Restaurante clásico en la ciudad de cocina internacional con predominio del producto de calidad y la cocina gallega en particular. Dirigido hoy por Michel, hijo de Eladio se ha actualizado para seguir. Con el mismo sabor de siempre. Cena para 14 personas con menú pactado de entradas al centro y cúlmen con laconada en temporada. Micuit de foie al oporto, pulpo a la gallega sobre cachelos (delicioso), saquitos crujientes de bacalao, tartar de carne, mollejas con ajetes y gambas, croquetas, y el lacón con grelos, garbanzo, chorizo, etc... Para finalizar una lecha frita y unos rollitos de mascarpone con funda de piña y azúcar caramelizado deliciosos.
Para beber vino tinto d.o. Ribeira sacra Bellaleira y cava Bocchoris a discrección.
Una cena abundante y bien servida en un restaurante donde se puede comer materia prima excelente bien elaborada por poco dinero, o mejor dicho por precio razonable, y que quiere quitarse el estigma de lugar caro para reinventarse en una opción muy interesante en linea con los tiempos económicos que vivimos.
Después de cenar nos tomamos dos copas cada uno (gt, ron, güisqui, etc...) lo que incrementó 10€ nuestra factura. Precios pactados, claro está.
Pronto volveremos.