Restaurante Venta Moncalvillo en Daroca de Rioja
Restaurante Venta Moncalvillo
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:

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Precio desde:
60,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Lunes a jueves a la noche y domingo todo el día
Nota de cata PRECIO MEDIO:
85 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.1
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
9.2
Comida COMIDA
8.2
Precio medio entorno ENTORNO
7.2
RCP CALIDAD-PRECIO
7.6
Chocolate en texturas 2015
Filete de cerdo ibérico
Fideos de seta de chopo con tuétano y cilantro
Setas con trufa negra
Cigala asada con espaguetis de calabacín
Homenaje al vino
Exterior
sabroso postre
Aquí abierto
el papillote de bacalao
Opiniones de Venta Moncalvillo
OPINIONES
18

A este restaurante le tengo un cariño especial, hace muchísimos años fue uno de mis primeros referentes gastronomicos, pasaba fines de semana en un pueblo cercano, era la época de nocturnidad y alevosía, y mis primeras salidas a comer fuera de casa se iniciaron en esta casa, carnes espectaculares, el postre de helado de nueces, fantástico.

A evolucionado mucho sin embargo el referente al buen producto se mantiene como constante.

Hacia cuatro años que no me pasaba, lleva mas con la estrella, esta un pequeño pueblo, muy tranquilo, que yo sepa solo hay este local, aunque la verdad no me ha dado por mirar mas.

Aunque es un negocio que, si no me equivoco, empezó con la generación anterior, ahora mismo son dos hermanos, Ignacio en la cocina y Carlos en la sala y en la bodega, los hermanos Echapresto han conseguido mantener una casa en la que se comía muy bien y además darle el toque justo de creatividad para que la estrella michelín recaiga en ellos.

El local es grande, varias salas, espacios grandes, mesas grandes, bien acondicionado, buena vajilla, todo lo que predispone a una bonita velada, se ve la huerta y la vegetación desde nuestra ubicación.

Tienen dos menú, el tradición y el gastronomico y además una corta, pero interesante carta.

Como siempre nos decantamos por el gastronomico, aunque nos dejaron hacer algún cambio del tradición, para Ana que es más “especialita”.

Empezamos con varios aperitivos los primeros “Bocados de Huerta “, empezamos con unos ricos tomatitos enfusionados en albahaca, pequeños brioche rellenos de zanahoria y curry con verduritas encurtidas por encima ; sobre un pan de gamba , pimiento verde , anchoa y ajo negro , otro aperitivo mas de cebolla , corte de helado , por supuesto el helado de cebolla , muy rico , entre pan crujiente a modo galleta de corte .

El ultimo aperitivo y han sido unos cuantos, ricos y sabrosos, es un trampantojo, pero de los de sabor “El Caserío”, fácil de adivinar, con forma de quesito y cubierto en el borde con papel de plata comestible, un rico trampantojo de brandada de bacalao.

Empezamos con los platos más contundentes del menú.

Caldo fresco de tomate con verduras al denté, unas cuantas hortalizas de la huerta, cebolla, calabacín, zanahoria, etc, cortadas en cachitos muy pequeños

y casi crudas , con un granizado de la pulpa del tomate y cubiertas por el suero, transparente , del tomate , un plato muy fresco , perfecto para el caluroso día que hacia .

Crema de puerros, manzana y pepino, otro plato de temporada, sabroso, fresco y jugando una vez mas con productos de la huerta.
Para mis cebolletas frescas con endibia y queso ahumado, crujiente de pan, caviar de aceite, una sabrosa combinación, aunque me quedo con lo de Ana, Sardina en vinagre con crema de ajo-blanco y verduras de la huerta, un poco de rábano, pimiento y pepino , me encanta el ajo-blanco y con la sardina en vinagre , menuda pareja.

Hortalizas de la huerta con vieira asada, nabo y espárrago trigero al vapor, rabanitos , unos puntos de plancton y otros naranjas del coral de vieira y todo ello acompañado por un caldito de cebolla , que? , como se os queda el cuerpo.

“Kokotxa de bacalao “, una falsa kokotxa, sobre un torrezno de piel de bacalao un trampantojo de foi-gras de bacalao con la misma apariencia de la kokotxa, mirar la foto, muy logrado y con mucho sabor.

Cigala asada con calabacín y jengibre, sobre una cama de calabacín rallado y salteado con jengibre, una rica cola de cigala, bien ejecutada y todo ello empapado en el jugo de la cigala y con un punto de salsa de ostra, muy sabroso.

Papada de cerdo, hongos y borraja con yema de huevo, como nos comento Carlos, en este plato intentan y por cierto lo consiguen, aunar montaña-huerta y granja, productos sencillos pero de gran valor, hongos confitados, borraja, rica papada y el huevo confitado a modo de aliño.

Pichón con arrope de remolacha para Ana, le gusto, a mi no me va el pichón y en esta ocasión tuve suerte, un magnifico steak tartar de solomillo de ternera, un detalle, me sacaron una cucharita con un poco a ver si era de mi agrado de picante, buen broche al salado.

Primer postre, zanahoria, especias y frutos secos, primero un refrescante sorbete de zanahoria y naranja y a continuación algo que me sorprendió gratamente , una fina zanahoria cocinada con vainilla , rico , novedoso para mi , acompañando , cardamomo , almendra, haba tonka , pistacho y bizcocho .

Como ultimo postre, que no como ultimo dulce,” Tomate y queso “, un ultimo trampantojo en forma de tomate relleno de una rica mus de queso mascarpone, me encanto, por su sabor y por su estética, dos postres dignos de un buen menú degustación.

Uxue, un menú infantil, unas ricas croquetas, y unas chuletillas de cordero con patatas fritas, helado de postre, 20€+iva.

Para beber y teniendo en cuenta que Carlos conoce muy bien el tema del vino, creo que hasta escribe algo en prensa en relación al vino, pues eso que me puse en sus manos y le dimos al maridaje, quedamos en que no contaríamos con los riojas, no por nada, en otras ocasiones he probado en esta casa magníficos vinos de esa D.O, pero hoy no quería y al verdad que dio con mis gustos.

Empezamos con un vino Mosel, Selbach-Oster 2011, de Honorio Rubio el añadas, me encanta, Maruja pasada, ídem, La Comtesse 2010, tinto Lamana y para el postre de Maestro Sierra, un Médium, me gusta lo que pone en la botella, vino amoroso semidulce.

Con el gin de millers y las manzanillas, lo que ellos llaman golmageria, vamos unos petit fours, eso si divertidos y originales, como si de un picnic se tratase, mariposas de chocolate y manzana, gominolas de maracuya con forma de margarita, gusanos de te verde, galletas, rosquillita, con forma de loncha de queso, galleta de coco, fresas con chocolate y laminas de piel de naranja dulce, que divertido.

El menú 75€+iva, los vinos 40€+iva, me tome al menos dos copas de cada, así que bien.

El gintoni 7€+iva y las infusiones 3€+iva, teniendo en cuenta el conjunto de la experiencia y el buen rato pasado, tres horas, para nosotros muy buena relación calidad precio y una estupenda opción si estas por la zona o a menos de una hora, merece la pena, de hecho las dos ultimas veces, pasamos el finde por ir a comer a esta casa, con lo que, tela, menos mal que luego pasamos la tarde de piscinas.


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En nuestra ruta por La Rioja, a pesar de que por las fechas nos hemos encontrado muchas de las "visitas obligadas" cerradas, hemos tenido la oportunidad de comer en el restaurante regentado por los hermanos Echapresto, Ignacio en cocina y Carlos en sala.

Una vez allí, cuentas con varias opciones, la carta y 2 menús degustación el tradición 55€ y el gastronómico 72€, nosotros elegimos el gastronómico y Carlos me ofreció la oportunidad de poder cambiar un plato de un menú a otro, ya que sabía que las cocochas es uno de los platos recomendados. También elegimos la opción de maridaje (6 vinos).

Menú gastronómico:

-El primer bocado: Bacalao “El Caserío”. Un trampantojo de brandada de bacalao bastante original.
*Bodegas Riojanas Viña Albina 2001.
-Homenaje al vino: Hoja de Parra/Sarmiento ahumado/Piedra del viñedo/Corcho. Un plato visualmente precioso, para comer a modo de snack.
*Marko selección especial (Txacolí).
-Ensalada de otoño, con calabaza, manzana y queso rallado.
-Cigala asada con espaguetis de calabacín, un plato espectacular, el calabacín aromatizado con jengibre y de fondo un caldo con las cabezas de las cigalas.
*Placet Blanco Álvaro Palacios
-Setas con trufa negra, diferentes tipos de setas con caldo y gelatina de las mismas setas.
-Migas de pastor con setas.
*Maturata tinta 2009, Dionisio Ruíz Ijalba
-Fideos de seta de chopo con tuétano y cilantro. Muy rico.
-Cocochas de merluza asadas al sarmiento con patata.
*Valenciso Reserva 2008
-Filete de cerdo ibérico acompañado de un refrescante tartar de hongos.
-Manzana asada a la sidra.
*Don Severiano Tresaras
-Chocolate en texturas 2015. Un postre para mencionar ya que estaba delicioso.
-Café con petit fours.

Cómo podréis ver en las fotos, los platos son muy vistosos, un menú muy interesante con productos de temporada y equilibrado con el maridaje.

Nos ha encantado el haber hecho una parada en Daroca de Rioja y esperamos que no sea la última.

  • Chocolate en texturas 2015

    Chocolate en texturas 2015

  • Filete de cerdo ibérico

    Filete de cerdo ibérico

  • Fideos de seta de chopo con tuétano y cilantro

    Fideos de seta de chopo con tuétano y cilantro

  • Setas con trufa negra

    Setas con trufa negra

  • Cigala asada con espaguetis de calabacín

    Cigala asada con espaguetis de calabacín

  • Homenaje al vino

    Homenaje al vino

Tercer día en tierras riojanas haciendo ruta de buen beber y buen comer y llegamos a este restaurante con mucho prestigio en la zona.
A comer cuatro personas
Todo estaba rico ya que se notaba que eran productos de máxima calidad pero uno está un poco cansado de este tipo de restaurantes donde parece que está reñido el que te den calidad de producto a que la relaciones sean generosas y en este apartado eran más bien muy escasas.
Tomamos los aperitivos que ponen gentileza de la casa que consisten en un quesito de forma pero que realmente es un pastel de Brandada de bacalao Y otras cuatro cositas de bocado típicas con productos de la zona como por ejemplo un dado de queso de Cameros con envoltorio comestible.
Tomamos :
-macarron relleno de crema de boletus con tierra de foie ( estaba muy rico....lo mejor)
-Lengua confitada sobre queso curado.
-Alcachofitas con bacalao y foie de pato y una infusión de piel de bacalao y verduras.
-Manos de cerdo confitadas (estaban cortadas en láminas finísimas como si fuera un carpaccio.
-Pichón braseado
De postre tomamos una ración de milhojas rellena de crema y nata para compartir los cuatro.
Sin cafés.
Nos pusieron una cajita con golosinas originales hechas por ellos que estaban muy ricas también.
Lo regamos todo con una botella de Artadi pagos viejos muy rico servido en grandes y buenas copas ríedel.
El pan que había de tres variedades (pan blanco,pan de maíz y torta de aceite) estaba francamente bueno.
No se puede decir que ningún plato estuviera mal planteado o rematado, lo lamentable es que con los precios que marcan en cualquiera de ellos las cantidades que ponen sean tan minúsculas.
Como ejemplo hay que decir que la ración de manos de cerdo cortada finamente no habría ni tan siquiera 120 g, y el pichón tenía un tamaño también muy reducido, de dos bocados te lo comías.

Sinceramente........ este restaurante y los de este estilo deberían "hacérselo mirar" ya que dado los precios que cobran no entiendo porque ponen cantidades tan minúsculas ,insisto en que en este tipo de restaurantes parece que cuanto más minúsculas son las cantidades más chic es el restaurante, y esto bajo mi punto de vista hoy día es un error.

El servicio de sala muy bueno a nivel profesional pero quizás un poco encorsetado y frío. El ritmo de platos lentísimo y en algunos casos la espera entre plato y plato fue larga.

Nos encontramos con una estampa de otra epoca, un edificio que evoca los años de las carreteras nacionales, las postales con sabor añejo, tiempos.

Desplazados a Logroño para temas laborales decidimos acudir a esta casa, ya que la visita a Francis Paniego estaba muy reciente, para conocer y valorar. Dia frio, lluvioso, niebla y humedad. Visto desde fuera te imaginas otra cosa, pero te adentras en el pequeño comedor y todo toma otro color, con una sala comoda y calida.

Sentados nos decidimos por el menú degustacion, cambiando uno de los platos (carpaccio de manitas) por cochinillo. Antes de nada unos entretenimiento de pan (simil a un grissini) de aceituna negra y un curioso macaron de morcilla con un toque dulce y cremoso muy agradable.

Mesas bien vestidas y con muy buena vajilla y copas.

* Bocados de Otoño
- Flor de manzana con foiegras de pato y semillas de amapola, muy cremoso, potencia rebajada por el dulzor persistente de la manzana con un toquecaramelizado por el calor.
- Galleta de perdiz escabechada con mostaza, con unas finas laminas que envuelven una crema de perdiz escabechada mezclada con mostaza en grano, muy suave y con el saborcillo del vinagre.
- Espuma de boletus servida en la cascara de un huevo, muy suave, quizas demasiado, con buen sabor al hongo

* Cardo con almendras y bechamel de queso de los Cameros, buen conjunto, aunque llego algo frio a la mesa, con un buen punto del cardo que conjugaba de maravilla con el crujiente de la almendra, el aceite y la bechamel con el queso algo potente. Buen comienzo.

* Vieira con hongos, calabaza trufada y avellanas. Buen punto del molusco que con el hongo hacia una pareja perfecta, la calabaza (el trufado apenas se notaba) aportaba un punto de dulzor. Otro plato correcto.

* Setas de temporada a nuestro modo. Desde mi punto de vista primer bache en el camino. Se trataba de una crema de coliflor muy rica, con finas lonchas de papada iberica, rebozuelos y un aceite al pimentón. Conjunto algo falto de sabor, sobre todo en las setas, con la papada que aporta un toque más graso al que se suma un exceso de aceite de pimentón y crujientes de jamón. No lo encontre del todo redondo.

* Pimientos de cristal con yema de huevo de corral y rebozuelos. Impresionante conjunto, unos pimientos sedosos, sabrosos pura delicia de la huerta acompañados de la granja, con la cremosidad del huevo y el crujiente del pan. Si a eso le sumamos mas setas (creo que alguna tenia algo de tierrilla) hace un plato de temporada brutal.

* Cocochas de merluza asadas al sarmiento con patatas olvidadas. Una cocochas memorables, con un rico aroma del sarmiento, un punto perfecto de asado que hace que que la textura permita disfrutarlas como nunca. Lo acompaña un aceite aromatizado y unas patatas olvidadas, aquellas que se dejaban envueltas en papel albal sobre los rescoldos, con un punto algo seco, en vez de crujiente. Muy muy buenas.

* Cochinillo asado. Muy flojo, algo seco por haberse recalentado, servido en un rulo con una ensalada de escarola y manzana.

* Pichon en dos cocciones con pera y piñones. Fantastico bocado con una pechuga asada, jugosa, tierna, con ese sabor tan caracteristico que conjugaba muy bien con el contrapunto dulce de la pera y los piñones. Por otro lado el guiso a fuego lento, deshuesado con un sabor a los pucheros de siempre, sueve y sabroso. Gran ejecución.

* Laminas de mando con gominolas de frutas del bosque y crema de limón. Postre fresco pero algo falto de sabor la fruta principal, con los detalles curiosos de la gominola y el queso. Indiferente.

* Chocolate blanco y negro con praliné de avellana. Fantastico, dulce en su justa medida, sopa de chocolate blanco, una especie de bizcocho/brownie de chocolate negro sobre el que descansaba el praliné. Nos gusto muchisimo.

Cerramos la comida con un buen café con Petit Fours cortesia de la casa. Buenos panes.

Regó la comida, aparte de un blanco, un Sierra Cantabria Cuvee 2008, fresco y ligero, buena recomendacion por parte del sumiller.

Un servicio muy correcto, amable y cercano que te hace sentir muy agusto durante toda la comida.

Al final de todo se acerco el cocinero a charlar un rato con nosotros, de comida, la situacion y de los platos.

En resumen una velada muy buena, con platos para recordar como las cocochas o los pimientos de cristal en una cocina de temporada otoñal.

El precio reflejado es solo del menu

Magnifica jornada en La Rioja, paisaje precioso con colores rojos, amarillo y verdes, amigos de verdad, y entonces casi da igual que restaurante sea que la nota ya ha subido muchos puntos, pero en este caso el restaurante mantiene el nivel de las primeras lineas. Más a expensas del conjunto entorno, atencion y vino.
Esperando cayó un Palo Cortado
Empezamos catando en una sala previa a la bodega, magnifica atención del sumiller, hubiese merecido tb la pena haberle dicho que nos sorprendiese él con sugerencias pero nos decidimos por probar un par de cosas que les teníamos ganas, un Castillo de Ygay Gran Reserva 2004, que nos cautivó y transportó a la gloria, uno de los mejores vinos q he probado este año, y como contraste de zona. uvas y sabores, un Quest 2009, magnifico tb.
El menu degustacion (55€ por persona) se inició con:
Bocados de otoño
- Flor de Manzana con foie gras de pato y amapola
- Galletas de perdiz escabechada
- Revuelto de hongos
Empezaron los platos con:
- Tomate con esfera de de queso de Anguianoy anchoa ahumada
- Vieira con hongos, calabaza trufada y avellanas
- Alubias blancas con callos de bacalao, chorizo y pimiento
- Pimientos de cristal asados en leña, yema de huevo de corral y rebozuelos
- Cocochas de merluza asadas a la parrilla con patatas
- Carpaccio de manitas de lechon con foie gras de pato
- Pichon asado y guisado, con pera, mousse de foie gras y piñones
- Láminas de mango con gominola de frutos rojos y crema de limón
- Chocolate blanco y negro con praliné de avellana.

Vinos, Castillo de Ygay Gran Reserva 2004, Quest 2009, Abel Mendoza Grano a Grano 2008. Precios aceptables. Magnifica carta. Exquisito trato del vino

De la cocina me gustó especialmente:
- "la vajilla del revuelto de hongos" (era la media cáscara del huevo). Ocurrente
- Los pimientos de cristal
- El pichon

Las alubias eran mejorables o prescindibles, quizás como comentario mio, hay 3 platos que llevan foie gras y satura.

Luego 3 Gin-Tonics mis amigos (uno por barba eh¡¡¡)y yo un Tokajy 5 puttonyos
RCP magnifica 55 euros hoy en dia en un buen restaurante es un buen precio, comida en cantidad, trato sobresaliente. Demasiadas mosquitillas. Para repetir si se va por la zona

Varias razones aconsejan la visita a este lugar: un menú a un precio razonable( 55 euros), una digna cocina, una excelente oferta y atención al vino, precios razonables del vino, amabilidad y cuidado del cliente y un entorno atractivo , alejado y diferente. Alguién da más??. No muchos sitios desde luego. Sin valorar la conveniencia o no de su estrella, la sorpresa o no de la misma , en mi opinión merece una visita y asegura el disfrute. El servicio amable, garantiza confortabilidad, buenas instalaciones y una magnífica zona de cata. La cocina no es deslumbrante. El menú contiene algunos entrantes vistosos y curiosos, como la flor de manzana o las galletas de perdiz, algunos fallos de ejecución , al menos ese día, como las alubias blancas con callos de bacalao ( algo duras y sobre todo insulsas), algo excelente como el pichón asado y guisado y una serie de propuestas notables que no alcanzan el sobresaliente, pero que satisfacen. En definitiva una visita recomendable, sobre todo para los que les gusta comer bien pero prestan mucha atención al vino. El precio de 120 euros hace referencia al menú tres vinos de 50 euros entre cuatro, cafés y gin tonics

Para este pequeño restaurante situado en la localidad de Daroca de Rioja, como comentan, la localidad más pequeña del mundo con estrella Michelin, aunque supongo que será algo complicado de verificar, no deja de ser curioso.

Bonitos y agradables exteriores, aunque en ningún momento podrías imaginar que se trata de un restaurante estrellado, quizás por el aspecto tradicional. El interior de la sala no lo pude apreciar, ya que al ir seis personas, nos situaron en un salón privado, cosa que redundó en la comodidad de los dos peques, y porqué no decirlo, del resto de la sala principal. En todo caso, tiene pinta de estar a la altura del la estrella. Trato muy agradable y atento por parte la chica que nos sirvió, sobrio y profesional por la persona que ejerció de jefe de sala y sumiller. Si hay algo que se puede reprochar a todo lo que engloba el entorno es el encontrarse a kilómetros de cualquier sitio de interés, y obligarte a depender de vehículo propio, y a no beber vino, o darle el suficiente tiempo posterior.

Buena carta de vinos, suficientemente extensa, a precios correctísimos -muy buenos si contextaualizamos- en lo que se refiere a Riojas, que es a lo que presté atención, la oferta se ampliaba con otras denominaciones y países, que me limité a ojear. Bien servido. Nosotros optamos por un Ad Libitum -Tempranillo blanca- a 16 €, un Baigorri Reserva 2005 a 25€ y un Finca Valpiedra 2006 a 27,50€ -o viceversa- todos los precios sin IVA.

Optamos por el menú degustación de temporada (55€), predominantemente tradicinal, que consistió en unos aperitivos de bienvenida, a base de un macaron de morcilla y un bastoncito de aceitunas, que cumplen con su cometido, para ya pasar a unos entretenimientos (¿o quizás sería al revés?) consistentes en un vasito de gazpacho, un pedacito de salmón marinado, y una croquetita muy ligera y cremosa de jamón, todo muy sencillo pero de óptimo resultado. Servicio de pan y AOVE de arbequina incluídos.

Una vez asentados en la comida, empezamos con los platos propiamente del menú. Este consistió en los siguientes entrantes:

- Carpaccio de Carabinero con ditintas reducciones y salsas, sabroso y sencillo, el sabor del carabinero se comía el de los acompañamientos
- Cremoso de queso con anchoa, muy bueno, de nuevo se recrea en la sencillez. Además tuvieron la deferencia de cambiárselo a uno de los comensales.
- Migas con pimiento de cristal, matanza, perlas de moscatel y huevos de codorniz. Reconversión de un clásico, bien.
- Carpaccio de manitas de lechón con foie y trompetas de la muerte. Excelentísimas pero con un pero, la snsación arenosa de las trompeats a mí me chocaba un poco y no me terminaba de llegar, aun así, me hubiese comido otras tres raciones.

De platos principales, de nuevo exalataciópn del producto y sencillez en la elaboración, consistentes en mero con dados de patatas aromatizadas con ajo y romero y pechuga y pierna de pichón con su jugo, sobre risotto de hongos. Que ganas le tenía al primero, pues no conseguía recordar la última vez que lo comí. Ambos buenos platos, carentes de cualquier extravagancia.

Los postres consistieron en un helado de mango y espuma de coco, y un mousse de chocolate con bizcocho y fondo de toffe. De nuevo sencillo y bien.

Los niños compartieron un plato de mero y casi un postre para cada uno (24 y 10€ respectivamente)

Resumiendo, para mi gusto de visita obligada, donde la exaltación de la tradición y la sencillez, con unas logradas presentaciones, predominan sobre los platos más innovadores. Al final 367€ una vez añadido el IVA a los precios anteiores, ademas de 4 cafés (10€), y 3 consumiciones a la llegada(7,50€ de las tres), que una vez descontado la comida de los peques, sales a unos 82 €, aunque siendo un poco comedido en los vinos, puedes disfrutar por unos 65-70€ por barba.

  • Exterior

    Exterior

Daroca de Rioja es la diminuta población donde se encuentra Venta Moncalvillo, última revelación de la gastronomía riojana. Fue el propio Francis Paniego quien llamó hace unos meses a los hermanos Echapresto para darles la noticia de su primera estrella y confirmarles la veracidad de un hecho al que, anunciado vía email, no acababan de dar crédito. Según narraban al diario La Rioja, fue un momento muy emocionante para ambos. Sin duda no resulta sencillo sacar adelante un proyecto tan ambicioso como éste en un lugar tan recóndito como Daroca, que tras el galardón parece haberse convertido en la población más pequeña del mundo con un Estrella Michelin.

Por ese motivo la experiencia de ir en su busca fue divertida y misteriosa. Es la aventura de descubrir un reducto secreto y escondido, en medio de un bello paisaje muy distinto a aquel otro de viñedos tan frecuente en La Rioja, rodeado en este caso de colinas boscosas y riveras. El edificio que aloja el restaurante emana cero glamour y podría confundirse con el típico mesón de carretera secundaria, lo cual aumenta el secreto encanto de la experiencia. El interior es igualmente rústico y discreto, con un salón privado para grupos y una sala principal con 8 mesas y vistas a un bonito huerto atiborrado de hierbas, plantas, flores y árboles frutales, de donde recolectan ingredientes de temporada para sus platos.

Una ojeada a la carta nos confirma que aquí el refinamiento de una tradición y un criterio estacional priman sobre exotismos vanguardistas. El producto local vertebra toda la carta. Vamos de cabeza a por su menú degustación cuando Carlos Echapresto, maître y sommelier, nos recomienda un Altos del Marqués para acompañarlo, “vino todo terreno de la comarca de Moncalvillo”, según nos cuenta, que armonizará bien con un menú en el que abunda la caza y que comienza con un curioso Maçaron de morcilla con pimientos bastante empalagoso, y un rico Bastoncito crujiente de aceitunas negras a modo de aperitivo.

Vamos entrando ya en materia con su Pimiento de Tricio con anchoa ahumada y escamas de queso, presentado sobre una lámina de hojaldre, en lo que resultó una propuesta clásica pero perfeccionista, sutil y deliciosa por su contraste dulce/salado y ese manto de nieve de virutas de Cameros. Muy otoñal y simbólico se presenta el segundo entrante, una Crema de calabaza con morcilla y polvo de jamón, quintaesencia de cosecha y matanza para esta víspera de Todos los Santos y con San Martín a la vuelta de la esquina.

Damos ya el salto a los principales con un sobresaliente Pimiento del cristal asado en leña con yema de huevo de corral y rebozuelos, suculento por su sabroso pimiento ahumado y un conseguido tueste crujiente en este hongo autóctono, también conocido como “seta de haya”. Con el Carpaccio de manitas de cerdo con foie gras de pato, setas y trufa de otoño el chef Ignacio Echapresto despliega toda su artillería pesada en un plato original y contundente a más no poder, al cual le falto un mínimo toque cítrico para hacer su regusto menos estragador.

Paradójicamente, alcanzamos la más elevada cota gastronómica del menú con un plato de mar (que aquí nos queda un poco lejos). La Merluza con berberechos, toque de lima, lechuga de mar y caldo de sus espinas fue lo mejor de la comida sin discusión. Un plato reposado, lección de madurez técnica, que emana elegancia y saber hacer por los cuatro costados. Difícil ser tan purista y a la vez sacarle matices a un pescado blanco con tanta sofisticación.

Tras tremendo orgasmo culinario enfilamos ya la última recta del menú. Momentáneamente nuestros caminos se bifurcan : Mademoiselle Terrible saborea su Tableta de liebre con chocolate, senderuelas y galleta de avellana, una especie de pastelito Opera donde chocolate y avellana están perfectamente dosificados para suavizar la carne de monte, mientras que la galleta aporta esa textura terrosa al conjunto. Mientras, Monsieur se recrea con una magnífica porción de Tartar de ternera con patatas rejilla, cortado a cuchillo y con un macerado escandalosamente bueno.

Cuando ya casi no podemos más llegan las Pechugas de pichón asadas con risotto de boletus edulis para darnos la puntilla. Caza de nuevo en un correcto plato final, aunque plúmbeo y demasiado sangrante.

Los postres nos dan una alegría final, ya que están realmente conseguidos y demuestran una vez más esa rigurosa reverencia a la temporada. Con el Helado de peras al vino y el Bizcocho tibio de avellanas con crema de Baileys y helado de café nos despedimos de este menú de conjunto, sólido, armónico y sin estridencias, que emociona por su respeto al producto y su honestidad, pero en el que puntualmente se extraña un plus de riesgo creativo, especialmente en su presentación. Queda en evidencia que la estética, por el momento, no es su fuerte. Habrá que seguir la trayectoria de los Echapresto, aunque sea en la distancia, y también observar cómo evoluciona su nuevo restaurante logroñés 8-20.

http://gourmetsterribles.com/

Hacia muchos años que no visitaba, para mi el mejor sitio donde he comido en esa zona, aquí aprendí a comer la carne en su punto, y tenían un helado de nueces casero increíble, ahora ya no, de todas formas es un sitio que ha evolucionado con los tiempos, pero sin pasarse, manteniendo el producto de la tierra ,con leves toques creativos, muy agradables.

Diré que el servicio del vino fue muy bueno, así como la elección del maridaje, opción que cada día me gusta más, de todas maneras no es de extrañar ,pues la persona que se encarga de ello, lleva muchos años haciendo las cosas bien.

El menú empezó con unos aperitivos, macarrón de trufa y foie gras de pato, riquísima la combinación dulce con el foie, como casi siempre, además nos pusieron unos bastoncitos crujientes de aceitunas negras.

Seguimos con croqueta de jamón ibérico, gazpacho de verduras de nuestra huerta y hoja de endibia con hongos y vinagretas de azafrán, todo en una misma vajilla, todo rico, sin mas, que no es poco.

A continuación ,ya empezamos con los entrantes, primero mejillones de roca abiertos al vapor con tres tomates y aceite de albahaca ,bonita presentación, los distintos tomates, se presentaban en cuadrados de espuma, nos aconsejaron, mezclarlo todo, muy rico.

Lengua de ternera ahumada sobre crema de queso viejo con trigueros y pistachos, presentado en rollos de fiambre, diré que estaba exquisito este plato, a mi me gustan mucho los ahumados y estos estaban de rechupete, y la crema de queso la justa, para no quitarle protagonismo al fiambre.

Alubias pochas con verdura, eran de cosecha propia, ricas.

Merluza con berberechos ,toque de lima, lechuga de mar y caldo de sus espinacas, cada día me gusta mas como hacen los pescados en los restaurantes ,y sobre todo la merluza, la imprimen de unos sabores, que da gusto comérsela.

Lomo de cordero cubierto de su salsa, berenjena especiada y lecherillas, la carne se deshacía, estaba muy bueno, pero como he comentado, me parece que a los pescados se los elabora con más riesgo últimamente.

En este punto añadimos un plato de la carta, al menú degustación , no porque nos estuviésemos quedando con hambre ,mas que nada por curiosidad al verlo en otra mesa y tratarse de bacalao ,mi pescado favorito, resulta que es un plato de papillote de cerámica ,la verdad es que nos dio a la vista, el sabor del bacalao yo diría que no cambia mucho, pero la textura queda súper agradable, os dejo las fotos, para que echéis un vistazo, el plato sale a 24€.

Seguimos con los postres del menú degustación, corte de helado de hinojo, muy sutil, ligero y agradable y venia bien para el segundo y mas contundente Huerta de fresas con chocolate, rocas de nata, verde de pistachos y hojas de menta, cojo.nudo.

Vamos con los vinos, le comente que últimamente me iban mas los blancos y me lo marido casi todo con blanco, además de irle bien al menú, por supuesto,no soy un experto, me gustaron todos y destacaría el único tinto, pues para ser un rioja, tenia un carácter de cualquier otra D.O ,cosa que me agrado, pues los riojas en general ,me resultan un poco flojos, este sin embargo era un vinazo, os comento los vinos.

Empezamos con un cava, y seguimos durante algún plato mas, Rabentos y blanc ,reserva de la finca 05, continuamos con Savennieies –rorle dux moines, Domaine suxmuines, Chenin blanc 2000,Luis cañas blanco fermentado en barrica 2009, Trodos blanco 2007,30 meses de barrica, este estaba espectacular ,el tinto Ganko el cabezota 2009 y de postre uno de bodegas olivier rivieer, alguno puede ser que este mal escrito.

Infusiones a 2,5€ y un gin-tonic de martin millers a 9€, deciros que el menú degustación, sin el bacalao sale 50€ y maridado 72€, precios mas que buenos para lo que allí aconteció .

  • sabroso postre

    sabroso postre

  • Aquí abierto

    Aquí abierto

  • el papillote de bacalao

    el papillote de bacalao

han tardado mas de lo que esperaba y mostraba en una intervención de 2007, pero es evidente que el trabajo bien hecho acaba siendo premiado.

felicidades.

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