El vasco que no comía demasiado, de Oscar Terol

Lo que más me ha acongojado ha sido ver algun bar de pinchos en el casco viejo, regentado por chinos.
El de Oscar..........., un best seller, jajaja.. ...

Y eso que los españolitos siempre hemos llevado mal eso de los idiomas....

Convencido estoy de que serás uno de los que resistirá hasta el final.

Muy difícil.
El otro día vi un anuncio por la tele de una pizza. Pues bien, por lo visto la cosa más destacable de dicha pizza, no es ni la esponjosidad y textura de su masa, ni la calidad de sus ingredientes. Lo más importante es que tan solo se tarda cinco minutos en prepararla.

Como diría Cicerón. "O tempora, o mores".

O sea, para los de ciencias, qué nostalgia de los tiempos pasados y las buenas constumbres, culinariamnete hablando.

En Madrid es muy habitual.

Saludos,

Jose

El principal problema de ese tipo de (puaj) marketing es que se queda bien clavado en el hipotálamo de los individuos (cada vez menos personas) el que el cocinar, e incluso el sentarse a la mesa como personitas civilizadas, es una pérdida de tiempo.

Saludos,

Jose

Si ya lo decía Cicerón, fíjate si hace tiempo que las cosas van a peor....