Hotel de tamaño medio a las afueras de Valladolid, en la carretera de salida hacia Medina del Campo. 10 minutos en coche al centro de la ciudad. El trato es muy agradable. Las instalaciones, aunque clásicas, no son rancias y están muy bien conservadas. Las habitaciones son espaciosas (las que dan a las instalaciones deportivas). Bien equipadas (tele, minibar; baño con cuchilla de afeitar, geles, secador, etc). Cómodo y discreto. 2 plantas.

El suelo de la habitación es de tarima, y no de moqueta, lo que le da un toque elegante y agradable.

Está un poco alejado, pero es muy cómodo e íntimo.