Local acogedor, con una buena distribución de mesas. Servicio de sala correcto. Cocina sencilla, con un buen producto bien tratado. Todos los platos del menú estaban bien resueltos (presentación, puntos de coción...), sin embargo, nada de lo que degusté llegó a emocionarme (no es una crítica, solo mi opinión de la medida de la cocina de Maria José).

En cuanto al servicio del vino, eso fue otra historia... Buena carta de vinos a precios ajustadísimos, y servicio de vino perfecto a cargo de un sumiller perfecto. Creo que David es uno de los mejores sumilleres que hay en España. En todo momento supo aconsejarnos perfectamente, con el punto justo de cercanía, denotandose su gran conocimiento pero sin llegar a intimidar, hablando siempre con humildad...

En definitiva, un buen restaurante con un servicio de vino perfecto.

Después del buen sabor de boca que nos dejo Monastrell el pasado verano, teníamos ganas de volver hacer una visita, y aprovechando que estábamos por la zona, así lo hicimos.

Comprobamos como la cocina sigue con la misma armonía de la que gozamos anteriormente. Tomamos algunos de sus platos nuevos, y como otras veces todo estuvo perfecto. Las delicadas cebolleta asadas, la fresca ensalada de atún, una deliciosa pasta fresca con quisquillas, mejillones de roca y pieles de cítricos. Para los segundos. Pechuga de pato ahumada en te, jugosa con un delicado toque ahumado, muy buena. Y lubina silvestre asada, perfecta de frescura y punto.
Los postre al mismo nivel, suave el suflé de chocolate y muy bueno también el borracho de lima con fresón y helado de jengibre

La vez anterior también comentábamos la evolución positiva que el restaurante había tenido en el servicio. David el responsable de este apartado, a conseguido mantener un equipo profesional, equilibrado y sereno.

David, nos recomendó un complejo y elegante la bota de fino para los aperitivos, un Bollinguer especial cuve y un riesling crissturauu Lodig Palatinado, que maridaba perfectamente con los toques cítricos de la pasta fresca. Una vez mas David nos demostró su profesionalidad y su buen hacer, hizo que esta cena fuera un placer, un equilibrio perfecto entre cocina y sala.

Gratíficante experiencia gastronómica, la que disfrutamos en el Restaurante Monastrell dirigido por María José en Alicante. Excelente el trato, no sólo de la mismísima chef, que nos recibió amablemente, sino también de parte del responsable de sala y de David, el sumiller; y eso que nos demoramos para comenzar a degustar las viandas. Carta de vinos más que aceptable, copas Spiegelau, correcto trato del vino (nos decantaron correctísimamente un blanco Abel Mendoza Malvasía de 2005); habíamos iniciado con un cava María Casanovas GR, servido en impecables copas Riedel. Excelente materia prima y preparación soberbia de los platos con magnífica presentación; con el azafrán de protagonista en la mayoría de los platos (hasta en el postre). Una cocina fácil de digerir y muy mediterránea. El Bloody Mary de foie, suave y cremoso: un placer para la vista y el paladar; la cebolleta asada con picada de tomate, equilibrado plato de verdura; el pulpo asado con huevo pochado a 65º, en su punto; el fideua con espardeñas, una experiencia emocionante. Los postres, a la altura de los platos principales.Regresaremos a disfrutar de la cocina de María José.

Estuvimos hace un año y medio aproximadamente, la cocina nos gusto pero el servicio no fue adecuado y hemos vuelto para ver si fue un pequeño bache.
Pequeño local muy agradable y bonito.
Elegimos un menú degustación, un aperitivo, dos entradas, un pescado, una carne, tres quesos y dos postres, Maria José (Cocinera y propietaria de este lugar) te toma nota en la mesa y con tus sugerencias y sus recomendaciones elabora allí mismo el menú degustación, es difícil elegir o resaltar algunos de sus platos, todos perfectamente ejecutados, sorprende el bocadillo de calamares y las deliciosas manitas de cerdo.
Pan negro de cereales y blanco, realizado al momento.
Nos dejamos asesorar por David sumiller con amplia experiencia, didáctico y paciente, referente para sumiller en la zona de Murcia y Alicante. Tomamos dos botellas Albert Hertz Pinot Gris, Alsace, Gran Cru y un tinto Quincha Corral, Bobal, Requena.
Un servicio dirigido por el, muy atento en todo momento, cordial y profesional.
RCP bien, menú degustación 55+IVA y el vino a elegir.
Es una pena que en la puntuación no se pueda poner todavia decimas.

Fui a cenar la noche de San Valentín con mi novia.
Habíamos ido a otros restaurantes de Alicante en otras ocasiones (Nou Manolín, Dársena,....) y este nos pareció el más especial.
Es un local pequeño de 12 mesas para 2 personas, silencioso y muy acojedor.
En la mesa había una vela y pétalos de flores.
Nos pusieron un aperitivo de manzana con puré de pescado y una sardina con pan crujiente, además de unas olivas un poco ácidas.
Después pedimos gambas de Denia a la sal (3 y no muy grandes) que estaban muy buenas, pero su precio excesivo (22€), mi novia unos raviolis de azafrán con calabaza, requesón y queso ahumado a la salvia que a su parecer tenían una textura cremosa y un buen sabor.
De 2º pedimos un arroz Carlos Llorca con verduras y setas de temporada que era abundante, tenía muchas verduras (espárragos, zanahorias, espinacas, habas y algunas setas)con un poco de ali-oli y gusto algo picante.
De postre tomamos chocolates (3 postres con chocolate) y yo una degustación de 4 postres.
Los postres fueron muy abundantes y de un sabor excelente.
Bebimos agua durante toda la cena.
El precio fue de 105€, que es elevado, pero por la calidad del restaurante es adecuado.
Volveremos la próxima vez que esté por Alicante.

Nos recomendó este Restaurante un amigo Sumiller que regenta un establecimiento galardonado con una estrella michelin. La visita fue un éxito, los platos fantásticos, especialmente los canelones de trufa , el Tartar y el rape que estaba muy jugoso y con muy buena textura. El servicio atento, aunque cabe destacar ante el resto la figura del Sumiller con mucha elegancia y buenas maneras a la hora de servir y recomendar. Precio 70 € por comensal. Volveremos seguro.

Mi visita se produjo por recomendacion de un amigo.sorpresa me produjo ya al entrar.
El cuidado salon comedor con aires minimalistas,el atento servicio,y la mise en place de las mesas.
Siguio con la grata recomendacion del vino por parte del somellier, muy asertada recomendacion la cual fue la mejor para acompañar el menu degustacion.
Menu que delata la profesionalidad de sus cocineros.el mejor genero, las mejores tecnicas,los mejores puntos de coccion,las mejores presentaciones,sin lugar a dudas estamos ante uno de los mejores restaurantes , me atreveria a decir , de España.
el menu fue: ostras con crema de patata azafranada y hielo de limon(delicada y atrevida), menestra de verduras de invierno(el mejor plato de verduras que tome nunca),canelones de trufa negra(homenaje al sibaritismo),rape asado con salteado de espinacas y setas con moscatel seco(demostracion de profesionalidad y gusto),manitas de cerdo con pistachos y foie gras(un plato de la tradicion llevado al mas alto nivel de restauracion"plato que seria envidia sin lugar a dudas de santi santamaria")uy una degustacion de postres que terminaron de lucir la cocina elitista que atesora este sitio.

Local con decoración minimalista donde predomina la madera y la piedra. Resultado acogedor. Cocina de corte moderno y mediterranea. Tienen dos menús: degustación y azafrán. Ambos a 55 euros + IVA (hay que incluirle el pan que son 2’5 euros más). Nos recomendaron el degustación que maridamos con un Venus. Te admiten que realices intercambios de platos en los menús. Buenas texturas y materias primas. Se disfruta cada plato. El vino no fue decantado, y no estaba a la temperatura correcta, a pesar de disponer de bodega climatizada. Las copas que solicitamos para sustituir a los vasos 0-Riedel, no estuvieron a la altura. Terminamos con Moscatel de la Marina de E.M. Total 171,20 e. A. Vergara lo ha sacado de su anuario. Buscaré otras alternativas por Alicante con mejor RCP.

Monastrell es un restaurante que satisface porque no es pretencioso. Su moderna decoración predispone relajadamente al comensal para el disfrute de una comida rica sin alardes. En mi última visita destacaron una sencilla crema fría de patata con berberechos, un arroz con espardenyes, un cordero con aromáticos y gorgonzola y un muy refrescante postre de naranja con espuma de coco. Presentaciones muy actuales de los platos. Carta de vinos no muy extensa pero con una correcta selección (muy cuidadosa con los vinos de la variedad monastrell). Copas (mejor decir, vasos) de la colección O-Riedel muy originales y prácticos. Resultaron herramientas muy útiles para la degustación de Venus 2003 y Finca Sandoval 2004. Seguiré siendo cliente habitual. Menú degustación, 55 € sin iva.

Me recomendaron el restaurante Monastrell unos amigos de Alicante, y la verdad que fué una visita extraordinaria, cenamos de maravilla, desde los aperitivos hasta los postres, destacando el bocadillo de calamar, las alcachofas con vieiras y el cochinillo crujiente. Los postres estuvieron a la altura de todo lo demás, la naranja con cantueso y el helado de torta de turrón de Alicante fueron fantásticos y me gustó que todo tuviera un toque alicantino. El local minimalista es espectacular, el servicio bueno y la carta de vinos muy innovadora con muchos vinos de uva monastrell,sin duda el mejor restaurante de Alicante.La propietaria Mª José encantadora.