Vacaciones en madrid

Hola a todos,

Vuelvo de madrid donde me pasé una semanita de vacaciones.

La primera cosa que tengo que contarlos es un bar de vinos que se llama el Tempranillo en cava baja (un poco despues de la casa lucio, en frente, al llegar de la plaza mayor).
Tapas y raciones muy buenas (mollejas de cordero, revuelto de la casa, carne de pato) y sobre todo la suerte de disfrutar de un clos martinet de 1997 que sale a 33 euros. Hemos vuelto el dia siguienta para catar otra botella ;-)

Nos encanto este vino. Lo que mas nos ha sorprendido es que a pesar de sus casi ya 7 años es muy joven, vivo. Me parece que tiene por delante muchos años y si tuviera la suerte de tener unos en mi bodega los dejare 3-4 años antes de abrirlos.
La capa no muestra ningun signo de evolucion. El unico defecto que le hemos encontrado ha sido que es un poco « caliente » como muchos de los vinos del sur pero muy equilibrado y fino.

En cuando a la madera desagradable al abrir la botella se va muy rapido al aire para dejarnos aromas de frutos cocidos (como decimos en francia) que me recordaban garnache recoltado con mucha madurez. Habria que poner este vino en garafa una horita antes de beberlo.

Ahi tambien hemos catado la terrasas de Alvaro Palacios. No esta mal pero con 25 euros me quedo con el Clos Martinet.

La segunda cosa es una gran comida en la Broche.

75 euros un menu de este nivel representa una qualidad / precio mas que interesante.

Se nota claramente la influencia de Adria en varios platos. Pero el lujo es que la primera parte de la comida (tapas y entrantes) ha sido muy « Adriana » y la seguna parte (pescado y carne) mucho mas clasica y las dos de un nivel muy alto salvo una entrante sin ninguno interes (patatas bravas muy esteticas pero con el gusto muy basico de las bravas…)

Hemos disfrutado de un entrante genial : un gaspacho de foie con helado de ajoblanco.
En las tapas que habren la comida recuerdo sobre todo un rape en ceviche de una concentracion de aromas excepcional.
Tosta de chantarellas con queso azul espinaca mas clasico y muy rico.

Los dos platos ha sido de un espiritu mas tradicional pero muy fuertes en aromas, complexijad, buen sabor. Cocion perfecta del pescado (lubina asada con pimienta rosa emulsion de berros, tapenade y cebollitas y ajos tiernos salteados y sobre todo del pichon de navaz con arroz basmati guisado con verduras y fruta escarchada

No hace ninguna duda que la proxima vez que viajare en madrid me reservare una mesa en la broche.

En cuanto a vinos hemos catado un blanco del priorat muy interesante, que nos gusto, un tinto de Mauro 2001 demasiado joven y marcado por la madera pero con finura. Me gusto mucho y quisira beberlo dentro de algunos años para ver como evoluciona.
Hemos acabado con un tinto del priorat que no nos gusto pues tenia una nariz que iba de peor en peor (me parecio un defecto) aunque en boca era agradable de frutos rojos.

Servicio muy profesional y agradable nada de pijo.
Ah !!! como olvidarme de estos dos fantasticos postres (cosa que en los restaurantes de muy alto nivel no esta siempre a la altura).