El sábado por la noche nos hicimos una excursión desde terrassa y nos dejamos caer por este restaurante, del que tan bien nos habían hablado...y por fin salimos contentos y sorprendidos de un restaurante, ya que últimamente vamos de decepción en decepción.

Hicimos el menu intocables con maridaje ..y muy muy bien, me costaría elegir un plato entre todos ya que todos estuvieron a la altura. Pero si tuviera que escoger me quedaría con los primeros - falso ravioli de gambas al ajillo y una crema de foie con cítricos y jengibre.
Sin palabras me quedo con el con el coulant de pulpo con huevo y patata...
No os enumero todos los platos ya que el menu constaba de 8 platos (42eur)
Lo mejor de esta experiencia gastronómica es sin duda la experiencia en si misma pero si ademas luego cuando te traen la cuenta no tienes que salir corriendo...el resultdo es muy satisfactorio.

Sin duda volveremos ..aunque nos quede un pelín lejos.

Hace tiempo que me he convertido en un fan del restaurante. El trato más que cordial de Quintin convierte la comida o cena en una experiencia fantástica. Recomendable dejarse aconsejar con los vinos. Los menús novedades, cada vez más sorprendentes (Felicidades Ana!!!). Lo último.... Cata de vinos de jerez de las Bodegas Tradición... Dejaos llear.

Excelente restaurante, perfectamente ubicado al lado mismo de la catedral. Local con fortable y bonito, decorado con buen gusto en estilo moderno. Magnífico menú degustación denominado "Intocables" compuesto de un total 8 platos a 42€ + iva. Muy buenos el falso ravioli de gambas al ajillo y la crema de foie con citricos y jengibre. Absolutamente genial el coulant de pulpo, patata, huevo y botifarra. Muy original y refrescante el maracuyá con yogurt y granizado de melon. Esto solo por citar unos ejemplos. Todo buenísimo, con pefectas cocciones y sencillas pero efectivas presentaciones. Interesante carta de vinos, con abundante presencia de vinos de Montsant y Priorat, a precios ajustados y con la posibilidad, en algunos casos, de pedir por copas. En mi caso una copa de Les Sorts Vinyes Velles (D.O Montsant). El servicio muy correcto y profesional dirigido por Quintí, y en la cocina una magnífica Ana Ruiz. Esta pareja puede llegar muy lejos. Tiempo al tiempo.

Increible somos de tarragona y no conociamos este restaurante, fue genial. El local es una pasada puro diseño al igual que su cocina sin tabus, pura y dura sabores de siepre pero con presentaciones increibles,texturas en su sitio, cocciones perfectas el serbicio fabuloso, quintin y anna son grandes profesionales.Super recomendable bolveremos...

Lo típico...que vas a Port Aventura y te pasas por Tarragona a dar un paseo...te dá la hora de comer y consultas en Verema. Un acierto este restaurante. Muy bonito, con ese patio -hacía solecito-. Comimos un menú estupendo a buen precio y lo regamos con cava. Acabamos en la cocina hablando con el equipo...de las cosas que se dicen en esta página y de otras cosas....Una delicia.

¡Qué mejor que acabar nuestras cenas de este año en aq!. Quintín nos preparó un menú muy ajustado tematizado en setas, producto estrella de la temporada. Sobriedad, productos de primera calidad y servicio atento. Chupito de Margarita; Crema de foie con cítricos y jenjibre que fue ovacionado por las comensales; Buñuelo de setas con all i oli de membrillo; Huevo al vapor con ceps, patata y jamón presentado en un tarro de cristal (que pudimos probar con anterioridad en casa de Xavier) y que va a ser copiado en casa de alguna que otra; una deliciosa Dorada salvaje con setas en vinagreta; acertado Lomo de ciervo con puré de boniato y llamegas (no había probado nunca y nos encantó). Postre: Chocolate blanco con yogurt, piña y helado de maracuyá que al principio parecía un poco dulzón pero resultó ser el más acertado para acabar con este concierto de platos. Vino tinto Jané Ventura 12 vinyes 2006 (D.O. Penedés)que no había probado y que algunas quedaron sorprendidas por el cuerpo que presentaba. Ronda de cafés e infusiones. Gracias a Ana por su cocina; a Quintín por su colaboración, su cercanía y siempre el trato que nos dispensa y gracias a Roger que nos atendió muy bien en mesa y nos explicó todos los platos. Una noche llena de emociones que supimos aprovechar hasta el final. Excelente compañía y comida fue el resultado de un año lleno de sentimientos que me dan paso a demostrar mucho más. IVA incluido en el precio.

Hace poco comi el menu intocables por segunda vez. Realmente está muy bien, pero.... creo que el precio se dispara un poco. Un poquito más de cantidad en los platos seria mas correcto teniendo en cuenta que al final la cuenta te sale entre 55-60 euros por persona, depende del vino, con café...etc. Es una muy buena opción, es de lo mejor de la ciudad, pero le encuentro esta pega. El menú del dia está muy bien. He comido en diferente ocasiones. RCP buena si no tomás cafe (2 euros). La decoración es excelente y el servicio correcto, a veces distante y seco.

Estuvimos en este restaurante y cumplió las expectativas, todo riquisimo y la selección de vinos sorprendente. la decoración muy bien pero las luces nos deslumbraban un poco.Ha y que volver.

No vamos a descubrir este restaurante a nadie, solamente deciros que lo hemos visitado porque lo dejáis bastante bien por aquí y por referencias de amigos de la zona. Me encantó el diseño del local (el lavabo es chulísimo), su ubicación y el trato, aunque comparto con algunos comentarios que Quintí es un poco seco (creo que es más tímido que seco). La vajilla está muy bien, las copas aceptables (podrían mejorar) y el volumen de la música adecuado.
El coulant de pulpo está de muerte, el arròs de verduretes i sípia también, la ventresca muy rica y los falsos raviolis y los langostinos divinos. Como curiosidad, provamos su versión del tigretón, muy guay. Solo tiene un problema, su precio. Cada ravioli, 7€, el coulant 15€... y así sucesivamente. Me parece excesivamente caro, sobre todo si lo comparamos con los espectaculares precios de la buenísima carta de vinos, realmente hacía tiempo que no veía unos precios tan ajustados.
En definitiva, que las cosas que creo que deberían mejorarse son los precios de los platos y las copas, con estos dos aspectos más pulidos, se convertiría en una experiencia inolvidable.

Sin alardes ni sofisticaciones técnicas innecesarias, este local ofrece una cocina moderna cuidada, elaborada y gustosa a un precio más que razonable. Menú desgustación "intocables" compuesto de falso ravioli de gamba al ajillo (muy bueno), crema de foie con maracuyá, cítricos y jengibre (espectacular), coulant de pulpo, patata yema y butifarra (contundente), ventresca con tomate, cebolla caramelizada, queso y olivada (excelente el atún, aunque no acabó de convencerme la combinación con el queso), steak tartar con berenjena (rico) y dos postres: maracuyá, yogur y melón (refrescante, buena combinación) y brownie y ganache de chocolate con helado de caramelo. Todo este alarde de buena cocina a un precio magnífico, 42 euros, aunque sumado el aperitivo (una muy buena y ligera brandada de bacalao), el pan, el vino (extraordinario malvasía de Sitges de Jane Ventura, a 26 euros) y el IVA la cuenta ascendó a unos 60 euros por cabeza, muy bien gastados. Porque nos gustó, y mucho. Para repetir.