Anyora tiene ese pretendido aire de tradicional, de bodega, taberna, lugar informal en el que estar a gusto para comer. Evidentemente no podemos esperar grandes espacios, que no los tiene, ni ciertos detalles de gran restaurante pero por el contrario encontramos honestidad, atención cercana y buen producto bien tratado a precios muy competitivos. Su menú de mediodía por 12.50 euros es una delicia ya que permite elegir tres entrantes a compartir, principal y postre. Recientemente disfruté los boquerones fritos, la ensaladilla rusa muy buena, el chuletón de tomate, muy original, las bravas muy ricas y los principales, en mi caso siempre de pescados muy bien tratados. Capítulo aparte el vino, Nicola además de una buena carta siempre tiene una sorpresa, algo nuevo y sobre todo una interesante gama de vinos "naturales" cuidadosamente seleccionados. Resumiendo, buen vino, buena materia prima, trato cercano y excelente relación calidad precio.

Un local clásico de la zona (poblados marítimos) bien renovado, buena decoración con muchos manojos de hierbas, ajos, ñoras, etc  sobre la barra, asombrosa nevera de las antigüas (1938) bien conservada (o renovada), paredes decoradas dando ambiente bodeguero.

Muchos vinos por copas en la pizarra, todos ellos interesantes con gran variedad de opciones. También en carta de la que elegimos: 3 Kornakabras, 4 Safrá y Pruno 2016. Algunas botellas de Fonteforte con gas y Lanjarón sin gas, para equilibrar la hidratación.

Una barra larga que permite comer, buenas opciones de tapas, vermut casero, varias cervezas de barril de la casa Amstel, con banquetas altas. En las mesas pequeñas y apretadas en espacio y con el banco corrido en la pared y entre columnas. Hay varios menús a elegir, aparte de la carta siempre con productos  y planteamientos caseros.

Comida de grupo de 13 veremeros entre catas comentadas en el Encuentro Verema 2018 con menú marinero pactado previamente y que luego se encareció mucho por la cantidad de botellas de vinos tomados (a pesar de la mañana que llevábamos). Los emplatados por encima de este tipo de locales. Lo que tomamos, el llamado Menú Marinero, compartiendo al centro de forma complicada ya que los platos sacados a veces eran para 3 y otras para 4 personas:

. aperitivo: una curiosa preparación a modo de bandera con anchoa y queso en medio: muy notable

. tellinas: con ligera presencia de arena en algunas de ellas, pequeñas pero muy sabrosas y buen punto de plancha.

. ensalada con verduras, flores, gambas y fruta: buena mezcla de texturas y sabores

. coca de pimiento y sardina ahumada: sobre una buena base consistente para no tener problemas, buena sardina con brotes

. pescadito frito: boquerones y salmonetes: muy bien de aceite y rebozado; ración muy ajustada

. mar y montaña: manita de cerdo y anguila ahumada: el mejor con diferencia. Muy recomendable.

. pata de pulpo: a la brasa, algo terso, bien de sabor, corto de ración

. pincho de secreto ibérico (lo añadimos como extra ya que para algunos quedó corto lo previsto): buena carne, buen punto de fuego. Mereció la pena.

Unos buenos cafés y unos orujos de la casa a petición propia y poca cháchara porque empiezan las catas de la tarde.

Tras meses de inactividad en el foro, que no gastronómica, vuelvo a registrar algunas notas que no quería que se me pasaran. La primera , la visita a este "Anyora" que tanto me había llegado por distintas fuentes. En primer lugar, el restaurante está enclavado en lo que parece fue una tasca-bodega histórica en el Cabanyal (de mismo nombre) y que data de 1937.  Entiendo que la gerencia habrá pasado por distintas manos, y ahora (desconozco desde cuando) parece que el proyecto lo lidera parte del equipo del Bar Tonyina (https://www.verema.com/restaurantes/59395-bar-tonyina-valencia). El estilo, de igual forma como pasa con Tonyina, es bastante cuidado aunque informal. 

Llamamos tarde para reservar, ya que la visita al barrio era exclusiva para visitar Anyora, pero nos dijeron que estaba todo complet. Aun así decidimos probar y una vez allí, conseguimos un hueco en una abarrotada barra. 

-Croqueta de Gallina y banderilla de atún ahumado: Fueron 2 tapas mientras decídiamos qué tomar, la croqueta muy buena, la banderilla fue un pequeño plato con 2 mini tacos de atún ahumado, algo ridícula ésta última.

-Bimi eco frito con alioli: Bimi, verdura que se está poniendo de moda y que no conocíamos (nos dijeron es una mezcla entre la col y el brocolí). El plato consiste en varias piezas de la propia verdura ligeramente enharinadas y fritas y se acompaña de una salsa ligera y muy sabrosa. Me gustó mucho la verdura.

-Morro y Anguila: Para mi un platazo, utilizando dos ingredientes casi olvidados en la mayor parte de cocinas. El morro, no era frito, se deshacía y la anguila estaba ahumada. A priori son dos ingredientes que pueden no llevarse bien por la diferencia de particulares y grasos sabores, pero la combinación nos encantó.

-Atún rojo Balfego:  Atún rojo que se presenta al estilo de un chuleta de vaca, es decir, muy rustida por fuera y muy rojo por dentro, y cuyo aspecto una vez cocina puede recordar a un plato de chuleta. Según nos dijeron utilizan un corte del atún normalmente desechado por el alto nivel de grasa. El punto de cocción fue perfecto. Sabor y potencia en su máxima expresión. Para mi, totalmente recomendable.

Como aspecto algo negativo, el local si está abarrotado no resulta un sitio tranquilo por el ruido. Quizás fue una apreciación nuestra al estar en barra.

Sobre el vino, nosotros tomamos un GOT de BOdegas Gratias (DO Manchuela). y aunque no parezca su "guerra", tienen algunas referencias algo inusuales, cuando digo inusuales me refiero a que se salen de los habituales Riojas, Riberas, etc. se ve por ejemplo algún DO Madrid.

El precio es con bebida (doble de barril muy bien servida y agua).

Sin duda, volveremos a visitar otros platos.

Saludos,

Julio

Hace tiempo que intentaba acercarme por este local/bodega ... así que decidí improvisar una comida con mi gatita , lo primero que descubres cuando llegas es la humildad del local , y lo digo con toda la intención , lo considero un punto a favor , local pequeño , con una sonoridad deficiente , pero con cierto exotismo rústico , la comida no presenta defectos , pero tampoco tiene grandes complicaciones , es decir , comida con buena materia prima , ejecuciones sencillas y guiños creativos , pero sin dejar de mirar al mediterraneo ... lo que me quedó en el recuerdo ... absolutamente nada .... no recuerdo que ningún plato fuera especial , pero lo mas importante , no recuerdo nada malo , así que eso es un gran comienzo....recomiendo ir en pareja y sin expectativas.
El servicio de sala correcto y el servicio del vino correcto.