2 vinos en Las Palmas, Lourdes Fernández, Loles Pérez Martin, Rayco, "crater" y "magma"

Con Rayco y sin probar una gota, despues de un vermut de presión, a la hora del mercado, nos avistamos unos quince minutos en la esquina con cristaleras de La Despensa del Sur. Qué cuesta un saludo y tener que enfilar la autopista hasta la montaña domestica de Tenteniguada.

Crater, para los que lo conozcan, es un vino de mucha tensión, activo en boca, destaca una fruta roja (fresas) con notas a ciruelillas y toque salino (tomates) y ciertas bayas que recuerdan a arandanos y tostado de millo (crianza); todo hace un bello conjunto, embriagante y exótico, licorizados, regalizes, acidez con estructura, matices, frescura, longitud... Es un vino trepidante. Estalla como pizarra mineral.

Lástima que en esta ocasión no estuvieramos en la cata. Y nos perdimos el Magma. Pero ya hablaran otros.

Mis cinco minutos de gloria charlando con la enóloga de Crater-Buten, Loles Pérez Martín (Burdeos, Peter Sisseck), me deja claro que un vino no es solo lo que hace la tierra, el agua, los alisios y el sol, las manos y el tiempo; tambien es la idea que un sueño pide que alguien lo ponga sobre la mesa, en una copa cubierta de color, brillo, aromas y esencias, fragilidad y belleza, ganas de transmitir lo que el barro emerge y la uva revienta.
Gracias, Loles.
Gracias, Lourdes.