Gracias a la Peña Sin Nombre

Un poco tarde, porque ando últimamente algo liado, pero no quiero dejar pasar la ocasión para agradecer a la Peña Sin Nombre que nos permitieran acompañarlos en su última cena-cata.

La ocasión era verdaderamente de lujo porque además de poder probar de una tacada una representación de los mejores barolos, pude compartir una velada con un grupo de gente a la que conocí por primera vez en persona, y que sin embargo nos trató como si fuésemos viejos amigos.

Los barolos en general magníficos aunque en su tierna infancia, y Juancho una enciclopedia andante, y no es una metáfora, se vino a la cena con un buen arsenal de libros y nos iba enseñando cada uno de los viñedos de los vinos que estábamos probando.

De los barolos probados no me terminaron de convencer el de Burlotto (algo diluido), Cabutto Tenuta La Volta (algo de humedad) y Mauro Sebaste (un experimento fallido).

Me entusiasmaron el de Beppe Rinaldi (clásico), Paolo Scavino (mejor a la media hora), Roberto Voerzio (elegancia), y los tres de Monforte: Conterno, Clerico y Grasso, aunque me encantaría volver a probarlos dentro de unos añitos cuando dejen de gatear y empiecen a andar.

Enfín lo dicho, que gracias a todos y espero que nos volvamos a reunir entorno a una copa de vino,...bueno una o más. :-))

Francisco Rivas