Ese molesto ruidillo... penaliza.
Un cuatro estrellas ubicado en el Parque Empresarial El Carralero de Majadahonda. Parece que estás en un polígono industrial puro y duro, junto a una gasolinera, sin nada que hacer, pero muy cerquita, a cinco minutos andando, tienes el centro comercial Equinoccio, con bares, restaurantes y más lugares de ocio, lo que le da otro color a la estancia.
El hotel es de tamaño medio, cálido, acogedor, con una muy personal decoración, para gustos.
La habitación está bien, más moderna y funcional que el resto del hotel, de aceptable tamaño y buena equipación.
Un enorme “pero”: el molesto ruidito que produce la calefacción (creo), que no hubo manera de silenciar, ni aún apagándola, ni quitando la tarjeta del contacto… No me dejó pegar ojo, y comentándolo luego en el desayuno, hubo otro compañero al que le pasó lo mismo, lo que ya me parece algo grave pues ya no se trata de una habitación, de un hecho aislado. Deberían tomar medidas urgentes.
El desayuno, un buffet cortito en un marco agradable.
La calificación de la habitación la bajo dos niveles por el problema del ruido... ¡qué menos! Si uno va a un hotel a descansar, a dormir, y no puede hacerlo...