Restaurante AQ restaurant en Tarragona
Restaurante AQ restaurant
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:

Añadir vino por copa

Precio desde:
35,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingos y lunes.
Nota de cata PRECIO MEDIO:
59 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.9
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.5
Comida COMIDA
8.2
Precio medio entorno ENTORNO
8.2
RCP CALIDAD-PRECIO
7.4
Patata brava en lingote con romesco y alioli
Ceviche crujiente de gamba blanca.
Flor de calabacin rellena de puerro y langostino
Boletus edulis a la crema con panceta curada.
Pieza de wagyu (tipo Kobe) a la brasa y su acompañamiento
Albaricoque con mazapan tostado, sobre crujiente y helado de vainilla.
Postres.
El coulant de pulpo, un clásico para repetir.
Ese tomate para chuparse los dedos...y mojar pan.
Patatas bravas en lingote.
Croquetas de calamares en su tinta.
Opiniones de AQ restaurant
OPINIONES
66

Restaurante magníficamente situado (si vas de visita turística) enfrente de la catedral. Decoración minimalista y atractiva que te hace sentir muy a gusto. Mi comentario no puede ser muy imparcial porque conozco desde hace tiempo a los propietarios y porque la cena fue una ocasión especial en la que disfrutamos de un gran menú degustación y de nueve champagnes artesanales traídos por Victor_bcn. Magníficos entrantes, entre los que destacaría el extraordinario ravioli de gamba al ajillo. Muy buena también la frescura e intensidad de sabores de otros entrantes. Entre los platos más contundentes recuerdo especialmente el coulant de pulpo, patata, huevo y botifarra. Ahí es donde te empieza a pasar factura el pan que has tomado antes :-) En definitiva, una experiencia muy agradable que invita a repetir. Se nota que Quintín y Ana son unos apasionados de lo que hacen y eso se acaba transmitiendo a los clientes. En esta ocasión no tuvimos la oportunidad de ojear la carta de vinos. Las copas de Champagne bien y el servicio muy eficiente. Volveremos.

En mi primera visita a este restaurante situado en la parte alta de Tarragona he quedado más que satisfecho. Local de estilo minimalista y decorado con muy buen gusto.
Nos pedimos el menu degustación clásico:
-Empezados con una pequeña tapa de carpacio de salmon, servida con un poco de lechuga morada medio tomate cherry y sal maldon. Todo aliñado. Muy bueno.
-Seguimos con el falso ravioli de gamba al ajillo. Delicatessen de calidad. (el proximo dia me pido racion entera)
-Después ostra con celerí, granizado y limon confitado. (el plato era del otro menu y incluia tambien unos berberechos, mejillones y percebes, todo fresco con un granizado por encima)
-Después de coulant de Pulpo, patata, huevo y botifarra (plato, hecho con materias primas "sencillas" y que resulta un plato excepcional y muy original)
-La ventresca de atun con cebolla caramelizada, tomate y virutas de queso de cabrá así como el farcelletd e col de rabo de buey, exquisitos.
-Como postre un helado de maracuya, con yogurt y granizado de melón y de segundo postre el tiramisú de otra manera (pata negra ambos postres)

-El maridaje mas que correcto, sin destacar excesivamente, pero por 14 euros por persona pruebas 4 vinos a lo largo de la comida ( Una manzanilla pasada, un blanco muy bueno de rueda "Naia 04", un montsant bastante bueno "Elia 2004", y un somontano "Marboré 02" algo apagado y falto de expresividad, pero correcto)

Resumiendo: 63 euros por persona con

Estuve en una comida de trabajo que gracias al menú de degustación se convirtió en comida de autentico placer. Pasa como con los grandes vinos, notas el alma en cada sorbo, aquí se ve la ilusión en cada detalle y el esmero en el servicio. Los platos tenían todos ese fino hilo conductor que te guía en las sensaciones, al final todo cuadraba en un sabor unificado por múltiples percepciones, cuyo único objetivo era agradar a los sentidos ( y sorprender ). Además y lo más importante, se respiraba humildad y muchas ganas de hacer las cosas bien. Como todo en la vida, la actitud en el desarrollo de tu trabajo es lo más importante, además del sexto sentido que hay en cocina para dar ese alma que encontré en cada Plato.

Quería poner algún "4" en las puntuaciones, pero no voy a poder.
Sensacional comida, las ostras con granizado de limón.., y de segundo un maravilloso arroz
con "sepionetes" y verduras, un arroz con mayúsculas.Según Quintín siempre hay uno en la carta.
Carta de vinos ideal, en cuanto a precios y referencias dominando las de la zona.Puedes comprar con un 15 % de dto. respecto al precio de carta y puedes traer tus vinos y pagas 6 euros por de descorche y servicio, copas muy adecuadas.Pierre Peters e.b. a 30 eu.y San Vicente a 38 aprox.Detalle de añadas.
Local moderno pero íntimo al lado de la Catedral.indiscutible visita.

Divino!!!
Qué grande es Quintín y vaya equipo de profesionales!!!
lo mio era una cena de negocios, y acabó siendo una cena de placer...
inmejorable la cocina, inmejorable el servicio del vino, inmejorable el trato y el ambiente.

Restaurante en el que se respira buen hacer. Es un buen referente para la cocina imaginativa pero, al tiempo, bien hecha.
Ambiente cómodo y calido, decoración muy acertada.
Celebro encontrar un restaurante con decoración moderna "fashion" y con una calidad como ésta.
En cuanto al vino, Quintín lo trata de manera muy correcta, buenas referencias y extensas, buen servicio y excepcional precio. El buen vino no está reñido con el precio en este local.
FELICIDADES

Totalmente deacuerdo con el comentario anterior, es más me ha animado a escribir. Yo tampoco entiendo la criticas tan destructiva de un restaurante que realmente esta dando un vuelco a la anquilosada restauracion de la zona. Es una oferta, totalmente diferente y autentica. ¿como puede ser que absolutamente nada le guste ? mmmmm... me da que pensar. (y no quiero ser mal pensado). Opino al igual que Pol que aq es el mejor restaurante de la provincia. Y aunque no los conocia en su etapa anterior, he estado varias veces y veo una evolucion muy favorable.

He comido y cenado varias veces en AQ, ya conocia la cocina de Ana de cuando estaba en el NH de Reus.
Creo que ha tarragona le faltaba un restaurante como este, de sus virtudes destacaría tres, equilibrio en el servicio, el vino ( la variedad, precio, guarda y acesoramiento) y finalmente el sabor y equilibrio en los platos.

En la carta se observa un equilibrio entre tradición y vanguardia. En los más arriesgados y modernos no se deja llevar por frivolidades estético-exóticas, huye tanto del minimalismo absoluto como del barroquismo fallero. El resultado de platos como el ravioli de Gamba (me gusta más la versión primera con ajo escalivado que otras nuevas como la de mango), el foie escabechado, el coulant de pulpo o las cocas con foie, boelts o verduras, consigue armonizar los sabores y potencialos entre si.
La mezcla de sabores solo aparecen en los suquets o estofados (el de rabo) que es donde se debe transfigurar cada elemento para convertirse en otro diferente.
Me ha sorprendido el comentario de David en lo referente al sabor, si algo tiene esta cocina es sabor y al servicio que si algo tiene es la proximida no empalagosa con los clientes.
Creo que es uno de los mejores restaurantes de la provincia, pero si se pondera calidad, precio, servicio y equilibrio en la carta (diversidad de opciones) es el mejor.

POl

Una nueva visita confirma la buena evolución de este lugar.

Muy confortable y consolidando su propuesta de cocina suculenta y sabrosa, centrada cada vez más en la calidad del producto y enfatizando los puntos de coccíón.

Esta vez renunciando al menú degustación, la carta presenta muy atractivas propuestas servidas en raciones más que generosas. Sublime el "Coulant de patata y pulpo", un plato que por si sólo merece el desplazamiento, pero el resto de platos no se queda muy atrás, rozando la perfección la textura del rape y el profundo sabor de las carrilleras. Todo muy bien presentado pero sin extravagancias superfluas.

La carta de vinos, su ajustadísimo precio y su servicio sumamente eficaz redondean un conjunto en el que se pone mucho entusiasmo.

Lugar de visita obligada, con buen equilibrio entre confort, comida y bebida. Para revisitar a menudo.

Efectivamente, el diseño moderno y minimalista del restaurante choca con lo que estás acostumbrado en Tarragona, aunque en BCN encuentras locales decorados de forma similar a patadas. (Por cierto, la luz tan directa sobre las mesas no acompaña demasiado, demasiado contraluz con tus compañeros de mesa).

Una vez sentados, y después de leer varios comentarios en esta web, estaba esperando una cocina elaborada pero sobre todo con sabor, y la verdad, la comida no estaba mal, se notaba que los platos estaban elaborados, pero les faltaba sabor.

El servicio correcto, pero frio y distante.

En resumen, un sitio nuevo en Tarragona, con cocina moderna, sin demasiado sabor, y caro.
El balance al día siguiente es: por lo que costó (45€/comensal), hay sitios más agradables y que comes mejor "en terminos de calidad" que en este resturante, por lo que no repetiremos.

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