Argomaniz: remanso de paz
Casa palaciega muy bien restaurada. Este parador está situado a unos 15 km de Vitoria.
La habitación es amplia, presenta parquet y posee al lado del ventanal dos butacas con una mesa redonda pequeña, que la hace muy acogedora. La cama es tamaño “king size” con buen colchón (aunque a mi me gusta un poco más duro), acompañados de una buena lencería. El cuarto de baño también es amplio y con luz natural que siempre es de agradecer. Unos caramelos de bienvenida y buenas noches, que se convirtieron en dos bombones al día siguiente (una petición, cambien de tipo de bombones, muchos clientes se lo agradeceremos). En la habitación hacía algo de frío, bien es verdad que fuera hacía mucho frío, llegó hasta a nevar, no sé si esto tiene que ver con la eficacia verde (Vitoria ha sido declarada en el 2012, capital verde), según leí en Vitoria tenían una resolución (no sé si hecha por el Ayuntamiento) de poner una temperatura de 21ºC en los sitios públicos, quizás fuera esto o quizás otra cosa, el resultado final es que en la habitación había un ambiente un tanto fresco. Supongo que esto no será un problema en verano…
El desayuno buffet en la línea del parador, muy bueno, había de todo para todos los gustos. Zumo natural, panes de varios tipos y muy buenos, croissants recién hechos, mermeladas, miel, huevos fritos, beicon, yogures, fruta natural, vino…podría seguir, pero creo que con esto para abrir boca ya está bien.
La decoración es en todo momento minimalista, paredes sin exceso de cuadros y cada mueble en su lugar. En los pasillos hacia las habitaciones hay una alfombra larga que llega hasta el final, que hace que no molesten ni los pasos de los demás clientes ni el ruido de las maletas, lleguen a la hora que lleguen.
El personal fue en todo momento muy agradable.
El precio estupendo, es para todo el año 2012, con una oferta 2x1 y se denomina Vitoria-Capital Verde, 180 euros (90 euros la noche en habitación doble con desayuno buffet).