faltar: un postre con helado de chocolade (gianduja) y brownie. Realmente rico.
Nos dejamos aconsejar para una copa con los primeros y otra con los segundos: de blanco un chardonnay envejecido en barrica 6m, y de tinto un Elias Mora. Con el postre tomamos un moscatel blanco de León que estaba realmente bueno. Interesante también la carta de licores y olorosos del restaurante.
En resumen, un lugar en el que aprar en León sin ninguna duda, y eso tras haber probado varios interesantes en León, como el Pozo, el Amanciio (buenísimos sus garbanzos con setas y foie), y el Racimo de Oro, que son de los que me acuerdo ahora.
Muy recomendable