Que gustazo de comida

Teniamos muchas ganas de ir a este restaurante ya que habiamos leido y oido maravillas de el. Fuimos 4 amigos y alucinamos ya desde que llegamos. Nada mas sentarnos y antes de que nos dieran las cartas nos pusieron unos crujientes de queso, elegimos los vinos para toda la comida dejandonos asesorar ya que la carta es bastante extensa. La comida no la tubimos que elegir porque solo tienen un menu degustación de 6 platos. Empezamos con un cuajo de mejillones escabechados por ellos y chips de boniato que era una bomba, se te abrian todas las papilas gustativas. Seguimos con una sopa de cebolla, rulo de pan y espuma de queso parmesano, despues un salteado de langostinos ( 2 de un tamaño hermoso) con alcachofas fritas y un guiso de manitas de cerdo super finas, todo esto iba muy bien decorado con unas hojas de rucula y acelga roja. De pescado era un tacazo de bacalao confitado, con botillo, y espuma de berza, cerrabas los ojos y sabias que estabas en León pero sin matar el sabor al bacalao, una conjugación de sabores muy bien coordinados. Luego un lomo de vacuno perfecto, sangrante acompañado de una salsa y crujientes de ajo tierno y unas perlas de mostaza y tapioca. De postre unas fresas marinadas con vinagre, unos daditos de gelatina de pimienta, helado de queso y una espectacular esponja de fresa, casi volatil.
Nos acompañaron los cafes con una nube de almendra amarga y una minimadalena de frutos rojos. Para beber tomamos una botella de champagne Varnier farnier, otra de prima y otra de Ultreia de Valtuille que nos parecio buenisimo. En cinco dias que estubimos en Castilla Y León este fue sin duda el restaurante que mas nos gusto, creo que sera dificir mejorar esta comida. Estamos deseando volver a León solo por ir a este templo a flipar. Pagamos 58€ por persona, hasta el precio es increible.