A propósito del PX 1.830 de Alvear.

Soy Bernardo Lucena, enólogo y responsable técnico de Alvear. Me permito intervenir en este interesante foro con el objeto de intentar aclarar algunos comentarios que han aparecido sobre el PX 1.830.

Antes de nada quiero agradecer las opiniones elogiosas que se han puesto de manifiesto. Luego, informar de que nunca se han agotado la solera 1.830 del PX viejísimo (sería imperdonable). Alvear es una empresa familiar que elabora y cría vinos de manera tradicional desde 1.729 y no sería lógico en los responsables actuales eliminar una solera centenaria que ha costado tanto tiempo y desvelos.

Lo que sí ocurrió hace más de seis años fue que nos sentimos desbordados por la demanda desorbitada de este vino, llegando a convertirse en una situación incomodísima para los dueños de la Bodega por la cantidad de peticiones de clientes y amigos que había que rechazar (en unos casos comprendidas y en otros no). Ante esa realidad decidimos dejar de comercializarlo sustituyéndolo por otro vino irrepetible: el PX 1.910, procedente de la criadera inmediatamente más joven. La situación incómoda parecía haber sido superada ... hasta que a Mr. Parker, en el número 145 de su WINE ADVOCATE (febrero del pasado año) se le ocurrió dar a este vino un 98 sobre 100: de nuevo hubo problemas por no poder atender todos los pedidos.

No obstante, mantener un pequeño tesoro en unas botas sin que el verdadero enófilo pueda apreciarlo nos parecía poco acertado, así que durante este lapso de más de seis años hemos estudiado profundamente las posibilidades de la solera de PX 1.830 haciendo los ensayos y catas ciegas oportunas para decidir salir al mercado solo con la cantidad estrictamente calculada para no afectar a las cualidades del vino original. El resultado es el mismo PX 1.830, que hemos vuelto a presentar con una botella renovada en su diseño y etiqueta un poco más sobria.

Hay que advertir al catador que, como es lógico, si se compara una muestra procedente del 1.830 actual con otra de una botella-testigo de hace seis años se pueden apreciar algunas diferencias (yo ya lo he hecho muchas veces). El motivo es la evolución en botella que, si cabe, hace a este vino aún más complejo confiriéndole notas sutilmente tostadas que, a mi juicio, lo hace aun más atractivo.

Por último, el precio... la verdad que siento un poco de vergüenza si comparo el precio de un vino excepcional procedente de soleras centenarias con otros elaborados hace menos de media docena de años.

Espero que perdonen la extensión de mi intervención. Con mucho gusto intentaré contestar a las cuestiones que no hayan quedado claras sobre nuestros vinos.

Saludos cordiales,