Castilla-La Mancha VS Aragón : critican un vino de la boda de cospedal

ELMUNDOVINO
Los vinos que se sirvieron en la reciente boda de la presidenta regional del PP, María Dolores de Cospedal, han centrado el debate sobre el estado de la región en Castilla-La Mancha. Cospedal reprochó a los socialistas el "cotilleo", según informa la agencia Efe. En una exhibición de demagogia de campanario de pueblo, los famosos vinos dominaron desde el principio del debate, pues los diputados socialistas los iban mencionando al salir a defender sus resoluciones y criticar que en la boda se sirviera un Gewürztraminer de Viñas del Vero.

La cosa empezó con las educadas felicitaciones del presidente de las Cortes, Francisco Pardo, y del propio presidente José María Barreda a la recién casada, pero al final el asunto de los vinos que se sirvieron en la boda ha sido repetido como un mantra por varios de los oradores que han subido a la tribuna desde la bancada socialista. Fue el presidente de la región el primero que, en su réplica a Cospedal en la tarde de ayer, le reprochó que saliera a la tribuna de oradores a defender la viticultura y la promoción de los vinos de Castilla-La Mancha y, sin embargo, en su boda sirviera uno de Aragón.

La jefa de la oposición, sorprendida porque un jefe de Gobierno se dedicara a hablar de lo que llamó "cotilleos" sobre un evento familiar, respondió a Barreda que le habían informado mal, en alusión al secretario de Organización del PSOE, José Manuel Caballero, porque sí se había servido vino de la región.

El presidente explicó que no hablaba de cotilleos y afirmó que su fuente no era otra que un teletipo de la agencia Efe difundido el día de la boda, 3 de septiembre. En él se informó de que en la celebración se habían servido el vino blanco del Somontano y el tinto Summa Varietalis, DO Dominio de Valdepusa, de Toledo.

En los turnos de defensa de las propuestas de resolución, han arreciado los comentarios sobre el vino aragonés y las loas a los caldos de Castilla-La Mancha, que, como ha quedado claro, son excelentes. La primera diputada socialista en tomar la palabra, Ana Garrido, ya aludió a la cuestión, igual que el segundo, Antonio Salinas.

De hecho, Salinas aprovechaba para bromear con las palabras que inmediatamente antes había pronunciado la diputada del PP María Luisa Soriano, quien ha acusado al Gobierno regional de hacer "un brindis al sol" con su plan de apoyo al sector del vino. "Un brindis al sol-montano", replicaba Salinas.

La cuestión fue decayendo poco a poco, no sin antes extenderse a las filas populares, desde las que Natalia Tutor pidió a los socialistas que dejaran ya esa "cantinela", exhibiendo un ejemplar de una revista de una organización agraria que criticaba que en un acto organizado por la Consejería de Trabajo se brindó con un blanco de Cádiz y un tinto de Rioja. Con ello parece que el tema paró.

Los viticultores y bodegueros de Castilla-La Mancha, a quienes no podrían importar menos los vinos servidos en la boda de Cospedal, han seguido este frívolos debate más preocupados, en cambio, por la incesante persecución oficial de sus actividades en medio de una crisis pavorosa (incluidas las multas millonarias, este año, a los vendimiadores indebidamente documentados, de 6.000 a 9.000 euros por persona, incluidos los padres que intenten ayudar a recoger la uva de majuelos de sus hijos...).