Tarde domilnada por La plazuela

Como había amenazado, y en honor de D. Paco Higón y otros Chapapoteros/as he abierto a la hora de comer una botellita de La Plazuela 2001 y mi vida todavía sigue siendo un monográfico de La Plazuela. He cometido el error de escribir una nota y colgarla hace una media hora (soy precipitado), pero yo sigo con copa tras copa y reconozco, que como suele pasar con estos grandiosos chapapotes, al irseme acostumbrando la boca a las toneladas de taninos, e ir saliendo al aire los más frutales elementos, estoy disfrutando como un enano y cada vez me parece este vino más dulce y grato. Eso sí, yo creo que siento La Plazuela esta hasta en la punta de los dedos.... Que potenciaaaa!! (yo diría que exagerada). Sí que habria que darle un par o tres de añitos (necesita integracion, maduración y ganancia en complejidad) pero.... ¿quien tendrá por entonces una botella???