A vueltas con los jereces.

10 respuestas
    #1
    JaimeJ

    A vueltas con los jereces.

    (Lavozdigital.com) Jerez.-

    La experta Sarah Jane Evans afirma que "muchos piensan que si una botella cuesta poco es porque no es buena" y señala que "el sector necesita a nivel mundial una cita como la de Vinoble".
    Esta reconocida periodista británica es la especialista en vinos y gastronomía de la BBC, la televisión pública británica, la más prestigiosa de todo el mundo. Hace apenas dos años, esta mujer logró el título Master of Wine gracias a un estudio sobre los almacenistas de Jerez. Fue tras superar un examen con un elevado nivel de exigencia. No en vano, se trata de un reconocimiento que sólo poseen actualmente 257 personas en todo el planeta. Sarah Jane Evans, considerada la gran experta mundial del jerez, no ha querido perderse tampoco esta edición de Vinoble para seguir disfrutando del placer del descubrimiento. También tuvo tiempo para conversar con LA VOZ sobre los caldos de aquí y diferentes asuntos relacionados con los mismos. No tiene pelos en la lengua.

    -¿Qué le parece Vinoble?

    -Un gran lugar. Un encuentro magnífico. El mundo del vino necesita una cita como ésta, algo global como Vinoble.

    -¿Es la primera vez que asiste?

    -Ya estuve en una edición anterior, hace dos años.

    -Y es una gran conocedora de esta tierra.

    -La verdad es que sí, bastante. La primera vez que vine tenía 18 años. También escribí una tesis sobre los almacenistas de Jerez, y he vuelto en varias ocasiones.

    -¿Qué opina de los caldos de aquí?

    -Son únicos, excelentes.

    - ¿Por qué?

    -Por su sabor, su aroma... Son muchos los aspectos que los hacen únicos. Nadie hace unos vinos como los de aquí, de eso no cabe la más mínima duda. Particularmente, me interesan las diferencias entre el fino y la manzanilla. Y los vinagres de Jerez, que son magníficos.

    -¿Cree que tienen la posición que merecen en el mercado?

    -No. Es una lástima que los vinos de Jerez hayan perdido su posición en el mercado.

    -¿A qué cree que se ha debido?

    -La gente en el mundo, al menos en los mercados que mejor conozco, como el británico, busca sabores frescos y afrutados, y el jerez y la manzanilla, por ejemplo, son de paladar difícil. Aunque personalmente puedo decir que por suerte he aprendido a disfrutar de ellos, pero es algo que a muchos les cuesta.

    -¿Y qué habría que hacer para conseguir esa mayor penetración en los mercados a los que hace referencia?

    -Ya se están haciendo cosas, y muy interesantes. En todas las partes del mundo hay amigos del jerez que los divulgan en multitud de sitios. También hay profesores homologados. El trabajo del Consejo Regulador en este sentido está siendo bárbaro. Pero, como muchas otras cuestiones, se necesita dinero, promoción y gente joven. Es fundamental la labor divulgativa, y ahí los periodistas también podemos jugar un papel importante.

    -¿Gente joven?

    -Sí. El vino de Jerez ha sido tradicionalmente, quizá por lo que comentaba antes, para gente ma-yor, y el de los jóvenes es un mercado emergente importantísimo.

    -Uno de los grandes objetivos actuales es demostrar que los caldos de aquí son perfectamente válidos para las mesas, para casarlos con las comidas. ¿Qué opina al respecto?

    -Que es totalmente cierto. De siempre se les ha considerado vinos de aperitivo, pero son ideales también para acompañar con sopas, entrantes, pescados, fritos, carne...

    -¿Cuáles son los que más penetración han logrado en el mercado británico?

    -Allí llegan, sobre todo, los amontillados y los olorosos. Pero, como sucede con el resto, es importante la temperatura y botellas nuevas, porque, si no, se pierde frescor.

    -¿Tan importate es la imagen?

    -No es lo que más, pero sí es importante. Hay bodegas que lo han hecho bien en este campo. Hay vinos de edad que tienen una imagen buena.

    -¿Y qué dice del precio?

    -Lo tengo clarísimo: el vino de Jerez sigue siendo demasiado barato para la calidad que tiene.

    -¿Eso es malo?

    -Los mejores vinos, y los de aquí están entre ellos, no pueden costar tan poco, porque eso perjudica más que beneficia.

    -Deduzco que vuelve a referirse al asunto de la importancia de la imagen y de la calidad.

    -Así es. Lo bueno no puede ser barato. Puedo ponerle el ejemplo de los ingleses. Allí no se concibe eso para nada. El consumidor asocia inmediatamente el precio con la calidad, y, aunque no sea así en este caso, piensa que si una botella cuesta poco dinero tiene que ser porque no tiene demasiada calidad.

    #3
    EuSaenz

    Re: A vueltas con los jereces.

    Interesantes reflexiones, Jaime. Pero yo como consumidor sin moderación de estos vinos prefiero egoístamente que sigan siendo asequibles. Y que los amigos Miller o Parker no los caten. Pero esto siempre desde mi posición de consumidor, claro. Lo que desde luego nadie me tiene que contar (por mucho que sea Master of Wine) es sobre la calidad de estos vinos, en el pasado Vinoble hemos vuelto a confirmar que están entre los más grandes del mundo sin discusión. Y cuando entran en juego los precios son los más grandes. Y que siga así, por favor.

    Estoy preparando un extenso artículo sobre la que liamos en Vinoble, que pena que sólo pudieras estar un día. Ya te iré contando.

    Saludos, Eugenio
    https://twitter.com/EuSaenz

    #4
    Álvaro Girón
    en respuesta a EuSaenz

    El lado oscuro de la fuerza

    Ver mensaje de EuSaenz

    Muchas gracias por transcribir la entrevista. En mi opinión al periodista se le escapa la oportunidad de sacar bastante más jugo a su encuentro con Sarah Jane Evans, deslizándose la cosa a lugares comunes. Alguien que ha hecho la tesis sobre almacenistas sabe que hay detrás de los bajos precios del jerez. Y es que el problema no es sólamente de que se venda más o menos barato, o de los problemas de imagen que ello representa, sino el fracaso de un determinado modelo de negocio. Hace poquísimos días he sabido de la enésima guerra de las marcas blancas en el mercado británico que viene a situar a los jereces de supermercado claramente por debajo del euro por botella. Llevamos décadas inmersos en un ciclo infernal de dumping, colosales crisis comerciales y cierre de bodegas. Y es que, en más de una manera, esa maravillosa feria que es Vinoble es engañosa, ya que refleja muy bien lo mejor de Jerez, pero muy poco de lo que es realmente el sherry a nivel mundial. Yo sugeriría darse una vuelta por Tesco o Saintsbury's y comprar una de esas botellas etiquetadas con la palabra "amontillado" y "medium". Y después de beber esos brebajes, me gustaría que me respondan si uno puede culpar honestamente al consumidor británico medio por haber dejado de consumirlos. El problema ya no es sólo de precios, es que a esos precios irrisorios sólo se pueden ofrecer productos de baja estofa.

    Y lo peor es que esta realidad acaba afectando a productos más que dignos, ya que afecta a la imagen global del Sherry. Es muy difícil esperar que la gente pague más por vinos estupendos como La Ina, el Tio Pepe o Solear (que le dan sopas con hondas a la mayor parte de los blancos españoles) cuando justificadamente se identifica a los jereces con una suerte de licor de dudosa calidad que de vez en cuando se ventila la tia Margaret. O se acaba con una manera de hacer las cosas consistente en vender un volumen inmenso de morralla a precios de derribo, o las cosas pueden ir aún peor.

    #5
    Jilguero
    en respuesta a Álvaro Girón

    Re: Y el problema de fondo.... ¿Cómo se hace eso?

    Ver mensaje de Álvaro Girón

    ¿Cómo conseguir que se deje de especular con el petróleo y los grandes fondos inviertan en futuros de petróleo haciéndolo subir de forma increible? ¿Cómo conseguir que se deje de especular con las materias primas? ¿Y con los alimentos, que es más grave?
    El dinero es el dinero, y es muy goloso, y si alguien ve negocio inmediato y a corto plazo, ¿por qué se va a preocupar de los que vienen detrás? Si vendiendo productos deleznables a costes de risa hace dinero y si intenta competir con productos de calidad no lo hace... ¿Quién puede impedir que eso se haga? Haría falta articular una cultura de asociación muy fuerte para impedir cosas de ese tipo, el dinero manda siempre, para la desgracia del mundo.

    Un saludo,
    Alberto

    #7
    Álvaro Girón
    en respuesta a Jilguero

    Re: Y el problema de fondo.... ¿Cómo se hace eso?

    Ver mensaje de Jilguero

    El problema es que "vendiendo productos deleznables a costes de risa" no están haciendo dinero (mas bien pierden, y a espuertas). La madre del cordero es que vendiendo productos por debajo del coste de su producción se tiene la expectativa -que se ha demostrado infundada en los últimos treinta años- que vas a conseguir desalojar a la competencia. Es de lo más instructivo visitar las bodegas jerezanas y sanluqueñas y ver cómo todo el mundo se queja amargamente de que el vecino ha roto el mercado vendiendo vino a un precio que es imposible que cubra las costes. La culpa siempre la tiene el otro.

    En realidad, esta destructiva rueda no se basa en que vender vino barato sea rentable (que no lo es en absoluto, sobre todo cuando tienes un parque inmenso de botas muerto de risa). Es algo que tiene mucho más que ver con la desesperación: deshacerse por la via rápida de los enormes excedentes de producción que aprisionan a las bodegas con sus costes de inmovilizado. El problema es que por el camino le estás haciendo un daño inmenso a la imagen del Jerez en el mundo. Y no solucionas en absoluto los problemas de fondo.

    El problema de fondo es que un modelo de negocio basado en vender volumen a precios bajos no es que haya dejado de funcionar súbitamente, es que no funciona desde hace treinta años. El empecinamiento en ofrecerle respiración asistida -historia que suele acabar muy mal- se basa en el hecho de que es difícil arrumbar una estructura de producción y comercial orientada a ello: son cientos de personas las que no saben hacer otra cosa. Soy consciente de que la venta de VOS y VORS -vinos por definición escasos y de altísimos costes de producción- no van a resolver la peliaguda cuestión. Pero una reorientación general hacia la calidad, centrándose en los vinos de crianza biológica (que sí ofrecen -a la vez- costes más razonables, volumen y potencial de calidad) en detrimento de los distintos blends de baja estofa, podría ser parte de la solución.

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