Guelbenzu, una bodega a seguir

Se ha hablado bastante poco en Verema de Bodegas Guelbenzu: sólo muy de vez en cuando alguien menciona sus vinos (a Roberto, por ejemplo, le encantan) y únicamente hay 12 notas de cata de sus vinos en Vinos Catados (de un total de 4.203 que hay ahora mismo). Sólo ha sido muy sonada y comentada su salida de la D.O. Navarra.

El lunes por la tarde tuve el placer de pasar un buen rato en Gourmets charlando y probando toda la gama de sus vinos con los hermanos Ricardo e Inés Guelbenzu. Me gusta lo claro que tiene las ideas y lo bien que las transmite Ricardo Guelbenzu, el director de la bodega. Destaca la importancia de la regularidad que han alcanzado en sus vinos y de su buena aceptación comercial. Son fuertemente partidarios del mestizaje y del concepto multivarietal. Aceptan que cuesta mucho llegar arriba y que resulta clave cuidar siempre la relación calidad-precio. Creen, además, que los vinos tienen que contar con una producción suficiente, no buscar las microproducciones que fomentan la especulación de precios.

Empezamos probando el Guelbenzu Vierlas 2002, su nuevo vino elaborado en Vierlas a partir de uva de un terreno de suelo terciario de 56 has. (han tenido que comprar 134 fincas distintas a 73 propietarios diferentes!). Allí hay plantado garnacha vieja, cabernet sauvignon, merlot, tempranillo, graciano, syrah y petit verdot. También han construido una bodega nueva.

Este Vierlas 2002 creo que es la primera añada que sale al mercado. Su composición lleva un coupage de tempranillo, cabernet sauvignon, merlot, garnacha y syrah. El vino ha permanecido 2 meses en barrica usada. Como novedad incorpora el Supremecorq, un tapón sintético hecho de termoplástico. Me pareció un vino con muy buen paso de boca, carnoso, muy bien para salir con un precio de unos 5 euros.

También muy interesante su nuevo vino chileno, el Guelbenzu Jardín 2002 (no confundir con el antiguo que elaboraban con garnacha). Han montado una bodega en el Valle de Colchagua, a sólo 20 km. del Pacífico, entre la pequeña cordillera de la costa y la tremenda cordillera de los Andes. Allí tienen 170 has. de cabernet sauvignon (un 72%), carmenere y chardonnay.

Probamos el Jardín tinto, elaborado con un 80% cabernet y un 20% carmenere. Un vino frutal, también carnoso, con buena estructura, un buen vino de placer con un precio también equilibrado, en torno a los 5 euros en España. El concepto del vino muy similar al Vierlas.

Posteriormente probamos los tintos que elaboran en la bodega original de Cascante, donde cuentan con 42 hectáreas de viñedo, con tempranillo, cabernet, merlot y un poco de garnacha. Empezamos por el Azul 01, luego seguimos por el Evo 01 y acabamos con el Lautus 99, el único vino donde han caído en la tentación de los altos precios (unos 30 euros). Me gustaron los tres, todos con falta de evolución en botella pero ya muy expresivos. El Lautus, tenía una nariz muy compleja y seductora, aunque en boca no lo encontré en este momento a la misma altura.

¿Será que esa búsqueda de la regularidad a través de una buena relación calidad-precio no les ha hecho estar de moda? Yo por mi parte voy a buscar más sus vinos, me gustan las bodegas con esta filosofía de buscar vinos de placer con precios sensatos y sin prisas por crearse fama.

¿Habeis probado sus vinos últimamente?