A mi cuándo me han puesto en un compromiso como el tuyo lo he solucionado

A mi cuándo me han puesto en un compromiso como el tuyo lo he solucionado haciéndolo al horno a poca temperatura, para que quedara tierno por dentro, y dándole un toque final a tope para nacarlo por fuera.

Luego también depende de qué corte te haya tocado por supuesto. Si te ha tocado en suerte la cabeza... al horno sin pensarlo... aunque suene un pelín "raro" el cerebro cocinado así está riquísimo hehe, eso sí, totalmente desaconsejado para estómagos sensibles... que sólo de pensarlo ya les puede sentar mal el invento hehe.

Una vez visitado el horno es mucho más sencillo de desmigar y añadir a un rissotto potente con setas. O hacer una especie de jambalaya (cocina criolla típica de N. Orleans y otros lugares centro-norteamericanos con herencia francesa y española), con la carne desmigada, verduritas (crujientes, a la plancha, o al vapor) y por supuesto arroz. A mi me mola más la idea del rissotto claro ;)

Eso sí, si aprovechais parte para hacer un fondo, o como sugiere la compañera para hacer un guiso... tiene un sabor muy potente y característico. Muy rico.