Lo que la gente teme bastante y odia profundamente (al menos yo) es que se rían

Lo que la gente teme bastante y odia profundamente (al menos yo) es que se rían de uno en su cara.

Está claro que si ves la carta, los precios, te pesaran en báscula el pescado fresco delante de ti y todo fuera transparente 100%, pues si aún así estás dispuesto a pagar 337 euros por una comida que no vale ni 130, ... pues bien, palos a gusto no duelen. Sin embargo, la realidad, es que cuando me han metido algún sablazo (no de esta magnitud ni muchísimo menos, por suerte para mí), pues es que siempre hay o falta de transparencia, o conceptos nada claros en la cuenta (o que no esperabas, sobre todo en precios S/M, donde siempre hay que preguntar el precio por kg de dicho S/M).

Y, luego, lo que es evidente es que, aunque estemos en un mercado libre, también existe, aparte del legítimo derecho comercial del sablador profesional, el legítimo derecho del cliente a la libertad de expresión y opinión, desde el respeto y la mesura, para poder "poner a parir" a estos negocios que venden mierda a precio de oro: que no sé por qué se sorprenden de que la gente que ha ido y sufrido la tomadura de pelo, lo manifieste públicamente, parece que sólo les gusta cuando los pelotas de turno del mundo del famoseo como esa tal Eva Ballarín, les llenan de alabanzas y, posiblemente, de algún tipo de comisión u obsequio, pues pertenecen todos al mundillo del sablazo-lifestyle y se dan de comer mutuamente.

En cualquier caso, seguro que en Ibiza y Formentera, si uno busca, habrá negocios de hostelería donde la RCP sea buena o, al menos, aceptable dentro de un orden (aceptable sería, para mí, comer bien y con cierta calidad por 45-50 euros por persona con un vino decente, ... y claro, teniendo en cuenta el "caché" y la fauna humana que merodea por estas islas, máxime en temporada alta).