A vueltas con los jereces.
No es algo que pase de un dia para otro
Ver mensaje de Álvaro GirónPero creo que la intención de muchas bodegas, sobre todo las pequeñas, es la de apuntar hacia la calidad. Un caso paralelo (aunque a cierta distancia) es lo que esta ocurriendo en la Mancha, de producir practicamente solo vino a granel en cantidades industriales, cada vez mas bodegas que buscan hacer vinos de calidad, y estan haciendo mejorar la imagen global de la denominacion. El problema son los grandes grupos, con estructuras y exigencias enormes (y a veces inmovilizados que tambien asustan), que tienen bastante inercia al cambio.
Lo mas importante para mi es que se conozca el Jerez de calidad, y no solo en Inglaterra, sino tambien en toda España (no quiero ni acordarme del sumiller del restaurante de Sevilla, supuestamente de alto nivel, que decia que con un jerez no se podia comer, que eso es para las ferias, y que luego tienes una resaca que te mueres...)
Difusores de la cultura del jerez como vosotros son los que hacen falta, con apoyo de las instituciones y las DOs,claro.
Re: A vueltas con los jereces.
En el último Vinoble he tomado una manzanilla en rama que me ha impresionado y un par de finos para disfrutar de verdad. Un vinazo de calidad contrastada a buen precio y en cantidad rentable para la bodega es posible en Jerez. He tomado VORS de cortar la respiración y eso también se vende. ¿Dónde está el problema de base?. De verdad que se llega a ciertas situaciones que nunca entenderé.
Re: A vueltas con los jereces.
Ver mensaje de JaimeJSencillo: casi nunca se han dedicado comercialmente a ello. Los VORS o vinos de calidad/vejez similar son una novedad relativa. Es verdad que siempre ha habido algún vinazo viejo en el mercado, pero sólo ahora contamos con decenas de ejemplos en nuestras tiendas. Antes se encontraban exclusivamente en bodega, ya sea para dar carácter a distintos blends/cabeceos, ya sea para el consumo de la familia propietaria.
En cuanto a manzanillas/finos hechos y derechos poco filtrados: también son recientes y de producciones escasísimas. De hecho, cuando uno se acerca a las bodegas y comenta algo sobre los superfinos/supermanzanillas (que no son otra cosa que acercar al consumidor lo que lleva en la bota toda la vida), te responden con una sonrisa ligeramente sarcástica. Algo así como que esto sólo lo bebeis vosotros, cuando no se te dice directamente que eso es anecdótico, que la actividad bodeguera se sostiene, en realidad, por los destilados, ponches, bebidas energéticas, vinos blancos de mesa, jamones, etc. Falta un mundo para que los finos/manzanillas como il faut se conviertan en la columna vertebral del negocio.