Planta de Calabaza amenaza la biodiversidad del planeta
Ver mensaje de Dani C.En Hawái una aparente e inofensiva planta de calabaza se sale de control e invade todo lo que está a su alcance.
Cultivos, plantas nativas y hasta varias construcciones ya han quedado en la sombra de esta inmensa enredadera rastrera.
Esta planta del género Cucurbita que comúnmente es sembrada para alimentación humana, ha pasado de ser una inofensiva hortaliza, a convertirse en una plaga incontrolable.
Según análisis realizados a la extraña planta, se encontró que la planta es resultado de una hibridación entre dos plantas transgénicas (es decir manipuladas genéticamente) del mismo género y una cepa nativa. Los cultivos en los cuales se encontraban las dos cepas transgénicas a las cuales pertenece este híbrido se encontraban en estado experimental, es decir, que no estaban aptas para el consumo humano y pertenecen a una o varias multinacionales de semillas transgénicas que hacen sus experimentos de manipulación genética en la región.
Siendo esta planta un híbrido entre tres cepas de la misma especie, dos de ellas transgénicas y una nativa, presenta una resistencia genética nunca antes vista: tolerancia a herbicidas, a plagas y a condiciones ambientales adversas como sequías, heladas y baja disponibilidad de nutrientes, resistencia aún mayor que la de una planta transgénica en condiciones controladas. Si no se detiene, está en grave riesgo la biodiversidad tanto de plantas como animales en Hawai, en América y en el resto del planeta; hecho catastrófico si se permite su mayor dispersión y avance.
Varias teorías apuntan a que la terrible aparición de esta planta, bautizada por sus descubridores como Cucurbita nihtramyos máxima, es resultado de la polinización de abejas del género Peponapis.
Teniendo en cuenta la imposibilidad de control total sobre las condiciones naturales de hibridación, como lo es la polinización en plantas en general y más específicamente en plantas transgénicas, el resultado de la Cucurbita nihtramyos máxima es un descuido obvio por parte de las multinacionales de semillas transgénicas que tienen sus cultivos de experimentación en Hawái.
Las pérdidas se avalan entre los diez mil millones de dólares ($U.S.10.000.000) y es posible que esta cifra siga en aumento.