Restaurante Eladio en Valencia
Restaurante Eladio
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
41,52 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingos todo el día y lunes noche
Nota de cata PRECIO MEDIO:
49 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.4
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.5
Comida COMIDA
7.7
Precio medio entorno ENTORNO
7.1
RCP CALIDAD-PRECIO
7.2
Opiniones de Eladio
OPINIONES
19

Recuperando esa costumbre fallera, visita de compañeros que la mayor parte no conocen el local. Además uno es amigo del cocinero. No hacen falta más excusas.

Sin cambios en el local ni en la cantidad de asistentes. Don Eladio comiendo en la barra antes de empezar el servicio. Parece que no pasa el tiempo.

Mesa redonda (¡gran invento!) en una esquina del comedor y vamos llegando haciendo llevadera la espera con unas cervezas y un par de platos con jamón de bellota (24€ x 2), cortado a máquina, pero en buen punto de curado y sabor, acompañado de pan tostado con tomate.

Carta de vinos amplia y suficiente y optamos por un espumoso de entrada, Tantum Ergo rosado siempre un valor seguro; para no cambiar (de bodega) seguimos con Bobos 2015, un tinto necesariamente con cuerpo para el plato principal; dados a catar y autoservicio tras la primera ronda teniendo que pedir el cambio de copas. Varias de agua Cabreiroa y Perrier con gas y varias cervezas de botellín e Estrella Galicia.

Para comer elegimos unas entradas compartidas (x 2 raciones) al centro:

. aperitivo de la casa: pequeñas croquetas de bonito y boletus

. berberechos (fuera de carta): ración ajustada, elementos de tamaño grande, perfecto en punto de hervido (corto) y con un poco aceite y limón. Muy recomendables.

. mejillones gallegos escabechados en casa (9,50€ x 2): buena ración aunque los ejemplares muy diferentes de consistencia y tamaño; para mojar pan.

. mollejas de ternera salteadas con langostinos (12,50€ x 2): un mar y montaña muy agradable con buena materia prima aunque entre las mollejas algunas estaban pasadas de fuego quedando demasiado secas y de textura más dura; los langostinos perfectos.

. principal con encargo previo: caldeirada con bogavante x 7 raciones (45€ p.p.): espectacular de sabor, con suficiente caldo, buenos tropezones, buena cantidad de un buen bogavante y suficiente patata bien cocida para trabar el caldo. Perfecta.

. postres a demanda: fruta preparada (kiwi, manzana, mango, fresas), otros que no recuerdo y por mi parte me fuí al postre líquido: una copa de un porto: Niepoort tawny, cumplidor.

Unos buenos cafés y un poco de tertulia y como siempre los últimos en salir.

Local abierto desde 1980 y en las fallas del 81 fuí por primera vez a un restaurante que aportaba una cocina basada en Galicia y en Francia, porque estaba basada en los orígenes de sus dueños, y con una puesta en escena elegante muy por encima de los restaurantes de entonces (y de ahora) por la zona. Años, muchos años, después sigue manteniendo esa esencia y esa cocina aunque ahora más adaptada a poder competir con un menú del día y con productos más universales y elaboraciones más sencillas en general. Pero sigue siendo un placer ver a D. Eladio comentando por las mesas y a su hijo llevando la sala, una sala más vacía de lo que en justicia merece.

Visita con motivo de onomástica y como recordatorio de aquella primera visita hace ni más ni menos que 37 años. Sin cambios apreciables en la sala desde la última. Comida para dos basada en el menú (30 €) del día ("Menú Picadas") y un refuerzo:

Para beber agua Cabreiroa y en vino, descartado el cava y el blanco albariño, un  tinto por copas Bellaleira, un sencillo pero cumplidor Riberia Sacra y sin escatimar en la ración incluida en el precio del menú.

Para comer, con un cestillo de panecillos y rosquilletas delante, tomamos lo incljuido en el menú:

. por cortesía de la casa: un par de croquetas servidas en su cestillo, bien de sabor y textura.

. cecina de ternera (DO Leon) y tostas con tomate: muy bue producto, nada salado y buena textura y sabor. Amplia ración.

. montadito de sardina escabechada sobre patata: infrecuente mezcla de elementos con buen resultado final. Cuatro sardinas.

. taquito de bacalao frito y pimientos asados: cuatro piezas aunque con un bacalao muy mejorable; mejor los pimientos.

. merluza de pincho: en sustitución de lo previsto, entrecotte trinchado, unas buenas piezas de merluza bien de fuego, bien de sabor y textura con una salsa marinera con guisantes y patatas cocidas

. surtido de repostería: tres pequeñas porciones dulces: helado, tarta y fruta al vino. Cumplen bien.

Unos cafés finales notables y algún comentario más de recuerdos de los inicios en el barrio.

Los extras: un fino y un vermut blanco (Perucchi) de entrada y bien servidos en la mesa, más unos calamares rebozados muy buenos ya que en realidad es un calamar de playa rebozado y frito, al que acompañan un par de salsas: tártara y mahonesa.

Local ya descrito con el aliciente esta vez de ver al jefe, Eladio (¡¡cuánto tiempo!!) y verle activo preparando un steak, un placer.
En sala, además su hijo, Michel, haciendo que todo funcione perfectamente. Pocas mesas ocupadas y es que ser lunes se sigue notando, aunque otros vecinos cierren e incluso acudan a este local.

Comida para tres que empezamos con dos manzanillas Muyfina, de Barbadillo y reciente recuerdo de visita a Jerez con Verema. Servicio de pan y destacables rosquilletas. Buena vajilla personalizada.
De vinos pedimos un Lapola que no quedaba (el porcentaje de aciertos de carta fallidos sigue siendo muy notable, quizás porque se buscan vinos poco frecuentes) y accedemos a una buena recomendación de un blanco riojano con barrica Luis Alegre 2014 que se decanta ¿?; para luego seguir con el 6º Elemento, esta vez si bien necesario ser decantado, para el apartado cárnico solicitado. Una de agua Cabreiroa.
Servicio de vino perfecto en copas, temperatura (algo frio de inicio el blanco para ir atemperándose y mejorando en olfativa, durante el servicio); copas siempre rellenadas.

De inicio y por oortesía:
. un par de croquetas de la casa pp. Bien.

Entrantes a compartir entre los tres comensales:
. ostras, 2 pp: buen producto y bien presentado.
. viera plancha, salteado de jamón de Jabugo: 1 pp (5€ la unidad). Un exquisito bocado de mar y montaña, perfectamente combinado y bien presentado.
. calamar de playa plancha (16€): buena pieza y bien de plancha, aliño ligero y correcto. Buen plato.
. bacalao rebozado y frito: buenos trozos, bien elaborados pero algo insulso pese al acompañamiento de dos salsas de mahonesa y tártara ambas ligeras. Seguro que hay mejores opciones.
. mollejas de ternera salteadas con langostinos (12.50€): algunas piezas cárnicas con demasiada plancha, langostinos perfectos y de buen tamaño, aliño algo pasado de fuego: aún así, recomendable.

Principal:
. chuletón de vaca rubia gallega de 1 kgrs aprox. (49€): trinchada con perfecto de punto, bien sellado y con el centro poco hecho. Acompañan unos pimientos de Padron, unos champiñones enteros y puré, creo recordar, de calabaza muy suave. Plato, en principio, previsto para 2 personas. Perfecto.

Postre a compartir:
. tocino de cielo: muy poco dulce, casi como un flan. Flojo.
. lasagna de chocolate con helado de turrón. Muy poca almendra en ese turrón y normal el chocolate.

Buenos cafés y ningún extra de la casa. Pongo los precios que recuerdo, pero no pagué yo.
Un local que merece la pena conocer, con buenos menús y sobre todo con buen producto desde hace muchos, muchos años. Al menos, 35 que yo recuerde haber estado, cuando esa fusión de cocina gallego-francesa estaba en la élite gastronómica valenciana.

Un local de ambiente elegante, servicio de primer nivel, mesas separadas, buena manteleria, cubiertos, copas.
Buena carta de vinos y en la carta de comidas destacable un menú, adaptación necesaria a la actualidad, llamado "Picadas" por lo que apunta a que las raciones no sean muy amplias, pero que incluye 2 entradas, taquito de bacalao, entrecotte de ternera gallega, repostería y agua, cava y café por 30€.

En nuestro caso, 4 para comer, nos fuimos más a las sugerencias del día. Unos entrantes y luego un principal. Por cortesía de la casa, un par de croquetas para cada uno con unas cervezas, agua con gas y una manzanilla La Guita. Un buen pan y rosquilletas integrales.

Entrantes:
. manitas de cerdo deshuesada y foie sobre salsa de boletus (10€) x 2 platos: perfectas de cocción con buen fondo y compañía.
. mollejas de ternera salteadas con langostinos (12.50€): un mar y montaña bien presentado con mollejas en láminas, con ajitos tiernos, buen aceite y coronadas por unos langostinos tamaño medio y jugosos.
. cocochas al pil pil: tiernas, sabrosas con un notable pil pil.

Principales.
. 2 raciones de caldereta de bogavante que sirvieron para 3 comensales. Por referencias bien pero sin sobresalir
. lamprea al estilo de Arbo con picatostes y arroz pilaf (28€): guisada en su sangre, estaba menos contundente (pero sí sabrosa) que lo recordaba de Galicia; amplia ración y buen resultado final de la salsa.

Postre:
. al centro, una ración de cada, de mango (muy buena), de chocolate blanco y otra de negro (más flojos).
. unos buenos cafés y unas galletitas de mantequilla (tipo danesas), por cortesía.

En la parte de vinos: empezamos por un brut nature Gran reserva de Privat, elegancia hasta en el diseño de la botella. Rematamos con un Lapola 2012 que aguantó a la lamprea. Un par de Mondariz sin gas. Todo ello servido de forma continuada y sin agobios, en buenas copas.

Sensación de un local clásico, de elevado nivel de servicio, que mantiene una buena cocina de producto, con unos precios más ajustados que hace unos años, incluso con un menú básico a buen precio.
No sé por qué se ha quedado un poco fuera de los circuitos gastronómicos.

No valoraré RPC por no saber el precio final, aunque marcados los precios de los platos que recuerdo para que sirvan de orientación.

Restaurante clásico en la ciudad de cocina internacional con predominio del producto de calidad y la cocina gallega en particular. Dirigido hoy por Michel, hijo de Eladio se ha actualizado para seguir. Con el mismo sabor de siempre. Cena para 14 personas con menú pactado de entradas al centro y cúlmen con laconada en temporada. Micuit de foie al oporto, pulpo a la gallega sobre cachelos (delicioso), saquitos crujientes de bacalao, tartar de carne, mollejas con ajetes y gambas, croquetas, y el lacón con grelos, garbanzo, chorizo, etc... Para finalizar una lecha frita y unos rollitos de mascarpone con funda de piña y azúcar caramelizado deliciosos.
Para beber vino tinto d.o. Ribeira sacra Bellaleira y cava Bocchoris a discrección.
Una cena abundante y bien servida en un restaurante donde se puede comer materia prima excelente bien elaborada por poco dinero, o mejor dicho por precio razonable, y que quiere quitarse el estigma de lugar caro para reinventarse en una opción muy interesante en linea con los tiempos económicos que vivimos.
Después de cenar nos tomamos dos copas cada uno (gt, ron, güisqui, etc...) lo que incrementó 10€ nuestra factura. Precios pactados, claro está.
Pronto volveremos.

Cena el viernes noche ( 4 comensales), el restaurante con solo 3 mesas ocupadas, la crisis aprieta y de lo lindo!

El servicio muy bueno, nunca se hizo pesado ni agobiador. La mantelería, cubertería y cristalería acorde a la categoría del local.

Vino, solo tome yo, por copas (3 Godello Blanco)

Agua el resto de la cena para los 4

Mientras esperamos los entrantes, nos sacaron unas croquetas de atun, con forma y textura perfectas.

De picar:

- Ensalada tibia de Vieiras con colas de gambas a la vinagreta de mostaza. Las Vieiras, fresquísimas,
-Pulpo "a Feira", muy bueno y con el pimentón justo
-Chipirones fritos, me encantaron

Principales:

-1 Rodaballo a la Gallega, la ración mas grande que he visto en mi vida
-1 Rodaballo al horno, colosal

- Fideua de fideo fino de Bogavante, he de decir, que es la primera vez que ceno este plato, ya que soy de que los arroces a la hora de la comida.
Le faltaba un poco mas de cocción a la pasta, pero he de decir que es de los mejores Crustáceos que he probado

Postres:
1 Fruta
1 Tocino de cielo
1 Tarta de queso

2 Cortados

177€

La materia prima muy buena!

Hacía tiempo que no iba por Eladio, todo un clásico entre la restauración valenciana. El local es agradable y el servicio, como siempre, muy atento. Se trataba de una comida de empresa con un menú predefinido, compuesto por:

- Apertitivo con un par de ostras junto a un chupito de melón y hierbabuena
- Croquetas de atún y crujiente de brandada de bacalao sobre su propio pil-pil
- Pulpo de la ría con cachelos
- Mollejas de ternera salteadas con langostinos
- Bacalao al estilo del chef gratinado al ajo confitado con compota de tomate natural
- Surtido de repostería

Todos los platos se servían en raciones al centro salvo el bacalao, que se servía en ración individual.

A mí me gustó mucho el menú pero lo que no puedo evaluar es la relación calidad precio ya que no pagué yo. Tampoco ví la carta de vinos pero el servicio del que tomamos durante la comida (que es lo que evalúo) fue impecable.

Restaurante caro.

Vajilla para renovar, desgastada por el uso.

El servicio del vino no fue correcto.

No dudo de la calidad de las materias primas pero la elaboración a mi personalmente no me gusto. Cantidad muy escasa.

Puede ser que no tuviera suerte el dia que fui, pero no volvere, vamos al menos si pago yo.

El precio pagado puede distorsionar, pero fue lo que pagamos aunque tomamos aperitivos, cerveza y martinis, vino 2 botellas, y copas gintonics y whiskys. 90€

Un clasico fiel a su tradición, donde te sirven bien y se come bien. La carta de vinos es correcta, puedes tomar buen vino a buen precio (se puede pedir el de la casa perfectamente un viña alberdi de 2001).
Espectacular el pulpo con cachelos, la merluza -de la mejor que puedes tomar en Valencia-, bacalao, ostras, percebes, centolla, cigalas, lamprea cuando hay, ensalada de bogavante, en fin todo lo que esperas de un buen gallego. Se nota la elegancia francesa fusionada con la materia prima gallega (por ejemplo steak-tartare o la cocina elaborada, se nota mucho en los postres). Espectacular si os hace una sopa de pescado. mesa bien puesta, buena vajilla, buena cubertería, bien los platos servidos con los cubre platos. Buenos postres y buenos Gin-tonics, si quieres güiskito entienden y saben aconsejar. Cava de puros decente, en fin todo lo necesario para comer bien.
Es recomendable ir en taxi.

Poco más que añadir al comentario anterior.
Si, el local es muy clásico, pero a mi no me disgusta; por lo menos la separación de mesas es la adecuada.
Nosotros optamos por el menú especial parejas con un resultado muy satisfactorio, todo riquísimo.
Sin duda, de lo mejor de Valencia en cuanto a pescado se refiere; como no me gusta el bacalao, no tuvieron inconveniente alguno en cambiarlo por un rodaballo a la gallega excelente.
Los escalopines de ternera lechal a la crema es el único plato que no estuvo a la altura: no eran escalopines, sino una única pieza de mayor grosor y con un punto de dureza excesivo.
Se observa un muy buen servicio de vino y de sala en general.
En todo caso para repetir.

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